Ahora empieza todo de verdad
Claudio Jacquelin
Ahora es cuando todo comienza. Una idea arraigada en la cultura popular uruguaya indica que el año empieza de verdad después de la Semana Santa, que, en Uruguay, como país laico que es, se llama Semana de Turismo. La Argentina de Javier Milei parece estar imitando al vecino. El verano se acabó definitivamente y arrancó el otoño. En sentido amplio.
Si bien la gestión mileísta se inició formalmente hace ya 117 días y en este tiempo tomó suficientes decisiones y, sobre todo, hizo innumerables anuncios y abrió muchos frentes de batalla, los efectos prácticos de muchas de sus políticas y las consecuencias de lo que aún no hizo recién se verifican y se perciben con contundencia desde hace unos pocos días.
La herencia sigue presente, pero las soluciones o la falta de ellas frente a algunos problemas cotidianos (acumulados y nuevos) comienzan tenuemente a ser responsabilidad del gobierno actual. Aunque todavía la administración libertaria goza de altos niveles de comprensión y tolerancia por el desastre que recibió, según muestra la mayoría de los sondeos. El cambio de estación podría ser un momento bisagra, de esos que refuerzan un rumbo de Gobierno o lo ponen en cuestión y obligan a revisiones.
Por ahora, tanto el Presidente como el pequeño anillo de poder que lo rodea y los pocos ministros con caudal de voz suficiente (léase, Luis Caputo y Patricia Bullrich) siguen acelerando en las curvas y jactándose de eso. Tanto como para que Milei postee en la red X, con aparente ironía, que el FMI se haya sorprendido de la baja más pronunciada de la inflación que lo previsto y al mismo tiempo le pida pragmatismo. Justo a un dogmático.
Entre el Fondo y el Presidente “calidad y cantidad” son causa de discrepancia en lo que a ajuste se refiere. Algunos números favorables que el Gobierno esgrime como trofeos y las imágenes de las rutas hacia los destinos turísticos durante la Semana Santa colapsadas de automóviles sirven para reforzar narrativas e ilusiones, tanto como para relativizar advertencias.
En las redes sociales (ese terreno pantanoso cuyo valor aumentó significativamente desde que allí creció y floreció a velocidad supersónica la carrera política de Milei), el flujo de los mensajes y conversaciones revela que el dominio de la agenda está registrando incipientes movimientos.
El sentido de las interacciones se muestra menos desequilibrado en favor de las dominantes fuerzas del cielo frente a las opiniones críticas, con una leve alza en los últimos días de reacciones negativas, como señala un relevamiento reciente de la consultora Taquión, que se visualiza con más claridad cuando se desagregan las cuentas de los trolls.
Se trata de una alteración que aún no llega a convertirse en un cambio de tendencia, de lo que venía ocurriendo desde los primeros meses del nuevo gobierno. Las curvas verdes y rojas no se tocan, pero ya están más cerca.
La convergencia de una serie de hechos estaría detrás de los nuevos ruidos, según advierten especialistas en opinión pública. En despachos oficiales cercanos al Presidente se mira con atención el humor social para determinar si se sostiene el curso favorable o empieza a gestarse algún reflujo de consideración.
Amenazas y desafíos
Entre los asuntos que han tenido más repercusiones negativas recientemente aparece, en primer lugar y de manera transversal, la explosión de la epidemia del dengue por la nula política comunicacional y la desconocida política sanitaria del Gobierno al respecto. Como para que Alberto Fernández y varios referentes de su gobierno se hayan animado (con notable temeridad) a inflar el pecho para reivindicar su polémica gestión de la pandemia de Covid, cuyo encierro infinito fue el disparador de la expansión libertaria y el comienzo del fin del último experimento kirchnerista. Paradojas recurrentes.
En segundo lugar, asoman las cesantías y la no renovación de contratos en el sector público, que, si bien refuerzan el apoyo de quienes votaron al Gobierno para que achique el Estado, empiezan a dejar de ser números abstractos para ser nombres propios más lejanos o más cercanos a muchos argentinos. Más aún cuando se agrega a las suspensiones, despidos y aplicación de planes de retiro voluntario en el sector privado.
La pérdida de trabajo se suma a la caída abrupta del poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores formales (ni hablar de los informales), con preeminencia en los estatales y en las jubilaciones. El efecto positivo de la baja de la inflación en febrero (que habría continuado en marzo) desde la estratósfera de diciembre y enero tuvo su contraparte en la recesión.
La estanflación está dejando muy rápido de ser una palabra compleja de la jerga económica para convertirse en un hecho palpable para la mayoría, aunque no resulte igual para todos. Y todavía no empezaron a llegar las nuevas tarifas, cuyo aumento el Gobierno había postergado en defensa propia, pero que ya no puede seguir pateando para adelante. La contabilidad creativa que arroja superávit fiscal tiene límites.
De todas maneras, algunos especialistas advierten que la relevancia de esos hechos pueden estar potentionan, ciados en las redes sociales por una participación más activa de cuentas vinculadas con los sectores más refractarios al Gobierno, como el kirchnerismo, el radicalismo que se referencia en Martín Lousteau, los sectores sociales progresistas y la izquierda. Estos no solo inflan las críticas, sino que bloquearían a los oficialistas que los hostigan. Una práctica en auge, que incluye al propio Presidente, quien en las últimas semanas profundizó la restricción a sus publicaciones en las redes. Al enemigo ni justicia.
“Por ahora, veo más operaciones que cambios de tendencia reales. Los kirchneristas y los progres organizados salieron a hacerles bloqueos masivos a los libertarios, y están usándose mutuamente para levantar en interacciones”, afirma un consultor que tiene entre sus clientes a gobernadores cambiemitas y funcionarios del gobierno nacional. Aprendizajes para competir en terreno del adversario.
Esa novedosa potenciación (orgánica o forzada) del segmento crítico tiene, no obstante, reflejo en algunas mediciones concretas. “Fuera de los oficialistas Milei, Bullrich y Caputo, los únicos que han recuperado algo de imagen son los opositores que aparecen, hablan y cuesy como Axel Kicillof, Cristina Kirchner, Martín Lousteau y hasta Guillermo Moreno”, advierte la consultora Shila Vilker, directora de Trespuntozero. Alguien tiene que llenar el vacío de la oposición. Por ahora, no es más que eso.
La calle, terreno de conflicto
Así, un nuevo clima también intenta instalarse en la calle, que vuelve a ser incipiente terreno de conflicto, después de la calma que siguió a la muy prematura y nada popular reacción inicial de los sindicatos nucleados en la CGT y de los movimientos sociales contra el Gobierno en su primer mes de gestión.
El silencio que siguió a aquella movilización de enero, cuyo efecto sobre el Gobierno y sus seguidores y adherentes fue nulo (en el mejor de los casos), acaba de ser roto por Héctor Daer, el triunviro cegetista que más fuerte jugó en las elecciones en favor de Sergio Massa y más afectado quedó por eso. Ahora promete una nueva movilización para el 1° de mayo y amenaza con un incierto paro general. También volvió Pablo Moyano, con sus amenazas de parar todo el transporte del país. Son escarceos. El riesgo de hablarse encima y de lograr el efecto contrario al buscado siempre está latente. Todo es cuestión de oportunidad.
Por otra parte, en el plano simbólico y más para el círculo rojo o para segmentos sociales específicos, se sumó la postulación del cuestionado y cuestionable juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema, en su carácter de garante de los entramados de intereses y factores de poderes, también conocidos como “la casta”. Así como la de Manuel García-Mansilla, como referente de los postulados más conservadores y antifeministas, entre los que resalta su posición contraria a la legalización del aborto. No son temas masivos, pero suman ruido.
Con ese decorado de fondo, asoma como un elemento de enorme relevancia el resultado del tour de force con los gobernadores. Ayer, en la reunión con los cambiemitas, se entró en el segmento decisivo para avanzar hacia la aprobación (o un nuevo tropiezo) del adelgazado megaproyecto de la “Ley de bases puntos de partida para la libertad de los argentinos” en el Congreso. Fue un paso adelante, pero todavía quedan varios puntos por resolver.
El tiempo transcurrido desde que la iniciativa se presentó, hace casi tres meses, y trastabilló en la Cámara de Diputados no ha sido en vano. Aprendizajes, nuevos problemas, más periodicidad e intensidad en el relacionamiento entre el Gobierno y el resto de los actores políticos y una situación socioeconómica más compleja dan como saldo un nuevo panorama en el que las cuotas de poder están en proceso de rebalanceo. Con avances y retrocesos de todos.
Las alianzas regionales de los mandatarios provinciales, no solo por pertenencia partidaria, son una realidad que se consolida. A las ligas norteña y patagónica ahora quiere sumarse una del área pampeana, aunque cuenta con la dificultad de ser impulsada por el hermético y radicalizado Axel Kicillof, de cuyo espíritu gregario todos tienen demasiadas dudas. Sin contar con que su sombra siempre tiene las formas de Cristina Kirchner.
El pragmatismo que Milei desprecia en público contrasta con el que se verifica (con cuentagotas, es cierto) en prácticas más reservadas. Es el caso de los diálogos con los gobernadores tejidos con paciencia de padre abnegado por el ministro del Interior, Guillermo Francos, a quien los mandatarios provinciales le reconocen tanta buena fe como relativa autoridad.
El Presidente suele desautorizarle a Francos algunas promesas hechas sino que, además, acostumbra a correr el arco, como ocurrió con las cajas de jubilaciones provinciales y otros fondos que les siguió retaceando últimamente a las provincias. Un patrón que ya muchos de los opositores incorporaron y, prevenidos, empiezan a cuestionar su eficacia.
La admisión de errores por parte de los funcionarios y la participación del jefe de Gabinete en las reuniones con los jefes provinciales, como sucedió ayer, asoman, en definitiva, como concesiones presidenciales. La credibilidad estaba en juego.
En la tarde de ayer, los gobernadores de JxC ratificaron su decisión de apoyar la sanción de la “Ley de bases” “por convicción y no como el resultado de una transacción”, y, por eso mismo, dejaron en claro que tienen cuentas pendientes. Entre esos reclamos están “los fondos para las cajas de jubilaciones no transferidas a la Nación y las obras públicas paralizadas”, según la síntesis de uno de los mandatarios.
Además, reclamaron una discriminación positiva en el trato: “No puede ser que nos traten igual a los que hemos apoyado desde el principio para que el Gobierno pudiera avanzar que a los que se han opuesto”, dijo uno de los cambiemitas, que después ha debido explicarles a los propios por qué apoya a un gobierno que los destrata y les quita recursos.
El clima alterado en el universo virtual, el incipiente humor cambiante en las calles, el crédito aún abierto al Gobierno más el impacto negativo de algunas medidas oficiales, mientras se espera que llegue lo que alguna vez se llamó “brotes verdes”, componen el boceto de una nueva realidad. Lo más parecido a un momento bisagra. La pregunta es si lo peor es lo que está pasando o lo que aún está por venir.
Ahora es cuando todo empieza a jugarse de verdad y por los puntos. Mejor no equivocarse.
La estanflación está dejando de ser una palabra de la jerga económica para ser una realidad concreta
En las redes y en las calles empiezan a discutirle la hegemonía al discurso oficial
La pregunta clave para oficialistas y opositores es si lo peor es lo que pasa o lo que está por venir
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Los gobernadores aliados apoyarán la ley ómnibus, pero aún hay diferencias
Falta alcanzar un acuerdo fiscal por los recursos que perdieron las provincias
Cecilia Devanna
El Gobierno recibió ayer a los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC) en el marco de las negociaciones para aprobar una nueva versión de la ley ómnibus y con la mira puesta en el Pacto de Mayo, al que el presidente Javier Milei convocó para el mes próximo.
“Hemos llegado a un acuerdo con los gobernadores presentes, que se comprometieron a apoyar ambos proyectos”, dijo el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Los mandatarios provinciales ratificaron su intención de acompañar la iniciativa del Gobierno, cuyo primer intento de aprobación se frustró en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, los gobernadores reiteraron sus reclamos por los recortes de las cajas jubilatorias y la necesidad de avanzar con un acuerdo fiscal.
En la reunión se abordó la restitución del impuesto a las ganancias, con una escala progresiva a partir de 1,5 millones de pesos.
El Gobierno recibió ayer a los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC) en el marco de las negociaciones sobre la nueva versión de la ley ómnibus y con la mira puesta en el Pacto de Mayo, al que convocó el presidente Javier Milei. El encuentro se realizó durante una hora y media en la planta baja de la Casa Rosada, donde tiene sus dependencias el Ministerio del Interior, encabezado por Guillermo Francos. “Hemos llegado a un acuerdo con los gobernadores presentes que se comprometieron a apoyar ambos proyectos”, dijo el funcionario tras el encuentro.
La reunión fue calificada por distintos asistentes de cordial, con reclamos de las provincias, pero que no condicionan los apoyos a la nueva “Ley de bases” y el paquete fiscal. Lo que resta definir, según explicaron fuentes al tanto de lo conversado, es la restitución de Ganancias. Según pudo saber la nacion, la escala del impuesto sería progresiva, con actualización automática y el piso a definir, pero estaría arriba de $1,5 millones.
Ese es precisamente uno de los puntos que no terminan de convencer a los gobernadores, ya que la Casa Rosada pretende devolverles financiamiento a las provincias con la recaudación de la cuarta categoría del gravamen, aunque también busca que el costo político de aumentar un impuesto sea compartido con los gobernadores.
A su vez, el Ministerio de Economía rechaza la posibilidad –planteada por los gobernadores– de coparticipar otros impuestos, como el PAIS, uno de los pocos cuya recaudación aumentó de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Según fuentes oficiales, para los primeros días de la semana próxima estará listo el último borrador que el Gobierno tiene planeado distribuir entre los mandatarios provinciales. En la sede gubernamental, Francos protagonizó el encuentro junto al jefe de Gabinete, Nicolás Posse. A ellos se sumaron los segundos de sus áreas, Lisandro Catalán y José Rolandi, respectivamente.
“De cara al Pacto de Mayo, muchas de las propuestas se tomaron”, dijo al salir de la Casa Rosada el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. En tanto que el santafesino Maximiliano Pullaro sumó: “Fue una reunión muy buena. Nosotros vamos a acompañar. Es una buena ley que les sirve a las provincias y a la Nación. No está confeccionada del todo, faltan definir aspectos de la letra chica”.
La aspiración de la administración libertaria es que el nuevo texto de la ley empiece a tratarse en comisión el próximo 17 de abril y llegue al recinto de la Cámara baja una semana después, el 24. Allí se contempla sumar el capítulo de reforma laboral que estaba incluido en el decreto 70/2023 y que resultó frenado por amparos judiciales. En paralelo, se incorporaría el capítulo fiscal que fue retirado de la versión que terminó siendo debatida en el recinto y por ende no tiene estado parlamentario como el resto de la ley.
Es precisamente en el capítulo fiscal donde están las principales diferencias. En especial lo referido al impuesto a las ganancias. Allí están por un lado los patagónicos, que no quieren que se retrotraiga el piso a como estaba antes del cambio impulsado por Sergio Massa el año pasado, mientras que los del norte apuntan a que se concrete.
También se pidió restituir las cajas jubilatorias y recuperar la obra pública.
“La reunión fue muy positiva en términos generales, hay unanimidad de acompañar la “Ley de bases” y trabajar para apoyar al Gobierno”, dijo a uno de la nacion los asistentes al encuentro. “Se va a trabajar para lograr el apoyo parlamentario y darle gobernabilidad al Presidente porque coincidimos todos en que necesitamos que la Argentina mejore, que mejore su economía”, resaltó.
Un “poroteo” en la Cámara de Diputados indica que los gobernadores que estuvieron ayer en la Casa Rosada tienen influencia sobre unos 100 legisladores, aunque no garantizan que todos ellos voten en todo a favor de los proyectos oficiales. Por caso, voceros de los mandatarios advirtieron: “Se le plantearon en términos generales al gobierno nacional las necesidades puntuales de las provincias”.
En ese sentido, los mayores reclamos “giran en torno a fondos para reactivar las obras públicas nacionales y provinciales, la ley de Ganancias, las cajas previsionales de algunas provincias y mayor gestión” por parte de la Casa Rosada.
El texto final
De acuerdo con las fuentes consultadas, como próximo paso “la semana que viene se va a trabajar en el texto de la ley para conseguir los consensos que permitan su aprobación tanto en general como en particular”. Justamente, lo que no sucedió en la Cámara baja con la ley ómnibus original, que fue retirada por el oficialismo durante la votación en particular, tras varios rechazos en artículos claves.
Durante el encuentro también se abordó el tema de las cajas previsionales, otro de los focos de conflicto entre la Nación y las provincias, donde tomó forma la posibilidad de que se consulte al Ministerio de Economía y a la Anses respecto de la viabilidad de que se genere el flujo de dinero a las provincias, a la par de que se resuelven las auditorías en curso.
Sobre la obra pública, otro de los focos de diferencias, ya que la administración libertaria cortó de raíz el financiamiento, se habló de evaluar los grados de avance para ver cada situación en el territorio, así como la posibilidad de que se transfieran las partidas necesarias a los gobiernos provinciales.
A la reunión, que se hizo en el salón de los escudos del Ministerio del Interior, llegaron los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de Chubut, Ignacio Torres; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Jujuy, Carlos Sadir; de Mendoza, Alfredo Cornejo; de San Juan, Marcelo Orrego; de San Luis, Claudio Poggi; de Chaco, Leandro Zdero, y por la ciudad de Buenos Aires acudió la vicejefa Clara Muzzio, dado que el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, tenía a la misma hora la reunión por el conflicto de la coparticipación, en el Palacio de Hacienda, con el ministro Luis Caputo. Muzzio, de 42 años, fue la única mujer que se sentó a la mesa gubernamental.
Antes de este encuentro, la semana pasada el ministro Francos se había reunido con los gobernadores del Norte Grande, entre los que estaban los mandatarios provinciales de Catamarca, Raúl Jalil; de Chaco, Zdero; de Corrientes, Valdés; de Formosa, Gildo Insfrán; de Jujuy, Sadir; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Misiones, Hugo Passalacqua; de Salta, Gustavo Sáenz; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo, un aliado de la Casa Rosada que, a la vez, es cuestionado puertas adentro del peronismo.
En forma individual, Francos también mantuvo encuentros con el gobernador de la provincia de Santa Cruz, Claudio Vidal, y el de Neuquén, Rolando Figueroa. En cambio, no hubo más reuniones con Axel Kicillof, de Buenos Aires; Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Sergio Ziliotto, de La Pampa, y Martín Llaryora, de Córdoba, a quienes la Casa Rosada considera los más hostiles a la nueva ley.
Según pudo saber la nacion, para la Casa Rosada el de ayer fue el último encuentro previo al envío del proyecto de ley a la Cámara de Diputados, al tiempo que Francos ya encaró sondeos en busca de votos en el Senado, que es esquivo para el oficialismo.
El Gobierno recibió ayer a los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC) en el marco de las negociaciones para aprobar una nueva versión de la ley ómnibus y con la mira puesta en el Pacto de Mayo, al que el presidente Javier Milei convocó para el mes próximo.
“Hemos llegado a un acuerdo con los gobernadores presentes, que se comprometieron a apoyar ambos proyectos”, dijo el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Los mandatarios provinciales ratificaron su intención de acompañar la iniciativa del Gobierno, cuyo primer intento de aprobación se frustró en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, los gobernadores reiteraron sus reclamos por los recortes de las cajas jubilatorias y la necesidad de avanzar con un acuerdo fiscal.
En la reunión se abordó la restitución del impuesto a las ganancias, con una escala progresiva a partir de 1,5 millones de pesos.
El Gobierno recibió ayer a los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC) en el marco de las negociaciones sobre la nueva versión de la ley ómnibus y con la mira puesta en el Pacto de Mayo, al que convocó el presidente Javier Milei. El encuentro se realizó durante una hora y media en la planta baja de la Casa Rosada, donde tiene sus dependencias el Ministerio del Interior, encabezado por Guillermo Francos. “Hemos llegado a un acuerdo con los gobernadores presentes que se comprometieron a apoyar ambos proyectos”, dijo el funcionario tras el encuentro.
La reunión fue calificada por distintos asistentes de cordial, con reclamos de las provincias, pero que no condicionan los apoyos a la nueva “Ley de bases” y el paquete fiscal. Lo que resta definir, según explicaron fuentes al tanto de lo conversado, es la restitución de Ganancias. Según pudo saber la nacion, la escala del impuesto sería progresiva, con actualización automática y el piso a definir, pero estaría arriba de $1,5 millones.
Ese es precisamente uno de los puntos que no terminan de convencer a los gobernadores, ya que la Casa Rosada pretende devolverles financiamiento a las provincias con la recaudación de la cuarta categoría del gravamen, aunque también busca que el costo político de aumentar un impuesto sea compartido con los gobernadores.
A su vez, el Ministerio de Economía rechaza la posibilidad –planteada por los gobernadores– de coparticipar otros impuestos, como el PAIS, uno de los pocos cuya recaudación aumentó de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Según fuentes oficiales, para los primeros días de la semana próxima estará listo el último borrador que el Gobierno tiene planeado distribuir entre los mandatarios provinciales. En la sede gubernamental, Francos protagonizó el encuentro junto al jefe de Gabinete, Nicolás Posse. A ellos se sumaron los segundos de sus áreas, Lisandro Catalán y José Rolandi, respectivamente.
“De cara al Pacto de Mayo, muchas de las propuestas se tomaron”, dijo al salir de la Casa Rosada el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. En tanto que el santafesino Maximiliano Pullaro sumó: “Fue una reunión muy buena. Nosotros vamos a acompañar. Es una buena ley que les sirve a las provincias y a la Nación. No está confeccionada del todo, faltan definir aspectos de la letra chica”.
La aspiración de la administración libertaria es que el nuevo texto de la ley empiece a tratarse en comisión el próximo 17 de abril y llegue al recinto de la Cámara baja una semana después, el 24. Allí se contempla sumar el capítulo de reforma laboral que estaba incluido en el decreto 70/2023 y que resultó frenado por amparos judiciales. En paralelo, se incorporaría el capítulo fiscal que fue retirado de la versión que terminó siendo debatida en el recinto y por ende no tiene estado parlamentario como el resto de la ley.
Es precisamente en el capítulo fiscal donde están las principales diferencias. En especial lo referido al impuesto a las ganancias. Allí están por un lado los patagónicos, que no quieren que se retrotraiga el piso a como estaba antes del cambio impulsado por Sergio Massa el año pasado, mientras que los del norte apuntan a que se concrete.
También se pidió restituir las cajas jubilatorias y recuperar la obra pública.
“La reunión fue muy positiva en términos generales, hay unanimidad de acompañar la “Ley de bases” y trabajar para apoyar al Gobierno”, dijo a uno de la nacion los asistentes al encuentro. “Se va a trabajar para lograr el apoyo parlamentario y darle gobernabilidad al Presidente porque coincidimos todos en que necesitamos que la Argentina mejore, que mejore su economía”, resaltó.
Un “poroteo” en la Cámara de Diputados indica que los gobernadores que estuvieron ayer en la Casa Rosada tienen influencia sobre unos 100 legisladores, aunque no garantizan que todos ellos voten en todo a favor de los proyectos oficiales. Por caso, voceros de los mandatarios advirtieron: “Se le plantearon en términos generales al gobierno nacional las necesidades puntuales de las provincias”.
En ese sentido, los mayores reclamos “giran en torno a fondos para reactivar las obras públicas nacionales y provinciales, la ley de Ganancias, las cajas previsionales de algunas provincias y mayor gestión” por parte de la Casa Rosada.
El texto final
De acuerdo con las fuentes consultadas, como próximo paso “la semana que viene se va a trabajar en el texto de la ley para conseguir los consensos que permitan su aprobación tanto en general como en particular”. Justamente, lo que no sucedió en la Cámara baja con la ley ómnibus original, que fue retirada por el oficialismo durante la votación en particular, tras varios rechazos en artículos claves.
Durante el encuentro también se abordó el tema de las cajas previsionales, otro de los focos de conflicto entre la Nación y las provincias, donde tomó forma la posibilidad de que se consulte al Ministerio de Economía y a la Anses respecto de la viabilidad de que se genere el flujo de dinero a las provincias, a la par de que se resuelven las auditorías en curso.
Sobre la obra pública, otro de los focos de diferencias, ya que la administración libertaria cortó de raíz el financiamiento, se habló de evaluar los grados de avance para ver cada situación en el territorio, así como la posibilidad de que se transfieran las partidas necesarias a los gobiernos provinciales.
A la reunión, que se hizo en el salón de los escudos del Ministerio del Interior, llegaron los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de Chubut, Ignacio Torres; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Jujuy, Carlos Sadir; de Mendoza, Alfredo Cornejo; de San Juan, Marcelo Orrego; de San Luis, Claudio Poggi; de Chaco, Leandro Zdero, y por la ciudad de Buenos Aires acudió la vicejefa Clara Muzzio, dado que el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, tenía a la misma hora la reunión por el conflicto de la coparticipación, en el Palacio de Hacienda, con el ministro Luis Caputo. Muzzio, de 42 años, fue la única mujer que se sentó a la mesa gubernamental.
Antes de este encuentro, la semana pasada el ministro Francos se había reunido con los gobernadores del Norte Grande, entre los que estaban los mandatarios provinciales de Catamarca, Raúl Jalil; de Chaco, Zdero; de Corrientes, Valdés; de Formosa, Gildo Insfrán; de Jujuy, Sadir; de La Rioja, Ricardo Quintela; de Misiones, Hugo Passalacqua; de Salta, Gustavo Sáenz; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo, un aliado de la Casa Rosada que, a la vez, es cuestionado puertas adentro del peronismo.
En forma individual, Francos también mantuvo encuentros con el gobernador de la provincia de Santa Cruz, Claudio Vidal, y el de Neuquén, Rolando Figueroa. En cambio, no hubo más reuniones con Axel Kicillof, de Buenos Aires; Gustavo Melella, de Tierra del Fuego; Sergio Ziliotto, de La Pampa, y Martín Llaryora, de Córdoba, a quienes la Casa Rosada considera los más hostiles a la nueva ley.
Según pudo saber la nacion, para la Casa Rosada el de ayer fue el último encuentro previo al envío del proyecto de ley a la Cámara de Diputados, al tiempo que Francos ya encaró sondeos en busca de votos en el Senado, que es esquivo para el oficialismo.
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Ajuste: en el primer trimestre los giros no automáticos a las provincias cayeron 85,8% en términos reales
La Nación transfirió $76.278 millones, básicamente para hospitales y actividades socioeducativas; hubo 0 pesos para las 13 cajas de jubilaciones en manos las de provincias
Gabriela Origlia
CÓRDOBA.- El ajuste de la Nación sobre las provincias se mantiene: en el primer trimestre las transferencias no automáticas pagadas (las que van por fuera de la coparticipación e incluyen, por ejemplo, los giros a las cajas de jubilaciones no transferidas) cayeron 85,8% interanual en términos reales. En marzo la baja real respecto del mismo mes de 2023 fue de 82,2%. En los tres primeros meses del año, los giros no automáticos pagados por la Nación a las 23 provincias y CABA sumaron $76.278 millones en etapa pagada (de los cuales $56.805 millones fueron en marzo).
Los datos se conocen en medio de los contactos entre la Casa Rosada y los gobernadores para que se apruebe la ley bases y el Pacto de Mayo. Hoy la reunión es con los mandatarios de Juntos por el Cambio (JxC).
La consultora Politikon Chaco, dirigida por Alejandro Pegoraro, describe que entre enero y marzo los giros devengados cayeron en términos reales 73,1% contra igual período 2023 y los pagados lo hicieron 85,8%.
El mes pasado de cada $100 que se giraron a las provincias, $66,3 correspondieron a actividades relacionadas con el Ministerio de Salud, en particular asistencia a hospitales. Otros $24,2 se vinculan con envíos de la Secretaría de Educación por tareas socioeducativas. Le siguen las del Ministerio del Interior (representaron 5,2% del total), mientras que el resto de las áreas concentraron 4,3%.
Las transferencias no automáticas no son todas “discrecionales” (sí es el caso de los ATN) en el sentido de que hay partidas que se fijaron en leyes, por lo que están previstas en el presupuesto nacional. Es el caso del financiamiento a los sistemas previsionales provinciales no transferidos que en los primeros tres meses del año sumaron 0.
Sobre esa base, la de que existen por ley, es que los 13 gobernadores de las provincias afectadas sostienen que el camino -si no hay avance en las negociaciones con Nación- es ir a la Justicia, porque tienen “respaldo legal” en su reclamo.

Desde los ministerios del Interior y Economía indicaron que el dinero “está” pero que hasta que se terminen las auditorías fue “reconducido” a “otras partidas”. De los números oficiales no se desprende que esos fondos se hayan aplicado a ningún otro destino.
Si el análisis de las transferencias en marzo es geográfico, la baja más leve la registró Santa Cruz (-13,2%) y la más fuerte La Rioja (-99,6%). Cuando se toma lo efectivamente pagado, CABA muestra una suba de 78,9% por haber recibido fondos para el Hospital Garraham, y Santa Cruz de 10% también por recursos para hospitales.
En marzo la provincia de Buenos Aires concentró el mayor volumen de envíos no automáticos pagados, con $21.168 millones (37,3%), a la vez que fue la que más baja real tuvo: 85,9% respecto del mismo mes del 2023. De algo más de $21.000 millones que recibió, $20.000 millones fueron para educación y hospitales.
En el primer trimestre, San Luis con $27 millones de transferencias no automáticas pagadas es el distrito que menos recibió; seguido de La Rioja con $55 millones y Catamarca, con $70 millones
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Aumento para las FF.AA. y de seguridad
Aumento para las FF.AA. y de seguridad
Será del 21%; no llega a satisfacer la pérdida salarial por inflación
Dos días después de que el presidente Javier Milei proclamara una “nueva era de la reconciliación con las Fuerzas Armadas”, el Gobierno otorgó un aumento salarial a los militares, que alcanza un promedio del 21% en los distintos grados. La mejora, sin embargo, sería inferior a la inflación acumulada en los meses de febrero y marzo y no representa una recomposición real, ya que implica la aplicación de la actualización que se había concedido a la administración pública nacional, advirtieron fuentes castrenses
La actualización salarial se conoció luego de que el Presidente invitara a las Fuerzas Armadas a participar del Pacto de Mayo y ser “testigos y estandartes de la nueva Argentina”.
La mejora está contemplada en una resolución conjunta firmada por los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Defensa, Luis Petri.
Los militares vienen sosteniendo desde hace tiempo el reclamo por una equiparación salarial con las fuerzas de seguridad. También la ministra Patricia Bullrich anunció una mejora salarial, en el mismo sentido, para el personal de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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