Hackeo al PAMI: se complica la atención médica y en farmacias para los jubilados
Hoy usarían una plataforma externa para emitir recetas y órdenes electrónicas; más de una semana de problemas
Fabiola Czubaj y Guillermina Leudesdorf
Una resolución del PAMI atribuye oficialmente a un software malicioso que secuestra información sensible a cambio de un rescate la caída de sus servidores, que desde hace ya más de una semana altera el ritmo de las prestaciones a millones de jubilados y pensionados en el país. Hoy, según pudo conocer la nacion, se podrían volver a emitir recetas y órdenes médicas electrónicas para subsanar temporalmente los problemas que ocasionan la vuelta al uso de papel y la carga manual de datos.
Esto es porque aún no hay una estimación técnica de cuánto demoraría la resolución de la intrusión, que se hizo pública el miércoles pasado. “Los sistemas informáticos del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Inssjp) han sido vulnerados como consecuencia de un incidente informático conocido como ransomware Rhysida”, se lee en la resolución del PAMI del lunes pasado firmada por su directora, Luana Volnovich.
El organismo negó haber recibido un pedido de rescate tras el ataque, a diferencia de lo que ocurre en otras áreas del Estado y privados en los últimos meses. Pero, también, la primera reacción del organismo con prestadores enlazados con su plataforma online fue negar el ataque a comienzos de la semana pasada. Argumentaron que las dificultades se debían a que estaban cambiando servidores.
La intrusión en los servidores del PAMI, según la resolución oficial, paralizó el sistema de emisión de recetas y órdenes electrónicas que usan los profesionales que atienden a los afiliados, como también el de control, registro, dispensa y auditoría de medicamentos de la institución (FarmaPAMI). Tampoco funciona el sistema nacional de trazabilidad de medicamentos y productos médicos de la Anmat porque está alojado en los servidores del PAMI. “Cuando un médico de cabecera elabora una receta electrónica, a través del sistema sabe qué fármaco existe y está aceptado para su cobertura –explicó una de las fuentes consultadas–. Esa receta queda automáticamente disponible en la farmacia en que se presente el afiliado y con todos los datos necesarios. Eso ocurre a través del sistema FarmaPAMI. Esto con la receta de papel no está ocurriendo, y es un problema tan grande por el desastre de perder transacciones”.
Una solución temporal a la emergencia se activaría hoy: los profesionales empezarían a usar una plataforma externa (posiblemente de Fefara, una de las entidades que representan a las farmacias) para que los médicos emitan recetas y órdenes electrónicas.
La Anmat autorizó a la industria farmacéutica y de productos médicos a venderles a droguerías, obras sociales e instituciones sin ingresar la información al sistema nacional de trazabilidad.
Preocupación
En una recorrida de por la nacion farmacias, se constató que algunos afiliados al PAMI no pudieron acceder a sus medicamentos en tiempo y forma, otros no recibieron los descuentos habituales y un tercer grupo debieron ir al médico de cabecera para conseguir una receta en formato papel.
“Tomo medicación para la diabetes. La semana pasada fui a buscarla a la farmacia porque se me había terminado, pero no podían acceder a mis recetas porque habían hackeado el sistema”, contó Eduardo G., de 80 años. Debió ir a su médico de cabecera para que le hiciera la receta en papel y luego volver a la farmacia para continuar con su tratamiento. “Estuve tres días sin la medicación, pero una vez que entregué la receta física me los dieron con regularidad y con el descuento”, explicó.
Uno de los empleados de la farmacia Troilo, de Olivos, explicó que por el hackeo los médicos no pueden cargar las recetas al sistema, pero afirmó que los afiliados del PAMI pudieron retirar sus medicamentos de manera habitual.
Una empleada de Openfarma, en Vicente López, afirmó que muchos jubilados no pudieron seguir con sus tratamientos, porque debían ir a su médico de cabecera para conseguir la receta en papel y luego regresar a la farmacia para que la cargaran al sistema ad hoc.
“El viernes [por mañana] tengo turno con el cardiólogo, pero como se cayó el sistema tuve que ir a que me hagan la derivación a mano. Fui a ver a la doctora que me habían asignado el 1º de agosto y no atendía más por PAMI, así que tuve que ir a la sucursal donde me indicaron un médico que me hizo las derivaciones a mano. La atención fue buena, pero mientras estuve ahí no paraban de llegar personas con problemas”, contó María Cristina Bondarchuk, de 72 años.
“Me presenté el jueves 3 en la farmacia habitual, y me dijeron que habían hackeado el sistema del PAMI. Si era una carga anterior se podía realizar la compra, pero no se respetó el 100% del descuento, les realizaron a todos el 50%; los llevé igual y aboné $15.000. En otras circunstancias esos medicamentos se los llevaba de manera gratuita”, contó Gabriela Radivozñuk, que está a cargo de su padre, de 84 años.
Y contó la difícil situación de su madre: “Tenía que hacerse órdenes oncológicas, al no tener sistema no pudo presentar la electrónica, que la habilita para que la atiendan. Las recetas fueron pasadas en papel, que serán aceptadas solo si no hay sistema, si no continúa el conflicto se debe volver al doctor para que las cargue al sistema. Esto implica ir a la siete de la mañana para hacer la fila, esperar que la carguen aproximadamente tres horas y volver a iniciar los trámites en la agencia PAMI, para autorizar la continuidad del tratamiento de quimioterapia”. Y lamentó: “Estamos esperando que no se arregle hasta que tenga la autorización”.
Por otro lado, contó: “En la farmacia, me contaron que recibían las órdenes en formato papel, pero que no podían guardarlas porque no tenían forma de constatar que fueran firmadas por el médico perteneciente al PAMI”.
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