viernes, 4 de octubre de 2024

ESTRENOS DE LA SEMANA..."Guasón 2: Folie à Deux"...."Atahualpa yupanqui, un trashumante"..."Romina Smile"


Un Guasón que empieza a reiterarse
Marcelo StiletanoUna de las escenas en las que se luce Phoenix Warner Bros
Guasón 2: Folie à Deux
(estados unidos/2024). Dirección: Todd Phillips. guión: Todd Phillips y Scott Silver. fotografía: Lawrence Sher. Música: Hildur Gudnadóttir. edición: Jeff Groth. elenco: Joaquin Phoenix, Lady Gaga, Brendan Gleeson, Catherine Keener, Zazie Betts, Steve Coogan. distribuidora: Warner Bros. Duración: 138 minutos. calificación: solo apta para mayores de 16 años..

Antes de ver Guasón 2 conviene hacer una revisión de la película original y tenerla muy fresca en la cabeza. No solo porque esta secuela se pone en marcha en el mismo lugar exacto en el que se cierra el film de 2019, sino porque en el fondo todo lo que se cuenta aquí surge de la deliberada intención de revisar, corregir, ajustar y reexaminar todo lo que se contaba en el primer capítulo.
Una manera de verla es preguntarnos si acaso Todd Phillips se propuso contar de nuevo la misma historia después de extraer todas las conclusiones posibles del primer intento, como ocurría en Qué pasó ayer. Otra es asomarnos a Guasón 2 desde la perspectiva de una tipología clásica del relato cinematográfico: estamos aquí ante un violento drama carcelario y sobre todo ante una película de juicio.
¿Habrá querido Phillips, veladamente o no, poner bajo algún tipo de proceso todo lo que contó en 2019, aunque en este regreso no haya ninguna mención a Bruce Wayne o Batman? Por lo pronto, al director nunca le gustó que señalaran a Guasón (la película original) como catalizador de ciertas conductas ideológicas extremas justificadas por quienes levantan hoy en muchas democracias occidentales consignas de salidas rupturistas y antisistema frente a la crisis.
Lo quiera o no Phillips, cada una de estas miradas presenta distintos grados de legitimidad. Y Guasón 2 se revela en el fondo como una suma de todas ellas.
Con una novedad: lo que aparecía en la primera película como una insinuación se revela aquí de manera rotunda y consciente. La mayoría de las escenas más potentes de un relato al que nunca le faltan ni energía ni convicción incluyen covers de canciones muy conocidas. Y aunque al director no le guste mucho este calificativo, Guasón 2 es un musical con todas las letras.
A través de esos cuadros, Arthur Fleck (otra vez Joaquin Phoenix) empieza a construir su historia de amor con Lee Quinzel (Lady Gaga), a quien conoce en Arkham, esa mezcla de hospicio y prisión en el que ambos están alojados. Fleck aguarda allí el momento del juicio al que será sometido por haber matado a cinco personas, convertido en una celebridad. Hasta se filmó una película para TV sobre su vida. No sabemos si Lee se enamora a primera vista del pobre Fleck, que luce cada vez más demacrado y al que no se le cae ningún chiste, o de la idealización que tiene de ese hombre como el Guasón, líder inorgánico de una gigantesca y violenta rebelión surgida de una traumática y cruenta revancha ante el maltrato, el castigo y la burla de parte de la sociedad. Lee se siente parte de ella.
Nada es lineal y mucho menos claro por el lado de Fleck. En la extraordinaria secuencia animada que pone en marcha la película, mezcla de Looney Tunes y grand guiñol con la firma de Sylvain Chomet (Las trillizas de Belleville), el personaje se disocia entre los aplausos para una estrella del espectáculo vestida de clown y una sombra que ocupa ese lugar ejecutando sus instintos homicidas.
Esa misma duplicidad reaparece en la secuela sin alterar el espíritu del film original. Rebosa de vitalidad en el modo en que Phillips retrata el acercamiento entre Fleck y Lee mientras describe los sueños de ambos a través de canciones perfectamente elegidas en sintonía perfecta con la evolución de la trama. Y se estanca, peligrosamente cerca del tedio, mientras se dilatan las escenas del juicio oral en el que, de nuevo, la película se pregunta si Fleck es un enajenado incapaz de asumir las consecuencias de sus actos o un psicópata criminal con plena conciencia del ejercicio de una violencia extrema.
Phillips trata de salir del dilema de la manera más indulgente, resignando en el desordenado tramo final (con un clímax bastante arbitrario) buena parte de las intensas y enérgicas promesas expuestas cuando Fleck y Lee se prometían un amor eterno aferrados a la locura y a la desesperación existencial. Como si el único camino posible para una historia que se pierde de tanto dar vueltas sobre los mismos argumentos (la alienación social, el nihilismo contemporáneo, el sensacionalismo mediático) fuese un gran acto de contrición.
El veredicto elegido por Phillips resignifica de inmediato buena parte de lo visto hasta ese momento, incluyendo a la película original. Y nos distancia de la peripecia afectiva de los protagonistas, a quienes seguíamos hasta allí con atención, llevados por el realizador con energía, brío y compromiso afectivo, también a través de algunos espléndidos cuadros musicales. Como resultado, la imagen final ante nuestros ojos que dejan Phoenix (de regreso a sus típicos excesos de histrionismo) y Gaga (empalideciendo una deslumbrante aparición) no resulta la mejor. Tal vez Lee debió aparecer en la primera película, cuando ni Arthur Fleck ni el titiritero de sus movimientos ponían tanto en cuestión el curso de sus acciones.


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Revelador documental sobre una figura mítica
Alejandro LingentiUna de las imágenes inéditas de la película
Atahualpa yupanqui, un trashumante
(ArgentinA/2023).Dirección:Federico Randazzo Abad. guion: Federico Randazzo Abad, Fernando Krapp, Germán Sarsotti. FotogrAFíA: Diego Poleri (BuenosAires),GabrielAlijo(Tucumán),Darío Mascambrone (Cerro Colorado), Connie Martin (París), Hiroshi Moriya (Tokio). Edición: Mario Bocchicchio, Federico Randazzo Abad. Duración: 93 minutos. Calificación: apta para todo público

“Trashumante es el que deja atrás el humo de su casa y cuando mira hacia atrás, a la distancia, ve el humito que sale del techo, de la cocina de esa casa, de la comida que hace el abuelo o la mamá. Ese humo lo persigue a uno y es de las primeras nostalgias del hombre”. La definición es de Atahualpa Yupanqui, poeta, músico, figura ineludible de la historia de la música popular argentina a la que este documental le rinde un gran homenaje.
La gestación de esta valiosa película empezó cuando se digitalizaron archivos en variados soportes que acumulaba Roberto “Coya” Chavero, el único hijo del matrimonio de don Ata con la pianista francesa Nenette Pepin Fitzpatrick y presidente de la Fundación Atahualpa Yupanqui, que sostiene el Museo Agua Escondida en lo que fue la casa de la familia, en Cerro Colorado, Córdoba.
El concepto de trashumante resalta la dualidad en la vida de Yupanqui: un hombre muy arraigado a su tierra que, al mismo tiempo, fue obligado a alejarse en distintos períodos de su vida por motivos políticos. Fue un cantor del pueblo que vivió muchos años en París, pero jamás perdió el contacto con sus raíces ni con la realidad social de su Argentina natal.
De las persecuciones políticas que sufrió, hay dos que son especialmente flagrantes: la que ocurrió en el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando fue torturado en una comisaría por sus simpatías con el comunismo, y la del propio Partido Comunista, que lo atacó con un virulento “QEPD” cuando justamente por el acoso del que estaba siendo víctima decidió dejar a un lado las declaraciones políticas por un tiempo.
Yupanqui continuó su magnífica carrera, ganó prestigio en Europa gracias a su enorme talento, disfrutó de su vida parisina acompañado siempre por “los amigos Bach, Vivaldi y Mozart” –como le gustaba contary desarrolló su arte a partir de la curiosidad y la investigación permanente que le permitió descubrir que la escala pentatónica proviene del Tíbet, por ejemplo.
También hizo amigos que lo apoyaron incondicionalmente. El ejemplo más categórico es el de Edith Piaf, que hizo un concierto con él y le cedió todo lo recaudado. “Es un extraordinario honor que no olvidaré ni podré pagar jamás”, dijo el artista nacido en Pergamino en 1908 y fallecido en Nimes, Francia, en 1992.
Además del material de archivo visual que prueba su gran estatura como músico, el documental también recupera entrevistas en las que Yupanqui, respetuoso, pero siempre directo, habla sin pelos en la lengua, reacciona ante alguna pregunta de la prensa que considera improcedente y cuenta pequeñas historias de su vida cotidiana. Hasta un simple intercambio de “cigarrillos de tabaco negro, muy fuerte” que hizo con unos húngaros por unas “chalitas que se les apagaban a cada momento” se transforma en su relato en una historia con diversas resonancias.
El testimonio de Sergio Pujol, historiador y escritor especializado en música popular, autor de una muy buena biografía del creador de clásicos del folclore argentino como “Luna tucumana”, “Los ejes de mi carreta”, “El payador perseguido” y “El arriero”, es un gran aporte.


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Una heroína que enfrenta la hostilidad para salir de la pobreza


Paula Vázquez Prieto
Romina Smile
(argentina/2024). guion Y Dirección: Pablo Stigliani. fotografía: Luis Sens, FedericoMartini.eDición: PabloStigliani, Amparo Cáceres. elenco: Martina Gusmán, Miranda Castiglione, Rocío Pardo, Vladimir Durán, Román Almaraz. Calificación: apta para mayores de 13 años con reservas. Distribuidora: Cine Tren. Duración: 103 minutos.
 “No me gusta pensar en el futuro”, repite Romina (Martina Gusmán) en varias ocasiones. Su vida transcurre en un constante presente. La vemos maquillarse frente al espejo para una sesión de bodypainting, entregar folletos con una amplia sonrisa en las calles de la ciudad, reiniciar cada día una vida laboral signada por la inmediatez y la incertidumbre. Romina ha dejado atrás los sueños de ser modelo y desde hace 20 años trabaja en promociones, eventos, campañas ocasionales en las que su belleza y apariencia son la moneda de cambio. Sin embargo, a sus 40 años, las propuestas escasean, los trabajos se hacen esporádicos y con menor paga. “Los clientes prefieren chicas más jóvenes”, le dice Mica, la cabeza visible de una agencia en las sombras que parece explotarla sin remedio ni pudor bajo las vestiduras del libre intercambio.
Pero Romina no pierde su energía, se afirma en su caminar ligero y desenvuelto sobre suelos que serán testigos de sus encrucijadas morales, de aquellas decisiones que intentan forjar un destino en un mundo cada vez más hostil.
El director Pablo Stigliani combina dos estrategias que han asomado en su filmografía desde sus inicios con Bollishopping (2014), sorprendente ópera prima que lo puso en el mapa del cine argentino. Romina vive en una zona periférica, poblada de las siluetas de monoblocks, donde los aprietes económicos definen su presente: la carrera para pagar el alquiler, el baño sin agua caliente, la plata que nunca alcanza. Los sueños suspendidos de su hijo adolescente de convertirse en cocinero, el malestar en la relación amorosa con su amigovio colombiano, los altibajos de esos trabajos que van y vienen forman un abanico agridulce en el que el cariño y la comprensión se estrellan con la insistente frustración económica.
Esa primera vertiente es representada desde el prisma del personaje con una puesta austera y algo previsible, sostenida en la experimentada composición de Martina Guzmán, en la exploración de esas tensiones que se intuyen en miradas ausentes, en sonrisas forzadas. Pero Stigliani también ofrece un segundo recorrido, sostenido en una mirada más distanciada –la más fructífera-, sugerida en algunos planos lejanos, angustiosamente equilibrados, que revelan a Romina como un engranaje en un extraño mecanismo de injustas repeticiones.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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