Licencias por paternidad: ellos quieren más días, pero dudan de su rol en el hogar
Durante el tiempo que gozan del beneficio, creen que sus funciones son las de dar contención a la mujer y compartir algunos cuidados; sin embargo, la realidad los enfrenta a otra problemática
No tenía en claro cuál iba a ser su rol durante la licencia por paternidad. Había imaginado, un tanto ilusamente, que durante esos 40 días que le daba la empresa en la que trabaja, tendría tiempo para entrenar o mirar series. Sin embargo, en los días que siguieron al nacimiento de su hijo Antonio, que hoy tiene un año y medio, Fausto se sintió como un hombre sin tiempo. Se descubrió a sí mismo imitando la voz de los peluches para que su hijo cambiara el llanto por risa. Por momentos, su presencia hizo algún cortocircuito familiar, por ejemplo, cuando discutió con su mujer, Gimena , sobre qué repelente había que usar.
Disfruté la licencia como un momento único en el vínculo con mi hijo. Por momentos, obvio, nos superponíamos", cuenta que trabaja en el área de Finanzas de Natura, una de las empresas que incorporó la licencia para todos sus empleados en el país.
La anécdota sintetiza un dilema que se vive hoy en muchos hogares: los hombres argentinos quieren más días de licencia por paternidad, aunque persisten dudas sobre cuál es el rol del padre en el hogar después del nacimiento.
No tenía en claro cuál iba a ser su rol durante la licencia por paternidad. Había imaginado, un tanto ilusamente, que durante esos 40 días que le daba la empresa en la que trabaja, tendría tiempo para entrenar o mirar series. Sin embargo, en los días que siguieron al nacimiento de su hijo Antonio, que hoy tiene un año y medio, Fausto se sintió como un hombre sin tiempo. Se descubrió a sí mismo imitando la voz de los peluches para que su hijo cambiara el llanto por risa. Por momentos, su presencia hizo algún cortocircuito familiar, por ejemplo, cuando discutió con su mujer, Gimena , sobre qué repelente había que usar.
Disfruté la licencia como un momento único en el vínculo con mi hijo. Por momentos, obvio, nos superponíamos", cuenta que trabaja en el área de Finanzas de Natura, una de las empresas que incorporó la licencia para todos sus empleados en el país.
La anécdota sintetiza un dilema que se vive hoy en muchos hogares: los hombres argentinos quieren más días de licencia por paternidad, aunque persisten dudas sobre cuál es el rol del padre en el hogar después del nacimiento.
Casi el 64% de la población cree que el beneficio debería ser de al menos 15 días, en lugar de los dos de hoy, aunque más de la mitad piensa que la presencia del hombre en el hogar todo el día puede generar tensión en la pareja. Los datos surgen de una encuesta hecha sobre la base de 900 entrevistas que hizo la Universidad Abierta Interamericana , en la Capital y el Gran Buenos Aires.
¿Por qué se asocia la presencia de los hombres en la casa con la mayor posibilidad de conflictos en la pareja? "Todavía subsiste una idea de hombre proveedor y mujer cuidadora que hace que lo doméstico sea un área de decisión de las mujeres. Es evidente que se produjo un cambio en la percepción de roles que se les atribuyen a los miembros de la familia, pero no necesariamente en la atribución de esos roles. Estamos en un proceso de transición", explica Gala Díaz Langou, coordinadora del Programa de Protección Social y Salud del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Según indica el estudio, existe consenso social sobre la necesidad de ampliar licencias de nacimiento, tal como lo propone el proyecto de ley de equidad de género en el ámbito laboral que presentó el gobierno de Mauricio Macri en el Congreso el 8 pasado. Las opiniones sobre el tema están parejas entre hombres y mujeres. Apenas el 16,8% dijo que no sería necesaria la extensión de las licencias.
En busca de la equidad
¿Cuál es la función del padre durante la licencia? Ahí las cosas no están tan claras. La mayoría (el 61%) sostuvo que es "compartir cuidados". En tanto, el 17% indicó que es brindar "apoyo y contención emocional a la mujer". Un 15,2% señaló que es "fomentar la relación afectuosa con el bebé" y el 6,9% no supo qué contestar. Esas mismas respuestas tuvieron distinta aceptación entre los hombres y las mujeres. Mientras que ellas piensan con más frecuencia que los padres de licencia deben fomentar la relación con el bebé, ellos tienden a creer que su función durante este período es el de dar apoyo y contención a la mujer.
Cuando nació Bruno, hace cuatro meses y medio, la vida de Germán y su mujer Eloísa se revolucionó. El bebé llegó un mes antes de lo previsto. Y cuando le dieron de alta, su participación se volvió esencial. Como su hijo era prematuro, la logística de las mamaderas, el llanto y la desesperación materna se convirtieron en asuntos que tenía que administrar. "Todo ocurría a las tres de la mañana, y a esa hora es mayor. Ahí uno aprende que el rol del padre después del nacimiento no es secundario. Es el de dar contención y apoyo a la familia. Es más de logística, pero también fundamental", cuenta. "Nació un sábado y el miércoles ya estaba en la oficina, y lo decidí yo porque tenía muchas cosas en la cabeza. No me pude desentender. Pero esas son las reglas cuando sos freelance", dice , que tiene una consultora de economía.
Hoy, la Argentina se encuentra entre los países de la región que menos tiempo de licencia da a los padres. Muchos de ellos se toman días de vacaciones para estar en casa luego del nacimiento. Esta es una práctica mucho más generalizada de lo que se cree: el 53,6% de los encuestados dijo que se tomó días de vacaciones luego del nacimiento.
Los especialistas indican que el hecho de que los padres tengan una licencia tan reducida atenta contra la formación del vínculo desde el primer momento de vida y, a su vez, amplía las desigualdades laborales entre hombres y mujeres. Por eso, en el marco de la igualdad de género en el ámbito laboral, se impulsa el proyecto de ampliación de licencias.
"Los estudios en neurociencia hablan sobre la importancia de contar con los dos padres en la primera infancia. Durante los primeros meses de vida se desarrolla el 40% de los circuitos neuronales. Incluso los estudios que hablan sobre la lactancia materna apuntan que es una experiencia más exitosa si hay dos adultos en lugar de solo la madre, porque baja mucho el nivel de estrés", dice Díaz Langou.
La especialista apunta que el proyecto de ley enviado por el Gobierno, que busca extenderla a 15 días, es un "excelente primer paso", pero que debería plantear una gradualidad en la extensión de las licencias hasta que se llegue a una equiparación con los beneficios por maternidad, para lograr una igualdad de género. "Este proyecto deja fuera al 50% de los trabajadores: todos aquellos que están en condiciones informales, son monotributistas o autónomos no están alcanzados", plantea.
"El marco normativo actual tiene fuertes sesgos de género y fortalece la concepción tradicional de mujeres cuidadoras y hombres trabajadores ideales, sin obligaciones o deseos de involucrarse en las tareas familiares y del hogar", dice Carina Lupica, asesora del Observatorio de la Maternidad.
Germán padre de Bruno: "Uno aprende que el rol del padre después del nacimiento no es secundario. Es el de dar contención y apoyo a la familia. Es más de logística, pero también fundamental"
Gala Díaz Langou, Cippec: "Aún subsiste una idea de hombre proveedor y de mujer cuidadora. Ahora, se produjo un cambio en la percepción de roles que se les atribuyen a los miembros de la familia, pero no en la atribución de esos roles. Estamos en un proceso de transición"
E. H.
¿Quieren los hombres más licencia por paternidad?
En la Argentina son apenas dos días; cómo es en los países escandinavos
Madrugada del 3 de abril, clínica Finochietto, un bebe de escasas horas de vida llora desconsolado y sus padres, novatos y destrozados en su primer día en ejercicio del cargo, miran el pañal como si fuese una onda gravitacional. Entre las múltiples instrucciones que recibieron antes y después del parto, nadie les dijo cómo funcionaba semejante tecnología. Rendidos y avergonzados, llaman a la enfermera y piden ayuda.
Un par de días después, ya en su casa, el pequeño insiste en su llanto nocturno y las horas se acumulan sin que aparezca una solución. Acunarlo boca arriba, acunarlo boca abajo, pasearlo en el cochecito, desnudarlo, todo es en vano y los padres, al borde del colapso, comienzan a vestirse para volver a la clínica. Por suerte, el hijo se apiada y les ahorra una segunda humillación cuando decide que ya está bien, que es hora de dormir.
Todo esto -que, ojo, le pasó a un amigo-, dispara una reflexión obvia: la pequeña unidad unifamiliar de mamá y papá aislados es muy ineficiente para muchas cosas, incluyendo criar hijos. "¿Dónde está mi tribu?", se pregunta Carolina del Olmo en un libro donde analiza diferentes teorías de crianza y añora la imagen bucólica de nuestros antepasados, todos mezclados y criando hijos propios y ajenos alrededor del fuego donde se cocina un mamut en una caverna del sur de España.
Ya más cercano en el tiempo mis hermanas, que son un montón, tienen un método similar. Viven todas por la misma zona y el chat familiar es una ingeniería de horarios y programas donde una carga con los hijos de la otra y los lleva a lo de una tercera. Estoy pensando en mudarme -perdón, en decirle a mi amigo que se mude- al barrio de mis hermanas.
Hasta tanto vuelvan las tribus, nos quedan las licencias de maternidad y paternidad. En las empresas privadas de la Argentina, son 90 días para las mujeres y ¡dos! para los hombres. Los empleados estatales de las provincias, en cambio, tienen otros acuerdos. En La Rioja hay 210 días para las mujeres, pero apenas cinco para los hombres. La provincia de Santa Cruz es de las más generosas y equitativas: 180 días para las mujeres y 15 para los hombres.
Fronteras afuera, Croacia tiene el récord de licencias de maternidad, 406 días, y siete para los hombres. Le sigue Albania que es el colmo de la generosidad inequitativa: un año completo para las madres y nada, cero, para los padres. En Australia las mujeres también se pueden tomar un año, pero a los hombres les va un poco mejor, tienen dos semanas de licencia.
Igual, los países más desarrollados están impulsando ahora licencias familiares. Esto es, una cantidad de días que pueden ser aprovechados, según la decisión de cada pareja, por la madre o el padre. Los países escandinavos, cuando no, están a la vanguardia de esta tendencia, pero hay otros lugares inesperados que también se sumaron, como Albania, Cuba, Uzbekistán. y Tierra del Fuego
Así es, la provincia de los castores y los celulares protegidos por barreras arancelarias tiene una política muy progresista para sus empleados públicos. Las mujeres tienen 30 días de licencia y los hombres 15, pero a esto se suman 180 días extras que se dividen por consenso entre ambos progenitores.
La lógica detrás de estas licencias familiares es fomentar la corresponsabilidad en la crianza y contribuir así a combatir los sesgos que dificultan la inserción laboral de las mujeres. Si cualquiera de los dos progenitores se puede tomar una licencia ante el nacimiento de un hijo, se debilita el argumento de que "las mujeres cuestan más" con que muchos empleadores las discriminan a la hora de contratos o ascensos.
Sin embargo, la experiencia internacional demostró que, aunque fuesen optativas y habilitadas también para los hombres, la mayoría de las licencias familiares eran tomadas por mujeres, con lo que el sentido de la política se licuaba. Ante esto, países como Suecia, Noruega e Italia le dieron una vuelta de tuerca a la iniciativa e implementaron incentivos para que fuesen los hombres los que se tomasen una parte importante de la licencia familiar.
Mientras tanto, acá en la Argentina el Gobierno amagó con impulsar una ampliación de la licencia de paternidad para llevarla a diez días. No tuvo muchas repercusión. "Es que ustedes, los hombres, prefieren irse a trabajar que quedarse cuidando sus hijos", acusó la mujer de mi amigo. ¿Será cierto?
N. C.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.