martes, 8 de octubre de 2024

MARTÍN REDRADO Y ¿Por qué el Everest crece cada año?


Martín Redrado opinó cuál es el “talón de Aquiles” del plan económico del Gobierno
El economista analizó que la administración de La Libertad Avanza debería corregir el tipo de cambio con el mismo énfasis con el que trabaja sobre el equilibrio fiscal y señaló que a largo plazo ningún país pudo sostener un tipo de cambio fijo
Martín Redrado 
El economista Martín Redrado analizó cuál es el “talón de Aquiles” del plan económico del Gobierno y por qué aun la Argentina es un “país con cepo y sin reservas”. Entrevistado por José Del Rio en Comunidad de Negocios en la pantalla de LN+, el extitular del Banco Central enfatizó que el objetivo de la Casa Rosada debería estar en corregir la política cambiaria y eliminar el cepo.

“Con cepo no tenemos inversiones y sin reservas tenemos dudas sobre la capacidad de pago de los vencimientos de deuda. El camino es cómo recuperar reservas en el corto plazo”, cuestionó Redrado.
En esa línea, el economista identificó que “hay una oportunidad con el blanqueo”. “Han llegado poco más de 12 mil millones de dólares desde el 15 de agosto, que quedaron precautoriamente en los bancos. En los últimos dos días se fueron 300 millones, ya que algunos optaron por blanquear y tomar el efectivo. Quedaron 10 mil millones en los bancos, y dos mil millones están disponibles, parte en encajes y parte en préstamos. La clave sería que se conviertan en dólares productivos y se dirijan a la economía real, quizás a través de préstamos”, explicó.

Evolución de los préstamos en dólares y pesos..Fundación Capital
En específico, Redrado se centró en los préstamos en dólares a raíz de un análisis realizado en la consultora Fundación Capital, de la cual es director. “Hasta el mes de mayo hubo una evolución de los préstamos en dólares. Después de la devaluación y un Banco Central que compraba reservas, la dinámica cambió. Desde mayo, aumentaron los préstamos en pesos y disminuyeron los en dólares, debido a la incertidumbre cambiaria, a que las tasas de interés en pesos son relativamente bajas, a que hay préstamos bancarios a largo plazo y mayor crédito hipotecario. Pero en las últimas semanas se empezó a otorgar más crédito en dólares”.
Redrado destacó que cada vez hay “más empresas que están teniendo mayor confianza a largo plazo”. “En términos de reservas, esto significa que cuando un banco otorga un préstamo en dólares, sobre todo a exportadores de la Argentina, aumentan las reservas netas del Central. El camino es más préstamos al sector privado y una vuelta de tuerca al darle poder cancelatorio al dólar, para que se pueda usar en cualquier transacción: para que un comerciante compre más productos, para que un industrial adquiera más insumos, para que un individuo compre cosas en su vida diaria. La idea es que los dólares se vuelquen en la producción nacional”, enfatizó.
Sin embargo, se mostró crítico sobre la postura de la cartera comandada por el ministro de Economía, Luis Caputo, de no eliminar las restricciones cambiarias, tal y como explicó el domingo a la noche el propio funcionario en otra entrevista con LN+. Allí, señaló que se encuentra el “talón de Aquiles” del plan económico.
Para Redrado aun sigue “desfasada la convergencia” entre el descenso del dólar y el aumento de la inflación, el cual el Gobierno espera que se estabilice en torno al 2% mensual, hasta que el dólar blue alcance al oficial. “Venimos con una inflación que viene bajando, pero está en 4%. En septiembre, cerca del 3% y medio. Pero es difícil para el equipo económico bajar de ese número”, indicó el economista de 62 años.
El economista Martín Redrado, durante la entrevista en LN+
En ese sentido, advirtió que con motivo de reducir la inflación, pero no quedarse atrás con el aumento en sectores claves, “a partir de octubre empezaron a toquetear las tarifas del sector público para ver si se puede bajar”. “Bajó la nafta un 1%, la boleta del gas un 15%, mientras aumentan otras cosas, como las prepagas y el colegio. Les cuesta bajar al 3%”, esgrimió.
“Hay una diferencia entre la tasa de inflación y de devaluación. ¿Es esta una política a largo plazo? Parece difícil mantener siempre un 2% de devaluación. En algún momento hay que plantear un horizonte de salir del tipo de cambio fijo. Todos los países tienen tipo de cambio flotante. A mucha gente le gusta comparar esta época con los 90. En esa época, todos los países emergentes tenían tipo de cambio fijo, como México con el “Tequila”, que tuvo que devaluar, Brasil en el ‘99, y la Argentina, que lo hizo de manera traumática. Pero hoy todos tienen tipo de cambio flotante. Pensar que la Argentina puede tener un tipo fijo es de muy corto plazo”, remarcó.
Asimismo, opinó sobre cómo se podría quitar la restricción cambiaria: “Para sacar el cepo, se necesita aumentar el nivel de reservas. Lo que se puede hacer es darle una dinámica progresiva, eliminando la cantidad de regulaciones que tiene el mercado de capitales y el cambiario. Se ve mucha determinación en la política fiscal, pero no la misma en la cambiaria. Hay 210 regulaciones en el mercado cambiario. Si se planteara una dinámica de eliminar una por semana, se daría un horizonte claro, que es lo que le falta a la Argentina”.
“Démosle libertad a la gente para usar el dólar en lo que quiera”, lanzó, y sostuvo que debe ir acompañado de un programa de desarrollo que genere dólares genuinos, “dólares de exportación”. Habló se cinco postulados claves: “Una transformación impositiva, modernización laboral, logística, educción del costo crediticio y una política internacional dedicada a más exportaciones e inversiones”.


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Por qué el Everest crece cada año
La montaña más alta de la Tierra sigue creciendo lo mismo que el grosor de un espagueti cada año; un nuevo estudio añade una posible causa de ese crecimiento
The New York Times
El Everest, y su pico de 8849 metros sobre el nivel del mar
NUEVA YORK.– El Everest es muchas cosas. Se llama Chomolungma en tibetano y Sagarmatha en nepalí. Es un icono de la topografía de la Tierra, un reto de escalada potencialmente letal y una maravilla geológica.
También es asombrosamente alto y, con un pico de 8849 metros sobre el nivel del mar, alcanza fácilmente el estatus de montaña más alta del mundo, con unos 244 metros de ventaja sobre otros picos del Himalaya como el K2, el Kangchenjunga y el Lhotse. Pero, ¿qué es lo que ha dado al Everest esta ventaja de altura y contribuye a que crezca milímetros cada año?
Una investigación publicada la semana pasada en la revista Nature Geoscience apunta a una causa sorprendente: un río, robado hace tiempo por otra vía fluvial merodeadora.
Los ríos son agentes de la erosión, pero su consumo de la tierra puede tener efectos inesperados. Hace unos 89.000 años, un poderoso río se anexionó a otro cercano. Combinados, los dos se volvieron más erosivos. Esto provocó el arrastre de una parte mucho mayor del paisaje del Himalaya, y se desprendió un enorme peso de la corteza, la capa de la Tierra sobre la que vivimos.
Una vista panorámica del Everest, el Lhotse y el Nuptse desde el campamento base Pumori
Según el estudio, esta corteza ligera pudo flotar más fácilmente sobre la capa subyacente del manto. En última instancia, esto ha añadido entre 15 y 50 metros a la altura del Everest, sirviendo como recordatorio de que nada, ni siquiera una colosal pirámide de roca, es inmutable.
“Aunque las montañas parezcan inmóviles desde la perspectiva de la vida humana, en realidad están en constante movimiento”, dijo Jin-Gen Dai, geocientífico de la Universidad de Geociencias de China en Pekín y coautor del estudio.
Aunque esto solo puede explicar una parte de la altura adicional del Everest, los científicos la ven como un paso hacia la explicación de cómo la montaña creció hasta lo que es ahora. “Es una historia muy interesante y que tiene mucho sentido”, dijo Tom Gernon, geocientífico de la Universidad de Southampton en Inglaterra, quien no participó en el nuevo trabajo.
El Everest empezó a formarse hace unos 45 millones de años, cuando la placa tectónica sobre la que descansa India chocó con la placa euroasiática y empezó a descender por debajo de ella. La corteza se dobló y arrugó a una escala gigantesca, lo que creó el Himalaya.
Parece rígida, pero no lo es
La corteza terrestre puede parecer rígida, pero no lo es. Cuando algo enorme, como una capa de hielo o una cadena montañosa, ejerce peso sobre la corteza, esta se flexiona hacia abajo. Pero el manto que se encuentra debajo es flotante y empuja la corteza hacia arriba. Es como si el Himalaya “estuviera sobre un castillo hinchable”, dijo Adam Smith, geocientífico del University College de Londres en Inglaterra y coautor del nuevo estudio.
Cuando la corteza no se eleva ni se hunde, se dice que está en equilibrio isostático. Y el Everest debería estar en ese estado. A medida que la placa se hunde, la cordillera va absorbiendo material de la placa india. También se retira roca de las superficies expuestas de la montaña por las precipitaciones y el movimiento de trituración de los glaciares.
Estas fuerzas deberían equilibrarse entre sí y el Everest no debería ni encogerse ni crecer. Pero la altura superlativa del Everest sugiere que algo ha estado alterando esa balanza tectónica. Y no hay nada mejor para crear ese desequilibrio que un río devorador de rocas.
A la sombra del Everest se encuentra el río Arun. Y, al igual que el Everest superó a los demás picos del Himalaya, el Arun se distingue de los cursos de agua vecinos. El Arun sigue una ruta sospechosamente tortuosa: recorre el norte del Himalaya y luego gira bruscamente y atraviesa una cresta cerca del Everest. Esto sugiere que los segmentos superior e inferior del río no siempre estuvieron unidos y que algo importante les obligó a unirse.
Reproduciendo los innumerables ríos de la región en simulaciones por computadora, los investigadores identificaron ese gran momento. Hace unos 89.000 años, una red fluvial, la Kosi, se adentró en el Himalaya, llegó hasta el Arun, saqueó sus aguas y se fusionó con él.
El Himalaya no fue rival para este monstruo líquido que erosionaba las rocas. La delgada y fina corteza fue empujada hacia el cielo por el boyante manto marino, varios picos se elevaron y el Everest ganó hasta 50 metros extra en un abrir y cerrar de ojos geológico.
La montaña más alta de la Tierra sigue creciendo cada año lo mismo que el grosor de un espagueti. Una combinación de factores, entre ellos el rebote de la corteza terrestre, explica este aumento.
Pero su crecimiento acelerado probablemente no continuará para siempre. La balanza podría inclinarse hacia el otro lado, reduciendo parte de la gran altura del Everest. El Himalaya subirá y bajará, como todas las cadenas montañosas.
La piel rocosa de un planeta dinámico nunca está inmóvil. “En escalas de tiempo largas”, dijo Smith, “es casi como si la Tierra respirara”.


Por Robin George Andrews

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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