martes, 5 de diciembre de 2023

MUERTE, Y ASESINATO


“Duda insuperable”: los argumentos para absolver al acusado del crimen del grafitero
Los jueces consideraron que las pruebas no bastaron para “esclarecer lo sucedido”; el fallo benefició a Cristian Arbaje, investigado por la muerte de Christian Martínez Rodríguez
Familiares de la víctima durante el juicio, que terminó el 14 de noviembre
Los jueces que absolvieron al único sospechoso por el crimen de un adolescente colombiano de 17 años, quien en 2018 recibió tres disparos cuando pintaba un grafiti en una pared de un edificio del barrio porteño de Almagro, consideraron en los fundamentos de su sentencia que las pruebas y testimonios aportados durante el debate “no ayudan a esclarecer lo sucedido con la convicción que la ley exige”, sino que generan una “duda insuperable”.
En tanto, fuentes judiciales confirmaron que tanto la fiscalía general como la querella presentarán sus respectivos recursos en la Casación para buscar revertir el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 25 que absolvió a Cristian José Arbaje, de 43 años, que había llegado al juicio acusado del homicidio de Christian Felipe Martínez Rodríguez, alias Pipe, de 17.
En el fallo de 104 páginas –al que tuvo acceso a la agencia de noticias Télam–, los jueces Ana Dieta de Herrero, Marcelo Bartumeu Romero y Hugo Navarro sostuvieron que las declaraciones testimoniales escuchadas durante el debate y las demás pruebas aportadas por la fiscalía y la defensa generan “una duda insuperable sobre cómo se desarrolló el suceso”.
En sus conclusiones, los magistrados señalaron cuatro puntos claves en los que basaron sus fundamentos en el momento de absolver al único imputado del crimen: que el arma homicida no fue hallada; que las municiones secuestradas en la vivienda del acusado no eran del mismo calibre que las que provocaron la muerte del adolescente; el resultado negativo del dermotest en las manos del imputado, y la ausencia de identificación en rueda de reconocimiento de Arbaje por parte de dos testigos del crimen, que ocurrió durante la madrugada y en un escenario de poca visibilidad.
“Subsiste en el caso una duda de aquella naturaleza, la que no ha podido ser despejada como para sostener la responsabilidad del acusado como presunto autor del hecho”, afirmaron los jueces en el extenso texto resolutivo.
El hecho se desencadenó el 30 de julio de 2018 a las 4.15 en la terraza de un edificio ubicado en Gascón al 1000, en el barrio porteño de Almagro, donde la víctima estaba en compañía de dos amigos.
“Solo estoy pintando un grafiti”, fue lo que le dijo Pipe a Arbaje antes de ser alcanzado por un disparo mortal, según la reconstrucción realizada por el fiscal porteño César Troncoso durante la instrucción de la causa.
Minutos antes, Pipe había subido junto a sus amigos a la terraza del edificio para pintar un grafiti. Al escuchar ruidos, Arbaje, que descansaba con su mujer y su hija, llamó a la policía; los agentes arribaron al lugar, pero al no advertir nada extraño se fueron.
A los pocos minutos, el acusado volvió a escuchar ruidos, por lo que reiteró el llamado a la policía, aunque esta vez salió a su balcón y vio a Martínez Rodríguez, quien, tras un intercambio de palabras, recibió tres disparos cuando ya se encontraba sobre un alero, descendiendo hacia la vereda.
La operación de autopsia estableció que el adolescente había recibido impactos de bala calibre .22 Magnum en el tórax, el mentón y la pierna derecha, y que la trayectoria de estos fue de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, al tiempo que el tiro que lo alcanzó en su miembro inferior le fue efectuado desde adelante hacia atrás.
En el allanamiento realizado en la vivienda de Arbaje fueron secuestrados un “material blanco, calibre .22, hallado a 40 o 50 centímetros de la pared de la terraza, una pistola calibre 4.5 y seis cartuchos calibre .22 largo”.
El pasado 14 de noviembre, ante una audiencia mayormente integrada por familiares y amigos de la víctima, el TOC N° 25 porteño absolvió por unanimidad a Arbaje, quien había llegado al juicio procesado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil”.
En los fundamentos del fallo se destacó que uno de los dos amigos de la víctima había descripto al agresor de Pipe como “grande y robusto”, en tanto que el otro testigo lo calificó como “grandote, un poco canoso y de 50 o 60 años, y con una remera blanca”. Los jueces señalaron que Arbaje “en el momento del hecho no revestía apariencia de una persona mayor de cincuenta o sesenta años, no tenía canas y no era tan corpulento”.
“Considero inverosímil que estas dos personas en esas condiciones, en horas de la noche, con la poca luminosidad que había en la terraza y desde el lugar en que ambos dijeron estar al momento de los disparos [...], con la rapidez que suceden este tipo de hechos, pudieran haber llegado a visualizar la secuencia por ellos descripta, es decir, que vieron al tirador, que vieron el arma, que vieron que salió de la vivienda, que se asomó por la terraza, que efectuó entre dos y tres disparos” y que luego ingresó de nuevo a su domicilio, sostuvo el juez Navarro en su argumentación.
El fallo también mencionó una crítica a la fiscalía al marcar que en la etapa de instrucción no se hizo lugar a otras hipótesis de los hechos; indicaron como suceso alternativo que “otra persona pudiera haber disparado desde alguna terraza, ventana o balcón de una finca lindera”, tal como lo expresó la defensa de Arbaje durante su alegato.
“Se ha provocado la muerte de un joven, con todo el dolor que ello conlleva para su familia, allegados y amigos. Por otro lado, el acusado proclama su inocencia. Las pruebas legalmente obtenidas no ayudan a esclarecer lo sucedido con la convicción que la ley exige”, concluyeron los magistrados.
“No lo podemos creer, es muy injusto para nosotros y para la sociedad, porque es una persona peligrosa. No puedo creer que hayan dado este fallo los jueces. Estábamos con mucha fe, todas las pruebas están. Pipe suplicó por su vida, dijo que solo estaba haciendo un grafiti, tenía las manos llenas de pintura, ningún arma”, dijo a Télam, el día de la sentencia, Juliana Martínez Rodríguez, hermana de la víctima, que había llegado a la sala vestida con una remera con la leyenda “Solo estaba pintando un grafiti”

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Matan a un chico de 16 años en una pelea tras una fiesta ilegal
Recibió una puñalada en el tórax; por el homicidio fue detenido un hombre de 40 años
Un adolescente de 16 años fue asesinado de una puñalada durante una pelea a la salida de una fiesta clandestina convocada a través de las redes sociales en una vivienda de La Plata. El dueño del lugar quedó detenido por el homicidio.
Según informaron fuentes policiales, el trágico episodio tuvo lugar ayer a la madrugada cuando finalizaba el evento, realizado en las inmediaciones de las calles 137 y 36, en el barrio San Carlos, de la capital bonaerense.
Fuera del lugar donde se desarrollaba la fiesta se produjo un enfrentamiento entre una docena de personas, entre las cuales había adolescentes, jóvenes y adultos. Se encontraban “totalmente fuera de sí” y protagonizaron una batalla campal, según indicaron los investigadores del caso.
En medio del enfrentamiento, uno de los que participaban de la pelea apuñaló al chico de 16 años a la altura del tórax, explicaron a la agencia de noticias Télam las fuentes consultadas.
La víctima fue identificada como Lautaro Ithurrat, quien, según expresó su hermano a los policías de la comisaría del barrio Unión, fue trasladado al Hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero, donde falleció debido a las lesiones punzocortantes sufridas en la zona media del cuerpo.
Con respecto a la pelea multitudinaria, las fuentes confirmaron que los efectivos policiales lograron dar con el autor del ataque, identificado como Rodolfo Grossi, de 40 años, quien resultó ser el propietario del lugar donde se llevó adelante la fiesta privada sin autorización ni habilitación por parte de las autoridades municipales.
Asimismo, las fuentes consultadas informaron que también se logró el secuestro de un cuchillo tipo carnicero con una hoja de más de 20 centímetros de largo que estaba en el interior del salón donde se llevó a cabo la reunión, que había sido convocada a través de las redes sociales.
“Se estableció que la pelea se debió a problemas de vieja data por disputas de barrios”, informaron fuentes policiales, que buscan determinar quién fue el que comenzó el enfrentamiento.
Para detener la pelea debieron intervenir varios oficiales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los revoltosos hasta que lograron reducirlos.
Los efectivos policiales arrestaron, además de al presunto homicida, a otras 12 personas cuyas edades van desde los 18 hasta los 34 años. Una vez que fueron identificados y luego de que se ingresaran sus datos en las bases oficiales, fueron puestos en libertad.
Además de los 12 demorados, fueron identificadas otras 14 personas, entre ellas, varios menores de edad.
En redes sociales, amigos y familiares de Lautaro lo despidieron y pidieron que se hiciera justicia por el crimen.
El caso se investiga, en una primera etapa, como “homicidio en riña”, con intervención de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°2 de La Plata y el Juzgado de Garantías N° 1, que estaba en turno en el momento del hecho.
Por otra parte, se informó que al cierre de esta edición se realizaría la autopsia sobre el cuerpo del adolescente de 16 años y los resultados serán girados a la fiscalía que tomó intervención en el caso.
Mientras, efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata comenzaron a relevar la zona en busca de imágenes captadas por cámaras de seguridad tanto públicas como privadas para intentar reconstruir los hechos que desencadenaron en el crimen del adolescente.

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