Atraparon a uno de los jefes narco que habían reemplazado a Marcos
DROGAS. José Luis Cuenca Beltrán, conocido como Ranita, ocupó el liderazgo de la principal banda criminal que opera en la villa 1-11-14
Al ver al grupo de gendarmes frente a la casa en la que se mantenía en la clandestinidad desde hacía siete meses, Ranita quedó perplejo. Su primera reacción fue tomar su pistola 9 milímetros y apuntarles. Quizás pensó rápidamente todo lo que sobrevendría si gatillaba y disparaba a matar. Optó por la heroica: corrió hacia el fondo de la propiedad. La adrenalina de la persecución le dio la fuerza suficiente para saltar tres medianeras y techos de las casas de sus vecinos, pero no pudo escapar a su destino; poco antes de que despuntara el alba, los uniformados de verde lo arrinconaron y lo atraparon en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora.
Tras una larga investigación y tras la detención de otros miembros del clan, José Luis Cuenca Beltrán, alias Ranita, fue arrestado en Cafayate 531.
Aunque es argentino, Cuenca Beltrán había quedado a cargo de “la Banda de los Peruanos”, la principal organización criminal dedicada la distribución y venta de drogas en el interior de la Villa 1-11-14, con nexos en otros países.
Ranita ejerció su violento liderazgo después de la detención de Johny Ray Arnao Quispe, alias Pantro, en 2021. Otros integrantes de la organización eran Marco Antonio Estrada González –el mítico Marcos, condenado a 24 años de prisión y expulsado luego a Perú–; Raúl Martín Maylli Rivera, alias Dumbo, y Fernando Estrada González, Piti, entre otros.
Recientemente había tenido una serie de enfrentamientos con otras facciones narco para mantener el poder del territorio en las entrañas del Bajo Flores. Cuenca Beltrán tenía una condena previa por homicidio simple, dictada en 2003 por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de La Matanza. Se lo considera uno de los sicarios de John Paul Revilla Estrada, alias Burro, sobrino de Marcos.
Integrantes de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Cinturón Sur” durante siete meses efectuaron tareas de inteligencia criminal sobre los teléfonos de dos miembros de la organización –detenidos en 2022– para dar con Cuenca Beltrán. Reunieron variada información de diversas líneas telefónicas, como el registro de llamadas entrantes y salientes, mensajes de textos, impacto de antenas y de celdas, lo que permitió geolocalizar la posición probable en la que se ocultaba Ranita.
Posteriormente, el juez federal Ariel Lijo, con dictamen del fiscal federal Eduardo Taiano y la participación de Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), emitió la orden de captura del prófugo.
Mientras mantenían bajo vigilancia el domicilio de Cafayate 531, los gendarmes vieron en un patio interno de la finca a una persona con características similares a la que buscaban. Ese hombre tenía tatuajes, una marcada cicatriz en la cara, renguera en su pierna izquierda, muy baja estatura y piel trigueña. Esto permitió a los efectivos confirmar que era el prófugo.
Vieron que Ranita corría hacia el fondo de la casa, con una Browning en la mano. Los gendarmes salieron a atraparlo y con la anuencia de vecinos de las propiedades aledañas del lugar consiguieron pisarle los talones hasta que, finalmente, lo arrestaron tres lotes más allá.
Por disposición del juez Lijo, los uniformados hicieron una inspección del domicilio que ocupaba el prófugo, donde secuestraron envoltorios con marihuana, un teléfono celular y otros elementos de interés para la causa.
Más allá de la caída de ese jefe narco que era intensamente buscado, la Gendarmería desarrolló procedimientos en la villa 1-11-14, donde quedaron al descubiertos puestos de venta de drogas que funcionaban tras la fachada de un kiosco y un lavadero.
Según informaron fuentes de esa fuerza de seguridad, al cabo de una serie de tareas investigativas relacionadas con causas de narcomenudeo con dealers que tienen vínculos familiares, los gendarmes obtuvieron luz verde para allanar los inmuebles.
En el procedimiento, los uniformados encontraron dosis de cocaína y pasta base, envoltorios de marihuana, más de un millón de pesos en efectivo, celulares y otros elementos de interés para la causa.
La Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide), que encaró la pesquisa en dos causas judiciales, encomendó a la Gendarmería que realice investigaciones sobre una organización criminal que opera en ese asentamiento ubicado en Flores.
Efectivos del Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Buenos Aires”, los Destacamentos Móviles 1 y 6, las fuerzas especiales Alacrán y otras unidades de la fuerza, inspeccionaron ayer viviendas, un kiosco, un lavadero, en donde detectaron que oficiaban como puntos de comercialización y acopio de estupefacientes por parte de la banda delictiva.
Como resultado de las requisas detuvieron a siete personas, seis argentinos y una uruguaya, como así también se decomisaron 518 dosis de cocaína (383 gramos), 15 envoltorios de cannabis sativa (29 gramos), 13 dosis de pasta base (38 gramos), elementos para fraccionamiento y corte de estupefacientes, municiones y demás documentos de interés para la causa.
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Fue detenido el agresor sexual que atacó en Las Cañitas
VIOLACIÓN. Los investigadores detectaron una huella del sospechoso, que tiene antecedentes
Tras una intensa búsqueda, efectivos de la Policía de la Ciudad arrestaron ayer al hombre acusado de violar de una joven en una panadería ubicada en el barrio de Palermo, en la zona conocida como Las Cañitas. Según informaron fuentes oficiales, el sospechoso fue detenido en la localidad de Maquinista Savio, en el partido bonaerense de Escobar.
El detenido de 35 años, identificado como Paulo Antonio Díaz tiene un frondoso prontuario que incluye robos, amenazas y ataques sexuales que arrancan en 2010. El abuso sexual en Las Cañitas fue perpetrado solo 15 días después de que recuperara su libertad luego de pasar tres meses detenido por un intento de robo cometido el 15 de julio pasado en Belgrano.
Díaz ya había cumplido una condena de dos años y medio de prisión por un “abuso sexual agravado por el uso de armas”, condena que lo tuvo tras las rejas hasta noviembre del 2022.
En esta oportunidad fue individualizado gracias al trabajo del Laboratorio de Escena del Crimen de la Policía Científica que logró obtener huellas dactilares de un envase de jugo que el sospechoso dejó en el lugar donde atacó sexualmente a la empleada de la panadería. Con esas huellas se logró una identificación indubitable, por lo que el juzgado otorgó la orden de captura.
A partir de los datos de esa persona se pudo saber que su último domicilio estaba en Maquinista Savio, en la zona norte bonaerense, por lo que se consignaron brigadas División Delitos contra la Integridad Sexual a la zona en procura del arresto del sospechoso. Luego de un trabajo de más de 24 horas, los detectives lograron ubicar finalmente a Díaz y lo arrestaron.
Al concretarse la detención en la provincia de Buenos Aires, el acusado fue trasladado primero a la DDI de Campana para luego ser llevado a la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad, informaron los investigadores.
El acusado era buscado por las autoridades desde el domingo pasado, cuando atacó sexualmente a la víctima. Más allá de la identificación del violador a partir de las huellas dactilares y el ADN que dejó en el mencionado envase de jugo, una serie de videos de cámaras de seguridad permitieron a los investigadores la reconstrucción del recorrido del agresor.
El ataque sexual ocurrió cerca de las 7 del pasado domingo en el café y panadería Craft Vegan Bakery, ubicado en Soldado de la Independencia al 700, en el barrio de Palermo. La empleada, de 20 años, había dejado aún la cortina baja, pero la puerta de esa persiana metálica estaba abierta, ya que esperaba la llegada del proveedor que todas las mañanas le entrega el pan y el resto de los productos.
Esa situación fue aprovechada por el delincuente. El agresor vestía una remera blanca con un logo negro en el frente y un pantalón gris deportivo. El delincuente robó algo de dinero que había en la caja y llevó a la víctima a un cuarto ubicado en la parte posterior del local, donde la ató con los cordones de las zapatillas y abusó sexualmente de ella.
Fuentes de la investigación habían revelado que el abusador estuvo aproximadamente media hora dentro del negocio y que en ese lapso el proveedor de la panadería llegó al local y dejó los productos, sin advertir lo que estaba pasando. De todas maneras, el agresor sexual dejó en esa panadería la clave para su arresto.
La huella de un dedo meñique, extraída de una pequeña caja de jugo comenzó a destrabar el enigma para identificar al abusador. Un detalle particular en la ceja izquierda y un tatuaje tribal en el antebrazo derecho fueron otras claves para ponerle un nombre y apellido al hombre que cometió el robo y el ataque sexual.
El arresto fue un trabajo conjuntos entre las fuerzas de seguridad porteñas, federales y de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja, a cargo de José María Campagnoli.
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Perpetua por femicidio para un fisicoculturista
LOS TOLDOS. Un fisicoculturista que tenía denuncias por violencia de género y abuso sexual fue condenado a prisión perpetua por haber asesinado a su pareja a golpes y prender fuego su cadáver adentro de una bolsa de arpillera, en abril del 2021, en la ciudad bonaerense de Los Toldos.
Se trata de Samuel Moisés Llanos, de 43 años, quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín por el delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género” en perjuicio de quien era su pareja, Analía Maldonado, una peluquera de 40 años.
“Llanos, sos un asesino, así te condenan la Justicia, la sociedad y la vida misma”, escribió en sus redes Walter Maldonado, hermano de la víctima, tras haber escuchado la sentencia de los jueces Esteban Melili, Karina Piegari y Silvio Galdeano.
En el fallo, los magistrados coincidieron con el alegato del fiscal de juicio Esteban Pedernera y lo condenaron a la pena máxima.
“Agradezco al señor agente fiscal Esteban Pedernera por haber tomado las riendas del caso, y aunque todos decían que esta causa estaba resuelta, se lo tomó con un compromiso humano y digno de su profesión, llevando todo de manera prolija. A él le mandamos un abrazo y un agradecimiento de parte de toda la familia”, añadió el hermano de la víctima.
Llanos había sido denunciado por violencia de género por sus exparejas.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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