viernes, 8 de abril de 2016

SUPERVIVENCIA.....MUY INTERESANTE....PARA OTROS Y DE LEJOS


Uno de los primeros libros que compré con mi plata fue un manual de supervivencia. Tendría unos 11 años. Lo había visto en la vidriera apartado de los títulos típicos para niños de mi edad. El autor lucía en la tapa con pinta ruda y prometía enseñarnos a encender un fuego frotando dos palitos. Nunca lo logré, el trámite resulta dificilísimo (aclaro por si lo intentaron alguna vez).



Esa guía terminó transformándose en un tesoro. Lo mostraba a mis amigos y fantaseábamos con convertirnos en esa clase de tipo autosuficiente que podía vivir con un hilo de coser en el medio de la montaña. Aprendimos que la sangre humana deriva en un potente veneno luego de un tiempo descomponiéndose y que el agua de mar resulta "fácil de destilar" para transformarse en potable (probamos sin éxito ambas experiencias, cabe añadir). También descubrimos que la mejor forma de transportar las pertenencias cuando uno viaja es en un recipiente de plástico con una tapa a rosca de boca grande (puede despertar cierto interés moroso en una aduana, advierto).
Como fuera, pasaron muchos años y me olvidé del libro. Hasta que me topé con todo un fenómeno televisivo y editorial 2016 que coloca a todo este extraño asunto de la supervivencia como un hit para el público urbano. El canal Discovery anunció que se encuentra produciendo varios programas: uno con Ed Stafford, un explorador inglés y antiguo capitán del ejército británico, que figura en el libro Guinness por ser la primera persona en recorrer toda la longitud del río Amazonas a pie. El programa se llama Desolado con Ed Stafford y la nueva temporada se filma en la Patagonia argentina.

 Según cuenta Discovery, Ed fue abandonado sin dinero, ropa, ni herramientas en la árida estepa patagónica. "Allí comprobará que con creatividad y fuerza de voluntad se puede sobrevivir en cualquier tipo de ambiente", asegura la gacetilla de prensa. También, el mismo canal pondrá en pantalla este año a Rob Greenfield, protagonista de la nueva serie Free Ride. Greenfield es un aventurero y activista cuyo propósito es inspirar a las personas, a través de iniciativas como recorrer los Estados Unidos en una bicicleta de bambú o "no bañarse durante un año". El bueno de Rob nos propone vivir una vida más simple, alegre, saludable y libre. "En este programa, él recorre Sudamérica sin dinero para comprobar que es posible sobrevivir simplemente dependiendo de la amabilidad de los demás", agregan los productores. ¡Genial, Rob!

Pero el más curioso de esta batería de programas con personajes que intentan sobrevivir en condiciones improbables es, sin duda, "supervivencia al desnudo: edición extrema". Conducido por el actor argentino Federico Amador, 12 protagonistas intentarán "afrontar lo que podría ser una situación -según nos comunican- de la que es casi imposible salir con vida". Durante 40 días estos seis hombres y seis mujeres serán abandonados en una zona remota de la selva ecuatorial de Colombia, sin comida, ni agua... "ni ropa".



La pregunta se plantea casi sola: ¿por qué nos resulta tan atractivo este tipo de programas? ¿Paranoia moderna? No esgrimo este interrogante desde el lugar de alguien que a los 11 años compró una guía de supervivencia. Sino desde la visión del gran público. ¿Cuál es el atractivo de ver las aventuras de otros desde el confort del sillón? Creo que uno de los atractivos es la noción de vivir sólo un presente (resolver los problemas del momento) sin pensar mucho en el pasado, ni con una expectativa más grande que pasar ese maldito día (futuro).
Entré en una librería hace unos días. Una de las novedades es Tu guía del Explorador de Justin Miles. Es para niños y enseña, por ejemplo, los riesgos de aventurarse en "los Polos" porque advierte que caer en una grieta de hielo sería bastante probable. El mundo anglosajón parece encantado con este tema. 

Y el programa más famoso es Running Wild With Bear Grylls de la cadena de televisión NBC. El embelesamiento llegó al punto que Barack Obama recibió el año pasado un "curso en técnicas de supervivencia" al participar de uno de los programas del intrépido Bear en Alaska.
Hay algo primitivo y fascinante en todo esto. Transmite la idea de que la vida en plenitud sólo puede lograrse en contacto con la montaña, los ríos, la selva, el suelo, la nieve, el calor y el frío. La naturaleza urbana, injustamente, no entra dentro de los parámetros de territorios de "supervivencia" cuando podría considerársela un entorno aún más peligroso que el desierto. Supongo que es más sencillo vivir en una choza al lado de un lago paradisíaco, por decir algo, que en un monoambiente en el barrio de Balvanera. No sé a qué tipo de público le gustaría el programa... eso seguro.

F. V. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.