lunes, 9 de septiembre de 2024

LECTURA






Los grandes cuentos de una escritora marcada por la tragedia
Irene Nemirovsky
Una amplia antología reúne los relatos de Irene Némirovsky, la autora de Suite francesa, una sutil retratista de la crueldad y contradicciones de la Francia de entreguerras
Verónica Boix
En medio del horror antisemita y la guerra, la escritora francesa nacida en Ucrania Irène Némirovsky (1903-1942) huye y se refugia en personajes capaces de mirarse en el espejo abismal de sus conflictos más íntimos, esos que les revelan quiénes son en verdad. Y lo hace, incluso, días antes de ser deportada y enviada a un campo de concentración: sueña con una novela de mil páginas que resuene con los ritmos y las tonalidades de la Quinta Sinfonía de Beethoven. Solo llega a escribir cuatrocientas antes de ser enviada a Auschwitz. Aún así, la obra viajó a lo largo de sesenta años, sobrevivió, se publicó como Suite francesa (Salamandra) y ganó póstumamente el Premio Renaudot. La novela inconclusa la rescató del olvido y llevó a recuperar sus anteriores narraciones. En especial, los relatos breves reunidos en Cuentos selectos, una serie de cuentos que publicó originalmente en revistas de París, antes y durante la ocupación nazi, y contienen la clave de una mirada capaz de correr los velos de la hipocresía del siglo XX.
Todos los cuentos de Némirovsky encarnan, de múltiples maneras, los dos temas que signaron su vida: por un lado, el universo judío inmigrante al que pertenecía; por otro, la vida íntima de la sociedad burguesa parisina. Como si fueran las dos caras de sus propias vivencias, los personajes atraviesan el drama de las apariencias, viven la melancolía de un destino impuesto; en muchos de ellos la sensación de desasosiego es demoledora. Resulta preciso el prólogo de Pola Olaixarac que logra mostrar el modo en que los relatos se vuelven el reverso literario de la vida de la escritora.
"Némirovsky nunca logró que, ya durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen de Vichy le diera la nacionalidad francesa"
Por empezar, ya desde que era una niña, Némirovsky sufrió la crueldad de una madre vanidosa que la despreciaba. Ese desamor tuvo dos efectos: la llevó a odiar a su madre y la impulsó a buscar refugio en la lectura y la escritura. La hondura del dolor y la distancia puede rastrearse en “Domingo”, uno de los cuentos del libro. Una hija desafía a su madre en un intento –fallido– por alcanzar su deseo. La falsedad, la resignación de las mujeres y la desigualdad de oportunidades aparecen en un entorno bucólico, exquisito, agobiante. El mismo tema ya aparecía con una potencia redoblada en su extraordinaria y breve novela El baile, con el retrato de una de las madres más crueles que dio la literatura.



No hay que ser especialista para notar la capacidad de observación anómala de Némirovsky que a lo largo de los cuentos corre las máscaras de las relaciones humanas a través de historias que son, al mismo tiempo, retratos psicológicos y sociales. Basta leer “Fraternidad” para comprender el modo en que se planta frente a los prejuicios de la época. De hecho, el cuento fue rechazado en su momento por la revista Gringoire por considerarlo antisemita, cuando en verdad, solo tenía por protagonista a un judío. Christian Rabinovich, un parisino burgués elegante se encuentra con un hombre de su mismo apellido en la estación de tren, un judío pobre que parece venir de un gueto. Ambos son cara y contracara de las formas que adoptó la huida y la supervivencia.
Suite Francesa, la novela de Iréne Nemirovsky fue llevada al cine en 2004
La huida también fue el destino de la autora. Primero escapó de la revolución rusa de octubre de 1917 y emigró con su familia a Francia para evitar la violencia que la amenazaba. Ya en París, estudió letras en La Sorbona, se casó con un banquero y empezó a publicar asiduamente. Su primera novela David Golder causó revuelo. Se adentraba en la vida rica de un banquero judío en París, y fue un éxito de ventas. Gracias a eso, junto con Colette, fueron las únicas dos escritoras francesas de esa época que pudieron vivir de su escritura. Sin embargo, Némirovsky nunca logró que, ya durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen de Vichy le diera la nacionalidad francesa. Ante el auge del nazismo se convirtió a la religión católica, publicó en revistas de corte antisemita en un intento por salvar su vida y la de su familia. Eso le valió críticas severas, pero no sirvió para rescatarla de la tragedia.


La compleja relación con sus orígenes le dio, sin embargo, a la autora una libertad singular: su escritura capta los antagonismos que descubre en la sociedad que la rodea. Es habitual encontrar en sus historias personajes que encarnan los prejuicios contra los judíos, incluso de parte de otros judíos. Es cierto que a veces no los nombra como tal. Es el caso de “Las vírgenes” que narra la vida de una mujer casada que tiene que volver sola con su hija a París. La protagonista parece olvidar sus orígenes, pero la tragedia la expone a la fragilidad de un presente desolador.
A lo largo de los cuentos, que se presentan ordenados de modo cronológico, puede verse el modo en que la conmoción de las experiencias que transita la autora alimentan su escritura. A pesar de caer sobre ella la amenaza concreta de que en cualquier momento la detendrían, se sumergió en la escritura de Suite francesa, de corte autobiográfico. En ella, narra los días previos a la invasión alemana y el éxodo masivo de la ciudad que ocurrió en 1940, luego de los primeros bombardeos sobre París. Antes de ser detenidos por los nazis, Némirovsky y su esposo se aseguraron de dejar a resguardo a sus dos hijas pequeñas. Las criaturas lograron escapar y solo pudieron llevar una valija –hoy famosa– que contenía fotos, documentos y el original de esa novela inconclusa. Cincuenta años más tarde, una de ellas decidió transcribir el manuscrito. Cuenta que tuvo que usar una lupa porque su mamá había tenido que economizar papel y tinta, y para eso había hecho una letra minúscula. Suite francesa se volvió la obra que refleja con más contundencia la visión implacable de la escritora sobre la sociedad francesa durante la ocupación, y de modo rotundo, terminó por posicionarla como una de las voces fundamentales del siglo.
La constelación de Cuentos selectos hace algo similar, aunque abre la perspectiva en un abanico más amplio, de tiempo y espacio; va de historias sobre la época de la revolución rusa, como ocurre en “Nacimiento de un revolución. Escenas vistas por una pequeña niña”, a otras más íntimas, como “Un almuerzo en septiembre”, que habla de dos personas que podrían haberse amado. Así y todo, los relatos resuenan unos en otros y descubren la miseria, la humanidad, las contradicciones de la naturaleza humana ante la banalidad del mal.


Cuentos selectos

Por Irène Némirovsky

Edhasa. Trad.: Lucía Dorín

275 páginas, $ 26.500

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Novelas
El malentendido (Le Malentendu, publicada en la revista Les Œuvres Libres en 1926 y como libro en 1930).
Un niño prodigio (L'Enfant génial, publicada en la revista Les Œuvres Libres en 1927 y como libro en 1992).
L'ennemie (publicada en la revista Les Œuvres Libres en 1928 e incluida en el primer volumen de las Œuvres complètes de la autora en 2011; no traducida al español).
David Golder (1929).
El baile (Le Bal, publicada en la revista Les Œuvres Libres en 1929 y como libro en 1930).
Nieve en otoño o Las moscas del otoño o La mujer de otrora (Les Mouches d'automne, 1931).
El caso Kurílov (L'Affaire Courilof, publicada en la revista Les Annales Politiques et Littéraires en 1932 y como libro en 1933).
El peón en el tablero (Le Pion sur l'échiquier, publicada en la revista L'Intransigeant en 1933 y como libro en 1934).
El vino de la soledad (Le Vin de solitude, publicada en la revista Revue de Paris en 1935 y como libro ese mismo año).
Jezabel (Jézabel, publicada en la revista Marianne en 1935 y como libro en 1936).
La presa (La Proie, publicada en la revista Gringoire en 1936 y como libro en 1938).
Dos (Deux, publicada en la revista Gringoire en 1938 y editada como libro en 1939).
El maestro de almas (Le Maître des âmes, publicada bajo el título Les Échelles du Levant en la revista Gringoire en 1939 y como libro en 2005).
Los perros y los lobos (Les Chiens et les Loups, publicada en la revista Candide en 1939 y como libro en 1940).
Los bienes de este mundo (Les Biens de ce monde, publicada en la revista Gringoire en 1941 y como libro en 1947)
Los fuegos de otoño o Fogatas (Les Feux de l'automne, 1957, obra póstuma).
Suite francesa (Suite française, 2004, obra póstuma).
El ardor en la sangre (Chaleur du sang, 2007, obra póstuma).

Cuentos
Films parlés (1934, no traducido al español).
Domingo (Dimanche et autres nouvelles, quince relatos publicados entre 1934 y 1940 en revistas y publicados como libro en 2000).
Destinées et autres nouvelles (catorce relatos reunidos en volumen póstumamente, en 2004; no traducidos al español).
Les Vierges et autres nouvelles (doce cuentos reunidos en volumen póstumamente, en 2009; no traducidos al español)
Nonoche. Dialogues comiques (2012, no traducido al español).

La vida de Chéjov
 (La Vie de Tchekhov, 1946, obra póstuma).

Ópera
En marzo de 2010 se estrenó la ópera Le Bal (El Baile), de Oscar Strasnoy, en la Ópera de Hamburgo, con un libreto de Matthew Jocelyn.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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