lunes, 9 de noviembre de 2020

LECTURAS RECOMENDADAS


La felicidad de tres amigos un verano en Villa Ramallo
D. G. 

El día feliz de Charlie Feiling es una hermosa novela corta protagonizada por tres amigos, los tres jóvenes y escritores. La trama del libro se basa en un viaje que los autores –Daniel Guebel y Sergio Bizzio– hicieron junto a Charlie Feiling a Villa Ramallo un domingo de verano con el objetivo de conocer los pagos de Bizzio. En la Argentina, Carlos Menem acababa de asumir como presidente de la Nación.
“Fue el día más feliz de mi vida”, les dijo Feiling a Guebel y Bizzio al final de aquella jornada.
La novela está narrada en tercera persona. Los autores, que reconstruyen vivencias y diálogos, corrigen sus propios recuerdos y evocan la memoria del amigo muerto (Feiling falleció en 1997), son además personajes.
No faltan en la historia el viaje en un Volvo verde por la ruta, con una editora al volante; la visita a la casa familiar de Bizzio; un banquete carnívoro sobre mantel de hule, y la tarde entera en un arroyito (“el arroyo era el único refresco de los pobres y por lo tanto, una obra colosal, un don magnífico con el que la naturaleza compensaba cada verano las siempre desfavorables coyunturas económicas del pueblo”).
Hay chapuzón en las aguas que dan al Paraná de las Palmas y debates cómico-filosóficos sobre materias diversas, del judaísmo a la “vida ordinaria” de los escritores.
“Es una novela melancólica y dichosa”, la definió Guebel. “Pensaba en la imposibilidad de un retrato literario, en lo irreal de proponerse una semblanza –dice el personaje de Feiling en la novela–. El fracaso de ese propósito también es una forma de la muerte. Hay otra cosa, que es el olvido. Y una última, para un escritor: saber que, cuando muera, cada una de sus frases va a ser suprimida, saber que cuando ustedes escriban esta historia, toda palabra que me atribuyan no la habré escrito yo”.
En un acto de justicia geográfico-literaria, la novela fue publicada en 2006 por el sello rosarino Beatriz Viterbo: Rosario está más cerca de Ramallo que la ciudad de Buenos Aires.



Una visita irreverente a la última noche de un escritor en el Delta
F. G. 

En su libro 106, parte de un yacimiento de novelas, ensayos y nouvelles inagotable, César Aira ha reescrito el último día en la vida de Leopoldo Lugones, el polifacético escritor argentino que fue tan modernista como nacionalista y cuya vida terminó el 18 de febrero de 1938 en el recreo El Tropezón, en el Tigre, cuando se suicidó al ingerir cianuro de potasio en un vaso de whisky. El Lugones, tal el nombre del libro de Aira, está lejos de ser una versión novelada del suicidio del influyente intelectual que canonizó el Martín Fierro para establecer un paradigma de la argentinidad literaria. Aquí la biografía de Leopoldo Lugones, que se hace pasar por un cirujano llamado Ferraguto hasta que es descubierto, es puesta en la órbita de los cuentos de hadas dadaístas que conforman el corpus de la narrativa del escritor nacido en Pringles con base en el barrio de Flores. La novela, editada por el sello independiente Blatt & Ríos, fue escrita por Aira en 1990 y pone al autor de La guerra gaucha (1905) en un escenario disparatado, donde la comedia de enredos clásica se entrecruza con una noche paracultural de Batato Barea, Urdapilleta y Tortonese en el under de los 80.
El Lugones de Aira viaja al Delta para pasar un fin de semana, pero el recreo donde lo reciben no tiene nombre aunque toda la acción se desencadena con un tropezón. De ahí en más, Aira va soltando sobre su personaje, cuya vida y obra es conocida, toda una serie de episodios disparatados que, como en un sueño, se entremezclan con reflexiones sobre su escritura, el hecho ontológico de escribir y ciertas coordenadas históricas.
Es la segunda vez de Lugones en un escenario de ficción si se piensa que el personaje masculino que aparece en la obra Susana y el viejo (1931, óleo sobre collage, colección Malba) de Antonio Berni se le parece demasiado. Ahora, en un original de hace treinta años que podría haber sido escrito esta semana sin que nadie lo note, es su última noche la que se sale del marco biográfico para entrar en el tropezón del delirio. Pero nada será igual para Lugones. Para el Lugones de Aira.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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