Cuentistas de Estados Unidos. Últimas versiones de una gran tradición
La flamante edición de Cuentos completos de Lorrie Moore es una de las puntas de lanza de los nuevos autores norteamericanos que continúan y renuevan el camino abierto por clásicos como Hemingway, Flannery O’Connor y John Cheever
Cuentistas de EE.UU.....Dufour
El cuento norteamericano tiende siempre a renovarse con fuerza inaudita. Estructuras sorprendentes, atrevimiento temático, vínculos sorprendentes entre el mundo y el interior de los personajes son apenas algunas de las claves de los escritores estadounidenses actuales, que muestran con destreza el núcleo de los conflictos de la vida contemporánea. Podría pensarse que es solo reflejo de un mercado editorial potente, pero basta repasar algunos hitos de esa tradición –desde la teoría del iceberg de Ernest Hemingway y su poder de síntesis a la destreza de Flannery O’Connor para captar en un detalle el todo de una escena, los relatos de John Cheever o el minimalismo de Raymond Carver– para comprender hasta qué punto esas formas literarias alimentaron, y siguen alimentando, otras literaturas. Los nombres contemporáneos tal vez sean menos conocidos para el gran público, pero no son tampoco una excepción.
Hace un par de años, sin ir muy lejos, una multitud de lectores colmó una sala del Teatro Cervantes para escuchar a la escritora Lorrie Moore (1957), que visitaba por primera visita la Argentina. El fenómeno es una rareza, pero no resulta difícil comprender el fervor que despierta su obra. Junto con autores como George Saunders (Pastoralia, Diez de diciembre) y Amy Hempel (de la que ya se consiguen los cuentos completos en español), Moore es heredera de un realismo inteligente y sutil. En especial sus narraciones breves, reunidas ahora en Cuentos completos. Más allá de una traducción con giros ibéricos alejados de nuestro uso, el conjunto de los relatos de Moore permite entender en conjunto el impacto de su prosa. La innovación ya está presente desde los primeros cuentos de Autoayuda (1985), su debut literario. En ellos, la escritora se apropia de los clichés del género de autoayuda y los vuelve un mecanismo irónico que con frescura revela las sombras en los vínculos, los imperativos femeninos y las tensiones de la identidad.
En “Como ser la otra mujer”, por ejemplo, una joven se convierte en amante de un hombre casado. Ni romántica, ni sentenciosa, una voz en segunda persona le va comentando a la protagonista (¿o es ella que se cuenta a sí misma?) lo que le sucede: “Cuando tenías seis años te creías que amante significaba algo molesto, como ponerse un zapato en el pie equivocado. Ahora eres mayor y sabes que puede significar muchas cosas, pero que esencialmente significa ponerse el zapato en el pie equivocado”. La insolencia para desarticular los roles sociales lleva a pensar en los cuentos de Grace Paley (1922-2007).
En su siguiente colección, Como la vida misma, Lorrie Moore dejó de lado esos efectos, y se animó a otras complejidades, como sucede en “Además eres feo”. El cuento adopta la perspectiva de una mujer soltera para desarmar los límites que imponen los mandatos sociales, la enfermedad y la soledad. Aún así, el filo y la destreza con el lenguaje alcanzan un punto clave en Pájaros de América, su siguiente publicación. Al menos dos de estos cuentos tienen destino antológico: “Gente así es la única que hay por aquí. Farfullar canónico en oncología pediátrica” y “Una madre estupenda”. Finalmente, en los relatos de Gracias por la compañía la autora termina por confirmar que sus protagonistas saben reírse de sí mismas con una mirada perspicaz, que en cierta manera, las libera. Moore asume riesgos a todos los niveles: metáforas luminosas, personajes ordinarios pero profundamente contradictorios, situaciones extremas, juegos de lenguaje.
El humor ácido también es una marca de los personajes de Miranda July (1974), otra de las autoras contemporáneas que sigue esta tradición. Y no solo porque también sea una estrella del arte independiente. En su primer libro de cuentos Nadie es más de aquí que tú recuerda la ironía y la inteligencia de Moore, pero se mueve en universos más triviales, que engañan por su ridiculez, y, en el fondo, exponen la angustia existencial de nuestros días. En “Un hombre en la escalera”, por ejemplo, una mujer duerme con su novio y escucha, o cree escuchar, los pasos de un extraño en la escalera de su casa. El miedo desata su imaginación que enlaza los recuerdos de la pareja y un futuro hipotético, delirante. La única manera de vivir el sueño americano, parecen decir sus cuentos, es a través de la fantasía.
En su siguiente colección, Como la vida misma, Lorrie Moore dejó de lado esos efectos, y se animó a otras complejidades, como sucede en “Además eres feo”. El cuento adopta la perspectiva de una mujer soltera para desarmar los límites que imponen los mandatos sociales, la enfermedad y la soledad. Aún así, el filo y la destreza con el lenguaje alcanzan un punto clave en Pájaros de América, su siguiente publicación. Al menos dos de estos cuentos tienen destino antológico: “Gente así es la única que hay por aquí. Farfullar canónico en oncología pediátrica” y “Una madre estupenda”. Finalmente, en los relatos de Gracias por la compañía la autora termina por confirmar que sus protagonistas saben reírse de sí mismas con una mirada perspicaz, que en cierta manera, las libera. Moore asume riesgos a todos los niveles: metáforas luminosas, personajes ordinarios pero profundamente contradictorios, situaciones extremas, juegos de lenguaje.
El humor ácido también es una marca de los personajes de Miranda July (1974), otra de las autoras contemporáneas que sigue esta tradición. Y no solo porque también sea una estrella del arte independiente. En su primer libro de cuentos Nadie es más de aquí que tú recuerda la ironía y la inteligencia de Moore, pero se mueve en universos más triviales, que engañan por su ridiculez, y, en el fondo, exponen la angustia existencial de nuestros días. En “Un hombre en la escalera”, por ejemplo, una mujer duerme con su novio y escucha, o cree escuchar, los pasos de un extraño en la escalera de su casa. El miedo desata su imaginación que enlaza los recuerdos de la pareja y un futuro hipotético, delirante. La única manera de vivir el sueño americano, parecen decir sus cuentos, es a través de la fantasía.
Pero no siempre. Al menos no para otro estadounidense, David James Poissant (1979), que en su primer libro de cuentos El cielo de los animales narra historias oscuras, con personajes turbios y vulnerables al mismo tiempo, y que en esa oscuridad encuentra destellos en los que por instantes se intuyen a sí mismos. “El Hombre lagarto”, su cuento más famoso, es una historia de paternidades en conflicto que descubre la ternura secreta de los personajes más brutales. El interés que Poissant dedica a sus personajes traduce una sensibilidad especial, sin sentimentalismos. Algo que también logra en su primera novela, la reciente Vida de lago, donde vuelve precisamente, a la familia del cuento “La geometría de la desesperación”, para explorar qué les sucedió treinta años después del hecho traumático que narró en ese relato.
Desde que John Cheever mostró las grietas que resquebrajaban el sueño americano en aquellos cuentos que lo consagraron como “el Chejov de los suburbios”, muchos escritores hicieron de esos despojos su poética. Donald Antrim (1958) explora de manera particularmente desoladora lo que queda de ese sueño roto en los relatos de Otro Manhattan. Más esperanzador, pero nunca optimista, Andrew Porter (1972) también presenta en su reciente La teoría de la luz y la materia una serie de historias que dejan las ilusiones en estado de falla, como si se despertaran en medio de la neblina. Resulta hipnótica la manera en que los narradores de Porter avanzan sin saber bien adónde y siempre terminan por volver a un momento de su pasado en el que un vínculo importante se desmoronó.
Es difícil tomar como tema la materia del arte en la velocidad del presente. Es lo que busca Debora Eisenberg con una escritura que enhebra estructuras complejas e imágenes simples en Taj Mahal. Con apenas seis cuentos largos la autora deja ver cómo el lenguaje dice al mismo tiempo que oculta.
¿Qué une a todos escritores de la nueva tradición norteamericana? El desconcierto de la existencia contemporánea y la desazón de los personajes en un mundo (dicho sea de paso, anterior a la actual pandemia) que se desarma junto con las expectativas de un futuro mejor. En esa penumbra del presente, sus cuentos parecen encender una luz, mínima, pero posible.
CUENTOS COMPLETOS Lorrie Moore
Cuentos completos
Por Lorrie Moore
Seix Barral. Trad.: AAVV
953 páginas. $1690
EL CIELO DE LOS ANIMALES David James Poissant
El cielo de los animales
David James Poissant
Edhasa. Trad.: Teresa Arijón y Barbara Belloc
350 páginas. $1295
Desde que John Cheever mostró las grietas que resquebrajaban el sueño americano en aquellos cuentos que lo consagraron como “el Chejov de los suburbios”, muchos escritores hicieron de esos despojos su poética. Donald Antrim (1958) explora de manera particularmente desoladora lo que queda de ese sueño roto en los relatos de Otro Manhattan. Más esperanzador, pero nunca optimista, Andrew Porter (1972) también presenta en su reciente La teoría de la luz y la materia una serie de historias que dejan las ilusiones en estado de falla, como si se despertaran en medio de la neblina. Resulta hipnótica la manera en que los narradores de Porter avanzan sin saber bien adónde y siempre terminan por volver a un momento de su pasado en el que un vínculo importante se desmoronó.
Es difícil tomar como tema la materia del arte en la velocidad del presente. Es lo que busca Debora Eisenberg con una escritura que enhebra estructuras complejas e imágenes simples en Taj Mahal. Con apenas seis cuentos largos la autora deja ver cómo el lenguaje dice al mismo tiempo que oculta.
¿Qué une a todos escritores de la nueva tradición norteamericana? El desconcierto de la existencia contemporánea y la desazón de los personajes en un mundo (dicho sea de paso, anterior a la actual pandemia) que se desarma junto con las expectativas de un futuro mejor. En esa penumbra del presente, sus cuentos parecen encender una luz, mínima, pero posible.
CUENTOS COMPLETOS Lorrie Moore
Cuentos completos
Por Lorrie Moore
Seix Barral. Trad.: AAVV
953 páginas. $1690
EL CIELO DE LOS ANIMALES David James Poissant
El cielo de los animales
David James Poissant
Edhasa. Trad.: Teresa Arijón y Barbara Belloc
350 páginas. $1295
V. B.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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