lunes, 16 de diciembre de 2024

El Premio Nobel de Economía Thomas Sargent Y RODOLFO KURCHAN (CREADOR DE JUEGOS DE INGENIO


Thomas Sargent: “Si un gobierno tiene una política fiscal estable y equilibrada, se puede dejar que cualquier idiota administre el Banco Central”
¿El caso argentino es un caso único o no tanto? En esta entrevista exclusiva, el Premio Nobel de Economía se explaya sobre el dilema que desvela a todos: la inflación y sus circunstancias
Luciana Vázquez
“Su pregunta es si la experiencia de la Argentina con la inflación es diferente. Yo digo que no”, plantea. “La macroeconomía detrás de las grandes inflaciones es la misma”, dice. “En Estados Unidos, los impuestos están muy por debajo de los gastos del gobierno. Cada año, el gobierno tiene que vender deuda o imprimir dinero. El Banco Central se vuelve aparentemente importante, pero lo es porque fue puesto en una situación en la que fue forzado a ser un cómplice”, analiza. “Mientras más alto sea el impuesto inflacionario, muchos intentan evadirlo. Los ricos pueden evadirlo de alguna manera, con cuentas bancarias sofisticadas, por ejemplo. Pero los pobres no pueden”, explica. “Las políticas que la Argentina ha tenido a lo largo del tiempo han hecho difícil que funcione la economía de mercado”, asegura. “La Argentina ha producido una alta proporción de expertos clave en macroeconomía, gente de la que yo aprendo, de todas las edades. Y han sido atraídos a la economía en parte por las disfuncionalidades de la economía”, describe. “Cuanto más enmarañadas están las fuerzas del mercado, peores son los resultados”, sostiene. “Cada año, el gobierno de Estados unidos tiene que vender deuda o imprimir dinero. El Banco Central se vuelve aparentemente importante, pero lo es porque fue puesto en una situación en la que fue forzado a ser un cómplice”, reflexiona. “Podés tener déficits temporales si los equilibrás con superávits: el tema es más bien el promedio a lo largo del tiempo”, define. “El hecho de que este fenómeno sea intertemporal lo hace más complicado de monitorear”, advierte. “Creo que eso es parte del problema”, concluye.
El Premio Nobel de Economía Thomas Sargent
El Premio Nobel de Economía Thomas Sargent estuvo en La Repregunta. Después del encuentro con el presidente Javier Milei, y en exclusiva para La Repregunta, Sargent analizó aspectos centrales del tema inflacionario y los procesos de estabilización. Sargent es uno de los macroeconomistas más respetados del mundo. Ha sido profesor en la Universidad de Chicago y de Stanford, entre otras igualmente prestigiosas. Hoy es profesor en la Universidad de Nueva York. Es Doctor en Economía por la Universidad de Harvard.
En esta visita a Buenos Aires, Sargent también recibió el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad Di Tella y participó de las celebraciones por el 30 aniversario de su Departamento de Economía.
¿El caso argentino es un caso único o no tanto? ¿Qué lecciones deja la Francia de Napoleón Bonaparte? ¿Por qué los países de Sudamérica fueron tan buenos para crear inflación? ¿Hay relación entre la inflación y la falta de crecimiento? Déficit fiscal, ¿es siempre un problema sin solución? Superávit y el monitoreo del promedio. Con un estilo único, sostenido por una reflexión pausada y profunda perlada de sentido del humor y generosidad a la hora de intentar hacer más simple lo complejo, Sargent fue tejiendo hipótesis y acercando precisiones.
Aquí, la entrevista completa.
Argentina y la inflación. ¿Un caso único o un ejemplo de un patrón que se repite?
-Hoy hay un gran interés global en el caso argentino. Medios de todo el mundo, líderes políticos, hombres de negocios están observando a la Argentina. Usted también llegó atraído por este laboratorio o experimento en el que se ha convertido la Argentina en relación a la inflación. Mi pregunta es: usted ha estudiado casos históricos de inflación y de procesos de estabilización alrededor del mundo. ¿Qué hace que el caso de Argentina sea tan diferente? ¿El caso argentino es un caso excepcional, realmente? El presidente Javier Milei suele insistir en esa idea: que la Argentina está enfrentando un proceso muy único.
-Bueno, su pregunta es si la situación y la experiencia de la Argentina es diferente. Yo digo que no. Si uno observa cómo empezó la inflación y cómo se detuvo en todo el mundo y a lo largo de la historia, todas empezaron de la misma manera y todas se detuvieron de la misma manera. Y la forma en que se detuvieron fue dejando de hacer las cosas que las iniciaron, muy simple. Y esto ha sucedido en el siglo XX en Europa y en otras partes del mundo donde hay casos de estudio sobre inflaciones realmente grandes. Cuando uno observa bien, hay muchos detalles diferentes, pero si uno busca patrones, que es lo que hacemos los seres humanos, ahí están los patrones. Basándome en esos casos que ofrece la historia, podría decirte cómo empiezan esos casos y cómo se detienen. Los principios económicos involucrados en esos casos son simples. La política, ahí tiene sentido tu pregunta, es cierto, es interesante y complicada y a menudo diferente según el país. Pero la economía en sí misma es la misma, la macroeconomía.
"En Estados Unidos, los impuestos están muy por debajo de los gastos del gobierno. Cada año, el gobierno tiene que vender deuda o imprimir dinero. El Banco Central se vuelve aparentemente importante, pero lo es porque fue puesto en una situación en la que fue forzado a ser un cómplice"
La macroeconomía de la inflación. ¿Cómo empieza la inflación? ¿Cómo se sale? El rol del déficit
-Usted encontró el patrón que se repite en los distintos casos, y lo ha descripto perfectamente. ¿Podría explicar cómo empiezan los procesos inflacionarios y cómo se detienen?
-Te diré cómo se empieza. Comencemos con un país que tiene una moneda fuerte. Es decir, la referencia es el patrón oro o, digamos, la libra esterlina, que era una moneda fuerte convertible en otra moneda fuerte. Se daba en el caso de varias colonias británicas: tenían su propia moneda, pero realmente era solo un certificado Básicamente, usted tiene la misma tasa de inflación que tiene el oro con respecto a los bienes o que Inglaterra tiene con respecto a otros países. Así que Inglaterra era bastante estable. Ésa es la condición inicial. Ahora, supongamos que me llamás como asesor, aunque no deberías hacerlo… Vos querés empezar una gran inflación. Lo primero que te diría es que dejes de hacer lo que hacías, el respaldo en el oro, y empieces a hacer lo siguiente. Lo primero es comenzar a tener déficits fiscales y empezar a imprimir dinero tu propio dinero que, como sabés, podría llevar impresa tu foto o mi foto, lo que varios políticos han hecho. Y el dinero puede decir, en lugar de “Respaldado por el oro”, “En Dios confiamos”, que es como tomar el nombre de Dios en vano, pero ése es otro tema. Y comenzamos a imprimir ese dinero. ¿Y qué hacemos con eso? El gobierno lo usa para comprar cosas, y lo que pasa es que los precios comienzan a subir y también la tasa a la que suben los precios: eso es inflacionario. Si lo ves desde una perspectiva económica, eso equivale a que la inflación sea un impuesto a las personas que tienen ese dinero. Y mientras más alto sea ese impuesto inflacionario, muchas personas intentan evadirlo. Ahora, los ricos pueden evadirlo de alguna manera, pueden tener cuentas bancarias sofisticadas para eso, por ejemplo. Pero los pobres no pueden. Así que en cierto sentido, es un impuesto regresivo para los pobres. Usted puede mantener una inflación anual constante de 40 o 50 por ciento y lo puede usar para financiar el gasto del gobierno. Usted podría comprar lo que quiera. Podrías hacer transferencias bancarias, comprar bienes de defensa.
La inflación, un factor económico que impacta de manera directa en la vida cotidiana
-Pero es un delirio de alguna manera. Es vivir en una suerte de ficción porque estás imprimiendo dinero que no tiene respaldo…
-No, es real. Es real. La razón por la cual la moneda tiene valor es porque la gente la necesita para hacer transacciones. Es útil.
-Sí. Pero cuando hay un proceso de imprimir dinero, el valor de la moneda se vuelve ilusorio.
-No.
-Explíquemelo por favor.
-No es una ilusión. Es real. Es una manera real de aumentar los recursos. Por ejemplo, muchos países empezaron a hacer esto para financiar las guerras. Vayamos hacia atrás, a una de las primeras grandes inflaciones de Occidente: se dio durante la Revolución Francesa. Fue durante el tercer año de la revolución, cuando Francia fue a la guerra contra todos los poderes de Europa. Y los franceses empezaron a perder la guerra y lo que hicieron fue empezar a imprimir dinero. No era una ficción: usaban ese dinero para comprar bienes de defensa y para pagarle a los soldados. Y ese dinero los ayudó a ganar la guerra. Y los precios subieron mucho. Cuando empezaron a ganar la guerra, hicieron todo tipo de cosas para forzarte a vos, a mí a tener ese dinero, esa moneda francesa de porquería. Y esencialmente, ¿qué es lo que hicieron? Porque podríamos haber usado oro o plata. Pero si nos pescaban usando oro o plata, nos mandaban a la guillotina. Hubo gente que terminó en la guillotina. Hicieron varias cosas para forzar a la gente a usar su moneda para lograr que fuera mejor a la hora de pagar impuestos. Y fueron muy exitosos con eso. Es un gran experimento. Entonces, lo que pasó luego que tuvieron una gran inflación. Había alguien que sabía cómo parar la inflación. ¿Sabés cuál era su nombre?
-No.
-Su nombre era Napoleón Bonaparte. ¿Cómo frenar la inflación? Dejar de hacer eso, dejar de imprimir dinero. Entonces empieza a tener un presupuesto equilibrado.
"Mientras más alto sea el impuesto inflacionario, muchos intentan evadirlo. Los ricos pueden evadirlo de alguna manera, con cuentas bancarias sofisticadas, por ejemplo. Pero los pobres no pueden"
-Es decir, la decisión a partir de una voluntad política de detener ese proceso.
-No era una democracia. Era la voluntad de Napoleón. Esa es la primera cosa: Napoleón dejó de hacer lo que había estado haciendo. Dejó de imprimir dinero. Volvieron a usar monedas de oro. Y financiaron la guerra de otra manera. Podríamos seguir una y otra vez con casos como éste. Alemania tuvo una gran inflación después de la Primera Guerra Mundial. Hungría también tuvo una gran inflación. Y siempre es la misma historia.
El libre mercado y la fórmula del crecimiento. De Asia a la Argentina
-¿Pero por qué tanto interés en la Argentina si ya se conoce el mecanismo?
-¿Por qué estoy interesado? Mi primera razón, porque tengo amigos maravillosos aquí, pero en realidad ésa es la segunda razón. Amo la pesca con mosca. Me apasiona pescar en la naturaleza. He ido a pescar a la Patagonia. Esa es la razón número uno de mi interés en la Argentina. Es un país hermoso, tengo amigos maravillosos aquí. Este país tiene una historia maravillosa y no sólo por la inflación… Hace 120 años… Yo soy un macroeconomista y estudio no sólo la inflación sino también los temas vinculados con el crecimiento. ¿Y qué hace que un país sea próspero?
-¿Qué es?
-Debería sentirme avergonzado por decir que no entiendo ese tema completamente. Pero te puedo decir una cosa: hace 120 años, Argentina estaba en el top del mundo por su riqueza y la distribución de sus ingresos. Estaba al mismo nivel que Australia o Canadá, y muy cerca de Estados Unidos. Hoy no lo está, y todos los otros tres países la han superado. ¿Por qué? Si prestás atención a las diferencias, no sólo a las económicas… Alguien podría decir: hagamos una lista de las diferencias. Los argentinos son haraganes: no. Digamos otra, hablan español: no. Vienen de Italia… Estoy inventando cosas... No tienen hombres de negocios inteligentes: no. No tienen trabajadores… No. Todos estos puntos, descartados. El gobierno adoptó algunas políticas como tarifas altas, subsidios, varias cosas que, odio decirlo, mi país está empezando a hacer bajo la presidencia de Biden y de Trump. Políticas que la Argentina ha tenido a lo largo del tiempo y que han hecho difícil que funcione la economía de mercado. Hay todo tipo de obstáculos que impiden que el mercado funcione.
-Tiene que ver con un marco conceptual que ha moldeado a la sociedad argentina.
-Es una estructura. Y es un colección completa de instituciones, muchas son del gobierno, que están restringiendo la acción individual y cómo puede ser coordinada. Y el resultado final es que otro país no querría copiar a las instituciones argentinas. Cuanto más enmarañadas están las fuerzas del mercado, peores son los resultados. Esta es la lección que uno puede sacar como un empirista crudo. Los economistas están fascinados por esto. Hay otra razón. Resulta que a pesar de su muy pobre performance en términos de haber pasado de una economía de clase mundial en 1900 a una posición muy por debajo de donde debería estar teniendo en cuenta sus recursos, teniendo en cuenta su nivel educativo y el nivel de alfabetización de la gente en la cultura occidental, a pesar de eso, la Argentina ha producido una alta proporción de muy buenos economistas, especialmente en mi campo, la macroeconomía, expertos clave, gente de la que yo aprendo, de todas las edades. Y han sido atraídos a la economía en parte por las disfuncionalidades de la economía.
Sargent vs Friedman. Inflación, ¿entre el factor fiscal y el monetario?
-Desde que Milei llegó al escenario público y a la arena política, ha estado tratando de cambiar el sentido común de los argentinos en relación a esta cuestión de cómo se produce la inflación, de cuál es la causa de la inflación. Milei viene citando la famosa frase de Milton Friedman: “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”. Y también se ha referido a una frase suya. El 1 de diciembre, posteó en X: “la inflación alta y persistente es siempre y en todo lugar un fenómeno fiscal en el que el Banco Central es su cómplice monetario”.
-Eso es lo que Friedman quiso decir.
-Sí, usted le sumó lo de la complicidad del Banco Central y el factor fiscal.
-Sí, el Banco Central es un cómplice.
-¿Friedman había puesto el foco en el fenómeno monetario y usted lleva foco también al fenómeno fiscal?
-No, realmente no.
-Explíquenos por favor.
-La gente común tiene muchos instintos sobre la economía pero a veces puede volverse un poco complicado con jerga y tecnicismos. La verdad es que la distinción entre política monetaria y fiscal no es tan clara. Lo que Friedman quería que te preguntaras era: ¿por qué el gobierno está imprimiendo tanto dinero? Quería que te preguntaras eso. Bueno, lo estaban haciendo para tener un impuesto sobre las personas, para aumentar los ingresos para poder expandirse, para tener más recursos fiscales. Por eso la frase de Friedman estaba incompleta. Gran parte de lo que aprendí sobre economía lo aprendí leyendo a Friedman, así que solo estoy elaborando.Y, por cierto, la gente va a recordar a Friedman por mucho tiempo.
-Usted decidió sumar esta capa de significado…
-Sí.
-Para enfatizar el tamaño y duración de la inflación y el factor fiscal y…
-Todo empieza con el aspecto fiscal. Siempre comienza ahí.
-Con lo fiscal. ¿Para usted, lo fiscal es la causa principal, la raíz más profunda de la inflación?
-Ponelo de esta manera: si me dejás tener una política fiscal estable y equilibrada en la que el gobierno financia sus gastos con los ingresos fiscales, se puede dejar que cualquier idiota administre el Banco Central. Es muy difícil equivocarse porque no tienen que imprimir dinero para ayudar al gobierno. Pero si tenés una autoridad fiscal que todos los años tiene déficit… Adiviná qué: en mi país, los gastos del gobierno están muy por debajo de los impuestos… Quiero decir… Tengo dislexia: lo dije exactamente al revés. De verdad tuve dislexia. Es así: en mi país, los impuestos están muy por debajo de los gastos del gobierno. Entonces, cada año, el gobierno tiene que vender deuda o imprimir dinero. Ahora, el Banco Central se vuelve aparentemente importante, pero lo es porque fue puesto en una situación en la que fue forzado a ser un cómplice.
"La Argentina ha producido una alta proporción de expertos clave en macroeconomía, gente de la que yo aprendo, de todas las edades. Y han sido atraídos a la economía en parte por las disfuncionalidades de la economía"
Banco Central. Independencia o cierre: ¿cuál es el camino para evitar la tentación inflacionaria?
-Entonces, la pregunta es: ¿qué hacer con el Banco Central? Una idea es tratar de hacerlo lo más independiente posible del poder político. La otra es no tener Banco Central en absoluto. Milei ha insistido con esa idea: cerrar el Banco Central.
-Estás haciendo una pregunta interesante. Y mencionaste a Milton Friedman. Friedman pensó mucho sobre esto. En un momento pareció que había cambiado de opinión, pero en realidad no lo hizo. Tuvo dos propuestas separadas entre sí por doce años en relación a este tema. Parecían propuestas opuestas pero hay que preguntarse: ¿realmente eran opuestas en términos de las fuerzas fundamentales? Su primera propuesta fue un Banco Central completamente no independiente. Va a ser un cómplice desde el día uno. Va a hacer lo siguiente: cuando la autoridad fiscal tiene déficit, con recaudación de impuestos menor que los gastos del gobierno, el Banco Central va a imprimir dinero, y se lo va a dar al gobierno. Si el déficit es aún mayor, va a imprimir más dinero. Si la autoridad fiscal tiene un déficit más pequeño y quiere detener la inflación, equilibra el presupuesto y el Banco Central automáticamente dejará de imprimir dinero. Esa es su propuesta de 1947-48. Es una forma de coordinar la política monetaria y fiscal. Es como un matrimonio. El esposo simplemente hace todo, sin responsabilidad. Después, Friedman cambió de opinión: en 1960, escribió otra forma de coordinar. Y era así: propuso un Banco Central independiente y que, básicamente, no imprimiría dinero. Dijo: “Imprimiré una cantidad K cada año, imprimiré la tasa de crecimiento real, pero básicamente cero. No imprimiré dinero.” La respuesta a la autoridad fiscal es: no hay dinero, no lo voy a imprimir. Si tenés un déficit, tenés que vender bonos.
Banco Central de la República Argentina, en la ciudad de Buenos Aires[
-Se somete a la disciplina del mercado de bonos.
-Bonos, ¿verdad? Si la gente no los va a comprar, ¿a quién les vas a vender? No a mí. No al Banco Central. La autoridad fiscal tiene que venderlos en el mercado. Y si no se puede hacer eso, es tu problema. Estas son dos visiones de independencia. Ahora, si te preguntás, ¿dónde estamos en Estados Unidos? Pongamos estos dos polos. De 0 a 10, ¿dónde está Estados Unidos? No lo sé. Cambia a lo largo del tiempo. Si ponés el foco en nuestras instituciones, durante casi cien años no tuvimos un Banco Central. Todo estaba en el Tesoro, que hacía todo. Empezamos a tener un Banco Central en 1914, 00;21;58;19 con un montón de reglas sobre cómo se suponía que debían estar separados. Y esas reglas han cambiado con el tiempo y se han vuelto más y más complicadas. Y desde 2000 o 2008, se han vuelto aún más complicadas.
-Entonces, ¿sería mejor no tener Banco Central en absoluto? El presidente Milei tiene ahora la idea de la competencia libre de diferentes monedas. De esta manera, puede no imprimir dinero. Funcionaría como una manera de evitar que el gobierno tenga el poder de imprimir dinero.
-No. Esta es la forma de pensarlo… Estás haciendo grandes preguntas. Esta es la forma en la que lo veo. Podrías pensar en las instituciones como el Banco Central o el Tesoro o podrías pensar en las actividades de las personas que trabajan en esas instituciones. Cuando no teníamos un Banco Central, había personas en el Tesoro que debido a las presiones políticas que recibían del mercado, estaban haciendo cosas que no hacían los Bancos Centrales en otros países hasta el punto de que en realidad era ilegal. Había fuerzas que influyen en eso. Lo que digo es que hay actividades que realiza el Tesoro que en realidad son monetarias, y hay actividades que, en mi país, en Estados Unidos, hace el Banco Central pero que son realmente de responsabilidad del Congreso. ¿Por qué hacen eso? La Argentina tiene... Otra razón por la que vengo aquí es que la Argentina tiene grandes expertos en el gobierno como en la presidencia. Son expertos en estas cosas y saben más que yo. Deberías preguntarle a ellos. Como lo estoy haciendo yo…
Déficit fiscal: ¿siempre es un problema? Los déficits y superávits temporales y la lógica del promedio
-Está muy clara la relación causa efecto que crea la inflación: si hay déficit fiscal, y no se puede ir al…
-Inflación sostenida. La cita que hiciste es una buena cita.
-Bueno, es suya.
-Bueno, si no lo dije, ojalá lo hubiera dicho.
-¿No lo dijo usted? Porque aquí en la Argentina funciona como algo muy bien establecido, como una capa de su autoría a la frase de Friedman.
-Espero que sí. Es una buena cita.
-Déjeme preguntarle algo. Ha quedado claro que el déficit es la causa estructural de la inflación porque los gobiernos tienden a cubrir este déficit imprimiendo dinero. Esto es muy claro para usted, para Friedman, por ejemplo, para el presidente Milei. ¿Por qué Sudamérica ha tenido tantos procesos de inflación e hiperinflación? Si está tan claro para la macroeconomía y para los políticos, ¿por qué es tan difícil presionar el botón correcto en el tablero de control de la inflación?
-No lo sé.
-¿Es una cuestión de voluntad política que no está funcionando bien?
-Es una gran pregunta.
-Porque la fórmula está clara. La ecuación está clara.
-Sólo hacete una pregunta: ¿por qué a veces ves algo que un gobierno debería hacer y no lo hace? ¿Trabajaste en el gobierno? Yo sí, estuve en el ejército de Estados Unidos. Y los cuerpos gubernamentales colectivos no tienen una prueba de mercado. Hay algunas pruebas. Hay algunas pruebas pero puede llevar mucho tiempo averiguar qué salió bien o mal. Y una de esas cosas que me parece interesante es la forma en que el presupuesto debe equilibrarse. No es necesariamente año tras año. Podés tener déficits temporales si los equilibrás con superávits. El tema más bien es el promedio. Es un promedio a lo largo del tiempo. Entonces, por ejemplo, si estás en un ciclo económico como una recesión y en ese caso, tenés un déficit pero durante un boom económico tenés superávit… Entonces tu deuda no aumenta. Tal vez tenés un poco más de deuda durante la recesión, pero durante el superávit se reduce. Entonces la relación deuda/PIB no crece. El hecho de que ese equilibrio se da a lo largo del tiempo abre el siguiente tipo de cosa… Esta cosa de mi esposa que dice que mi cuarto necesita ser limpiado. Y yo estoy de acuerdo. Y le digo que lo voy a limpiar algún día de este año. Entonces hay algo de margen sobre cuándo lo voy a hacer. Y luego pasa el año y trato de patear el problema para adelante. El hecho de que sea intertemporal lo hace un poco más complicado de monitorear. Creo que eso es parte del problema.
¿Por qué Sudamérica ha sido tan buena creando inflaciones? Inflación y el problema del crecimiento.
-¿El problema de Sudamérica podría estar también relacionado con la falta de crecimiento? Dado que el crecimiento…
-Eso es un resultado.
-Pero déjeme preguntarle esto. Si el gobierno no tiene ingresos porque los impuestos no son suficientes, porque la economía no está funcionando bien, está estancada y el PIB es débil, ¿el déficit y la inflación que viene después del déficit es un problema vinculado a que el país o el PBI no está creciendo? ¿Detrás del problema del déficit está el problema del crecimiento?
-Es una buena pregunta.
-Porque es realmente impactante que Sudamérica haya tenido este problema durante muchos, muchos años.
-Esta entrevista se está convirtiendo en un seminario. Esencialmente, el siglo XX es como un laboratorio sobre cómo hacer que un país crezca o cómo hacerlo no crecer. Hay varios milagros de crecimiento. En Asia, por ejemplo. Es como un libro de texto: si querés aprender a crecer, mirá lo que hicieron y empezá a hacerlo.
-Economía abierta, por ejemplo. Libre mercado.
-Impuestos bajos, bajos gastos gubernamentales. Ahí está el caso de Singapur: hay que mirar lo que hizo. Me hiciste pensar. Es como una coincidencia. Surge una pregunta: ¿podría tomar una economía como esa y también tener una economía con alta inflación? Podría.
-¿Ha habido algún caso como ése entre esos países?
-No. Es una pregunta interesante. Me estás haciendo pensar sobre cosas. Me acabás de dar un proyecto de investigación. Es interesante. Es interesante cómo las personas que han hecho políticas en contra del crecimiento también han hecho políticas que han alimentado la inflación. Es como... es como interesante. Es un patrón que no entiendo completamente. Un cientista político, que es un campo que respeto cada vez más, me dijo lo siguiente en una discusión: “Si ves algo sucediendo en un país o región del mundo y ves algunos resultados, la primera pregunta que debés hacer es: ¿quién quería esos resultados?” Si veo un país con aranceles altos frente a un país con aranceles bajos, ¿quién quería que pasara eso en ese país? Si empezás a aplicar esa pregunta en varios contextos, te abrirá un montón de cosas. ¿Escuchaste hablar de Deng Xiaoping en China? Porque él hizo esto, porque fue un estalinista. Y por casi treinta años, gestionaron la economía china como una economía de comando marxista-leninista, realmente. Y había un muy bajo crecimiento, hambrunas de grandes partes de su población. Y tenían una ideología que decía que querían eso. Así que si te preguntas quién quería eso, no eran los chinos, que son naturalmente muy emprendedores. No fueron ellos. Fue la burocracia del partido. Xiaoping se volvió muy práctico. Miró alrededor del mundo y dijo: esto no nos está funcionando. Fue a Singapur y Lee Kuan Yew le dijo: “Mira lo que estamos haciendo. Y mira lo mal que lo hiciste”. Y empezó a copiar instituciones.
-Siempre se afirma que es algo muy malo para un país tener déficit. Pero en la Argentina, una parte del espectro político lo identifica…
-Yo no dije eso. ¿Sabés de dónde vino eso? A veces se repite algo como: “este país está en problemas porque el FMI lo dice”. ¿Por qué lo dice el FMI? ¿Por qué? El FMI fue creado por un par de personas. John Maynard Keynes fue uno de ellos. Keynes odiaba los déficits, ·estaba a favor del “inflation target”. Él era un defensor del nivel de precios y tenía una serie de formas para hacerlo que involucraban no tener déficits sistemáticos. Cuando las personas dicen que no les gustan los déficits, todo se remonta a eso.

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El inventor de nuevos desafíos para la mente que se convirtieron en virales
“Los juegos de ingenio te hacen mover las neuronas”, dice Rodolfo Kurchan, referente de estos pasatiempos a nivel mundial
Silvina Vitale
Rodolfo Kurchan, analista de sistemas, se dedica a crear juegos de ingenio y lógica
Rodolfo Kurchan divide sus días entre su trabajo en el local de numismática y filatelia de la calle Viamonte al 900, próximo a la 9 de Julio, y su pasión por los juegos de ingenio. Nacido en Buenos Aires, en 1971, de pequeño se sintió atraído por los números. Pero no fue hasta que tuvo doce años cuando un regalo le significó una revelación.
Recibió, entonces, un libro de Martin Gardner, a quien él mismo define como “un matemático y mago, considerado el mayor divulgador de los juegos de ingenio y matemática recreativa del mundo”. Kurchan confiesa que, de alguna manera, ese hallazgo marcó su recorrido posterior, sus páginas lo llevaron por un mundo que no le era ajeno y pronto se dio cuenta de que no solo era hábil para resolver este tipo de acertijos, sino también para crearlos.
Lleva escritos seis libros y más de diez mil acertijos resueltos, además organiza en forma anual el Festival del Ingenio, un encuentro que este año tuvo cita el 9 y 10 del mes último en Recoleta y que cada vez tiene más adeptos. Es una invitación para todas las personas a desplegar el intelecto y la creatividad a partir de acertijos matemáticos, juegos de estrategia, juegos de escape, rompecabezas, cubos mágicos y juegos de mesa.
Kurchan en el Festival de Ingenio, un encuentro de charlas y actividades matemáticas, juegos y rompecabezas
–¿Qué recordás de esa atracción por las matemáticas en tu infancia?
–Empecé con esto de los números desde muy chiquito. Siempre me gustaron los números, los juegos con ellos, las cuentas, no tanto los crucigramas. Recuerdo cuando me regalaron el libro de Martin Gardner, quien en ese momento tenía una columna sobre matemática recreativa en la revista Scientific American, una publicación muy prestigiosa en la que planteaba estos desafíos que la gente resolvía. Cuando leí los acertijos y todo lo que proponía Gardner en su libro dije: “Esto me encanta, esto va a ser lo mío”.
–¿Cómo llegaste a dedicarte a los juegos de ingenio?
–Mi padre tenía un negocio de filatelia y numismática y yo lo ayudaba. De adolescente estaba indeciso, no sabía si estudiar matemática o sistemas y, finalmente, me decidí y me recibí de analista de sistemas, lo que me ayudó a programar y resolver los acertijos. Hice algunos programas que le vendía a Ediciones De Mente, por ejemplo, recuerdo especialmente uno que apretando un botón se obtenía un acertijo para publicar. Pero después me quedé con el trabajo en el negocio familiar y me alejé de la programación que había estudiado, pero no de los acertijos y los juegos de ingenio.
–Lo que más te gustaba.
–Claro, en un momento, Jaime Poniachik, quien estaba al frente de la revista Juegos para Gente De Mente empezó a publicar mis acertijos y recuerdo que, por esos años, me mostró una publicación que era el Journal of Recreational Mathematics, una edición bastante prestigiosa que también tenía una sección de matemática recreativa. Empecé a mandar a esta publicación acertijos y cosas que se me ocurrían que me empezaron a publicar, entre ellas, las resoluciones de algunos juegos. Una en particular fue muy importante.
–¿Por qué?
–En esta revista, cuando no tenían solución para algún acertijo ponían un asterisco, lo que significaba que nadie había podido resolverlo y que no sabían si existía o no una solución. Esto había pasado con un cuadrado mágico que pedían construir con números y suma pandigital, es decir, donde cada dígito del 0 al 9 tenía que aparecer en cada número. Además, la suma de todas las filas, columnas y diagonales también tenía que ser un número pandigital. El cuadrado mágico más conocido es el de 3 x 3, en el que hay que colocar en cada casilla uno de los números del 1 al 9, estos sin repetir y en cada fila, columna y diagonal tienen que sumar 15.
–¿Y qué pedían en este caso?
–Ellos proponían encontrar un cuadrado mágico, ya sea de 3 x 3 o de 4 x 4, en el que cada número, en lugar de ser de una cifra, tenía que tener 10 cifras, con los números del 0 al 9, y que también el resultado fuera un número de 10 cifras que tuviera dicha numeración sin repeticiones.
–Nadie había encontrado la solución.
–Nadie. En ese momento tenía 18, estaba en la colimba, en el Servicio Militar Obligatorio, en 1989. Me acuerdo que estaba de guardia y empecé a probar soluciones para este problema. Probé, probé hasta que la encontré y la mandé. Después, la resolución salió publicada con mi nombre en la Recreational Mathematics Magazine y después en el libro Wonders of Numbers the Clifford Pickover, donde mencionaban mi apellido junto a la solución.
–Todo un éxito.
–Sí, es algo para lo que tengo facilidad y además me gustaban mucho ese tipo de juegos.
One Up, creación de Kurchan, en abril comenzó a publicarse en The New York Times y se hizo viral rápidamente
–¿Cómo llegaste a The New York Times?
–Es una historia larga. En 1992 participé del Primer Campeonato Mundial de Juegos de Ingenio organizado por Will Shortz, el editor de los crucigramas de The New York Times. Esa era su primera edición y Shortz pedía a las editoriales que armaran un equipo para asistir a Nueva York para participar. Poniachik armó el equipo de la Argentina y me llamó para que me sumara, en esa edición participaron 13 países. Ahí conocí a Shortz y recuerdo que nos fue muy bien, como equipo salimos subcampeones y yo salí en el quinto lugar a nivel mundial. Me quedó el contacto de Shortz y cada tanto le mandaba algunas de mis invenciones para tener su opinión. Siempre muy amablemente me contestaba “muchas gracias”, hasta que le mandé una variante del Sudoku, el Kriss Kross Sodoku, que es una combinación de este juego y un crucigrama, y le encantó. Finalmente, salió en la revista de The New York Times de los domingos, durante catorce semanas, unos tres meses aproximadamente, en la sección de acertijos. Esto fue el año pasado, realmen te algo increíble.
El hit viral
Los juegos de Kurchan también se publican en la revista norteamericana Games World Puzzles, que se vende por suscripción en forma mensual y tiene todo tipo de acertijos de lógica, de palabras y de crucigramas. Pero este año, el experto en ingenio creó un juego que se convirtió en un verdadero boom a nivel mundial. Se trata del One Up que, en abril, comenzó a publicarse también en The New York Times y se hizo viral rápidamente.
–¿De qué se trata One Up?
–Es un juego en el que tenés que ejercitar mucho la mente de forma divertida, cosa que no se hace hoy en día. Está libre para que todo el mundo pueda hacerlo. Es para cualquier edad, desde chicos hasta personas mayores.
–¿También se publicó en The New York Times?
–Sí, cuando se lo mandé a Shortz quedó fascinado, le mandé uno a principios de este año y enseguida quería publicarlo. Le mandé uno, lo hizo y me pidió otro. Eso es lo que tiene este juego, es un desafío que al resolverlo te genera una sensación placentera que hace que enseguida quieras hacer más. Se publicó desde abril en la revista dominical, como siempre es uno por semana a lo largo de 14 semanas. Pero también está disponible online y se publica uno al día en www.oneuppuzzle.com.
–¿Cuál fue la repercusión?
–Hoy es el hit, el One Up se hizo viral porque un especialista en Sudoku, Rangsk, que tiene cuenta de YouTube y de TikTok, los resuelve para sus seguidores. Empezó a resolver el One Up y se hizo fanático, los juega online en tiempo récord y la gente le hace comentarios. Uno de esos videos donde explica una de estas jugadas tiene más de medio millón de visitas, es una verdadera locura. Y no es que hice algún tipo de publicidad, sino que simplemente se viralizó.
–¿Por qué creés que se viralizó?
–Creo que, en estos tiempos, la gente invierte mucho tiempo en mirar reels en sus teléfonos y este tipo de juegos, por lo menos te ponen a pensar, desafían tu mente, además de que resolverlos te genera una gran satisfacción. Personalmente, siempre sentí que éramos pocos a los que realmente nos gustaban los juegos de este tipo, siempre pensé que lo mío, lo que me gustaba hacer, era para poquitos, incluso los crucigramas siempre fueron más populares que los acertijos, estos siempre tuvieron menos lugar en este tipo de publicaciones. Después me di cuenta de que no era tan así, por ejemplo, con los libros de matemática de Adrián Paenza, que fueron un éxito porque explicaban de forma didáctica y divertida. Él tomó acertijos divertidos para llegar al público y se volvió viral. Entonces pensé que no estaba tan errado, también tomé el ejemplo del Sudoku que, si bien a mí me parecía aburrido y le hice variantes, aparece en los diarios de todo el mundo y millones de personas lo resuelven a diario. Estas fueron señales que me hicieron pensar que lo que yo hacía podía llegar a ser popular.
–Y eso vino con el One Up.
–Sí, se produjo un verdadero boom. De hecho, la gente me dice que es divertido, fácil de jugar y que se engancha más que con otros juegos.
–¿Te resulta curioso que en esta época se viralice un juego que nos pone a pensar?
–En esta época de pantallas y de reels, los juegos de ingenio te hacen mover las neuronas. Y es importante agilizar la mente, de hecho, leí muchos artículos periodísticos que destacan los beneficios de actividades como hacer rompecabezas y todo este tipo de acertijos. Dicen que hace bien para nuestra mente, para la memoria, además de que llegar a una resolución provoca un bienestar. Estos juegos se convierten en un desafío y creo que por eso se vuelven un poco adictivos. La persona se plantea: “Tengo que hacer este desafío, ¿puedo o no puedo?”. Y cuando lo resolviste te provoca felicidad. Tiene un punto de comparación con el fútbol, es como cuando un jugador de fútbol hace un gol. En cambio, si no lo podés resolver te genera frustración e intentás una y otra vez hasta que lo sacás.
–Y te invade la alegría.
–Sí, es una sensación muy linda y lo que más me gusta es que no tenés que ser un físico o tener un master en Matemática para jugar al One Up, cualquier persona lo puede resolver. Me pasó de presenciar que quizás a alguien que tenía un título en matemática no le salía, pero venía un nene de ocho años y lo resolvía. Además, es muy simple de aprender, es desafío para las mentes de todas las edades.



–¿Cómo surgió el Festival del Ingenio?
–Es un festival que creó Poniachik en 2010 y que yo continué en 2011, luego de que él falleciera. El encuentro tuvo su 15° edición el mes pasado. Se trata de un festival que pone a prueba la mente y la creatividad para resolver problemas de lógica, acertijos matemáticos, juegos de escape, siempre desde lo lúdico. Además, se realizan charlas con distintos referentes que son muy concurridas. Es un espacio que tiene cada año más seguidores y un espíritu de comunidad: es una invitación para todas las personas, para que desafíen a sus mentes.
One up, un juego viral que requiere concentración
En la edición de este mes de Puzzle Mania de The New York Times se publicó el One Up y otros juegos creados por Kurchan. ¿Cómo se juega? Es un reto que requiere llenar las celdas vacías del tablero con un número.El tablero está compuesto por grupos de celdas horizontales y verticales delimitados con líneas gruesas.
En cada grupo hay que colocar los números desde el 1 hasta la cantidad de celdas, asegurándose de que no se repitan dentro del mismo.
Si un grupo tiene una sola celda hay que colocar el número 1; si tiene dos celdas, los números 1 y 2 en algún orden; si tiene tres celdas, los números 1, 2 y 3, en algún orden.
Se continúa ingresando números hasta completar el tablero.

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