Una decisión en soledad y apurada por la crisis
El Presidente habló con su círculo íntimo para transmitirle su decisión; el video se grabó de noche
Maia Jastreblansky
Después de haber encabezado el jueves un acto en Mar del Plata, Alberto Fernández llamó por teléfono a su núcleo de colaboradores más cercanos para anticiparles su decisión. Ya casi a la medianoche, se grabó en Olivos el video de siete minutos con el que sorprendió ayer para anunciar una decisión que el oficialismo ya daba por descontada. El Presidente no mencionó las palabras “reelección”, ni “renuncia”, ni “candidatura”. Pero intentó justificar los déficits de su gestión y deslizó algún reproche por la falta de apoyo interno, antes de dejar en claro que el 10 de diciembre entregará la banda presidencial. El detonante final, además de la fractura en el oficialismo, fue la aceleración de la crisis económica.
“¡La pucha que vale la pena estar vivo!”. Alberto Fernández emuló la escena de Héctor Alterio en Caballos salvajes en un acto en Mar del Plata. Tras esa cita nostálgica –típica del Presidente–, el jefe del Estado regresó a la quinta de Olivos en el Tango 03. Cuando se quedó solo en la residencia oficial, entrada la noche, comenzó a levantar el teléfono para hablar con su puñado de colaboradores cercanos.
Llamó a el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; al canciller, Santiago Cafiero, y a la portavoz, Gabriela Cerruti. Con algunos, incluso, se quedó charlando hasta pasada la medianoche. A todos les comunicó que se iba a bajar de la reelección y que lo quería anunciar inmediatamente.
Recién ahí, el equipo de comunicación de Fernández se puso a confeccionar el video de 7 minutos y 42 segundos con la voz en off del Presidente y múltiples imágenes de archivo. “Trabajamos toda la noche para que saliera hoy temprano”, dijo alguien del staff presidencial. Ayer a la mañana, cuando Fernández publicó el tuit, varios de sus colaboradores, los “albertistas”, habían llegado a Olivos para acompañarlo. Uno de ellos transmitió: “Lo vimos tranquilo, convencido de estar haciendo lo correcto. Aunque hacer lo correcto no sea lo que más le convenga”.
A Fernández le esperan siete meses difíciles al frente de una economía muy vulnerable, sin una proyección de continuidad política y con una legión de detractores en su propia coalición de Gobierno. Los sondeos que leen en la cúpula del Gobierno, además, venían alimentando la declinación del jefe de Estado, con números adversos en imagen e intención de voto.
Tal como publicó la nacion, el entorno íntimo de Fernández percibía desde hace varios días que el Presidente desistiría de ir por la reelección. No porque el Presidente se los transmitiera directamente, como una decisión tomada 100%. Pero en las conversaciones cotidianas se traslucía que había desistido de jugar y todos, en el fondo, lo sabían. “Era claro que estaba macerando la decisión, pero faltaba un proceso muy interno de él. No decía que se iba a bajar, pero se intuía que iba a ser así. Ayer a la medianoche hablamos y me dijo que creía que este era el momento”, dijo a este medio un importante funcionario nacional.
Con ese clima en la cúpula del Gobierno, desde hace varias semanas que algunos de los funcionarios que orbitan cerca del Presidente empezaron a pensar en su futuro bajo la hipótesis de que el primer mandatario daría un paso al costado. Algunas figuras del riñón presidencial, de hecho, comenzaron a colaborar con Daniel Scioli, aun cuando se siguen referenciando en el jefe del Estado. Y Rossi, actual mano derecha de Fernández en la diaria, dijo públicamente que –si su jefe se bajaba– analizaría presentarse como candidato presidencial. El santafesino lo dijo con la bendición de Fernández, que lo alentó a que se posicionara, aun en la confusión general que reina en el Frente de Todos.
Un ministro relevante que estuvo en las últimas horas con Fernández, acotó: “Alberto estaba esperando la oportunidad, iba midiendo. Creo que finalmente decantó que necesita transitar los meses que le quedan más desprendidos de lo electoral y más enfocado en la gestión”.
Más allá de su definición personal, Fernández venía, desde hace meses, obsesionado con dos cuestiones de cara al armado de la estrategia electoral: evitar el “dedo” de Cristina Kirchner en la confección de las listas y asegurarse de que –si él no era candidato– hubiera un postulante del oficialismo que defienda a la gestión nacional durante la campaña.
Es por eso que viene machacando con que la interna del Frente de Todos se debe dirimir en las urnas, con una PASO. Si bien hay interlocutores de las distintas tribus del oficialismo que trabajan en un “reglamento” para una eventual competencia interna, dada la catástrofe económica y la inestabilidad financiera que enfrenta el Gobierno, son muchos los dirigentes que no descartan que finalmente decante un candidato de unidad por el peronismo.
Pero más allá de la estrategia electoral, los acontecimientos de los últimos días fueron los que empujaron al Presidente a oficializar su decisión ahora.los ruidos políticos con sergio Massa –que anteayer se fue de Olivos sin saber lo que haría el Presidente– y la disparada del dólar blue pusieron en una situación de enorme vulnerabilidad. Por otro lado, la semana negra para el Gobierno tuvo ayer a la tarde el broche final con una nueva reunión del PJ, en donde se podía repetir la misma escena que hace dos meses :el kirchnerismo presionando para que el jefe del Estado se baje y una nueva pelea a cielo abierto en el Frente de Todos.en este contexto,cualquier ruido político en la cúpula podía impactar aún más en los mercados. La duda que queda es si Fernández apoyará a un delfín o se declarará prescindente.“debeconcentrarseenresolverlos problemas de los argentinos. Se pone al frente de las PASO y el armado electoral”, fue el mensaje oficial que transmitió ayer la Casa Rosada. En el video, Fernández dice: “Debemos democratizar nuestro espacio,démosle la lapicera a cada militante”.
En el entorno del Presidente señalan que Fernández quisiera que alguien de su núcleo esté representado en la boleta, “aunque difícilmente se ponga en jefe de campaña de nadie”. Es decir, podría manifestar su preferencia por algún candidato, sin exhibirse involucrado en la tarea proselitista
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El PJ se reunió de manera exprés y se debate si habrá PASO o lista de unidad
El Presidente ratificó su intención de que exista competencia, pero el kirchnerismo se mantuvo en silencio; el 16 de mayo será el congreso
Maia Jastreblansky
Kicillof, micrófono en mano, rodeado de dirigentes a la salida de la sede del PJ
“Fue una reunión de consorcio”, ironizó ayer Victoria Tolosa Paz a la salida del encuentro. Luego de que el Presidente desistiera de ir por la reelección, el anuncio que esperaba el kirchnerismo, la reunión del Consejo del Partido Justicialista (PJ) fue un trámite de 40 minutos. No hubo sobresaltos ni chisporroteos. Hasta el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que llegó a decir las peores cosas del Presidente, le dio un abrazo al jefe del Estado en la sede de Matheu 130.
El único orador entre la veintena de consejeros presentes fue Alberto Fernández. Cuando abrió el micrófono para que el resto de los dirigentes pudieran pronunciarse, solo pidieron la palabra dos referentes de Río Negro y de Salta que estaban conectadas vía Zoom. Ni Eduardo “Wado” de Pedro ni Axel Kicillof, los dos principales alfiles de Cristina Kirchner, hablaron.
“Habló en la misma sintonía que en el video de Twitter. Llamó a la unidad y a darse una estrategia para agosto”, dijo a la salida uno de los consejeros más cercanos al Presidente. Otro de los presentes acotó que en todo momento Fernández aludió a que haya unas PASO en agosto “entre todos los que quieran competir”. El Presidente se autoproclamó el “garante” de esa competencia interna.
Pero la discusión en torno a unas PASO o lista de unidad comenzó a reavivarse en el oficialismo tras el renunciamiento del Presidente. Sobre todo, en medio de una coyuntura económica muy vulnerable a los ruidos que hay en la cúpula del Gobierno, como se verificó esta semana.
Fernández está obsesionado con dos ejes: evitar el “dedo” de Cristina Kirchner en la confección de las listas y asegurarse de que haya un postulante del oficialismo que defienda a la gestión nacional durante la campaña.
Pero ya a la salida de Matheu 130, algunos dirigentes referenciados en Cristina Kirchner deslizaban que el paso al costado de Fernández vuelve a posicionar a la vicepresidenta como la “gran electora” del peronismo. “Tiene la lapicera de vuelta”, ironizó un colaborador de La Cámpora con la decisión del Presidente todavía fresca.
En lo formal, el Consejo del PJ trató la moción del día, que era la fijación de la fecha del congreso del Partido Justicialista Nacional, un ámbito que reúne a unos 900 congresales. Se definió hacerlo el 16 de mayo en el microestadio de Ferro. Los consejeros votaron la fecha a través de una aplicación de celular y no hubo mayores disidencias.
En ese congreso del PJ del 16 de mayo también se espera una formalidad, que es la instrucción al partido para la inscripción de la alianza del Frente de Todos para competir en los comicios de este año. Significaría, únicamente, una ratificación de la unidad. La definición de las candidaturas se cocinará en otras mesas, más chicas, en las que estarán solo los accionistas mayoritarios de la coalición.
A la sede de Matheu asistió una veintena de dirigentes. Por el “albertismo”, además del Presidente, estuvieron Julio Vitobello, Agustín Rossi, Juan Manuel Olmos, Tolosa Paz y Fernando “Chino” Navarro. Como enviados de Cristina, De Pedro y Kicillof. También dieron el presente los intendentes Gustavo Menéndez (en uso de licencia) y Fernando Espinoza. También los sindicalistas Víctor Santa María, Hugo Yasky, Héctor Daer, Andrés Rodríguez. Dieron el presente, además, Berni, Eduardo Valdés, la ministra de gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, cercana a Máximo Kirchner. El resto de los 75 consejeros se conectaron por Zoom.
A la salida, sobre el asfalto de Matheu se posicionaron algunos de los principales referentes del encuentro, en una suerte de foto conjunta. Quien primero tomó el micrófono para hablar con la prensa fue Kicillof. “Tenemos que empezar a ordenarnos. Ahora largamos con una estrategia conjunta para enfrentar un año electoral. Encontrar candidato de unidad o una PASO será producto de esa estrategia, pero tenemos que unificar criterios”, dijo el gobernador bonaerense. Kicillof había estado en el Senado por la tarde.
Al lado del gobernador se había ubicado Rossi, que a su turno dijo: “Las PASO hay que hacerlas. Hay que ser respetuoso del dinamismo interno que tiene el FDT, eso puede derivar en una lista, dos listas o tres listas. No hay que hacer ningún drama porque haya competencia”. El jefe de Gabinete es uno de los que se ilusionan con inscribirse como candidato presidencial.
Además de votar la fecha del congreso del PJ, el partido definió a los representantes económicos para encarar el financiamiento de campaña. Olmos, apoderado del PJ, tomó la palabra para avanzar con ese papelerío. Luego el Presidente tomó la palabra y repitió el concepto que había dado por la mañana, cuando anunció que no irá por un segundo mandato. En el video de Twitter, el Presidente había manifestado: “Como presidente del PJ voy a garantizar que todos y todas los que se sientan capacitados para encarar este desafío puedan hacerlo”.
No obstante, se espera que hoy el kirchnerismo busque fortalecer la centralidad de Cristina, para que pueda tallar fuerte en la estrategia.
“Fue una reunión de consorcio”, ironizó ayer Victoria Tolosa Paz a la salida del encuentro. Luego de que el Presidente desistiera de ir por la reelección, el anuncio que esperaba el kirchnerismo, la reunión del Consejo del Partido Justicialista (PJ) fue un trámite de 40 minutos. No hubo sobresaltos ni chisporroteos. Hasta el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que llegó a decir las peores cosas del Presidente, le dio un abrazo al jefe del Estado en la sede de Matheu 130.
El único orador entre la veintena de consejeros presentes fue Alberto Fernández. Cuando abrió el micrófono para que el resto de los dirigentes pudieran pronunciarse, solo pidieron la palabra dos referentes de Río Negro y de Salta que estaban conectadas vía Zoom. Ni Eduardo “Wado” de Pedro ni Axel Kicillof, los dos principales alfiles de Cristina Kirchner, hablaron.
“Habló en la misma sintonía que en el video de Twitter. Llamó a la unidad y a darse una estrategia para agosto”, dijo a la salida uno de los consejeros más cercanos al Presidente. Otro de los presentes acotó que en todo momento Fernández aludió a que haya unas PASO en agosto “entre todos los que quieran competir”. El Presidente se autoproclamó el “garante” de esa competencia interna.
Pero la discusión en torno a unas PASO o lista de unidad comenzó a reavivarse en el oficialismo tras el renunciamiento del Presidente. Sobre todo, en medio de una coyuntura económica muy vulnerable a los ruidos que hay en la cúpula del Gobierno, como se verificó esta semana.
Fernández está obsesionado con dos ejes: evitar el “dedo” de Cristina Kirchner en la confección de las listas y asegurarse de que haya un postulante del oficialismo que defienda a la gestión nacional durante la campaña.
Pero ya a la salida de Matheu 130, algunos dirigentes referenciados en Cristina Kirchner deslizaban que el paso al costado de Fernández vuelve a posicionar a la vicepresidenta como la “gran electora” del peronismo. “Tiene la lapicera de vuelta”, ironizó un colaborador de La Cámpora con la decisión del Presidente todavía fresca.
En lo formal, el Consejo del PJ trató la moción del día, que era la fijación de la fecha del congreso del Partido Justicialista Nacional, un ámbito que reúne a unos 900 congresales. Se definió hacerlo el 16 de mayo en el microestadio de Ferro. Los consejeros votaron la fecha a través de una aplicación de celular y no hubo mayores disidencias.
En ese congreso del PJ del 16 de mayo también se espera una formalidad, que es la instrucción al partido para la inscripción de la alianza del Frente de Todos para competir en los comicios de este año. Significaría, únicamente, una ratificación de la unidad. La definición de las candidaturas se cocinará en otras mesas, más chicas, en las que estarán solo los accionistas mayoritarios de la coalición.
A la sede de Matheu asistió una veintena de dirigentes. Por el “albertismo”, además del Presidente, estuvieron Julio Vitobello, Agustín Rossi, Juan Manuel Olmos, Tolosa Paz y Fernando “Chino” Navarro. Como enviados de Cristina, De Pedro y Kicillof. También dieron el presente los intendentes Gustavo Menéndez (en uso de licencia) y Fernando Espinoza. También los sindicalistas Víctor Santa María, Hugo Yasky, Héctor Daer, Andrés Rodríguez. Dieron el presente, además, Berni, Eduardo Valdés, la ministra de gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, cercana a Máximo Kirchner. El resto de los 75 consejeros se conectaron por Zoom.
A la salida, sobre el asfalto de Matheu se posicionaron algunos de los principales referentes del encuentro, en una suerte de foto conjunta. Quien primero tomó el micrófono para hablar con la prensa fue Kicillof. “Tenemos que empezar a ordenarnos. Ahora largamos con una estrategia conjunta para enfrentar un año electoral. Encontrar candidato de unidad o una PASO será producto de esa estrategia, pero tenemos que unificar criterios”, dijo el gobernador bonaerense. Kicillof había estado en el Senado por la tarde.
Al lado del gobernador se había ubicado Rossi, que a su turno dijo: “Las PASO hay que hacerlas. Hay que ser respetuoso del dinamismo interno que tiene el FDT, eso puede derivar en una lista, dos listas o tres listas. No hay que hacer ningún drama porque haya competencia”. El jefe de Gabinete es uno de los que se ilusionan con inscribirse como candidato presidencial.
Además de votar la fecha del congreso del PJ, el partido definió a los representantes económicos para encarar el financiamiento de campaña. Olmos, apoderado del PJ, tomó la palabra para avanzar con ese papelerío. Luego el Presidente tomó la palabra y repitió el concepto que había dado por la mañana, cuando anunció que no irá por un segundo mandato. En el video de Twitter, el Presidente había manifestado: “Como presidente del PJ voy a garantizar que todos y todas los que se sientan capacitados para encarar este desafío puedan hacerlo”.
No obstante, se espera que hoy el kirchnerismo busque fortalecer la centralidad de Cristina, para que pueda tallar fuerte en la estrategia.
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