domingo, 23 de abril de 2023

AHORA LA PELOTA QUEDÓ PICANDO....


Ahora, definen Massa y Cristina
Mariano Spezzapria
En medio de la sorpresa que generó para la mayoría de la dirigencia oficialista la decisión de Alberto Fernández de anticipar su declinación electoral, las miradas dentro del peronismo se dirigieron inmediatamente hacia Cristina Kirchner y Sergio Massa. La vicepresidenta y el ministro de Economía vienen jugando en tándem dentro del Frente de Todos y no son pocos los que piensan que, cada uno con sus motivos, fueron determinantes para que el Presidente se bajara de la competencia por la reelección.
Entre las primeras líneas de análisis que circulaban en la coalición gubernamental había dos razones que se destacaban sobre las demás: la amenaza latente del gobernador Axel Kicillof de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires, con el aval de Cristina Kirchner; y la advertencia transmitida por Massa de que en Washington –adonde volverá a viajar en 10 días– piensan que el desorden político interno atenta contra la posibilidad de que el FMI auxilie a la Argentina en forma extraordinaria.
De acuerdo con fuentes consultadas la jornada del jueves fue determinante para que el Presidente se bajara de la reelección. Por un lado, el clima político que percibió en Ensenada, donde compartió un acto con el gobernador Kicillof, que fue realmente frío y distante respecto de su figura; por el otro, el encuentro con Massa con foto incluida en la quinta de Olivos, que fue pensada para dar una señal de distensión, pero que puertas adentro del oficialismo fue interpretada como una reunión crucial para su posterior decisión.
Tras ese encuentro, el ministro de Economía se dirigió al Congreso, donde las primeras versiones indicaron que se había reunido con Cristina Kirchner, mientras que otras posteriores afirmaron que estuvo en el despacho de la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. Como fuera, la sintonía política entre el jefe del Palacio de Hacienda y el kirchnerismo está a la orden del día: antes de que llegara el tigrense a la Cámara baja fue Máximo Kirchner el que estuvo en el despacho de Moreau, una alfil de Massa en el Frente Renovador.
La agrupación La Cámpora, que sigue bajo el ala de Máximo Kirchner, se tomó unas horas para reaccionar ante la decisión de Fernández, que había pedido con insistencia en los últimos meses. “Se abre una nueva etapa para reordenar las prioridades del Frente de Todos”, remarcó por medio de un mensaje en Twitter. Lo hizo adosando una fotografía del estadio de Racing, que fue utilizado pa
ra  dando el acto de cierre de campaña de Unidad Ciudadana en 2017, cuando Cristina Kirchner fue candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
Más tarde hubo una segunda señal política en ese sentido: la posible participación de Cristina Kirchner el próximo 27 de abril en un acto que se hará en el Teatro Argentino de La Plata. Allí, en 2005, la actual vicepresidenta lanzó su candidatura a senadora nacional por la provincia, para una elección en la que derrotó a Hilda “Chiche” Duhalde. Y allí mismo presentó su primera postulación presidencial. En cambio, no está confirmada la marcha del clamor del 25 de mayo en la avenida 9 de Julio.
Estado deliberativo
Con las relaciones internas signadas por una creciente desconfianza, la declinación de Fernández dejó en estado deliberativo al peronismo gobernante: por un lado, quitó del camino la barricada para que el Frente de Todos pueda articular una nueva oferta electoral más competitiva –dada la floja performance del Presidente en las encuestas–, como reclamaban el kirchnerismo y el massismo. Pero, por el otro, puso a la coalición en la necesidad de definir cómo elegirá a sus postulantes de cara al test de las PASO del 13 de agosto.
En su mensaje en las redes, Fernández dejó en claro que buscará garantizar –como presidente del PJ– que se mantengan las primarias como un mecanismo de selección de candidatos sobre la “lapicera” que, en forma tácita, vinculó a Cristina. Pero lo cierto es que el peronismo –considerado en su versión ampliada– pondrá todo en la bolsa del debate que viene. Una muestra de ello anticipó anoche la reunión del Consejo Nacional del PJ, en la sede de Matheu, que definió convocar al congreso partidario para el 16 de mayo.
Massa no fue de la partida. “Yo no soy PJ”, advirtió a quienes lo consultaron. Pero sí asistió Eduardo “Wado” de Pedro, quien venía señales desafiantes al Presidente y es el único kirchnerista con la bendición de Cristina para ponerse el traje de candidato. Antes, el ministro del Interior consideró que la declinación de Fernández es “un paso necesario para comenzar a ordenar al peronismo”, pero no tuvo ningún gesto de agradecimiento hacia el Presidente.
Entre los funcionarios que se mantienen leales a Fernández empiezan a analizar ahora quién tomará la posta en caso de que se confirmen las PASO en el Frente de Todos. Una posibilidad es que se potencie la candidatura de Daniel Scioli. Otra, que surjan postulantes alternativos, como Agustín Rossi, el jefe de Gabinete, quien ya había advertido que el proyecto reeleccionista de Fernández no sintetizaba al peronismo gobernante. Y que ayer dijo que tomará los próximos 10 días para evaluar si su propia candidatura es factible.
En el massismo, la moneda está en el aire. La última comunicación de Massa a los dirigentes del Frente Renovador fue que se preparen para un congreso partidario con fecha el 5 de mayo y a realizarse, posiblemente, en la ciudad bonaerense de Chascomús. Allí podría surgir la definición de que la fuerza presente candidatos en todas las categorías, incluida la presidencial. Pero la situación apremiante de la economía tendrá en las próximas semanas al ministro abocado de lleno a la negociación con el Fondo Monetario. Y ante la necesidad de volver a viajar a Washington dentro de 10 días, anticiparon fuentes de su entorno.
A su vez, los gobernadores del PJ del interior del país ratificaron ayer su demanda para que algún dirigente de ese grupo integre la fórmula presidencial del Frente de Todos. Lo dijo el sanjuanino Sergio Uñac, quien se postula para la reelección en su provincia. En el kirchnerismo siguen con atención la posibilidad de que la elegida sea Claudia Ledesma Abdala, presidenta provisional del Senado y esposa del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora.
Al contrario, el que no quiere saber nada con una candidatura nacional es Kicillof. Anoche solo aceptó las PASO en la provincia. Su asesor principal, Carlos Bianco, dijo que para el Presidente era “difícil sostener una candidatura a la reelección porque el gobierno no pudo dar respuestas a muchas demandas de la población”. El funcionario completó: “Es como lo que le pasó a (Mauricio) Macri; hizo un gobierno desastroso, quiso reelegir y perdió como en feria”.
Esta última idea es la que primó en el peronismo, donde no estaban dispuestos a entrar al cementerio de la mano del Presidente. Pero tampoco saben qué harán del lado de afuera para evitar una preanunciada derrota electoral.
El kirchnerismo da ahora señales de que Cristina podría ser candidata a senadora
Los gobernadores del PJ quieren poner a uno de los miembros de la fórmula del FDT

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Quiénes siguen en carrera por la candidatura oficialista
El corrimiento de Alberto Fernández liberó el camino para algunos postulantes que ya están en modo campaña y otros aún a la espera
Se lo hicieron saber de todas las formas posibles. Primero en privado, después en público, el kirchnerismo exigió a Alberto Fernández que renunciara a la aspiración de ir por la reelección. A ese operativo clamor inverso se sumó después el massismo, sobre todo después de esta semana de extremas tensiones políticas y financieras. Acorralado, finalmente el Presidente claudicó con un tuit adornado de autoelogios.
La decisión de Fernández destraba el primer gran obstáculo que tenía el Frente de Todos para ordenar su oferta electoral, en un momento de popularidad delicadísimo para todos sus dirigentes. Ahora le urge encontrar el nombre o los nombres que puedan representar a la coalición peronista en las PASO de agosto. Ninguno se recorta como favorito ni tiene la condición de candidato natural. Entre los que están lanzados y los que tienen intenciones, hay casi una decena de figuras en danza. Y todavía sobrevuela la hipótesis de Cristina Kirchner, que aunque anunció en diciembre su decisión de no ser “candidata a nada” sostiene el operativo de sus seguidores.
Sergio Massa
El ministro de Economía siempre tuvo en su horizonte la candidatura presidencial. Hasta diciembre elk ir ch nerismoygranp arte del pero nismod el interior lo veían como el favorito para representarlos. Las complicacionescon la inflación y el dólar mina ron sus chances. Él insiste en que una candidatura no es compatible con ser ministro de Economía. Pero mantiene a todo su equipo enfocado en la competencia. sus choque s de esta semana con Fernández– incluida la amenaza de una renuncia– fueron claves para la decisión del Presidente. La incógnita: ¿sigue siendo una opción para el kirchnerismo?
Eduardo “Wado” de Pedro
Hace campaña desde hace meses, empujado por la vicepresidenta. Fue una pieza clave del plan para desactivar el plan reeleccionista de Alberto Fernández. Sus números en las encuestas por el momento son magros. En La Cámpora no descartan que pueda ser una opción de candidato a vicepresidente.
Daniel Scioli
Se lanzó hace poco más de un mes y alterna sus tareas de embajador en Brasil con recorridas de campaña por la Argentina. Tuvo el impulso de la Casa Rosada y el kirchnerismo lo rechaza, pero él insiste sobre la idea de ser un candidato de unidad.
Cristina Kirchner
Ya dijo que no va a ser y se lo repite a quienes la consultan habitualmente. Pero no ha movido un dedo para desactivar el operativo clamor organizado por La Cámpora y el Instituto Patria. Axel Kicillof es quien más la empuja a competir: cree que debe asumir el liderazgo del frente que ella creó. Es quien tiene la base de intención de voto más alta de su sector. Sin embargo, su imagen negativa le pone un techo muy difícil de romper.
Axel Kicillof
Quiere ser reelegido como gobernador. De ahí su insistencia para que sea Cristina Kirchner la candidata presidencial: necesita una oferta nacional fuerte en la provincia que no hunda su boleta. Jugó fuerte para sacar de la carrera a Fernández, al amenazar con un desdoblamiento electoral bonaerense (lo que obligaría al Presidente a competir en las PASO con una estructura propia). Pero Máximo Kirchner insiste en que Kicillof debería presentarse para la presidencia porque es quien mejor retiene el voto duro después de la propia Cristina.
Agustín Rossi
Se sumó en las últimas semanas a la lista de presidenciables. Podría ser el representante de la Casa Rosada en una eventual PASO. Ya había amagado con presentarse en 2019 y finalmente se bajó cuando Cristina Kirchner anunció la fórmula con Alberto Fernández. ¿Podrá ahora hacerle frente a lo que defina el kirchnerismo?
Jorge Capitanich
Dio señales de que le gustaría presentarse como candidato, aunque su prioridad –dicen en su entorno– es buscar la reelección en la provincia. Es el líder de la Liga de Gobernadores peronistas y mantiene una fuerte sintonía con Cristina Kirchner.
Juan Grabois
Presentó su precandidatura por el Frente Patria Grande. Cosechó algunos guiños de sectores kirchneristas y se hace notar con tomas de tierras y declaraciones resonantes. Dijo que podría bajarse si hubiera un candidato cristinista. Y que dará pelea si el elegido es Massa.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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