jueves, 4 de noviembre de 2021

LA PÁGINA DEL DR. JUAN CARLOS DE PABLO


¿Por qué no se utiliza al máximo la capacidad instalada?


Juan Carlos de Pablo




La resolución de la Secretaría de Comercio Interior 1050, del 19 de octubre de 2021 (no confundir con la circular 1050, que el Banco Central dictó el 1 de abril de 1980), dispuso 2 cosas: 1) Fijar precios máximos, hasta el 7 de enero de 2022, para casi 1500 productos; y 2) “Requerir a las empresas que incrementen la producción hasta el máximo de su capacidad instalada y arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión, durante el período de vigencia de la presente medida”.
Verificar el cumplimiento de lo primero es fácil, el de lo segundo es muy difícil y, por consiguiente, si la tarea queda a cargo de militantes resulta muy peligroso.

Sobre el particular conversé con el húngaro Janos Kornai (1928-2021), quien estudió historia y filosofía en la universidad Karl Marx, sita en Budapest.



 Editó un diario, lo que le permitió observar el funcionamiento de una economía socialista desde adentro, en particular las implicancias de la extrema centralización del manejo económico. En 1959 adoptó cinco decisiones básicas: romper con el Partido Comunista; no emigrar; volcarse a la academia y no a la política; romper con el marxismo, y estudiar análisis económico moderno.

Recién en 1963 le permitieron viajar al exterior, observando lo siguiente: “En los aeropuertos de Occidente los taxis hacen fila y los conductores les preguntan a los pasajeros adónde quieren ir; en Moscú estos les preguntan a los choferes a dónde se dirigen”. Es el mejor ejemplo que conozco de la diferencia entre ofertocracia y demandocracia. En 2006 publicó su autobiografía, significativamente titulada La fuerza del pensamiento.

–De tu vasta obra, rescato particularmente el concepto de restricción presupuestaria blanda. ¿De qué se trata?

–Los libros de texto de microeconomía analizan el comportamiento de las personas, o de las familias, y el de las empresas, las cuales tienen que elegir lo mejor para ellas, pero arreglándoselas “con lo que hay”. Esto último, que los economistas denominamos la restricción presupuestaria, explica por qué los ricos tienen autos y los pobres no.

–Para distinguirla de la suya, a esta habría que denominarla restricción presupuestaria dura.

–Efectivamente. Analizando el comportamiento de los directivos de las empresas en la Hungría socialista, en 1958 comencé a pensar en la cuestión, pero recién en 1979 utilicé la expresión en un escrito. La idea es muy simple: en una economía socialista, no la que aparece en los papeles sino la que se verifica en la práctica, los incentivos llevan a los directivos de las empresas a dedicar más energías a cultivar las relaciones con sus jefes que a satisfacer a los consumidores, produciendo los bienes que ellos desean. En particular, se ocupan de rendirles pleitesía a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, porque ellos están en posición de cubrir el déficit entre ingresos y gastos.

–Si la Argentina es una economía socialista o capitalista es un debate eterno, pero le puedo asegurar que aquí las empresas públicas funcionaban como en Hungría. En las primeras décadas del siglo XX, en la Argentina existieron propuestas de estatización de las empresas de servicios públicos, para financiar con sus ganancias la ayuda social. Pero el deterioro de las tarifas y la mala administración, las convirtió en deficitarias.


–Explicar las privatizaciones de la década de 1990 por el Consenso de Washington es una tontería. Respondieron a un reclamo de los argentinos, que querían hablar por teléfono y terminar con los cortes de energía sistemáticos.

–Lo consulto por la resolución 1050, que acaba de dictar el gobierno argentino; particularmente, por el requerimiento a los empresarios de que produzcan “hasta el máximo de su capacidad instalada”.


–¿Habrá participado algún economista en la redacción de la referida resolución? Me pregunto, porque el requerimiento pretende evitar el desabastecimiento que puede generar el congelamiento de algunos precios en un contexto inflacionario, pero ignora cómo funcionan las empresas.

–Explíquese, por favor.

–Una planta fabril tiene instaladas, digamos, 30 máquinas. Es absurdo pensar que la capacidad de producción es la misma en cada una de ellas. Porque no todos los equipos se fabrican “a medida”, y porque no todos fueron instalados en el mismo momento. Un empresario al que se le rompió un motor, cuando busca reemplazo piensa en cuánto va a usar el nuevo equipo durante su vida útil, que es de varios años, y, por consiguiente, durante un cierto tiempo le sobrará capacidad instalada.

–Obvio.

–Obvio, pero hay que ver si quienes tienen la obligación de inspeccionar el cumplimiento de la resolución 1050 lo van a tener en cuenta. Porque, siguiendo con el ejemplo, lo más probable es que en la planta fabril encuentren una máquina que trabaja al máximo, mientras que las otras 29 solo operan de manera parcial. ¿Qué harán los inspectores? ¿Identificar lo que se denomina la restricción operativa o labrar un acta al encontrar tantos equipos que se utilizan menos de lo individualmente posible? Pero esto no es todo.

–¿Hay más?

–Dentro de lo estrictamente productivo, también se puede plantear la cuestión de cuántos turnos funcionan en la fábrica. Claro que, ¿se imagina obligar a producir con mayores costos, teniendo que abonar, por ejemplo, el salario nocturno, con precios congelados? Además de lo cual existen razones, fuera de la capacidad instalada, que pueden impedir que no se la utilice al máximo.

–Ejemplos.

–Falta de demanda. ¿Se imagina un funcionario de la Secretaría de Comercio denunciando a un productor por no elaborar productos que él cree que no podrá vender? Otro ejemplo: un productor puede tener demanda de sus productos, maquinaria adecuada, mano de obra capacitada, pero encontrarse con que el Banco Central no le vende dólares, al tipo de cambio oficial, para comprar insumos importados. Y como si esto fuera poco, hay un agregado que en su país puede resultar antológico.

–¿Cuál es?

–El que se refiere a la obligación, por parte del productor, de asegurar el transporte de los productos alcanzados por la resolución hasta los centros de consumo. En cumplimiento de la resolución 1050, ¿qué tendría que hacer el empresario que encuentra que, para “facilitar” una negociación salarial, el gremio de camioneros bloquea la entrada y salida de vehículos de su fábrica?

–¿Qué ocurrirá, dadas las dificultades que usted menciona?

–No me atrevo a pronosticar, porque no conozco en detalle el caso argentino, pero al tiempo que reflexiono sobre lo que ocurría en mi país natal y la prolongada experiencia que tienen ustedes en materia de intervención estatal, referida a precios y condiciones de producción y de venta, estimo que en la práctica esto no se va a aplicar en forma literal.

–Don Janos, muchas gracias.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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