CONGRESO Y ECONOMÍA

Crece la presión sobre Villarruel por las dietas de los senadores
El 1º de enero, si no media otra resolución, los haberes de los legisladores del Senado tendrán un aumento; el Presidente, Bullrich y Abdala pidieron frenar la suba
La relación de Victoria Villarruel con el Presidente está quebrada
Justo cuando atraviesa el peor momento de su relación con Javier Milei, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, encara otro frente de conflicto con un asunto que frecuentemente genera chispazos entre la Cámara alta y la Casa Rosada: la dieta de los senadores. El congelamiento de los haberes que los legisladores votaron en agosto vence el 31 de diciembre. A partir del 2025, salvo que medie otra decisión, los senadores volverían a estar “enganchados” a la paritaria de los empleados del Congreso.
Sus haberes, así, podrían subir a más de $9.000.000 con la entrada en vigencia de la llamada “dieta 13”, una suerte de aguinaldo que ronda los $2,5 millones.
El Gobierno sumó presión sobre Villarruel en las últimas horas por este tema. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aprovechó su cruce con la vice por la situación de Nahuel Gallo -el gendarme detenido en Caracas por el régimen de
Nicolás Maduro en condiciones que aún se desconocen- para recordarle a Villarruel el escenario que enfrentará en la Cámara en los próximos días. “Si quiere servir a la Patria, como argentina le pido se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de $9,5 millones para ningún legislador”, le lanzó a la vicepresidente una de las ministras preferidas de Milei.
Horas después, el propio Presidente puso el tema en agenda y reclamó austeridad. En el discurso que brindó en Tucumán el pasado jueves, Milei recordó que los altos funcionarios del Poder Ejecutivo llevan un año con los sueldos sin actualizar y aprovechó para dejarle una advertencia a su vice. “No nos hemos aumentado el sueldo como sí hicieron en la Cámara de senadores. Distinto fue en Diputados donde (el titular de la Cámara) Martín Menem aplicó una gran cantidad de recortes”, soltó Milei.
“La gente nos mira”
El último en pronunciarse sobre este conflicto en puerta fue el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, que durante todo el año penduló entre la Casa Rosada y Villarruel. “Yo creo que no es un momento oportuno (para darse un aumento), pensando en el esfuerzo que está haciendo nuestro gobierno en reducir todo lo que es el gasto público”, se pronunció el senador de La Libertad Avanza.
“Somos conscientes de la exposición pública que tenemos. No tengo ninguna duda de que la gente nos está mirando”, agregó Abdala en diálogo con Radio Mitre. Y señaló: “Oportunamente, los senadores de La Libertad Avanza votamos en contra de aumentos”. “Lo que entendemos es que, en este contexto, el congelamiento es una medida necesaria. Cada senador tiene distintas particularidades, no quiero entrar en temas puntuales. A medida que la inflación siga bajando, el impacto (del enganche de las dietas con los salarios de los empleados parlamentarios) será menor”, expresó.
Las dietas legislativas generaron controversia a lo largo de todo año. En julio y agosto, los senadores ataron sus dietas a un aumento del 6,6% otorgado a empleados legislativos. Esa suba finalmente fue anulada en medio de un escándalo y tras fuertes críticas de Milei. Finalmente, con el voto de 65 senadores, los legisladores congelaron sus dietas hasta el último día del 2024.
Sueldos y conflicto
En el Congreso, un diputado nacional que cobra, además de su dieta, desarraigo (que vive a más de 300 kilómetros de Capital Federal) y gastos de representación, en su última liquidación cobró $6 millones brutos y unos $4,3 millones de bolsillo. En la Cámara baja los diputados tienen además 10 aéreos para utilizar personalmente, 8 vuelos para asesores y 16 traslados terrestres.
Un senador nacional, si se cuentan esos tres conceptos, suma ingresos por unos $7,8 millones y, realizados los descuentos (que pueden variar mes a mes) unos $7,4 millones. A eso deben sumarse el monto que suman los legisladores por el canje de pasajes no utilizados.
Según trascendió, Villarruel está buscando alternativas que no requieran un trámite en el recinto para evitar que se disparen las dietas en enero. Esto es así porque fracasó el intento por tratar un proyecto de resolución para congelar los ingresos en la última sesión que tuvo lugar cuando fue expulsado Edgardo Kueider del cuerpo. La vice no quiere sumar motivos de confrontación con el jefe de Estado, que viene presionándola por este tema.
La relación entre el Presidente y Villarruel está en un punto de no retorno. El único puente sano que queda entre la Casa Rosada y el Senado es el que encarna el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que siempre procuró mantener un diálogo amable con la vicepresidenta.
El vínculo entre Milei y Villarruel venía tenso pero terminó de deteriorarse con la sesión en la que Kueider fue expulsado del Senado. El Presidente acusó a su vice de mentir. Dijo que ella sabía que él estaba fuera del país y que, aún así, presidió la sesión en la Cámara alta cuando tenía que hacerse cargo del Poder Ejecutivo.
Desde entonces, en el gabinete parece haber vía libre para criticar públicamente a la vice, como hizo Bullrich esta semana

Bartolomé Abdala
SENADOR
“Somos conscientes de la exposición pública que tenemos. No tengo duda de que la gente nos está mirando. No es momento para aumentarse las dietas”

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Deja de existir el impuesto PAIS y el Gobierno espera costos y precios menores
Milei dejó de prorrogarlo y dio un paso en su promesa de bajar cargas; el impacto en el dólar tarjeta y en productos importados
Ignacio GrimaldiLuis Caputo, responsable de la medida
Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria. Nació el 19 de diciembre de 2019, nueve días después de haber asumido Alberto Fernández. Su duración prevista era de cinco períodos fiscales. Y, a diferencia de otros impuestos “temporales”, el presidente Javier Milei respetó su fecha de caducidad y a partir de mañana dejará de existir. “¡Afuera!”, explicaron al estilo libertario en uno de los despachos del Ministerio de Economía. El Gobierno espera que esto se refleje en la reducción del costo argentino, un dólar tarjeta más barato, facturas de Netflix menos cargadas y algunas bajas de precios en alimentos y vehículos, aunque no serán bajas lineales.
Cuesta encontrar un antecedente de impuestos que se eliminen. Por el contrario, los ejemplos fluyen a la hora de citar a aquellos que llegaron con la etiqueta de transitorios, pero se convirtieron en permanentes. El especialista en la materia César Litvin recordó con facilidad el caso del antiguo impuesto a los réditos, que nació en 1932 y era provincial, pero luego se convirtió en Ganancias y tomó carácter coparticipable. También mencionó a Bienes Personales, cuyo año de origen es 1991, y el gravamen a los Débitos y Créditos, conocido como “impuesto al cheque”, que llegó en 2001 y sigue vigente, entre otros. El impuesto
PAIS romperá esa tradición.
Cuando apenas comenzó el mandato presidencial de Fernández, el Frente de Todos mandó al Congreso un proyecto cuyo paralelismo con la gestión actual sería la Ley Bases. En ese caso se llamó “Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la emergencia pública”, y en su sexto capítulo incluyó al impuesto PAIS. El cepo había regresado en septiembre de 2019, tras la devaluación posterior a las PASO, y este recargo no hizo más que ajustar el cierre del grifo.
Tuvo distintas aplicaciones. Para
el “dólar tarjeta” corría una alícuota del 30% y para los importadores, del 7,5%. De hecho, la gestión libertaria había aumentado esta última a 17,5%, pero en septiembre le volvió a quitar esos 10 puntos que le había agregado. Los servicios de streaming, otros de los ítems alcanzados, fueron gravados con un 8%.
Al tiempo que se dispusieron muchas restricciones cambiarias como barreras para acceder al dólar, el impuesto PAIS lo hizo más caro. Entonces, su efecto se derramó en varios gastos.
Los efectos inmediatos comenzarán a verse en un dólar tarjeta más barato, cuyo valor caerá de $1686,83 a $1370,55. Esto impacta en el pago de vuelos al exterior con aerolíneas extranjeras, así como en gastos en hoteles y otros hechos fuera del país. Más allá del fin de la vigencia, el stop debit de la tarjeta y el pago del resumen en dólares en efectivo en la ventanilla del banco (o en el home banking) ya habían marcado una vía de escape permitida al recargo impositivo. Otro servicio que podría abaratarse es el de Netflix, por ejemplo, que no tendrá el recargo antes mencionado. En otros sectores de la economía, cuyas cadenas de valor poseen productos importados, las consecuencias no son tan lineales.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) señaló que la eliminación del impuesto “es un paso adelante”, dado que, según indicaron desde la entidad, la presión fiscal en alimentos es del 40% y en bebidas, del 50%. Asimismo, estimaron que tendrá un impacto heterogéneo en precios. Y recordaron que, tras la reducción de la alícuota del 17,5% al 7,5% que se había registrado en septiembre, los costos bajaron.
Un informe del Ministerio de Desregulación relevó que los productos importados se abarataron 2,4% en promedio, luego de la mencionada decisión. “Los productos que más bajaron fueron los enlatados, galletas y mermeladas, con reducciones reales de 10,3%, 4% y 2,7%, respectivamente”, destacaron en el área que conduce Federico Sturzenegger. Una aclaración relevante: la caída de los importados no significa que los precios de otros alimentos de fabricación nacional vayan a bajar. Esto explica por qué todavía se observa algo de inflación en el rubro, aunque la medición del Indec la ubicó en 0,9% durante noviembre (muy por debajo del 2,4% del IPC). Hay que ir hasta mayo de 2020 para encontrar un número inferior.
En el caso de los autos, representantes de una automotriz multinacional dijeron  que se adelantaron a la eliminación del impuesto PAIS y que en diciembre habían bajado 3% el valor de los vehículos importados y 1% el de los nacionales. Cuando se redujo la alícuota en septiembre, los precios también cayeron 4% y 2%, respectivamente.
El impacto en la recaudación
Más allá del factor precios, la eliminación del impuesto PAIS también significa menos ingresos para el Estado. Este año, entre enero y noviembre generó $6,1 billones, el 4,8% de la recaudación total, según datos oficiales. De acuerdo con un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en 2023 fue el séptimo tributo más importante, con un aporte del 0,8% del PBI.
Mantener el equilibrio fiscal demandará recortar el gasto para cubrir al extinto impuesto, o aumentar ingresos. De hecho, algo de esto ya se empezó a ver en dos áreas impactadas por este tributo. El impuesto PAIS tenía asignación específica. El decreto 184/2020 partió en dos grupos el dinero recaudado. Un 70% se dividía para programas de la Anses y del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (el PAMI). El 30% se dirigía a Obras Públicas y al Fondo de Integración Sociourbana (FISU), para financiar obras de infraestructura y vivienda social, y al fomento del turismo nacional.
En el Gobierno confían que el crecimiento del año que viene aumentará los ingresos. Incluso, detallaron que en la medida en que “sobre plata”, el alivio fiscal será más grande y esto abrirá la discusión sobre qué tributo bajar primero. El ministro de Economía, Luis Caputo, habló del que grava a los créditos y débitos bancarios, que dependen de Nación, y también de las retenciones. Sin embargo, lo que ocurra con Ingresos Brutos, de carácter provincial cuyo caudal representó en 2023 4,2% del PBI (cinco veces más que el impuesto PAIS), dependerá de las cuentas de cada gobernador.

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