La Falcón: Bello musical sobre una gloria del tango
La vida de Ada Falcón y Francisco Canaro, con una brillante dirección de Cintia Miraglia
M. B.
Sobresalientes trabajos de María Colloca y Carlos Ledrag, en La Falcón
★★★★ La Falcón. Dramaturgia: Augusto Patané. Dirección: Cintia Miraglia. Intérpretes: María Colloca, Carlos Ledrag, Florencia Craien, Mónica Driollet, Sofia Nemirovsky. Arreglos: Craien y Ledrag. Vestuario: Paula Molina. Escenografía: Victor Salvatore. Sala: El Extranjero, Valentín Gómez 3378. Funciones: Sábados, a las 17.30. Duración: 60 minutos
El Extranjero recibe a sus espectadores para viajar a los tardíos años 20 y 30 del siglo pasado. Unas mesitas permiten que público e intérpretes se asimilen aunque el vestuario y la pose, marcarán las diferencias. Una tarima-escenario con un telón detrás funcionará como síntesis. Dos músicos, un hombre y una mujer, de cada lado del espacio con sus respectivas guitarras. Son músicos, y muy buenos, pero también personajes. En el centro un micrófono remedando alguno de los que estuvieron ante Ada Falcón en las emisoras de radio.
Los espacios conviven: el salón, la radio, el teatro. También conviven los tiempos sin demasiados gestos de transición: Ada altiva, una magnífica María Colloca; el encuentro con Francisco Canaro, notable composición de Carlos Ledrag; el tiempo de trabajo y pasional, juntos; los conflictos con él, con la esposa de Canaro, con su hermana, con ella misma, en fin...
A un costado, la madre de Ada, encarnada por una deliciosa Mónica Driollet, repone toda la información necesaria y algo más… Poner en escena una ficción con referentes del orden de lo real tiene enormes dificultades: y si se trata de una cancionista como Falcón que brilló y luego se retiró para siempre –con la enorme cantidad de versiones respecto de su vida y de sus decisiones– ni qué decir.
Como podría desearse, La Falcón es un musical. En escena no sólo se cuenta su vida sino que se interpretan los tangos que cantó. Un hermoso musical construido en muchas capas, donde las lecturas que pueden hacerse son múltiples. Cintia Miraglia dirigió esta propuesta que permite llegar tanto a los amantes del universo del tango como a aquellos que lo desconocen y que, unos y otros, se enamoren de él.
★★★★ La Falcón. Dramaturgia: Augusto Patané. Dirección: Cintia Miraglia. Intérpretes: María Colloca, Carlos Ledrag, Florencia Craien, Mónica Driollet, Sofia Nemirovsky. Arreglos: Craien y Ledrag. Vestuario: Paula Molina. Escenografía: Victor Salvatore. Sala: El Extranjero, Valentín Gómez 3378. Funciones: Sábados, a las 17.30. Duración: 60 minutos
El Extranjero recibe a sus espectadores para viajar a los tardíos años 20 y 30 del siglo pasado. Unas mesitas permiten que público e intérpretes se asimilen aunque el vestuario y la pose, marcarán las diferencias. Una tarima-escenario con un telón detrás funcionará como síntesis. Dos músicos, un hombre y una mujer, de cada lado del espacio con sus respectivas guitarras. Son músicos, y muy buenos, pero también personajes. En el centro un micrófono remedando alguno de los que estuvieron ante Ada Falcón en las emisoras de radio.
Los espacios conviven: el salón, la radio, el teatro. También conviven los tiempos sin demasiados gestos de transición: Ada altiva, una magnífica María Colloca; el encuentro con Francisco Canaro, notable composición de Carlos Ledrag; el tiempo de trabajo y pasional, juntos; los conflictos con él, con la esposa de Canaro, con su hermana, con ella misma, en fin...
A un costado, la madre de Ada, encarnada por una deliciosa Mónica Driollet, repone toda la información necesaria y algo más… Poner en escena una ficción con referentes del orden de lo real tiene enormes dificultades: y si se trata de una cancionista como Falcón que brilló y luego se retiró para siempre –con la enorme cantidad de versiones respecto de su vida y de sus decisiones– ni qué decir.
Como podría desearse, La Falcón es un musical. En escena no sólo se cuenta su vida sino que se interpretan los tangos que cantó. Un hermoso musical construido en muchas capas, donde las lecturas que pueden hacerse son múltiples. Cintia Miraglia dirigió esta propuesta que permite llegar tanto a los amantes del universo del tango como a aquellos que lo desconocen y que, unos y otros, se enamoren de él.
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El texto de Jasmina Reza es profundo y tiene un humor exquisito
P. G.
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★★★★ Art. Libro: Jasmina Reza. Traducción: Gonzalo Garcés. Dirección: Ricardo Darín, Germán Palacios. Intérpretes: Pablo Echarri, Fernán Mirás, Mike Amigorena. Producción: Nachi Bredestón, Tomás Rottemberg. Música: Leandro Chiappe. Vestuario: Mari Torres. Stage: Sebastián Mallo. Producción artística: Adrián Baz. Teatro: Multitabarís. Funciones: de miércoles a domingos. Duración: 90 minutos.
La verdad y la consecuencia pueden transitar los límites del derrumbe, los mismos a los que se ven arrastrados los tres protagonistas de esta brillante obra de Jasmina Reza que, por fin, vuelve a los escenarios porteños. ¿Hasta dónde conoce uno a su mejor amigo? Hay amistades de profundidades y de contornos pero siempre la complicidad parece ser suficiente como para que un vínculo dure quince años. Como el de estos tres amigos. Marcos, Sergio e Iván. De personalidades muy distintas, no son los clásicos amigotes que se reúnen a hablar de mujeres o de fútbol, sino de cuestiones aparentemente más profundas. Uno de ellos compra un cuadro totalmente blanco por un dineral y eso desestabilizará lo que, hasta entonces, había sido una amistad leal y sin fisuras.
Por primera vez en esos 15 años de relación, la verdad amenaza con desmembrar el cariño que se tienen. Se echan culpas, se ponen a prueba y hacen vanos esfuerzos por no quebrarse. Se descolocan, se modifican, se redescubren y se obsesionan sin querer abandonar cada uno su propia verdad. El efecto de una palabra o un concepto sobre el semejante puede ser tan brutal como amoroso y ellos toman ese desafío. Y en algún momento el deseo de control del otro se vuelve un boomerang.
Entran en un duelo semántico en el que las palabras tienen un peso que antes no tenían. Las sutilezas que en la cotidianidad pasaban inadvertidas entran a ser motivo de conflicto en divertidas charlas semiológicas donde los tonos de las palabras, los gestos y los gustos son condicionantes. Porque si algo tiene Art, además de su profundidad, es un humor exquisito.
Un aparente líder, un emancipado y un conciliador, en una batalla de puntos de vista encontrados. Hay idolatrías por objetos y por sujetos; y la discusión termina siendo un debate sobre lo que se ve (o no) y lo que se entiende. Es interesante, a su vez, la discusión que plantea la autora sobre la comprensión del arte, cuál es su valor, cuál es el concepto de “obra maestra”.
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La dramaturgia de Jasmina Reza está construida en base a relatos, diálogos y ciertos quiebres de tiempo y espacio. Conocedores de la pieza, Ricardo Darín y Germán Palacios (quienes la representaron durante doce años) saben que, en este caso, la acción está en las palabras y los tonos acompañan muy bien la progresión dramática. Todavía esas palabras no han invadido completamente los cuerpos de estos intérpretes, pero seguramente pronto encontrarán la sincronía necesaria.
Fernán Mirás es el timonel de este barco en su composición del hipocondríaco, frágil y desesperado Iván. Es generoso en escena, trabaja para el otro antes que para él y eso es vital en el verosímil de esta puesta. “La sorpresa es una cosa muerta”, dirá Marcos en la voz de Pablo Echarri al afirmar que no cree en el arte contemporáneo. Él no soporta que sus amigos se manejen con libertad y sin su consejo; lo siente como una traición. El actor se ajusta bien a esa personalidad tan opuesta a la suya. Mike Amigorena encarna con delicadeza a Sergio, el hombre que cree que genuinamente ha sido cautivado por un cuadro.
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Virginia Lago vuelve a revisitar el mundo poético-musical de la gran autora
G. LL.
★★★ Gracias María Elena. Espectáculo sobre textos de María Elena Walsh. Idea y dirección: Héctor Giovine. Intérpretes: Virginia Lago, Héctor Giovine y Mario Corredera (músico). Teatro: Regina, Santa Fe 1235. Funciones: viernes y sábados, a las 20; y domingos, a las 19. Duración: 60 minutos.
Siempre es un placer revisitar la obra de María Elena Walsh. Se vuelven a disfrutar los textos más populares, que acompañaron la infancia y la adultez de varias generaciones, se descubren algunos prácticamente inéditos, y se valorizan otros que en su momento no tuvieron tanto eco entre el público. Todo eso pasa con Gracias María Elena, el espectáculo con poemas y canciones de la gran autora argentina que encabeza Virgina Lago en el teatro Regina, y que este verano le valiera el Estrella de Oro en la entrega de los premios Estrellas de Mar en Mar del Plata.
Aunque su fuerte sea la actuación y no el canto, Lago le pone mucha pasión a la interpretación de los temas y, así, el recorrido por el universo poético-musical de la gran Walsh se convierte en una experiencia agradable y, a veces, hasta movilizante. Es que algunos textos de la autora poseen tanta actualidad que parecen haber sido escritos ayer nomás. Junto a la actriz se destacan su esposo, el actor y director de la propuesta Héctor Giovine (de gran capacidad declamatoria), y el músico Mario Corredera, que acompaña muy bien en guitarra y voz.
Si bien Gracias María Elena incluye varias de las canciones infantiles de Walsh que aún se siguen cantando en todos los hogares, el show está dirigido a un público adulto. El corazón de esta suerte de music hall está conformado por temas como “Barco quieto”, “Campana de palo”, “Como la cigarra”, “Los ejecutivos”, “¿Dónde estás los poetas?”, “El país de no me acuerdo” y “Oración de la justicia”; todos en breves y amalgamadas partes.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA |
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