miércoles, 7 de diciembre de 2022

FALLO HISTÓRICO


Fallo histórico: 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a Cristina
El tribunal la declaró culpable de defraudación al Estado, pero la absolvió de los cargos por asociación ilícita; la vicepresidenta no irá presa porque tiene fueros y puede apelar; Báez recibió la misma pena y De Vido fue absuelto
Hernán CappielloLos jueces del Tribunal Oral Federal Nº 2 Basso, Gorini y Giménez Uriburu, al leer la sentencia del caso Vialidad
En un fallo con connotaciones históricas, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada ayer a seis años de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El Tribunal Oral Federal Nº 2, integrado por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, la consideró, por unanimidad, autora del delito de defraudación al Estado, pero la absolvieron de los cargos de asociación ilícita. La pena que le impusieron es más leve de la que había reclamado el fiscal Diego Luciani, quien pidió 12 años de prisión por acusarla también de liderar una asociación ilícita.
Cristina Kirchner no irá a prisión, al menos en el corto plazo. Primero porque tiene fueros como vicepresidenta, y para despojarla de esa inmunidad haría falta un juicio político. Segundo, porque la sentencia conocida ayer todavía no queda firme: puede ser apelada ante la Cámara de Casación y luego ante la Corte Suprema de Justicia.
A la misma pena de seis años fue condenado Lázaro Báez, con quien la Justicia consideró probado el vínculo para cometer una millonaria defraudación a través de la obra pública nacional en Santa Cruz. Exfuncionarios nacionales y provinciales también recibieron condenas de entre tres y seis años de prisión, pero fue absuelto el exministro de Planificación Federal Julio De Vido.
En un fallo histórico, la vicepresidenta Cristina Kirchner fue condenada ayer a 6 años de prisión e inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos luego de que la Justicia la encontró culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado por favorecer al empresario patagónico Lázaro Báez en la adjudicación de obras públicas para Santa Cruz. Fue absuelta, en cambio, por el delito de asociación ilícita, la otra figura por la que había sido acusada. Se trata de la primera vicepresidenta en ser condenada por corrupción mientras ejerce su cargo.
El tribunal dispuso el decomiso de 84.835.227.300 pesos actualizados al momento en que quede firme el fallo. Ese dinero es el monto de “los efectos del delitos”.
Cristina Kirchner no irá presa y podrá seguir siendo funcionaria y candidata en las próximas elecciones al cargo que desee, ya que la sentencia queda firme y tiene aplicación cuando –según el nuevo Código
Procesal Penal Federal parcialmente vigente– se hayan agotado todas las instancias judiciales de revisión. Es decir, cuando la Corte Suprema de Justicia rechace el último recurso de la imputada, lo que puede demorar años.
El veredicto fue leído desde la Sala B de audiencias de la planta baja de los tribunales de Comodoro Py 2002, del lado del río, por el juez Jorge Gorini, y dictado junto con sus colegas Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. El fallo fue dividido, ya que el juez Basso se pronunció por la condena por asociación ilícita, pero quedó en minoría.
Apenas terminada la lectura del veredicto, desde el Senado, Cristina Kirchner dio un mensaje y denunció al Poder Judicial. “Son un Estado paralelo, es la mafia judicial”, dijo la vicepresidenta, que adelantó que apelará la sentencia. Y pateó el tablero político al decir que no será candidata “a nada” en 2023.
La sentencia fue recibida con protestas por unas 200 personas que se reunieron frente al edificio de Comodoro Py 2002. La agrupación del piquetero Luis D’Elía empezó a agitar las vallas que rodean al edificio, lo que generó que la policía de la guardia de infantería se colocara cerca de las rejas con sus escudos listos para intervenir, pero no fue necesario hacerlo.
Los acusados y el fiscal Diego Luciani siguieron la lectura del fallo vía Zoom, al igual que la vicepresidenta, que estaba en su despacho del Senado, desde donde emitió luego un mensaje por las redes sociales.
El tribunal oral absolvió al exministro de Planificación Julio De Vido, a Abel Fatala y a Héctor Garro por los hechos que fueron motivo del juicio. Y en el mismo sentido sobreseyeron a Carlos Santiago Kirchner, por prescripcióndel delito de in cumplimiento de los deberes de funcionario público.
Además de Cristina Kirchner, fueron condenados a seis años de prisión por fraude el exsecretario de Obras Públicas José López; el extitular de la Dirección Vialidad Nacional Nelson Periotti y Lázaro Báez, dentro de un lote total de 13 imputados.
López ya está condenado a seis años de cárcel por enriquecimiento ilícito, por lo que al volver a ser condenado la pena será unificada con aquella. Lo mismo sucede con Báez, que ya fue sentenciado a 12 años.
Es la primera vez que un vicepresidente en ejercicio es condenado por cargos de corrupción, ya que cuando fue juzgado y condenado Amado Boudou, en 2018, ya había dejado la función pública. Boudou fue vicepresidente de Cristina durante su segundo mandato.
A pesar de que el fiscal Luciani había acusado a Cristina Kirchner de ser jefa de una asociación ilícita y del delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, por lo que pidió una condena de 12 años de cárcel, los jueces entendieron que solo corresponde condenarla por el delito de fraude.
El momento de la lectura del veredicto estuvo rodeado de solemnidad. El edificio de Comodoro Py 2002 estaba vacío. A las 17.20, diez minutos antes de la hora prevista para la lectura del veredicto, los tres jueces del tribunal bajaron juntos en el mismo ascensor desde sus despachos hasta la planta baja. Los esperaban una cápsula de ocho policías, que los rodeó y fueron así caminando juntos a lo largo del pasillo, hasta ingresar a la sala de audiencias. En el pequeño recinto, con el aire acondicionado al máximo, los esperaba el secretario del tribunal, Tomás Cisneros, y de inmediato los policías se acomodaron uno en cada rincón de la sala.
En la sala había solo 12 empleados del Tribunal Oral Federal Nº 2 dispuestos a presenciar el momento histórico. Había un silencio sepulcral, que se quebró cuando el juez Gorini dio por iniciada la sesión y anunció que tras el veredicto iban a dar a conocer una breve reseña de los fundamentos del fallo, que se van a conocer por completo el 9 de marzo próximo.
Tras leer la sentencia, los jueces fueron los primeros en salir de la sala, rodeados de policías. Los siguieron los empleados del tribunal. Dos de ellos se palmearon el hombro. El último fue el secretario Cisneros, que cerró la fila con su termo violeta y el mate. En la puerta de los tribunales, los manifestantes ya estaban cansados y agobiados por el calor. No cantaban más “¡Cristina presidenta!”. Se desperdigaron apenas todo terminó. ●

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