Milei rediseñará el presupuesto y dijo que el país no tomará más deuda
Afirmó que su propuesta tiene que ver con el objetivo de déficit cero; agregó que, antes de salir del cepo, hay problemas por solucionar; volvió a prometer una baja de impuestos
Desde la cumbre del Council of the Americas, el presidente Javier Milei anunció ayer que, lejos del modelo tradicional, va a escribir de otra forma el presupuesto que debe girar al Congreso de la Nación. El mandatario –que habló ante empresarios, elogió a sus ministros y fustigó al gobierno de Alberto Fernández– aseguró que su propuesta tendrá que ver con el déficit cero y que esto implicará que la Argentina no tomará más deuda.
“Les quiero adelantar algo de lo que vamos a hacer en el presupuesto: vamos a rediseñar la forma en la que se escribe. En el presupuesto se plantea un conjunto de gastos, se hace una estimación de ingresos y de ahí deriva el resultado primario, sale el financiamiento. Nosotros decidimos que no vamos a utilizar esa metodología. La metodología se va a llamar ‘déficit cero’. Implica que el resultado financiero es cero, por lo tanto, no necesito estar tomando nueva deuda”, desglosó sobre esta modalidad, y marcó: “La Argentina deja de tomar nueva deuda”.
Aclaró, en tanto, que “rollear” la deuda no es tomar nueva. “Porque después aparecen los tipos que suman con dificultad, y no lo pueden hacer ni con un ábaco, y dicen eso. Aviso, porque vivimos en la Argentina”, comentó. Y siguió: “Una vez que van a déficit cero, eso quiere decir que la relación deuda-producto es no creciente. De cara al futuro tendríamos que ver que se vaya desplomando el riesgo país. Mientras que hubo un sacudón financiero, ¿cuál fue el único lugar que subió y le fue mejor? La Argentina”.
En tanto, Milei comentó que el superávit primario que incluirá en el proyecto que debe mandar antes del 15 de septiembre al Palacio Legislativo “va a ser igual a los intereses” y, por lo tanto, la idea es que el presupuesto sea “neutral” en términos de ingresos. “Una parte del gasto público se va a acomodar, por ejemplo el que sigue a la inflación, y por diferencia sale el resto de gasto público consistente con esa deuda, se determinan unas partidas que van a ser ponderadores y eso va a permitir que, en la medida en que se ajusten los ingresos, dado el gasto, por diferencia se van asignando partidas. Se diseña una regla para no violentar el déficit cero. No vamos a tener déficit fiscal”, ahondó.
Asimismo, el Presidente dijo que en su gestión se está haciendo un cambio profundo, de raíz, que requiere tiempo, que lleva sabiduría. “Si queremos que se sostenga, la política debe acompañar. De nada sirve hacer cambios que no puedan perdurar”, afirmó. Y agregó: “Ya lo vivimos: gobiernos que ni pueden sostenerse y generan un daño peor. No estamos dispuestos a repetir esta historia”.
También tuvo unas palabras para el cepo. En ese sentido, expresó: “Nadie tiene más ganas que yo de salir del cepo, pero quitar parches sin solucionar sería heredar los problemas. Esto me recuerda a lo que decía Milton Friedman sobre la inflación y el alcoholismo. Cuando los alcohólicos comienzan a beber o los países a darle a la impresora de billetes, los efectos buenos vienen primero, los malos llegan después. Cuando llega la cura es lo contrario: empiezan con lo malo y después viene lo bueno. Cuanto más se bebió, peor es la resaca. Imagínense con los 20 años de populismos que venimos arrastrando. No iba a ser un lecho de rosas”.
Como es usual, en su discurso el Presidente repasó el modo en que asumió el Gobierno y los efectos que le endilgó a su administración, sobre todo en relación con la baja de la inflación y la estabilización monetaria, entre ellos el superávit fiscal. “Estaba claramente premeditado para que voláramos por los aires en menos de un mes”, comentó Milei, que ponderó sobre todo la tarea de sus ministros de Economía, Luis “Toto” Caputo, y de Desregulación, Federico Sturzenegger.
En otro pasaje, reafirmó que no está “dispuesto a devaluar para arruinar a los argentinos”. En ese señaló: “La convergencia entre los paralelos y el oficial se está dando desde arriba hacia abajo y no desde abajo hacia arriba. Vamos a cambiar los niveles de productividad para que no se tengan que empobrecer por los desaguisados de los economistas de mala calidad, y por gobiernos de pésima y peor calaña”. Y agregó que todas las conquistas de su gobierno son a través de “mecanismos de mercado” y no de “chamanismo económico”.
Enfatizó que en el mapa de actividad “cada vez avanza más el color verde” y dijo que, técnicamente, la recesión tuvo su peor momento entre abril y mayo. “Lo peor ya pasó. Naturalmente los econochantas decían que lo peor está por venir”, comentó.
En tanto, en un mensaje directo a los empresarios, que lo aplaudieron en reiteradas oportunidades, dijo que su gobierno ya hizo un ajuste fiscal de 15 puntos del PBI y que eso le devuelve dinero al privado y activa el crédito. “Yo no digo quién tiene que invertir, no soy socialista, lo tienen que hacer ustedes. Háganlo”, pidió.
Promesa de campaña
En línea con una promesa que mantiene desde la campaña, Milei reiteró que cuando sobren recursos, va a bajar impuestos. “Me voy a encargar personalmente de quitarle la bota del cuello al sector privado, porque crea la riqueza, y no a los parásitos del sector público”, indicó. Pero aclaró que aún no están dadas las condiciones para eso y que no pretende hacerlo “a las apuradas”.
También se refirió al ajuste. “Las provincias se comprometieron a bajar el gasto público. Con el ajuste nacional no alcanza. Por cada empleado del Estado nacional hay tres provinciales. Es fundamental su aporte”, dijo, en un llamado de atención a los gobernadores, a quienes les pidió que adhieran al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
“El camino de la libertad es a la larga el de reconciliación con la ciudadanía. Si practicamos el ejemplo, no solo honramos los compromisos firmados en Tucumán”, cerró.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Creen que la recuperación llevará más tiempo del esperado
Los empresarios coinciden con Milei en que recién en el tercer trimestre se logrará cierta estabilización de la economía
Sofía Diamante
“Pasito a pasito”. Así definió un empresario las perspectivas de crecimiento de la economía para los próximos meses en el evento del Council of the Americas. El sector empresarial enterró definitivamente las expectativas de un rebote en forma de V en la actividad económica y tímidamente cree que la caída fuerte de las variables podría haberse estabilizado entre junio y julio. “Seguimos cayendo en la comparación interanual, pero menos de lo que caíamos a principio de año”, coinciden en destacar referentes de los sectores de consumo, salud, combustibles y construcción.
El primero en señalarlo fue el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, quien dijo que el país “está atravesando una situación sin dudas difícil”, que la actividad económica “se encuentra deprimida” y que “la pobreza registra valores escandalosos”.
También dijo que “numerosas empresas padecen por las escasas ventas“y muchos asalariados “hasentido, cen malabares” para llegar a fin de mes. “Es una realidad innegable y dolorosa”, remató.
Pese a la descripción de este panorama, el empresario defendió el rumbo “correcto” que tomó el Gobierno, al señalar que las reformas impulsadas eran “necesarias”. Y explicó: “La actual gestión dio inicio a un camino de transformación tan necesario como tantas veces postergado. Puso en marcha un conjunto de reformas necesarias para que la Argentina supere el estancamiento y el declive que la caracterizó durante demasiados años”.
El cambio en las proyecciones también se notó en el discurso presidencial de Javier Milei. El mandatario dijo que la Argentina transita un cambio de época “profundo” que “requiere de tiempo” y señaló que el equilibrio en las cuentas públicas “ya está rindiendo resultados”. En ese sentido, destacó la mejora de indicadores de julio de ventas minoristas, producción de autos, patentamientos, construcción y recomposición de salarios y jubilaciones.
“Estamos haciendo un cambio profundo, de raíz, y todo cambio profundo requiere de tiempo, un bien escaso que debe ser usado con prudencia y sabiduría, si queremos que este nuevo modelo se sostenga en el tiempo”, dijo de manera seria, en contraste con los discursos anteriores, cuando imitaba con tono jocoso a otros líderes políticos y a los economistas que lo criticaban. Lejos quedó la frase de que a fin de año “la economía va a crecer como pedo de buzo”, que mencionó a fines de abril, durante la cena de la Fundación Libertad.
“Si no lo estamos haciendo a la velocidad que nos gustaría es porque aún no están dadas las condiciones, y dar el paso a las apuradas es poner en riesgo todo lo que hemos conseguido hasta ahora. Es mucho más fácil hacerlo en el papel que instrumentarlo, en especial cuando del otro lado están los orcos”, reconoció.
En la construcción, que es un sector seguido de cerca porque es mano de obra intensivo, dicen que hay una pequeña reactivación de obra pública provincial, pero solo en aquellos lugares que tienen fondos para invertir, como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. “La obra pública nacional sigue completamente frenada. Una parte se rescindió, otra se transfirió a las provincias, aunque tampoco tienen plata, y dicen que el resto se va a reiniciar, pero todavía no ocurrió, y el decreto que publicaron esta semana acerca de este tema no es claro”, dijo Gustavo Weiss, presidente de la Camarco, la cámara que agrupa al sector.
“Gran parte de la inversión en obra pública es mantenimiento de infraestructura existente. El país tiene un stock de capital de US$500.000 millones, entre los que se encuentran rutas, ferrocarriles y hospitales, que si no se mantienen, se destruyen. Es un fenómeno que hay que solucionar lo más rápido posible”, dijo el empresario, y señaló que desde julio del año pasado se perdieron 130.000 puestos de trabajo en la construcción.
Una situación similar atraviesa el sector industrial, según el último informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). “Junio mostró caídas pronunciadas en las comparaciones mensual e interanual. Respecto de los factores relevados que más impactaron en el sexto mes del año, se encuentran la menor cantidad de días hábiles, las inundaciones en el sur de Brasil y algunas paradas de planta. Por otra parte, los datos preliminares de julio muestran ciertas mejoras heterogéneas respecto de los bajos niveles de junio y una moderación en las caídas interanuales”, dijeron, y señalaron que la dinámica del tercer trimestre podría exhibir una morigeración en la caída anual y una mejora en comparación con el segundo trimestre.
De cara al segundo semestre, los empresarios creen que podría haber una leve mejora debido a la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores asalariados y a la estabilidad de precios, que se sostendría gracias a la reducción de la alícuota del impuesto PAIS sobre las importaciones (de 17,5% a 7,5%).
“Creemos que habrá una recuperación del poder adquisitivo del empleado formal de 9% con relación a la fuerte caída del primer semestre. Si además empieza a haber más certidumbre de precios en el mercado, pueden mejorar los hábitos de compra, pero la recuperación no va a ser vigorizante, porque la caída ocurre luego de muchos años de desequilibrios macroeconómicos y alta inflación”, describió un líder del sector privado, en reserva.
“Pasito a pasito”. Así definió un empresario las perspectivas de crecimiento de la economía para los próximos meses en el evento del Council of the Americas. El sector empresarial enterró definitivamente las expectativas de un rebote en forma de V en la actividad económica y tímidamente cree que la caída fuerte de las variables podría haberse estabilizado entre junio y julio. “Seguimos cayendo en la comparación interanual, pero menos de lo que caíamos a principio de año”, coinciden en destacar referentes de los sectores de consumo, salud, combustibles y construcción.
El primero en señalarlo fue el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, quien dijo que el país “está atravesando una situación sin dudas difícil”, que la actividad económica “se encuentra deprimida” y que “la pobreza registra valores escandalosos”.
También dijo que “numerosas empresas padecen por las escasas ventas“y muchos asalariados “hasentido, cen malabares” para llegar a fin de mes. “Es una realidad innegable y dolorosa”, remató.
Pese a la descripción de este panorama, el empresario defendió el rumbo “correcto” que tomó el Gobierno, al señalar que las reformas impulsadas eran “necesarias”. Y explicó: “La actual gestión dio inicio a un camino de transformación tan necesario como tantas veces postergado. Puso en marcha un conjunto de reformas necesarias para que la Argentina supere el estancamiento y el declive que la caracterizó durante demasiados años”.
El cambio en las proyecciones también se notó en el discurso presidencial de Javier Milei. El mandatario dijo que la Argentina transita un cambio de época “profundo” que “requiere de tiempo” y señaló que el equilibrio en las cuentas públicas “ya está rindiendo resultados”. En ese sentido, destacó la mejora de indicadores de julio de ventas minoristas, producción de autos, patentamientos, construcción y recomposición de salarios y jubilaciones.
“Estamos haciendo un cambio profundo, de raíz, y todo cambio profundo requiere de tiempo, un bien escaso que debe ser usado con prudencia y sabiduría, si queremos que este nuevo modelo se sostenga en el tiempo”, dijo de manera seria, en contraste con los discursos anteriores, cuando imitaba con tono jocoso a otros líderes políticos y a los economistas que lo criticaban. Lejos quedó la frase de que a fin de año “la economía va a crecer como pedo de buzo”, que mencionó a fines de abril, durante la cena de la Fundación Libertad.
“Si no lo estamos haciendo a la velocidad que nos gustaría es porque aún no están dadas las condiciones, y dar el paso a las apuradas es poner en riesgo todo lo que hemos conseguido hasta ahora. Es mucho más fácil hacerlo en el papel que instrumentarlo, en especial cuando del otro lado están los orcos”, reconoció.
En la construcción, que es un sector seguido de cerca porque es mano de obra intensivo, dicen que hay una pequeña reactivación de obra pública provincial, pero solo en aquellos lugares que tienen fondos para invertir, como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. “La obra pública nacional sigue completamente frenada. Una parte se rescindió, otra se transfirió a las provincias, aunque tampoco tienen plata, y dicen que el resto se va a reiniciar, pero todavía no ocurrió, y el decreto que publicaron esta semana acerca de este tema no es claro”, dijo Gustavo Weiss, presidente de la Camarco, la cámara que agrupa al sector.
“Gran parte de la inversión en obra pública es mantenimiento de infraestructura existente. El país tiene un stock de capital de US$500.000 millones, entre los que se encuentran rutas, ferrocarriles y hospitales, que si no se mantienen, se destruyen. Es un fenómeno que hay que solucionar lo más rápido posible”, dijo el empresario, y señaló que desde julio del año pasado se perdieron 130.000 puestos de trabajo en la construcción.
Una situación similar atraviesa el sector industrial, según el último informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). “Junio mostró caídas pronunciadas en las comparaciones mensual e interanual. Respecto de los factores relevados que más impactaron en el sexto mes del año, se encuentran la menor cantidad de días hábiles, las inundaciones en el sur de Brasil y algunas paradas de planta. Por otra parte, los datos preliminares de julio muestran ciertas mejoras heterogéneas respecto de los bajos niveles de junio y una moderación en las caídas interanuales”, dijeron, y señalaron que la dinámica del tercer trimestre podría exhibir una morigeración en la caída anual y una mejora en comparación con el segundo trimestre.
De cara al segundo semestre, los empresarios creen que podría haber una leve mejora debido a la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores asalariados y a la estabilidad de precios, que se sostendría gracias a la reducción de la alícuota del impuesto PAIS sobre las importaciones (de 17,5% a 7,5%).
“Creemos que habrá una recuperación del poder adquisitivo del empleado formal de 9% con relación a la fuerte caída del primer semestre. Si además empieza a haber más certidumbre de precios en el mercado, pueden mejorar los hábitos de compra, pero la recuperación no va a ser vigorizante, porque la caída ocurre luego de muchos años de desequilibrios macroeconómicos y alta inflación”, describió un líder del sector privado, en reserva.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.