Leliq: los bancos renovaron solo 1,8% de lo que vencía y el desarme roza los $8 billones
Al traspaso a pases pasivos, para poder disponer del dinero en 24 horas, se suman ahora las necesidades de liquidez inmediata ante el “pico” estacional en la demanda de pesos
Javier Blanco
El BCRA ofreció ayer $300.000 millones en Leliq a una tasa del 133% nominal
El acelerado proceso de desarme de inversiones en letras de liquidez (Leliq) que iniciaron los bancos tras los resultados del balotaje marcó ayer un nuevo hito: apenas renovaron el 1,8% de las colocaciones que vencían, lo que provoca que otros $1,5 billones queden en condiciones de ganar la calle en los próximos días.
El porcentaje, nuevo mínimo inédito, se registró en la quinta licitación posterior al resultado electoral, aunque ya no solo está relacionado con el traspaso a pases pasivos a un día para ganar capacidad de reacción ante posibles sorpresas una vez que se concrete el cambio de gobierno: tiene que ver también con algunas necesidades para atender el “pico” en la demanda de pesos que se produce siempre a esta altura del año, lo que hace que ni los bancos oficiales se esmeren en renovarlas.
La confirmación de esta tendencia, fruto de la incertidumbre reinante, llegó en una jornada en la que el Banco Central (BCRA) llamó a licitación para ofrecer $300.000 millones en Leliq a vencer en 28 días a una tasa del 133% nominal anual (un monto indicativo bajo tomando en cuenta las necesidades antes citadas), al tiempo que enfrentaba vencimientos por $1,575 billones.
Según los registros oficiales, esta vez apenas el 39% de las tenencias que vencían estaban en poder de bancos privados (unos $0,6 billones), mientras que los públicos poseían el 61% restante ($0,97 billones).
Pero solo recibió ofertas de compra por apenas $28.648 millones (1,8%), por lo que el resultado fue una posible expansión monetaria “por $1,549 billones”, detalló el operador y analista Leonardo Svirsky, de Bull Market.
De este modo, de los 9,7 billones de pesos que tenían invertidos en Leliq, los bancos ya retiraron unos $7,94 billones. Es decir, desarmaron el 82% de la posición que les iba venciendo.
Como explicó en distintas la nacion oportunidades, las cancelaciones estuvieron, en un primer momento, relacionadas con el temor a que el nuevo gobierno les ofrezca canjear parte de esa tenencia por bonos del Tesoro en condiciones no muy favorables.
Pero en las dos últimas subastas (la de ayer y la del último jueves) comenzó a jugar otro factor: la necesidad de estar líquidos para atender el “pico” estacional en la demanda de dinero. Esto está relacionado con el pago de vacaciones y aguinaldos, en un contexto en el que muchas empresas ofrecieron a sus empleados adelantar esas liquidaciones, ya sea para compensar la alta inflación o por “parates” estratégicos en su producción, a la espera de las redefiniciones ligadas a la política económica en general, y a la cambiaria y monetaria en particular.
“Ya en la anterior licitación, cuando se adjudicó apenas el 2,8% del vencimiento y los privados habían renovado solo 1,9%, los $2 billones no renovados en Leliq no fueron a pases”, había apuntado el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
¿Adónde van esos pesos?
Del informe monetario del BCRA surge que el pasado jueves apenas medio billón “desarmado” se dirigió a pases (el stock de estas colocaciones subió de $14,7 billones a casi $15,2 billones el día posterior y duplica al de Leliq, que quedó en $7,5 billones), mientras los $1,5 billones restantes fueron a reforzar la liquidez de los bancos, antes de transformarse –seguramente– en medios de pago y salir a circulación.
“Los bancos migraron de Leliq a 28 días y al 133% a pases a un día y al 126%, para buscar mayor liquidez por la cautela que genera el ‘plan Caputo’. Por esta razón, ya la semana pasada el stock de pases superó al de Leliq. Pero, mientras se mantengan esterilizados, no hay riesgo”, había evaluado el economista y consultor Fernando Marull.
El problema es que a las necesidades de pago propias de la época se están sumando retiros de pesos colocados a plazo fijo y también de dólares depositados en los bancos, lo que hace que dinero que estaba ocioso o invertido tenga opción de sumarse a la presión sobre la oferta de bienes y servicios, en un contexto inflacionario ya complicado.
“Tenemos niveles de circulante, M2 y M3, más cercanos a los mínimos para los últimos 20 años. El nivel de plazos fijos ya tampoco es históricamente alto. Sí hay más en cuentas corrientes (CC) y cajas de ahorro (CA), pero el M2 tiende a ser bajo por circulante bajísimo. El problema ya pasa mucho más por la velocidad de giro de los pesos transaccionales que de la cantidad relativa de pesos. Ahí juegan la tasa real, las expectativas y la represión financiera”, apuntó el economista Gabriel Caamaño, director del Estudio Ledesma.
Además, se conoció que ayer los bancos le pidieron al BCRA US$64 millones para atender necesidades de caja, el mayor monto desde la previa a las últimas elecciones, lo que estaría señalando que el goteo de esas colocaciones persiste y hasta puede haber aumentado.
El acelerado proceso de desarme de inversiones en letras de liquidez (Leliq) que iniciaron los bancos tras los resultados del balotaje marcó ayer un nuevo hito: apenas renovaron el 1,8% de las colocaciones que vencían, lo que provoca que otros $1,5 billones queden en condiciones de ganar la calle en los próximos días.
El porcentaje, nuevo mínimo inédito, se registró en la quinta licitación posterior al resultado electoral, aunque ya no solo está relacionado con el traspaso a pases pasivos a un día para ganar capacidad de reacción ante posibles sorpresas una vez que se concrete el cambio de gobierno: tiene que ver también con algunas necesidades para atender el “pico” en la demanda de pesos que se produce siempre a esta altura del año, lo que hace que ni los bancos oficiales se esmeren en renovarlas.
La confirmación de esta tendencia, fruto de la incertidumbre reinante, llegó en una jornada en la que el Banco Central (BCRA) llamó a licitación para ofrecer $300.000 millones en Leliq a vencer en 28 días a una tasa del 133% nominal anual (un monto indicativo bajo tomando en cuenta las necesidades antes citadas), al tiempo que enfrentaba vencimientos por $1,575 billones.
Según los registros oficiales, esta vez apenas el 39% de las tenencias que vencían estaban en poder de bancos privados (unos $0,6 billones), mientras que los públicos poseían el 61% restante ($0,97 billones).
Pero solo recibió ofertas de compra por apenas $28.648 millones (1,8%), por lo que el resultado fue una posible expansión monetaria “por $1,549 billones”, detalló el operador y analista Leonardo Svirsky, de Bull Market.
De este modo, de los 9,7 billones de pesos que tenían invertidos en Leliq, los bancos ya retiraron unos $7,94 billones. Es decir, desarmaron el 82% de la posición que les iba venciendo.
Como explicó en distintas la nacion oportunidades, las cancelaciones estuvieron, en un primer momento, relacionadas con el temor a que el nuevo gobierno les ofrezca canjear parte de esa tenencia por bonos del Tesoro en condiciones no muy favorables.
Pero en las dos últimas subastas (la de ayer y la del último jueves) comenzó a jugar otro factor: la necesidad de estar líquidos para atender el “pico” estacional en la demanda de dinero. Esto está relacionado con el pago de vacaciones y aguinaldos, en un contexto en el que muchas empresas ofrecieron a sus empleados adelantar esas liquidaciones, ya sea para compensar la alta inflación o por “parates” estratégicos en su producción, a la espera de las redefiniciones ligadas a la política económica en general, y a la cambiaria y monetaria en particular.
“Ya en la anterior licitación, cuando se adjudicó apenas el 2,8% del vencimiento y los privados habían renovado solo 1,9%, los $2 billones no renovados en Leliq no fueron a pases”, había apuntado el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
¿Adónde van esos pesos?
Del informe monetario del BCRA surge que el pasado jueves apenas medio billón “desarmado” se dirigió a pases (el stock de estas colocaciones subió de $14,7 billones a casi $15,2 billones el día posterior y duplica al de Leliq, que quedó en $7,5 billones), mientras los $1,5 billones restantes fueron a reforzar la liquidez de los bancos, antes de transformarse –seguramente– en medios de pago y salir a circulación.
“Los bancos migraron de Leliq a 28 días y al 133% a pases a un día y al 126%, para buscar mayor liquidez por la cautela que genera el ‘plan Caputo’. Por esta razón, ya la semana pasada el stock de pases superó al de Leliq. Pero, mientras se mantengan esterilizados, no hay riesgo”, había evaluado el economista y consultor Fernando Marull.
El problema es que a las necesidades de pago propias de la época se están sumando retiros de pesos colocados a plazo fijo y también de dólares depositados en los bancos, lo que hace que dinero que estaba ocioso o invertido tenga opción de sumarse a la presión sobre la oferta de bienes y servicios, en un contexto inflacionario ya complicado.
“Tenemos niveles de circulante, M2 y M3, más cercanos a los mínimos para los últimos 20 años. El nivel de plazos fijos ya tampoco es históricamente alto. Sí hay más en cuentas corrientes (CC) y cajas de ahorro (CA), pero el M2 tiende a ser bajo por circulante bajísimo. El problema ya pasa mucho más por la velocidad de giro de los pesos transaccionales que de la cantidad relativa de pesos. Ahí juegan la tasa real, las expectativas y la represión financiera”, apuntó el economista Gabriel Caamaño, director del Estudio Ledesma.
Además, se conoció que ayer los bancos le pidieron al BCRA US$64 millones para atender necesidades de caja, el mayor monto desde la previa a las últimas elecciones, lo que estaría señalando que el goteo de esas colocaciones persiste y hasta puede haber aumentado.
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El dólar MEP rebotó, superó al blue y es la cotización más alta
El tipo de cambio paralelo cayó, pero los financieros registraron alzas de $25; las acciones operaron al alza
Melisa Reinhold
En la última semana de cara al recambio de gobierno, el mercado opera con cautela. La expectativa de los inversores está puesta en cuáles serán las primeras medidas económicas que encarará Javier Milei durante su llegada a la Casa Rosada, sobre todo en cuanto a una eventual corrección del tipo de cambio oficial mayorista. En ese escenario, ayer el blue registró una caída de $20, mientras que los tipos de cambio financieros rebotaron tras haber tocado piso durante los días anteriores.
En las calles de la City porteña, el tipo de cambio paralelo se vendió ayer a $910. Se trató de una caída de $20 frente al cierre anterior (-2,15%), mientras que en los primeros dos días de la semana acumuló una baja de $45 (-4,7%).
En cambio, el MEP con AL30 apareció en las pantallas del mercado de capitales a $947,40, lo que significó una suba de $25 en comparación con el cierre previo (+2,7%). De esta forma, esta cotización superó el valor del dólar blue, un fenómeno que no se observaba hacía meses.
El contado con liquidación (CCL) vía acciones presenta su propia dinámica. Desde que el Gobierno estableció que los exportadores pueden liquidar el 50% de sus ventas al contado con liqui y el otro 50% al dólar oficial, esta cotización tendió a la baja hasta posicionarse con el valor más bajo del mercado cambiario libre. Incluso cuando la relación suele ser a la inversa, ya que esta herramienta se utiliza para girar divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina. Así, tras tocar mínimos en los días anteriores, ayer se ubicó en los $909,21. Fueron unos $18 más que el lunes (+2%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $363,10, una microdevaluación diaria de $0,65 (+0,2%). En estos días comenzó a cobrar fuerza la idea de que haya una corrección cambiaria hasta los $650 a partir de la semana que viene, luego de que Guillermo Francos, futuro ministro del interior, afirmara que esos valores “serían razonables”.
“En este contexto, la brecha podría reducirse sustancialmente, volviendo a niveles de menor estrés cambiario (entre un 40% y un 60%). En esta baja incidirían la caída en la devaluación futura y las expectativas positivas sobre los primeros pasos del nuevo gobierno enfocados en reducir los desequilibrios fiscales y externos. Adicionalmente, el mercado espera la eliminación de gran parte de las regulaciones implementadas para reducir el costo de la intervención del Banco Central en los dólares financieros”, señalaron desde Delphos Investment.
Por otra parte, la Bolsa porteña rebotó un 4,7% y se ubicó en las 885.270 unidades. Ayer se destacaron las acciones de Transener (+13,1%), Transportadora de Gas del Sur (+11,3%), Central Puerto (+10,4%) e YPF (+10,3%).
Para la sociedad de bolsa Portfolio Personal de Inversiones (PPI), la suba de las acciones locales está “fuertemente relacionada” con el accionar del dólar contado con liquidación. Aunque la correlación no siempre es lineal, una suba de la moneda estadounidense suele impulsar también el índice. “Dadas las numerosas restricciones para acceder a dólares o coberturas de distinto tipo, las acciones argentinas se han convertido en un vehículo de cobertura”, explicaron.
En la última semana de cara al recambio de gobierno, el mercado opera con cautela. La expectativa de los inversores está puesta en cuáles serán las primeras medidas económicas que encarará Javier Milei durante su llegada a la Casa Rosada, sobre todo en cuanto a una eventual corrección del tipo de cambio oficial mayorista. En ese escenario, ayer el blue registró una caída de $20, mientras que los tipos de cambio financieros rebotaron tras haber tocado piso durante los días anteriores.
En las calles de la City porteña, el tipo de cambio paralelo se vendió ayer a $910. Se trató de una caída de $20 frente al cierre anterior (-2,15%), mientras que en los primeros dos días de la semana acumuló una baja de $45 (-4,7%).
En cambio, el MEP con AL30 apareció en las pantallas del mercado de capitales a $947,40, lo que significó una suba de $25 en comparación con el cierre previo (+2,7%). De esta forma, esta cotización superó el valor del dólar blue, un fenómeno que no se observaba hacía meses.
El contado con liquidación (CCL) vía acciones presenta su propia dinámica. Desde que el Gobierno estableció que los exportadores pueden liquidar el 50% de sus ventas al contado con liqui y el otro 50% al dólar oficial, esta cotización tendió a la baja hasta posicionarse con el valor más bajo del mercado cambiario libre. Incluso cuando la relación suele ser a la inversa, ya que esta herramienta se utiliza para girar divisas a una cuenta bancaria fuera de la Argentina. Así, tras tocar mínimos en los días anteriores, ayer se ubicó en los $909,21. Fueron unos $18 más que el lunes (+2%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $363,10, una microdevaluación diaria de $0,65 (+0,2%). En estos días comenzó a cobrar fuerza la idea de que haya una corrección cambiaria hasta los $650 a partir de la semana que viene, luego de que Guillermo Francos, futuro ministro del interior, afirmara que esos valores “serían razonables”.
“En este contexto, la brecha podría reducirse sustancialmente, volviendo a niveles de menor estrés cambiario (entre un 40% y un 60%). En esta baja incidirían la caída en la devaluación futura y las expectativas positivas sobre los primeros pasos del nuevo gobierno enfocados en reducir los desequilibrios fiscales y externos. Adicionalmente, el mercado espera la eliminación de gran parte de las regulaciones implementadas para reducir el costo de la intervención del Banco Central en los dólares financieros”, señalaron desde Delphos Investment.
Por otra parte, la Bolsa porteña rebotó un 4,7% y se ubicó en las 885.270 unidades. Ayer se destacaron las acciones de Transener (+13,1%), Transportadora de Gas del Sur (+11,3%), Central Puerto (+10,4%) e YPF (+10,3%).
Para la sociedad de bolsa Portfolio Personal de Inversiones (PPI), la suba de las acciones locales está “fuertemente relacionada” con el accionar del dólar contado con liquidación. Aunque la correlación no siempre es lineal, una suba de la moneda estadounidense suele impulsar también el índice. “Dadas las numerosas restricciones para acceder a dólares o coberturas de distinto tipo, las acciones argentinas se han convertido en un vehículo de cobertura”, explicaron.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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