Procesaron al joven detenido por las amenazas de muerte al juez federal Ariel Lijo
Facundo Martínez Radaelli, de 18 años, está acusado de esa intimidación, de una similar al ministro de Transporte y de 34 llamadas por falsas colocaciones de bomba
Gabriel Di Nicola
Prensa policía federal..Facundo Martínez Radaelli, hijo de un policía bonaerense y hermano de una oficial de la Ciudad, al ser arrestado
Cerca de las 14.40 del 1º de noviembre pasado, el juez federal Ariel Lijo atendió su teléfono celular. La llamada provenía de un número que no tenía agendado entre sus contactos. No llegó a comprender el nombre de pila que le dio su interlocutor, sí el apellido: Salazar. Enseguida escuchó la advertencia: “Dejá la causa de la Rosada que te vamos a matar”. El magistrado entendió rápidamente de qué hablaba el desconocido que había obtenido su móvil: el expediente donde investigaba una falsa amenaza de bomba en la Casa de Gobierno.
El autor de la amenaza de muerte a Lijo fue identificado y detenido por detectives de la Policía Federal Argentina (PFA): se trata de Facundo Martínez Radaelli, de 18 años, hijo de un policía bonaerense, hermano de una oficial de la Policía de la Ciudad. Dueño de una “mente brillante” en materia de tecnología e internet, dicen quienes lo trataron tras su arresto; dueño, también, de una mente atribulada, como demuestran los hechos.
En las últimas horas, el joven fue procesado con prisión preventiva por el juez federal Julián Ercolini. El magistrado le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 20.000.000 de pesos.
Martínez Radaelli no solo fue procesado por la amenaza de muerte a Lijo: también “se encuentra acreditado que amenazó de manera anónima a Diego Giuliano, ministro de Transporte de la Nación, y a Nelson O’Brien, director de Supervisión y Control Financiero de Transporte Automotor”, por medio de mensajes de WhatsApp.
“Hola, Diego, quería comentarte que soy Urabe Mikoto Salazar, de la Mafia Hentai. Nosotros fuimos los que hicimos la amenaza de bomba hoy en los tres ferrocarriles. Damos el apoyo total al gobierno de Javier Milei; yo te diría que por tu bien borres el tuit o va a haber consecuencias peores. Guardá silencio en los medios y callate un poquito que la mafia está en el Bajo Flores y sabemos dónde están todos. Cuidado con lo que decís en los medios, no vaya a ser que nos metamos con tu familia”, fue el texto amenazante que recibió el ministro de Transporte de la Nación.
Pero el sospechoso también fue procesado por los delitos de intimidación pública y entorpecimiento del normal funcionamiento de los servicios de transporte por las falsas amenazas de bomba que hizo entre el 13 de agosto pasado, día que se celebraron las primarias, abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) y el 9 de este mes, diez días antes del balotaje.
Fueron 34 las amenazas de bomba que le adjudican al sospechoso, realizadas entre el 13 de agosto y el 9 de noviembre pasados.
“El hecho de que las llamadas de alerta o amenazantes fueran proferidas en perjuicio de lugares sumamente concurridos, con gran circulación de personas y medios de transporte, o afectados al normal desenvolvimiento del proceso electoral nacional –tal es el caso de las amenazas proferidas contra la Casa Rosada, la Cámara Electoral, el Congreso de la Nación y el búnker del partido Unión por la Patria–, revelan que con su realización Martínez Radaelli pretendió infundir temor público y suscitar tumultos y desórdenes, al prever el impacto que los procedimientos y las alertas generadas tendrían en la población en general y en las personas particularmente afectadas por las inspecciones”, sostuvo el juez Ercolini en el auto de procesamiento, al que tuvo acceso la nacion.
Llamadas vía wifi
Martínez fue detenido el viernes 10 de noviembre, diez minutos después de la amenaza de muerte que recibió Giuliano, por detectives de la División Delitos Constitucionales de la Dirección General de Seguridad de Estado, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA.
“En los casos de las comunicaciones que entablara con el servicio de emergencias 911 para hacer alusión a la existencia y colocación de artefactos explosivos en medios y terminales de transporte, ello ocasionó el entorpecimiento del normal funcionamiento de los servicios y las consiguientes demoras”, explicó el juez Ercolini.
Cuando fue indagado en los tribunales federales de Comodoro Py, en Retiro, Martínez Radaelli hizo uso de su derecho a no declarar. En el juzgado de Ercolini no repitió lo que les había dicho a los detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) que lo habían detenido en su casa de Llavallol, Lomas de Zamora: “Somos de la mafia Hentai” y “hago las amenazas cuando me despierto y veo el mundo con tanta crueldad”.
Para concretar las amenazas de bomba, el sospechoso utilizó cinco líneas de telefonía celular, cuatro de ellas pertenecientes a clientes de la compañía Telecentro.
“De esta manera, se verificó que la particular maniobra empleada por el imputado consistió en la obtención de datos registrales de los titulares de esos servicios y de sus respectivas contraseñas, para emplearlos en la aplicación T-Phone y así utilizar las líneas provistas por Telecentro. Esta aplicación está diseñada para funcionar en dispositivos móviles con sistemas operativos Android o IOS (teléfonos inteligentes o tablets) y en computadoras con sistemas operativos Windows o Mac, sean computadoras de escritorio o portátiles, y permite la realización de llamados que, a diferencia de las comunicaciones de línea, trafican por redes wifi, lo que dificulta los rastreos que comúnmente se llevan a cabo respecto de las llamadas realizadas desde líneas telefónicas, dado que no trafican por antenas. Para evitar ser rastreado, además, el imputado se valió, en las fechas en que realizó las llamadas, de la red de Telecentro Wifi provista en la zona del Obelisco, y no de redes domésticas”, detalló el magistrado en la citada resolución.
En otro punto del procesamiento, el juez Ercolini explicó: “Si bien las llamadas fueron realizadas indistintamente desde cinco abonados, desde un principio la obtención de información adicional respecto de cada comunicación y la realización de los correspondientes cotejos permitió identificar que su fuente era la misma. Ello así, en un principio, a raíz de similitudes existentes a primera vista en el timbre de voz de quien se comunicara en esas ocasiones con la línea de emergencias 911, además de que el contenido de las alertas o amenazas era semejante, y que en algunos de los llamados se repetían los nombres con los cuales, quien los realizara, se había identificado en comunicaciones anteriores”.
Sobre las amenazas a su colega Lijo, el juez federal Ercolini sostuvo: “Se advierte que el imputado no solo procuró la obtención de su teléfono celular particular, sino que al comunicarse con él y proferirle el mensaje coactivo aludió a una investigación en concreto cuyo curso pretendía que el magistrado interrumpiera o finalizara”.
En la resolución donde procesó a Martínez Radaelli, el juez, además, dictó la falta de mérito de otros dos sospechosos que habían sido detenidos el mismo día, acusados de haberle vendido las líneas T-Phone al imputado, con el que negaron tener cualquier vínculo.
Hubo 34 amenazas de bomba falsas
◗ Casa Rosada ◗ Congreso de la Nación ◗ Cámara Electoral ◗ Crónica HD, C5N y eltrece ◗ Estación Constitución del Ferrocarril (FC) Gral. Roca ◗ Trenes del FC Belgrano Sur ◗ Complejo Art Media ◗ Instituto Santa Cruz ◗ Instituto Otero (Llavallol) ◗ Colegio Kennedy ◗ Estudio de grabación de Martínez, San Isidro ◗ Colegio Don Bosco, de Bernal, partido de Quilmes ◗ Escuela Secundaria N°5, de Lanús ◗ Aeropuerto Internacional de Ezeiza
◗ Estación Once (Sarmiento) ◗ Estación Retiro (Mitre) ◗ Estación Temperley (Roca) ◗ Est. Sáenz (Belgrano Sur) ◗ Estación Plaza de Mayo, de la línea A de subterráneos ◗ Terminales de las líneas San Martín,BelgranoNorteyMitre ◗ Esquina de la avenida 9 de Julio y Corrientes ◗ Estación Lemos, FC Urquiza ◗ Baños del Instituto Argentino Excelsior
◗ Instituto River Plate
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Secuestran osos de peluche impregnados con cocaína que eran enviados a Hong Kong
Fueron descubiertos en la inspección de una encomienda; tenían 648 gramos de cocaína, valuados en Asia en 102.000 dólares
Prensa aduanaLos dos ositos de peluche, al ser abiertos, revelaron su contenido ilegal
Dos ositos de peluche impregnados con cocaína líquida que iban a ser enviados en una encomienda a Hong Kong fueron secuestrados por la Aduana durante un operativo en el Centro Postal Monte Grande.
Los voceros explicaron que, en total, los peluches tenían 648 gramos de cocaína, sustancia que en el mercado ilegal del país se comercializa a US$15.000 el kilo, pero que en Hong Kong incrementa su valor casi un 1100% y se vende a 170.000 dólares.
Voceros de la Aduana explicaron que una “matriz de riesgo” elaborada por el organismo a partir de antecedentes hizo que el envío llamara la atención del personal, ante la sospecha de que podría contener droga, lo que hizo que encararan una inspección más exhaustiva.
El escáner aduanero reveló imágenes sospechosas en la encomienda que llevaba los juguetes. Acto seguido, un can antinarcóticos reaccionó ante la caja, lo que evidenció la posible presencia de drogas.
Los agentes aduaneros, entonces, abrieron el paquete, que contenía dos osos de peluche y dos remeras de fútbol: la titular color rosa del Inter de Miami, donde actualmente juega Lionel Messi, y otra del seleccionado argentino. En la caja también había tres estuches con extensiones de pestañas postizas.
“Tanto las camisetas de fútbol como las pestañas eran elementos para despistar, que no estaban vinculados a la maniobra. La clave del envío eran los dos narcopeluches”, dijo una fuente de la investigación.
Los agentes advirtieron que los dos peluches pesaban más de lo esperado; al revisarlos descubrieron que tenían un relleno de guata y algodón con una consistencia inusual. Cuando se realizó la prueba de narcotest, el personal de Aduana pudo confirmar sus sospechas, ya que había cocaína líquida impregnada en el algodón; era un total de 648 gramos, que podían comercializarse por unos 102.000 dólares en su lugar de destino, Hong Kong.
La forma líquida de la cocaína es un método empleado por los narcos solo para transportarla, no para consumirla. Consiste en diluir la droga y poder impregnarla en telas o algún otro elemento que la haga pasar desapercibida en los controles –como en este caso, donde se usó el relleno de los peluches–, para luego, con otro proceso químico, revertirla a su estado en polvo original.
Los dos osos de juguete quedaron secuestrados, al igual que su relleno en bolsas aparte, para su posterior análisis en laboratorio.
Por lo que se advirtió en las fotografías, ambos tenían la etiqueta de la firma “TS”, que tiene un importador en la zona de Once, en el barrio porteño de Balvanera. En algunas publicaciones en el portal Mercado Libre, esos mismos peluches se venden a 15.000 pesos cada unidad.
Sin embargo, fuentes consultadas por la agencia Télam aclararon que quienes están bajo investigación judicial son las personas registradas en el fallido envío postal.
Para ilustrar las ganancias que las bandas narco obtienen en este tipo de contrabando, la Dirección General de Aduanas informó que el kilo de cocaína en la Argentina cuesta 15.000 dólares, pero ese mismo kilo colocado en Países Bajos vale 35.000 dólares (233% más); en España triplica su valor a 45.000 (300% más); en Pakistán lo quintuplica, hasta 75.000 (500% más), y en el destino asiático de Hong Kong –a 18.457 kilómetros de Buenos Aires–, incrementa más de 11 veces su precio a 170.000 dólares (1033% más)
Cerca de las 14.40 del 1º de noviembre pasado, el juez federal Ariel Lijo atendió su teléfono celular. La llamada provenía de un número que no tenía agendado entre sus contactos. No llegó a comprender el nombre de pila que le dio su interlocutor, sí el apellido: Salazar. Enseguida escuchó la advertencia: “Dejá la causa de la Rosada que te vamos a matar”. El magistrado entendió rápidamente de qué hablaba el desconocido que había obtenido su móvil: el expediente donde investigaba una falsa amenaza de bomba en la Casa de Gobierno.
El autor de la amenaza de muerte a Lijo fue identificado y detenido por detectives de la Policía Federal Argentina (PFA): se trata de Facundo Martínez Radaelli, de 18 años, hijo de un policía bonaerense, hermano de una oficial de la Policía de la Ciudad. Dueño de una “mente brillante” en materia de tecnología e internet, dicen quienes lo trataron tras su arresto; dueño, también, de una mente atribulada, como demuestran los hechos.
En las últimas horas, el joven fue procesado con prisión preventiva por el juez federal Julián Ercolini. El magistrado le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 20.000.000 de pesos.
Martínez Radaelli no solo fue procesado por la amenaza de muerte a Lijo: también “se encuentra acreditado que amenazó de manera anónima a Diego Giuliano, ministro de Transporte de la Nación, y a Nelson O’Brien, director de Supervisión y Control Financiero de Transporte Automotor”, por medio de mensajes de WhatsApp.
“Hola, Diego, quería comentarte que soy Urabe Mikoto Salazar, de la Mafia Hentai. Nosotros fuimos los que hicimos la amenaza de bomba hoy en los tres ferrocarriles. Damos el apoyo total al gobierno de Javier Milei; yo te diría que por tu bien borres el tuit o va a haber consecuencias peores. Guardá silencio en los medios y callate un poquito que la mafia está en el Bajo Flores y sabemos dónde están todos. Cuidado con lo que decís en los medios, no vaya a ser que nos metamos con tu familia”, fue el texto amenazante que recibió el ministro de Transporte de la Nación.
Pero el sospechoso también fue procesado por los delitos de intimidación pública y entorpecimiento del normal funcionamiento de los servicios de transporte por las falsas amenazas de bomba que hizo entre el 13 de agosto pasado, día que se celebraron las primarias, abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) y el 9 de este mes, diez días antes del balotaje.
Fueron 34 las amenazas de bomba que le adjudican al sospechoso, realizadas entre el 13 de agosto y el 9 de noviembre pasados.
“El hecho de que las llamadas de alerta o amenazantes fueran proferidas en perjuicio de lugares sumamente concurridos, con gran circulación de personas y medios de transporte, o afectados al normal desenvolvimiento del proceso electoral nacional –tal es el caso de las amenazas proferidas contra la Casa Rosada, la Cámara Electoral, el Congreso de la Nación y el búnker del partido Unión por la Patria–, revelan que con su realización Martínez Radaelli pretendió infundir temor público y suscitar tumultos y desórdenes, al prever el impacto que los procedimientos y las alertas generadas tendrían en la población en general y en las personas particularmente afectadas por las inspecciones”, sostuvo el juez Ercolini en el auto de procesamiento, al que tuvo acceso la nacion.
Llamadas vía wifi
Martínez fue detenido el viernes 10 de noviembre, diez minutos después de la amenaza de muerte que recibió Giuliano, por detectives de la División Delitos Constitucionales de la Dirección General de Seguridad de Estado, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA.
“En los casos de las comunicaciones que entablara con el servicio de emergencias 911 para hacer alusión a la existencia y colocación de artefactos explosivos en medios y terminales de transporte, ello ocasionó el entorpecimiento del normal funcionamiento de los servicios y las consiguientes demoras”, explicó el juez Ercolini.
Cuando fue indagado en los tribunales federales de Comodoro Py, en Retiro, Martínez Radaelli hizo uso de su derecho a no declarar. En el juzgado de Ercolini no repitió lo que les había dicho a los detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) que lo habían detenido en su casa de Llavallol, Lomas de Zamora: “Somos de la mafia Hentai” y “hago las amenazas cuando me despierto y veo el mundo con tanta crueldad”.
Para concretar las amenazas de bomba, el sospechoso utilizó cinco líneas de telefonía celular, cuatro de ellas pertenecientes a clientes de la compañía Telecentro.
“De esta manera, se verificó que la particular maniobra empleada por el imputado consistió en la obtención de datos registrales de los titulares de esos servicios y de sus respectivas contraseñas, para emplearlos en la aplicación T-Phone y así utilizar las líneas provistas por Telecentro. Esta aplicación está diseñada para funcionar en dispositivos móviles con sistemas operativos Android o IOS (teléfonos inteligentes o tablets) y en computadoras con sistemas operativos Windows o Mac, sean computadoras de escritorio o portátiles, y permite la realización de llamados que, a diferencia de las comunicaciones de línea, trafican por redes wifi, lo que dificulta los rastreos que comúnmente se llevan a cabo respecto de las llamadas realizadas desde líneas telefónicas, dado que no trafican por antenas. Para evitar ser rastreado, además, el imputado se valió, en las fechas en que realizó las llamadas, de la red de Telecentro Wifi provista en la zona del Obelisco, y no de redes domésticas”, detalló el magistrado en la citada resolución.
En otro punto del procesamiento, el juez Ercolini explicó: “Si bien las llamadas fueron realizadas indistintamente desde cinco abonados, desde un principio la obtención de información adicional respecto de cada comunicación y la realización de los correspondientes cotejos permitió identificar que su fuente era la misma. Ello así, en un principio, a raíz de similitudes existentes a primera vista en el timbre de voz de quien se comunicara en esas ocasiones con la línea de emergencias 911, además de que el contenido de las alertas o amenazas era semejante, y que en algunos de los llamados se repetían los nombres con los cuales, quien los realizara, se había identificado en comunicaciones anteriores”.
Sobre las amenazas a su colega Lijo, el juez federal Ercolini sostuvo: “Se advierte que el imputado no solo procuró la obtención de su teléfono celular particular, sino que al comunicarse con él y proferirle el mensaje coactivo aludió a una investigación en concreto cuyo curso pretendía que el magistrado interrumpiera o finalizara”.
En la resolución donde procesó a Martínez Radaelli, el juez, además, dictó la falta de mérito de otros dos sospechosos que habían sido detenidos el mismo día, acusados de haberle vendido las líneas T-Phone al imputado, con el que negaron tener cualquier vínculo.
Hubo 34 amenazas de bomba falsas
◗ Casa Rosada ◗ Congreso de la Nación ◗ Cámara Electoral ◗ Crónica HD, C5N y eltrece ◗ Estación Constitución del Ferrocarril (FC) Gral. Roca ◗ Trenes del FC Belgrano Sur ◗ Complejo Art Media ◗ Instituto Santa Cruz ◗ Instituto Otero (Llavallol) ◗ Colegio Kennedy ◗ Estudio de grabación de Martínez, San Isidro ◗ Colegio Don Bosco, de Bernal, partido de Quilmes ◗ Escuela Secundaria N°5, de Lanús ◗ Aeropuerto Internacional de Ezeiza
◗ Estación Once (Sarmiento) ◗ Estación Retiro (Mitre) ◗ Estación Temperley (Roca) ◗ Est. Sáenz (Belgrano Sur) ◗ Estación Plaza de Mayo, de la línea A de subterráneos ◗ Terminales de las líneas San Martín,BelgranoNorteyMitre ◗ Esquina de la avenida 9 de Julio y Corrientes ◗ Estación Lemos, FC Urquiza ◗ Baños del Instituto Argentino Excelsior
◗ Instituto River Plate
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Secuestran osos de peluche impregnados con cocaína que eran enviados a Hong Kong
Fueron descubiertos en la inspección de una encomienda; tenían 648 gramos de cocaína, valuados en Asia en 102.000 dólares
Dos ositos de peluche impregnados con cocaína líquida que iban a ser enviados en una encomienda a Hong Kong fueron secuestrados por la Aduana durante un operativo en el Centro Postal Monte Grande.
Los voceros explicaron que, en total, los peluches tenían 648 gramos de cocaína, sustancia que en el mercado ilegal del país se comercializa a US$15.000 el kilo, pero que en Hong Kong incrementa su valor casi un 1100% y se vende a 170.000 dólares.
Voceros de la Aduana explicaron que una “matriz de riesgo” elaborada por el organismo a partir de antecedentes hizo que el envío llamara la atención del personal, ante la sospecha de que podría contener droga, lo que hizo que encararan una inspección más exhaustiva.
El escáner aduanero reveló imágenes sospechosas en la encomienda que llevaba los juguetes. Acto seguido, un can antinarcóticos reaccionó ante la caja, lo que evidenció la posible presencia de drogas.
Los agentes aduaneros, entonces, abrieron el paquete, que contenía dos osos de peluche y dos remeras de fútbol: la titular color rosa del Inter de Miami, donde actualmente juega Lionel Messi, y otra del seleccionado argentino. En la caja también había tres estuches con extensiones de pestañas postizas.
“Tanto las camisetas de fútbol como las pestañas eran elementos para despistar, que no estaban vinculados a la maniobra. La clave del envío eran los dos narcopeluches”, dijo una fuente de la investigación.
Los agentes advirtieron que los dos peluches pesaban más de lo esperado; al revisarlos descubrieron que tenían un relleno de guata y algodón con una consistencia inusual. Cuando se realizó la prueba de narcotest, el personal de Aduana pudo confirmar sus sospechas, ya que había cocaína líquida impregnada en el algodón; era un total de 648 gramos, que podían comercializarse por unos 102.000 dólares en su lugar de destino, Hong Kong.
La forma líquida de la cocaína es un método empleado por los narcos solo para transportarla, no para consumirla. Consiste en diluir la droga y poder impregnarla en telas o algún otro elemento que la haga pasar desapercibida en los controles –como en este caso, donde se usó el relleno de los peluches–, para luego, con otro proceso químico, revertirla a su estado en polvo original.
Los dos osos de juguete quedaron secuestrados, al igual que su relleno en bolsas aparte, para su posterior análisis en laboratorio.
Por lo que se advirtió en las fotografías, ambos tenían la etiqueta de la firma “TS”, que tiene un importador en la zona de Once, en el barrio porteño de Balvanera. En algunas publicaciones en el portal Mercado Libre, esos mismos peluches se venden a 15.000 pesos cada unidad.
Sin embargo, fuentes consultadas por la agencia Télam aclararon que quienes están bajo investigación judicial son las personas registradas en el fallido envío postal.
Para ilustrar las ganancias que las bandas narco obtienen en este tipo de contrabando, la Dirección General de Aduanas informó que el kilo de cocaína en la Argentina cuesta 15.000 dólares, pero ese mismo kilo colocado en Países Bajos vale 35.000 dólares (233% más); en España triplica su valor a 45.000 (300% más); en Pakistán lo quintuplica, hasta 75.000 (500% más), y en el destino asiático de Hong Kong –a 18.457 kilómetros de Buenos Aires–, incrementa más de 11 veces su precio a 170.000 dólares (1033% más)
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