
Neuquén
En el departamento de Aluminé, en Neuquén, comenzará a funcionar el primer hospital intercultural Ranguiñ Kien, donde se conjuga la medicina pública tradicional con la medicina mapuche y donde trabajarán juntos médicos científicos y curanderos tradicionales. Las comunidades que no practican la medicina occidental podrán contar con el apoyo de una ceremonia religiosa a pocos metros de su cama, o recibir las hierbas y brebajes de la tradición médica de su pueblo.

El primer hospital intercultural de la provincia estará en tierras de la comunidad Huenguihuel.
Este centro de salud, que será el segundo de Latinoamérica y el primero en el país, se construirá en Ruca Choroi y tendrá una superficie de 522 metros cuadrados. Es un trabajo en conjunto entre el equipo técnico del área de salud provincial y el equipo de salud rural del hospital Aluminé junto a las comunidades Mapuche Aigo y Huenguihuel, que se harán cargo de la mano de obra.
“Es el producto de 15 años de experiencia junto con estas comunidades Mapuches. En ese camino nos acercamos a una relación entre la biomedicina y la medicina mapuche. Cada una con su valor y sus técnicas. La idea es que se aprovechen ambas”, afirma Fabián Gancedo, médico del hospital de Aluminé encargado de la atención rural.
El primer paso fue el diseño del edificio, que se ubicará en tierras de la comunidad Huenguihuel. “Habrá un lugar para hacer fogones, para los curadores mapuches, los componedores de huesos, para los yerbateros, y un espacio ceremonial para el machi, la máxima figura de la ceremonia curativa mapuche”, comentó Fabian.
Un ejemplo explica el tipo de diferencias entre una y otra cultura. Con respecto a la orientación de las camas del hospital hacia el oeste: “El oeste, detrás de la cordillera, es el lugar al que el equivalente del espíritu nuestro en la cultura mapuche va luego de su paso por el mundo”, explicó el médico. Y agregó: “era algo que molestaba a los pacientes de las comunidades; era como si se los predispusiera para el final, la muerte”.
La apertura del hospital y la convivencia de las dos medicinas tiene como marco legal el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo: respecto al derecho que establece para los pueblos originarios de ser consultados para ajustar los parámetros de atención médica a sus tradiciones y cultura.
Gancedo planteó que un hospital de estas características también viene a ofrecer soluciones a la medicina tradicional, y afirma que “no tenemos alcance sobre muchos de los problemas de salud que afectan al pueblo mapuche porque como todo proceso de enfermedad está íntimamente relacionado a la cultura. La gente se enferma de lo que cree”.
Lorenzo Loncón es “werken” (mensajero) de la Confederación Mapuche Neuquina y lawentuchefe (persona especializada en plantas y su uso para la salud). Indica que “en Argentina no podemos hablar de machis (curandero shamán) porque después de la conquista del desierto se mataron muchos jefes y a estos guías espirituales. No sólo había machis si no también ampifes, gente que tenía visiones. Prácticamente los extinguieron.
Los machis con tan sólo ver a una persona ya saben cómo viene la cosa, son gente especialista, buscan el origen de la enfermedad. Cada persona mapuche tiene un newen (fuerza) de origen; puede ser un árbol, o una piedra, o una estrella. El machi entra en sintonía con toda esa organización circular de la naturaleza, por eso su rol es muy importante, no sólo ven lo físico sino todo lo espiritual, buscando el comienzo de la enfermedad ligado a tu origen y al territorio, por eso el pueblo mapuche está íntimamente ligado a éste.”
Lorenzo agrega que “La medicina mapuche sigue siendo oral, la forma más rápida de aprender es escuchando, oliendo las plantas y teniendo memoria de para qué sirven.”

Manzanilla: hierba medicinal
Sobre las diferencias entre la medicina occidental y la mapuche, Lorenzo aclara que “la concepción de la medicina occidental es separar todo, al hombre de la naturaleza, a la cultura de la naturaleza. Y para nosotros es una unidad. La medicina milenaria ha demostrado que si es natural es mucho mejor que una combinación química o sintética. Y además, si todas las culturas somos diferentes, también la medicina tiene que ser apropiada a cada cultura y tiene que haber disponibilidad. La naturaleza nos brinda eso: que sea algo que está cerca de la gente y que si vos la cuidás, la naturaleza te cuida a vos”.

Romero: hierba medicinal “La otra diferencia es que para nosotros la medicina es para compartirla, no es para tener un sistema de patentes y encarecer un producto. Nosotros si tenemos un saber y podemos ayudar a un vecino, aunque no sea mapuche, lo hacemos. Tenemos plantas para la fiebre que son infalibles, las tomás a la noche y al otro día ya podés ir a trabajar, a la universidad. Si vos tomás un fármaco, yo no conozco uno tan efectivo y rápido”, finaliza
N. M. H.
Ideas con atención plena: bajar un cambio para acelerar el proceso de innovación
La meditación, el mindfulness, entre otras técnicas, pueden ser una herramienta clave para identificar objetivos en medio del estrés general en el que vivimos y trabajamos
Arquímedes está estresado, preocupado, le cuesta dormir bien y a menudo siente que pierde el foco sobre lo importante. El gobierno de la Antigua Grecia anunció un sinceramiento de la tarifa de agua, que vuelve prohibitivos a los baños de inmersión. El mecanismo de Anticitera (conocido actualmente como "el iPad de Arquímedes") no funciona del todo bien, y los sirvientes reclaman mejoras en sus condiciones de esclavitud.

Un Arquímedes así de estresado probablemente se hubiera perdido su famoso "momento Eureka", por dos motivos. "Por un lado, sabemos que las soluciones creativas muy a menudo aparecen cuando luego de un tiempo de trabajar activamente en un problema, no la estamos buscando (en la ducha, cuando corremos, etcétera)", cuenta Nicolás Iglesias, un especialista en temas de meditación, productividad e innovación, "y por el otro, la toma de consciencia es muy importante en el descubrimiento creativo: si una persona (Arquímedes, por ejemplo) no tiene registro de lo que está pasando se «pierde » la oportunidad de contar la idea".
La vida de Iglesias dio un giro de 180 grados hace tres años. Luego de recibirse de licenciado en Administración trabajó varios años en multinacionales y luego fundó su propia agencia de marketing de celebridades, donde negoció contratos con Lionel Messi, Neymar, Maradona, Romario o las modelos de Victoria's Secret. Una tarde, en Río de Janeiro, mientras filmaba un comercial de shampoo para una marca y discutía con sus pares si la actriz contratada -estrella de una telenovela de O Globo- tenía el pelo lo suficientemente enrulado, decidió que quería hacer otra cosa. Su agencia pasó a manos del grupo Omnicom y él, en el año 2013, viajó a la costa Oeste de los Estados Unidos a entrenarse en psicología Gestalt y meditación budista.

"Pasé de enfocarme en el «hacer» a colaborar con el «ser»", cuenta Iglesias, que en la actualidad entrena la conciencia de distintos ejecutivos y emprendedores. "Hay dos conceptos claves para la creatividad, que son «insight» y «claridad». ¿Dónde se conecta esto con los beneficios de meditar? Una mente con un mayor campo de conciencia tiene más posibilidades de conectar con ambos estados: claridad en el pensar y conexión con el adentro (insight)", continúa.
Cada vez son más los creativos y emprendedores que descubren los beneficios de meditar para mejorar el proceso creativo. Parece una paradoja: bajar un cambio para acelerar la dinámica de innovación. Sin embargo no lo es: hay una creciente evidencia que vincula a los procesos de largo plazo con una mayor calidad en los resultados creativos, dice Andrés Hatum, profesor de la UTDT, quien vio esta relación muy patente en el trabajo de El Bulli, el restorán catalán de Ferrán Adriá, figura icónica de la creatividad global, al que Hatum estudió de cerca para un caso para la Harvard Business Review

A nivel mundial, la figura más famosa en el campo de la meditación y la creatividad es el director David Lynch, quien en su libro Atrapa al Pez Dorado hace el paralelismo entre peces e ideas de "agua profundas", que según el artista son las que valen la pena. Lynch hizo películas como Terciopelo Azul y series como la legendaria Twin Peaks, cuya segunda temporada está anunciada para 2017.
El dato es particularmente importante para la Argentina, un país que tiene el "récord de ansiedad" (según un trabajo de la agencia JWT) para América latina. "Somos un 70% agua, 30% ansiedad", tuiteó días atrás la cuenta de @ponysovietico.
Aunque aclara todo el tiempo que la disciplina que impulsa "no es una herramienta directa para la creatividad", María Noel Anchorena, psicóloga y directora de la Fundación Mindfulness y Salud sí cree que el emergente de la práctica de conciencia plena que promueve el mindfulness (una técnica desarrollada en el Massachusetts Hospital en base a la meditación budista) tiende a provocar un estado de menos reacción, más compasión, más paciencia y más tolerancia que puede resultar efectiva para enriquecer los procesos creativos.
En economía del comportamiento, uno de los sesgos más dañinos contra la innovación y la creatividad es el "efecto de salto a conclusiones" (jump to conclusions bias), que hace que se quiera implementar la primera idea que surge, para así pasar a otro ítem del orden del día. Por eso dominar la ansiedad es clave.

Hay una gran cantidad de investigaciones que buscaron encontrar la respuesta a la pregunta de si mindfulness y otros tipos de meditación tienen un efecto en la creatividad. Un estudio muy interesante al respecto fue llevado adelante por la psicóloga Lorenza Colzato de la Universidad Wassenaarseweg de Holanda, quien correlacionó dos tipos de meditación ("monitorización abierta" y de "atención focalizada") con los dos tipos de pensamiento creativo que fueron descriptos en su momento por Joy Paul Guilford: pensamiento divergente y pensamiento convergente. Según Colzato, en un paper titulado "Meditar para crear", el pensamiento divergente se vio incrementado en aquellos sujetos que practicaron meditación del tipo de monitorización abierta, es decir, prestar atención deliberadamente al flujo de eventos del momento presente (pensamiento, emociones, sensaciones físicas), sin focalizar en el contenido de esos eventos, manteniendo una actitud de no-juicio (aceptando que estos eventos ya están aquí).
"El pensamiento divergente se relaciona con la capacidad de encontrar múltiples soluciones a determinado. Es el pensamiento que naturalmente surge en sesiones de tormenta de ideas y requiere un soltar juicios o ideas preconcebidas para permitir el florecer de nuevas ocurrencias", explica Anchorena.
Por otro lado, la meditación de atención focalizada mostró una mejoría en el pensamiento convergente, es decir en el tipo de pensamiento creativo que surge cuando se debe encontrar una solución única para el problema a la mano. ¿Cómo afecta el estrés a nuestro pensamiento creativo? Según Anchorena, en el pensamiento creativo se requiere la posibilidad de abrir un espacio para suspender juicios automáticos, visiones cerradas o "en túnel" y ampliar la perspectiva para contemplar nuevas posibilidades y maneras de resolución de los problemas que no aparecen en la instancia reactiva propia del estrés.

"El estrés es una reacción intensa en nuestro organismo en la cual se focaliza la atención y se centran los recursos en la amenaza percibida reduciendo el campo de percepción a este punto con el objetivo especifico de la supervivencia", explica.
Si hay muy poco tiempo en la agenda laboral y familiar para empezar con este tipo de prácticas, Iglesias sugiere un esquema de "tres primeros pasos" para iniciar el camino: "Apagar teléfono e Internet en bloques de media hora dos veces al día; destinar dos minutos por hora a ingerir la mayor cantidad de líquido posible con plena conciencia de esa acción y tomar nota mental de un momento de mucha felicidad durante el día para recordarlo antes de ir a dormir". Si hay algún lector con poderes sobrenaturales para contactarse con el espíritu de Arquímedes, que le avise de estas recomendaciones para bajar el estrés.
S. C.
Cruce de los Andes para enmarcar: una aventura de dos pintores amigos
El argentino Carlos Gómez Centurión y el holandés Pat Andrea recrearán la ruta de San Martín en una travesía pictórica para un documental que empieza a rodarse el mes que viene
Gómez Centurión y Andrea en pleno trabajo de campo
El pintor holandés Pat Andrea y el artista argentino Carlos Gómez Centurión son amigos y se admiran mutuamente. En 2014, hicieron juntos un viaje exploratorio al Aconcagua que les dio la certeza de que eran grandes compañeros de aventuras. Tras pasar por caminos peligrosos y cuestas en zig zag donde caballos y mulas corren riesgo de caerse, pintaron sobre enormes telas que trasladaron y amarraron con un sistema de tensores diseñado especialmente para que el viento no las derribe. A aquella odisea llevaron bastidores de aluminio livianos y desarmables que caben en las albardas de las mulas cargueras.
Ahora llegó el momento de que ese trabajo de campo, potenciado con dos años de planificación, vea sus frutos: a principios de octubre comenzará el rodaje de Epica, un documental sobre el próximo viaje que harán a la cordillera de los Andes, por la ruta que siguió el general José de San Martín en la campaña libertadora.
Una expedición artística.En homenaje a los 200 años del cruce del ejército Libertador, este largometraje documental, dirigido por Ciro Novelli, se filmará en Grand Bourg y Boulogne-sur-Mer (sitios donde vivió San Martín), en el atelier parisino de Pat Andrea, y en la cordillera. Este es el tercer documental de Novelli, que trabajó en canal(a), y cuya película Tinto de verano es finalista de los premios Raymundo Gleyzer 2016. El camarógrafo y director de fotografía es Gustavo Muñoz Lorenzo, coautor junto a Julio Luqui-Lagleyze, un especialista en historia militar del Instituto Sanmartiniano, del libro 200 años. La ruta de la Libertad. Epica, un proyecto independiente de Curandero Films con financiamiento del Incaa, se estrenará en salas comerciales y en los espacios Incaa del país.
Con el objetivo de crear en contacto con la naturaleza, Carlos Gómez Centurión ya hizo expediciones al cerro Mercedario, a las yungas jujeñas, al cerro Fitz Roy y al glaciar Viedma, entre otros sitios. Para enriquecer la experiencia, sumó a un ingeniero en minas, un geólogo y un poeta. "Para ir a la montaña, es clave invitar a gente con egos moderados, si no es imposible soportar la adversidad por mucho tiempo", asegura.
Los artistas esperan con expectativa el rodaje mientras estudian el guión que al tiempo contempla mucha improvisación. Desde París, Pat Andrea no duda: "Argentina es mi segunda patria". Y agrega: "Por mi educación clásica, siempre fui admirador de Aníbal de Cartago, que con un ejército con elefantes cruzó los Pirineos y los Alpes. Cuando viajé a América latina descubrí a otro hombre que hizo algo inimaginable. Para mí, hacer el camino sanmartiniano es conmovedor: es el sueño del chico adulto que soy, que admira a su héroe".
"El viaje es muy dificultoso. No hay caminos, vamos siguiendo huellas, en fila india", cuenta Gómez Centurión. Guiados por baquianos, van en mula y en caballo de cinco a once horas por día. Los baquianos se ocupan de elegir los sitios para acampar y de palear la nieve de los caminos para que las mulas no se resbalen.

En condiciones tan adversas, es inusual pintar en gran tamaño (telas de más de tres metros de lado). "El viento es terrible: el cuadro vive, protesta, a veces hay que esperar para poder pintar", comenta risueño Pat Andrea. Hay que sumar la velocidad con que se seca la pintura por el clima. Imposible demorarse.
En el viaje exploratorio, los artistas durmieron en bolsas para alta montaña a la intemperie. "Ese cielo estrellado es una presencia estremecedora", cuenta Gómez Centurión, quien participará en 2017 junto a Bastón Díaz, Hernán Dompé, Juan Lecuona y Osvaldo Monzo en una gran muestra por museos de nuestro país y en Chile.
Las pinturas de Gómez Centurión condensan lo orgánico en constante transformación. La fascinación por el entorno es tan fuerte que Pat Andrea pinta paisajes realistas, una temática que difiere de las que suele abordar en sus obras.
El documental integra la crónica de viaje y la experiencia de los artistas -ahora devenidos personajes centrales- en la Cordillera, la magnificencia del paisaje y nuestra historia. Para capturar el paisaje y el trayecto, se usarán drones y cámaras portátiles en los caballos.
Con el equipo de producción, un grupo de baquianos y un médico (en total 18 personas) recorrerán 90 kilómetros, con medio centenar de mulas y caballos. No llevan agua ni leña. Como hizo el ejército, pararán en lugares donde puedan tomar agua de vertientes o de ríos. Un cocinero preparará un menú basado en las provisiones (charqui, granos, papa, etc.) que llevó el ejército de San Martín.
Transportarán tubos de oxígeno y medicinas. Uno de los mayores peligros es el apunamiento (también llamado mal de montaña), que se manifiesta a grandes alturas por la disminución de la presión atmosférica. Un dato es revelador: durante el cruce de los Andes, por las heladas y el mal de montaña hubo más bajas que en la batalla de Chacabuco.
En el viaje exploratorio, los artistas fueron en silencio absoluto para evitar apunarse: "Es un momento de ensimismamiento y reflexión", comenta Gómez Centurión. "Es una experiencia trascendental, en esa soledad absoluta siento que soy el primer hombre, cambia la percepción del tiempo", señala Pat Andrea. En el camino, recuerdan los artistas, hay un mundo mineral de ocres y verdes fabulosos, cóndores, guanacos y algunos pájaros. "Es como un viaje iniciático en el que se cortan amarras con la cuidad, todo ese paisaje se va metiendo en el alma, se ve la naturaleza en estado puro, no hay rastros humanos: al llegar, soy otro, pinto de otra manera", afirma Gómez Centurión.
Si los pintores del romanticismo nórdico creaban en absoluta soledad ante paisajes deslumbrantes, hipnotizados por la atracción del abismo, ahora Pat Andrea y Gómez Centurión retoman esa tradición, pero sumando la compañía en ese encuentro con la inmensidad. "Es un sueño fantástico que provocamos nosotros mismos -señala Pat Andrea-. En Francia tenemos montañas maravillosas, pero la presencia del hombre se siente hasta en los Alpes. Ningún lugar es desértico. En Argentina, el mensaje de esa naturaleza imponente es: Cuidado, a pesar de todo, estás solo."
Un viaje de película
Gómez Centurión y Andrea partirán el 5 de diciembre de Barreal (San Juan). Luego pasarán por Manantiales, Paso de los Patos, Cuesta del Espinacito, Valle de los Patos Sur y Valle Hermoso, entre otros (son mojones o nombres en el camino). Siguen hasta Laguna Escondida, donde pintarán. Regresan el 17 o el 19 (de acuerdo a las condiciones climáticas)
La película se estrenará en marzo de 2017
Harán casi todo el trayecto de la ruta que siguió el general San Martín: mientras que el prócer desde Valle Hermoso cruzó a Chile, los artistas irán hasta Laguna Escondida (Argentina)
M. O.
Incidentes en el fútbol (1916)
Para los festejos por el Centenario de la Independencia argentina, en 1916 se jugó un Torneo Sudamericano donde participaron Chile, Uruguay, Brasil y la Argentina (país anfitrión). A la final llegaron la Argentina y Uruguay. Pero lo que ocurrió en la tarde del domingo 16 de julio de 1916 llenó más espacios en los periódicos de lo que hubiera ocupado la crónica del partido.
El clásico del Río de la Plata se jugaría en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) de Palermo, considerado el mejor de Sudamérica.Cuando compitieron chilenos y uruguayos.

El partido comenzaba a las 14:30, pero una gran cantidad de espectadores comenzó a acercarse a Palermo antes del mediodía. La compra de entradas se efectuaba en las boleterías del club y según la crónica periodística, “la gente se apretujó en torno de ellas a partir de las 12:30 en una lucha a codazo limpio para llegar hasta las ventanillas”. Las colas eran inmensas y la concurrencia superaba la capacidad de las tribunas que era de 20.000 espectadores. El público era controlado por once efectivos policiales designados.
“A la 1:10 hubo varios millares que optaron por renunciar a la lucha frente a las boleterías y arremetieron, en cambio, contra los guardianes de las puertas de acceso”, escribió un cronista. Se llevaron puesto a un policía y su caballo, los dos primeros heridos de la jornada. “Una multitud se desparramó por la tribuna oficial, trepando en tropel a las gradas y ocupando los sitios disponibles en los palcos, que a esa hora estaban en su casi totalidad ocupados por familias. Estas pasaron, por cierto, un instante poco agradable”.
Como la cantidad de publico superaba por mucho la capacidad de las tribunas, la propia cancha quedó colmada de gente. Cuando salieron los equipos a disputar el partido y vieron lo que ocurría, regresaron a los vestuarios. Ya se habían cambiado cuando se resolvió que se jugaría el partido, pero no sería el definitorio del torneo, sino un amistoso. Volvieron a cambiarse, salieron a la cancha y ayudaron a la policía en la tarea de sacar a la gente. Los intrusos se ubicaron en un costado, a medio metro de las líneas laterales.

Carlos Fanta, el árbitro chileno, dio comienzo al partido a las 3:30. Antes de los dos minutos se realizó el primer lateral. Con la gente encima, el jugador uruguayo intentó hacer el saque, pero otra vez el campo de juego se vio desbordado y los futbolistas, resignados, se retiraron al vestuario.
Era imposible intentar llevar adelante el partido. Y se desató la furia. Un testigo de los hechos escribió: “Algunos de los manifestantes más audaces se dirigieron a los dos arcos y los arrancaron”. La redes también fueron quitadas. Uno de los arcos fue llevado, como trofeo, delante del palco oficial en donde los directivos de los equipos sudamericanos y el resto de los invitados se mantenían petrificados por el miedo. Incendiaron una de las redes. También, la tribuna popular de madera que daba al río y se prendió fuego.
Los bomberos recién lograron apagar los incendios a las diez de la noche. De las tres tribunas populares no quedó nada. El palco oficial se salvó. Hubo cuatro detenidos. El lunes 17 se jugó el partido final en la cancha de Racing de Avellaneda. Empataron sin goles y Uruguay retuvo el título. Esa vez se vendieron una cantidad específica de entradas y no bien pareció que las tribunas ya estaban bastante llenas, se suspendió la venta.
Cabe preguntarse qué clase de milagro obró para que hubiera apenas contusos en medio de un incendio que tenía 30.000 potenciales víctimas. Sin dudas, la Mano de Dios –mucho menos espectacular, pero a la vez, mucho más admirable– existió setenta años antes del gol a los ingleses.
D. B.
El presidente Arturo Umberto Illia (a quien vemos saliendo del Congreso el día de la asunción, 12 de octubre de 1963) se quedaba a dormir en la Casa Rosada, de lunes a viernes. Por ese motivo, para despejarse un poco y cambiar de aire, solía salir a caminar a la noche con Eduardo Pompilio, mozo de presidencial, quien narró una curiosa anécdota,
Luego de comer —Illia siempre lo hacía temprano—, tomó con la punta de sus dedos la manga del saco de Pompilio. Esa era su manera de manifestar que llegaba la hora de partir al paseo nocturno. El presidente anunció: “Vamos a ir al cine Avenida. Me dijeron que están dando una película de cowboys que es una maravilla. ¡Dicen que hay como cinco tiros por minuto!”. (Illia, agregamos, tenía predilección por las de cowboys). Cruzaron la Plaza de Mayo y caminaron todas las cuadras de Avenida de Mayo, ya que el cine estaba en la otra punta, casi llegando a la calle Luis Sáenz Peña. Esas dos siluetas tenían algo quijotesco: Illia era flaco y Pompilio “bastante gordito”, según su propia y sincera descripción.
Al cine entraron tarde: ya había empezado. En la oscuridad, el presidente se tropezó con la primera butaca. El mozo cayó sentado en otra. Demasiado ruido. Recibieron chistidos y reprobaciones del público. Para no reincidir, se quedaron sentados ahí, en la última fila. Cuando terminó la vista y se encendieron las luces, dos o tres que salían apurados lo reconocieron. Resultó que el molesto era nada menos que el Presidente de la Nación. En segundos, todo el cine lo aplaudía. Con un gesto simpático respondió a los saludos. La noche había comenzado con abucheos, pero terminó con aplausos.
En Razones públicas (Katz),Andrés Rosler ensaya un análisis del republicanismo que aplica al PJ, a Cambiemos y al kirchnerismo
"Si usted está en contra de la dominación, no tolera la corrupción, desconfía de la unanimidad y de la apatía cívicas, piensa que la ley está por encima incluso de los líderes más encumbrados, se preocupa por su patria mas no soporta el chauvinismo, y cree que el cesarismo es el enemigo natural de la república, entonces usted es republicano, aunque usted no lo sepa", escribe Andrés Rosler, a modo de diagnóstico clínico, en las primeras líneas de Razones públicas. Seis conceptos básicos sobre la república (Katz Editores).

El libro, de reciente aparición, traza un retrato histórico y conceptual del republicanismo y propone los ingredientes indispensables para una receta republicana: la libertad como no dominación, la virtud como soporte de la participación cívica, el debate como elemento constitutivo de la política, la ley como la otra cara de la libertad y la patria como el espacio particularista e institucional de la república.
Razones públicas realiza una defensa muy crítica y nada autocomplaciente del republicanismo. "A pesar de los defectos sigue siendo una teoría política atractiva y de la cual es difícil distanciarse. Por eso tiene tan buenas relaciones públicas o tanto éxito. El que defiende una teoría política tiene que ser muy consciente de sus problemas, de sus defectos", dice.
Esa definición le permite al autor -abogado, politólogo, doctor en Derecho por la Universidad de Oxford e investigador del Conicet- pasar por el tamiz republicano al kirchnerismo, a Cambiemos y al peronismo, siempre elusivo para las clasificaciones.
Así, en diálogo con la nacion, Rosler reconoce que el kirchnerismo, al que describe como populista y cesarista -contracara del republicanismo- fue un aliciente político y psicológico para la escritura del libro, que nació de una propuesta del editor, Alejandro Katz. "Pero es un libro que habla de republicanismo no importa quién gobierne y debe ser usado como estándar para ver qué tan republicano es un gobierno. Así que ésta es una gran oportunidad para ver si el sayo ahora le cabe al macrismo", agrega.
Para Rosler, si se le hubiera hecho un análisis al régimen político del kirchnerismo, "no le hubiera dado un alto coeficiente republicano", dado que "al populismo la virtud no le preocupa". Lo explica: "El populismo cree que la libertad como no dominación no es un problema clave. Y que la discusión por la virtud es un lujo que se dan quienes tienen ingresos asegurados. Y es obvio que cuanto más se sabe de lo que pasó sobre el desvío de fondos públicos y la corrupción en esos gobiernos más evidente es que no se trata de una discusión meramente académica sino que eso afecta el bienestar de las personas. Cada centavo que no terminó yendo a su destino público se puede medir en cómo afectó el bienestar de la gente".
Aunque el kirchnerismo solía jactarse de haber promovido el debate y la multiplicación de voces, una característica del republicanismo, Rosler señala que ese hincapié en la importancia del conflicto era en principio extraña. "Era una preocupación rara, porque apenas alguien entraba en conflicto con algún kirchnerista, rápidamente se convertía en un representante del ?antipueblo' o una figura demoníaca; con lo cual el debate no le preocupaba. En todo caso a los kirchneristas les preocupa el debate de quienes piensan lo mismo que ellos y eso no es un debate. Además, la sanción de las leyes durante el kirchnerismo se caracterizó por la inexistencia de discusión. Para el republicanismo el debate es clave, porque cree que la discusión en el Congreso y en otras instancias permite que estemos más cerca de la verdad que de otro modo. Es una teoría de la democracia deliberativa, pero sobre la cual el republicanismo ya habla hace mucho tiempo", afirma.
En ese escenario, para Rosler, el kirchnerismo entendía por ley la imposición de la decisión tomada. "Llevar al Congreso un proyecto para que no se le pueda tocar una coma formalmente es legal, pero no asegura que esa decisión sea constitucional. Por momentos daba la impresión de que la idea era que si la ley satisfizo todos los requisitos, entonces no había nada más que hablar. La defensa de la democracia es un aporte republicano pero, además, hace hincapié en que una decisión puede contar con una mayoría de votos y no por eso ser constitucional", señala. "Evocar permanentemente la patria es una característica del populismo. La patria republicana es consciente de que siempre en cuestiones políticas es atendible que haya una posición diferente."

Sin nombres propios
Mirando ahora al gobierno de Cambiemos, Rosler introduce algunos matices. "Con Cambiemos sube el coeficiente en sangre de republicanismo", dice, aunque deja una advertencia: "Pero si uno habla de ?macrismo' el coeficiente baja, porque todo discurso que sea designado con el nombre o apellido de una persona y agregándole el sufijo ?ismo' es muy sospechoso. Un republicanismo estricto no puede ser designado con el nombre de alguien", dice.
En ese marco, la presencia de la Coalición Cívica, como integrante de la alianza Cambiemos, mejora los estándares republicanos del gobierno. "El problema quizás es que su gran representante, que es Elisa Carrió, también ha caído en actos personalistas y tiende a confundir la república con ella, a veces de modo grotesco. Reconozco que si hay alguien en este país que es fácil identificar con el republicanismo es Carrió, pero ella misma a veces se excede en su personalismo republicano, que de hecho es una expresión contradictoria. El radicalismo también mejora los estándares republicanos", destaca.
Si todo discurso que sea designado con el nombre o apellido de una persona y al que se le agrega el sufijo "ismo" lo aleja de toda aspiración republicana, la gran familia peronista está complicada: el duhaldismo, el kirchnerismo, el massismo. Rosler coincide, aunque señala que "ni siquiera la Constitución del año 49 eliminó la forma republicana de gobierno, lo que también habla del éxito de relaciones públicas del republicanismo".
Un partido más
Cuando mira el peronismo con esta lente, Rosler señala el personalismo de este movimiento político como clave para analizar si un posible proceso de renovación acercaría el peronismo a las filas republicanas.
"Si la persona del líder (sea Massa, Urtubey u otro) se interesara por el republicanismo, da la impresión de que nada impediría que el peronismo se alejara del populismo y se ?republicanizara'. Sin embargo, dado que el peronismo no es sólo un partido, sino también un verdadero régimen (lo mismo se aplica al republicanismo), un ?peronismo republicano sería peronista -o republicano para el caso- sólo de nombre. La pregunta es entonces por qué los líderes peronistas estarían dispuestos a transformar al peronismo en un partido más, subordinado al régimen republicano, sin caer en la tentación de adaptar el régimen a los líderes", señala.
-¿Y usted qué cree?
-Quizás el mercado político-electoral exija algo parecido. El peronismo perdió las últimas elecciones en parte debido a que se presentó dividido. Quizás su propia capacidad de adaptarse al medio ambiente político transforme el peronismo en un partido más. Pero entonces, incluso suponiendo cierta ?republicanización' del peronismo, todo dependerá de que el mercado electoral mantenga su nivel de exigencia. Por otra parte, no podemos descuidar que una parte considerable del voto peronista proviene de amplios sectores marginados de la población, lo cual explica cierta retroalimentación entre el peronismo y la marginación, una retroalimentación bastante razonable si tenemos en cuenta que la oferta electoral no peronista no suele ser muy atractiva que digamos. Una reducción genuina de la pobreza podría entonces afectar el caudal electoral ?cautivo' del peronismo, lo cual podría contribuir a su vez a la republicanización del peronismo. Dicho sea de paso, el mero hecho de que alguien vote en contra del peronismo no lo convierte necesariamente en republicano. En todo caso, quizás sea necesario -al menos hasta tanto se ?republicanice' el peronismo-, pero está bastante lejos de ser suficiente.
A la luz de estas ideas, uno de los principales escollos que Rosler ve en la Argentina para llegar a ser una república en los hechos es que "no hay tradición, ni una cultura del Poder Judicial independiente". "Si los presidentes tuvieran que rendir cuentas al momento en que se descubre algo y la ciudadanía no tuviera que esperar que los vaivenes de la política hagan que ese presidente pierda poder para que los jueces, diez años más tarde, pongan en movimiento las causas, sería un enorme paso adelante -dice-. A la justicia federal en el mundo llegan los mejores abogados. Acá, a los tribunales federales por lo general llegan los abogados mejor conectados."
Rosler no se define como macrista, pero dice percibir un cambio que encuentra positivo: "Creo que el gobierno no está interfiriendo con los jueces como antes. Por supuesto, tampoco es suficiente que los jueces tengan libertad: tienen que ser probos, capaces, apropiados, pero que se les dé libertad de movimiento es un paso adelante. El gobierno los está dejando en libertad de movimiento, quizás a su propio riesgo".

Verónica Boyd, maestra del colegio privado de mujeres Santa Inés, de San Isidro, recibió un anillo por sus 20 años como docente en una de las pocas instituciones que no son mixtas. Desde hace un mes, Celina Bermejo se las arregla, como puede, para dar sus clases de Lengua en un laboratorio porque un incendio intencional destrozó el aula. Mariano Fouiller se las ingenia para enseñar robótica en una escuela privada. Marcelo Benítez da clases en una localidad de frontera en Misiones, donde los vecinos a veces lo llaman hasta para que dirima dónde termina un campo y empieza otro.
Estas cuatro historias muestran que además de su rol institucional, cada vez más los docentes deben atender realidades educativas y sociales diversas y, en algunos casos, complejas.
La tarea se vuelve mucho más difícil en un contexto atravesado por paros para reclamar mejoras salariales, menor interés de los jóvenes por estudiar la carrera docente y estadísticas que indican, por ejemplo, que la mitad de los alumnos no logra terminar el secundario en el tiempo programado.
"El sistema argentino consolida la desigualdad. Porque la conclusión de los estudios secundarios está vinculada al nivel socioeconómico. Las familias que tienen ingresos bajos son las primeras castigadas por la deserción", señala el director del Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, Alieto Guadagni. El especialista indica que de cada 100 chicos que ingresan a primer grado en una escuela privada, 70 egresan en los tiempos esperados. Mientras que en las públicas sólo lo logran 27.
Guadagni afirma que para revertir esta situación hay que comenzar por lo elemental: "Garantizar 180 días de clase. Y eso que el calendario escolar argentino es uno de los más cortos del mundo. Son 720 horas al año contra, por ejemplo, 1100 en Chile".
"La escuela no se adapta a la necesidad de contener a todos los sectores sociales y compensar a aquellos chicos que vienen con un déficit de instrucción. Debería tener políticas de nivelación para retener a todos los alumnos", considera la doctora en Pedagogía y ex directora general de Cultura y Educación de la provincia, Adriana Puiggrós. Y sugiere: "Los docentes deben tener un cargo único en una escuela. No pueden ir de una escuela a otra".
Sin muchas estadísticas nacionales representativas y sostenidas en el tiempo, el especialista en educación y director del Centro de Estudio de Políticas Públicas, Gustavo Iaies señala que los números del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) muestran "que de 2000 a 2013, la Argentina está más o menos en el mismo lugar".
El experto considera que el principal punto a resolver es el de jerarquizar y darle poder al docente: "Eso requiere una escuela contracultural, donde docentes y directivos puedan armar un proyecto y definir condiciones para enseñar. Hay que trabajar para que la sociedad vuelva a darles el poder a los maestros y directores. Porque lo mejor que le puede pasar a los chicos es recuperar al maestro que enseña, educa y guía".
Para garantizar los días de clases, extender la jornada completa y sumar maestros niveladores hacen falta docentes. Sin embargo es una profesión en retroceso. En la ciudad, en 10 años bajó un 25 % la cantidad de maestros que egresa de los profesorados y ya hay 300 cursos sin clases por falta de profesionales. El retroceso se debe, entre otras razones, a que es una carrera que demanda un promedio de seis años y medio y no ofrece las mismas oportunidades salariales que una universitaria.
"En la Capital faltan docentes, es cierto. Pero en el resto del país, no. Sin embargo, muchos maestros toman otros trabajos, mejores remunerados. Por eso, creemos que lo que hace falta es mayor financiamiento, una ley que lleve la inversión educativa del 6 % al 10 % del PBI. No puede ocurrir que un docente deba tomar hasta tres turnos en primaria o seis escuelas en secundaria para conformar su sueldo", apunta Sonia Alesso, secretaria general adjunta de Ctera.
¿Qué haría Domingo Faustino Sarmiento ante el panorama que presentan algunos especialistas? El profesor Rodolfo Giunta, a cargo del área de Historia Cultural Urbana del Museo Histórico Sarmiento, acepta el desafío que implica un ejercicio poco usual entre los historiadores: "Hoy la escuela tiene un doble rol: uno académico y otro asistencial. Lo primero que haría Sarmiento sería restablecer el rol académico. Y para eso antes habría que sanear la situación nutricional para poder llevar a la escuela al plano que le corresponde que es el de formar al alumno. En segundo lugar, Sarmiento jerarquizaría el rol del docente con una formación actualizada, mayor capacitación y una retribución salarial que implique un reconocimiento social".
Celina Bermejo: enseñar en una escuela vandalizada

Dos personas marcaron la vocación docente de Celina Bermejo. Primero, la impulsó su madre, una profesora de matemáticas que eligió dar clases particulares para estar cerca de ella y su hermana. "¿8 por 7?", las sorprendía en la fila de un supermercado. "Capitales de países", soltaba en una sobremesa.
Cuando cumplió 15 años, un profesor joven la enamoró de la materia Lengua y literatura. La hizo leer a Cortázar y Quiroga. Así, se volvió adicta a las palabras. Cuando terminó el secundario, ingresó en el profesorado de Lengua y Literatura. Y en 2004, comenzó a trabajar como profesora en el colegio Esteban Echeverría de Hurlingham, la primera secundaria pública del partido donde nació y vive con su esposo y sus dos hijos, de 8 y 10 años.
"A veces entran y roban. A veces entran y rompen. A veces entran y grafitean. A veces entran y queman." Así explica la vulnerabilidad de la escuela. El 11 de agosto pasado llegó para dar clases y había un patrullero en la puerta. No se imaginó lo peor, sino lo de siempre: "Me di cuenta que habían vuelto a entrar. Otra vez el vandalismo". Dice que debe ser la décima vez desde que ella es profesora. Además de la sala de profesores y el quiosco de la cooperadora, habían quemado el salón de 2° año donde da clases. A Celina le duele. Son heridas que tardan en cicatrizar. Más en los chicos. La mayoría proviene de familias en situación de vulnerabilidad social.
Hasta que no refaccionen el aula, debe dar clases en la biblioteca y el olor a quemado "es espantoso". A veces, se mudan al laboratorio y trabajan entre tubos de ensayo y bateas. Dice que lo más terrible para los 21 alumnos de su curso es ese deambular y "no tener un lugar propio". Apenas señala que son 21, se corrige y cuenta que tres abandonaron. No dice que haya sido el incendio. Lo más probable es que la causa se deba a los problemas en los hogares.
Por estos días, leen Prohibido suicidarse en primavera. Una obra de Alejandro Casona que, según Celina, "ayuda a reflexionar sobre la tristeza y cómo salir adelante en un tono risueño". A sus 36 años, está segura de que "muchos descubren que disfrutan de la lectura", "entienden que lo que hacen en clase los ayudará a vivir mejor" y que "pensar los hará vivir con mayor libertad".
Marcelo Benítez: ser referente en un paraje rural

A Marcelo Benítez lo mortifica un caso que no puede resolver: los cinco hijos de una madre soltera no van a la escuela. Son los únicos del paraje El Progreso que están en edad escolar y no estudian. Viven a unos siete kilómetros de la primaria pública N° 634 de Misiones y pese a que la visitó varias veces, la mujer no quiere mandarlos.
Benítez, de 45 años, es el director de esa escuela rural levantada a 1500 metros del río Uruguay, en la frontera con Brasil. Es eso y mucho más: es maestro de grado de los talleres de electricidad y huerta, mediador de vecinos y un trabajador social ad hoc. "Soy el líder de una comunidad de 500 familias campesinas". Lo dice sin pretensión de jactarse. Es lo que le tocó. Sin embargo, algo de eso eligió cuando en 2000 aceptó hacerse cargo de la dirección de la escuela, que acababan de construir gendarmes del cuartel de la ciudad cabecera de Colonia Aurora con dinero donado por la Asociación de Clubes Argentinos de Servicio y en un terreno cedido por un vecino. "Acá el maestro sigue siendo la máxima autoridad y la escuela es el centro de todo. A veces hago de juez para dirimir dónde termina un campo y empieza el del vecino. O converso con la familia de una chica que se enamoró y quiere irse de la casa. Si no intervengo o no me vienen a ver a mí, ¿a quién recurrirían? No hay juez ni destacamento policial", explica. Y agrega: "Conmigo, somos nueve los maestros. Era la salida laboral que teníamos los que vivíamos en Colonia Guaraní, cerca de Oberá".
La escuela de El Progreso está a tres horas y media en auto desde Posadas. Ahí estudian 85 chicos de un territorio de 10 kilómetros a la redonda, la mayoría son hijos de brasileños que se establecieron en la zona para cultivar tabaco. "Son tantos los inmigrantes que tuve que aprender portugués para dar clases y que me entiendan", cuenta.
En la escuela, los chicos desayunan, almuerzan y meriendan. "El edificio está bien, tenemos útiles y todo lo necesario para dar clases. Pero los principales problemas son dos: hay chicos, los hijos de los peones que trabajan por día, que comen poco y están muy bajos de peso; y otros, algunos de los que desde muy chicos trabajan con el tabaco, tienen un retraso en el aprendizaje. Creemos que es por los pesticidas que usan en el campo", escribe.
Mariano Fouiller: ayudar a pensar desde la tecnología

Mariano Fouiller es profesor del secundario de la ORT y se recibió de Técnico Superior en Electrónica. Aunque tiene otros tres títulos compartidos con sus alumnos. Los robots fabricados en el colegio son campeones nacionales en la categoría Carreras y Mini Sumo de la Liga Nacional de Robótica y ganadores de Manejo en el RoboTraffic que se hizo en Israel. Los alumnos que él supervisó desarrollaron varios robots. Uno de esos fue el que recorrió más rápido una distancia valiéndose de su inteligencia artificial. Otro fue tan fuerte como para sacar de un área delimitada a todo robot que le hiciera frente. Y el tercero, un auto autónomo, fue el que mejor se desenvolvió en una ciudad en miniatura. Fouiller dice que lo relevante no es ganar, que lo más importante es que hayan experimentado con la programación y la física mecánica.
A sus 33 años, suma 11 de docencia, un tiempo suficiente para que este año fuera nombrado jefe del Departamento de Electrónica del ORT, una escuela de 6000 alumnos que, entre sus especializaciones, ofrece la de Electrónica.
Fouiller está a cargo del "Proyecto final", una asignatura anual en la que los chicos de 6° año deben elaborar su trabajo, por decirlo de alguna manera, consagratorio. Trabajan en un ebook que permite la lectura en braille, una app para personas con movilidad reducida y en un sistema de riego automatizado para una escuela entrerriana.
El curso de Fouiller es un desorden planificado. Chicos en el piso desarmando un robot, otros trabajando sobre una pierna hecha en una impresora 3D y tres mirando un tutorial en Youtube. "No es necesario que miren al frente. En el aula pasan muchas cosas en simultáneo", explica.
Skype, Street View, Prezi o Tinkercard son algunos de los programas que usan para consultar a un especialista en otro país, comprender el entorno de una nación que no conocen, preparar una presentación dinámica de un proyecto o diseñar una pieza robótica. "Lo importante no es la herramienta, sino la capacidad para buscar una solución determinada a través de ella. Porque hoy son esos programas y cuando egresen serán otros", explica. Y cuenta que da cursos y talleres para docentes que quieren innovar en sus clases.
Verónica Boyd: educar en un ámbito femenino

Verónica Boyd es maestra. No sabe por qué lo decidió. Pero cuenta que tiene tres hermanas mayores que eligieron la profesión. Cree que ese antecedente pudo haberla influido. Y recuerda que cuando era chica, una de sus hermanas la sentaba en el patio de su casa de Martínez frente a un pizarrón para jugar a la maestra. Ahora, a sus 45 años, en el colegio Santa Inés, de San Isidro, le dieron el anillo de plata con el escudo de esa escuela católica en la que estudian únicamente mujeres, para celebrar sus dos décadas como maestra.
Le parece lógico jubilarse en ese rol, en ese colegio, a los 60 años. Para entonces habrá sumando un reloj, que no recuerda si lo regalan a los 25 o a los 30 años. "Te juro que todas las mañanas me levanto contenta de ir a trabajar. El colegio es muy familiar. Sino, no mandaría a mi hija". Al principio, a la clase le ponía el cuerpo: trataba de ser creativa todo el tiempo, inventar juegos e innovar con trucos de magia. Pero, cuenta, que la experiencia le indicó que es mejor poner el corazón: "Los nenas necesitan que las comprendan. Son muy sensibles. Con ese vínculo, el aprendizaje es más sencillo". Así, se refiere a sus 28 alumnas de primera grado.
Cuando recién se recibió trabajó en dos colegios mixtos: San Carlos, de Olivos, y Nuevo Las Lomas, de San Isidro. "Un curso con todas chicas tiene a favor que hay intereses parecidos, una maduración similar. Cuando trabajamos la idea de los juegos en el tiempo, hacemos muñecas o jugamos al elástico. Y si leemos un cuento de princesas no hay necesidad de pensar en una opción para nenes", cuenta.
Reconoce que en el colegio no encuentran la diversidad que implica estar integrados con varones. Sin embargo, no es algo que le preocupa. No le parece que sea un problema.
A la primaria del Santa Inés van 360 alumnas. Por el Día del Maestro los padres de sus estudiantes hicieron una colecta para hacerle un regalo. Eso sucede todos los años. Y aunque no le gusta poner un presente sobre otro, cuando tiene que pensar en momentos que no va a olvidar emerge el día de su casamiento. En 1998, a Verónica le abrieron la puerta de la iglesia San José, de San Isidro. Allí vio cómo sus alumnas formaban una suerte de pasillo hasta el altar.