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miércoles, 11 de julio de 2018

"DALE A TU BOTÍN" ........FÚTBOL PARA CHICOS VULNERABLES


El fútbol como llave para educar en valores a chicos de contextos vulnerables
Dale a tu Botín equipa potreros en barrios humildes de Córdoba para enseñar a niños a compartir y ser responsables 
Dale a tu Botín equipa potreros en barrios humildes de Córdoba para enseñar a niños a compartir y ser responsables
CÓRDOBA. El fútbol como excusa. Esa es la idea que mueve a Dale a tu Botín, una ONG que nació hace unos cuatro años en la capital cordobesa y que surgió de la angustia de una familia al ver los desmanes y saqueos de diciembre de 2013, cuando una huelga policial dejó a Córdoba en un clima de guerra.
"Veíamos lo que pasaba, conocidos a los que les saquearon un negocio o les quemaron una pyme, y nos preguntábamos qué había detrás, por qué la sociedad se comportaba así", cuenta Walter Smidt, creador de la fundación. "Entonces agrega empezamos a recorrer con mi esposa las barriadas, a involucrarnos y ver cómo podíamos ayudar; había una fuerte ausencia del Estado".
Uno de los problemas que detectaron era que había muchos chicos de familias sin recursos en la calle, muchas veces solos. "Si no hay nada, a lo mejor el camino son los malos hábitos. El fútbol fue lo primero que tuvimos a mano y, con la ayuda de algunos empresarios chicos, arrancamos llevando arcos, pelotas y pecheras a una canchita".

La "canchita" es una en el barrio El Cerrito, en Argüello (a media hora de la capital cordobesa). A fines de 2014 ahí estaba el "profe" Christian Abranchi tratando de hacer su "aporte" a la sociedad. Director técnico nacional recibido, se inclinó por enseñar fútbol a los chicos. Coincidieron con Dale a tu Botín y el baldío se transformó en una cancha.
"Pensé que vendrían unos 15 chicos porque es una zona muy humilde donde no había disciplina deportiva", describe Abranchi, quien ahora tiene 100 alumnos que entrenan dos veces a la semana. "Las familias ayudan, trabajan; los papás acompañan así el crecimiento y el desarrollo integral de sus hijos; colaboramos para mejorar la conducta, para que sepan que hay que entrenar, que hacerlo es una responsabilidad". La "escuelita" es gratis y abierta para todos; para alquilar el predio donde hacen partidos en una liga el aporte es de $70.
Smidt; su esposa, Mariela Dequino, y sus tres hijos (20, 18 y 13 años) se entusiasmaron y fueron sumando más colaboradores y más lugares. "Vimos que el fútbol era una herramienta que podía ayudar a la movilidad social; que con pocos recursos se puede hacer mucho; sacar a los chicos de la calle, inculcarles valores, trabajar con los papás", explican.

Apenas empezaron a ayudar a los potreros detectaron el otro problema, el de la falta de calzado. "Provoca una gran frustración porque al disputar una pelota se caen porque el botín está liso", afirma Smidt. Como no tenían recursos para comprar nuevos, empezaron la tarea de "incentivar a gente a que done los botines que no usan".
Así surgió la campaña "Dale a tu botín la posibilidad de seguir haciendo goles". La fundación tiene un "botinómetro" que lleva a escuelas, a clubes de rugby y a las entidades donde se lo permiten para recibir las donaciones y, después, en las "escuelitas" los profesores las distribuyen a quienes necesitan.
Entre todos
El Fortín de Güemes es la "escuelita" de los barrios Maldonado y Müller, una zona roja cordobesa. La creó hace cinco años el matrimonio de Mabel Godoy y Miguel Ángel Juncos. Arrancaron con diez chicos y las pelotas y pecheras que habían conseguido. Hoy son 80 de entre 4 y 16 años. Dale a tu Botín se sumó al esfuerzo.

"No solo es estar en la cancha, sino escucharlos, ver sus problemas en el contexto en que viven; lograr que los chicos y los papás confíen y expresen lo que les pasa. Hemos conseguido cosas muy lindas; lo hacemos con amor", comenta Godoy. La pelota borró el límite entre los barrios -tradicionalmente con barras enfrentadas-, en la cancha se acabó la distinción. Y agrega: "Son un equipo con las mismas responsabilidades y derechos; si hay algo es para todos y si no una vez para uno y otra vez para otro".
La casa del matrimonio es de puertas abiertas; los chicos van a ver partidos del Mundial y a escuchar música. Juncos es el entrenador y encargado de la organización: "Les muestro que no solo se trata de ser habilidoso y patear; que los jugadores que ellos admiran tienen responsabilidades. El fútbol es un premio no un derecho. 'Si querés jugar, tenés que entrenar, tener buen promedio y buen comportamiento en la casa', sino de titular a suplente y de ahí a la hinchada, pero entrenando el doble".
A la fundación la apoyan exjugadores, entre los que destacan Juan Carlos "la Milonguita" Heredia (cordobés que fue una gloria del Barcelona en los 70), el ex Belgrano Luis Fabián Artime y Roberto "Pato" Gasparini, un ex Racing de Córdoba. "Para los chicos es lindo verlos y escuchar lo que cuentan, es un incentivo. Por eso invitamos a que otros se sumen", pide Smidt. La fabricante de pelotas cordobesa Dale Más también colabora para que puedan tener elementos.
Los Chañas, el equipo de Anisacate, que dirige Natalia Gilio, ya se organiza para tener su camiseta. En el pueblo de 1200 habitantes a 40 kilómetros de Córdoba los vecinos convirtieron un "campito de vacas y caballos" en una cancha. Veinticinco chicos se entrenan y sociabilizan. "Aprenden a respetarse, a ser más responsables, están contentos y las familias también se suman y ayudan", agrega Gilio, quien llegó al lugar hace dos años desde Buenos Aires y, como es profesora de educación física, armó el equipo.
En el campeonato de Dale a tu Botín el equipo que gana se lleva tres puntos y uno el que pierde, pero también se otorgan puntos por el comportamiento de los papás en la tribuna, de los chicos en la cancha y también del profesor.

G. O.

sábado, 17 de junio de 2017

LA VERDADERA CARA DE ESTE "DEPORTE", POR EL QUE SE MATA, SE ROBA Y SE ENGAÑA

¡¡PASIÓN DE MULTITUDES!!!....NO ME HAGAS REIR...
Negocio redondo: Champions League vs. la Copa Libertadores
Pese a los esfuerzos del fútbol sudamericano, la brecha económica entre los dos torneos no deja de crecer; cómo hizo la competencia europea para convertirse en un evento de interés mundial
15%
En ascenso
Es la suba que registró el premio que recibirá el equipo que salga campeón el próximo sábado, en la final de la Champions, que en total se llevará US$ 17,3 millones


La pelota de fútbol es apenas la excusa. Atrás de ella, en Europa o América del Sur, se mueven millones que juegan su propio partido. Cadenas de televisión, empresarios de clubes, anunciantes e hinchas son los protagonistas de un negocio que tiene en la Champions League y la Copa Libertadores sus mejores exponentes en cada continente.
Las competiciones de clubes europeas representan una enorme fuente de ingresos para la UEFA, la entidad que agrupa a las asociaciones de cada país y es responsable de la organización de estos certámenes. Según sus datos oficiales, la entidad cerrará esta temporada con ingresos que rondarán los US$ 2627 millones de dólares (2350 millones de euros) por acciones comerciales vinculadas con la Champions League, la Europa League (segundo torneo continental) y la Supercopa Europea, que enfrenta a los ganadores de ambas competencias.

 De ese monto, unos US$ 1474 millones (1319 millones de euros) se repartieron entre los equipos participantes de la Champions, con montos variables según los resultados.
En esta temporada, los premios a percibir por cada club se incrementaron un 15%. De esta manera, el perdedor de la final del sábado recibirá US$ 12,3 millones, mientras que quien gane la final en el Millennium Stadium de Cardiff embolsará US$ 17,3 millones (15,5 millones de euros). De esta manera, el premio total al campeón, sumadas las bonificaciones por las instancias previas, superará los US$ 64 millones.
Para los organizadores de la Champions, las mayores fuentes de ingreso son la venta de derechos de televisación y los auspiciantes, cuyos contratos tienen duración de tres años. El torneo tiene hoy ocho sponsors oficiales (Heineken, Adidas, Gazprom, MasterCard, Nissan, Pepsico, Sony y Unicredit), cuya inversión se estima en alrededor de US$ 70 millones anuales. Los vínculos vigentes actualmente comenzaron en 2015 y finalizan a mediados de 2018, aunque la UEFA ya avanza con las renovaciones hasta 2021.
Lo mismo ocurre con los derechos de televisión, que se licitan por países o regiones (en América del Sur son compartidos por ESPN y Fox Sports), también en contratos trianuales, que verán incrementos para el nuevo ciclo. En Francia, los montos subieron un 111% y pasaron de US$ 184 millones por año (165 millones de euros) a más de US$ 390 millones (350 millones de euros), mientras que en Inglaterra, el valor del paquete se elevó un 66% y pasó de US$ 385 millones (345 millones de euros) a más de US$ 508 millones (455 millones de euros) por temporada.


En ese escenario hay factores deportivos y extradeportivos que explican y sostienen el crecimiento del negocio. Además de contar con los equipos más importantes de Europa, que concentran a los mejores jugadores del mundo, la organización de la Champions League construye y cuida la imagen de su marca para optimizar la comercialización de su producto. "La Champions League es un caso de éxito de cómo una competencia deportiva puede explotar su poderío. No es casualidad. Hicieron un trabajo que comenzó en 2005, con un manual de branding con seis capítulos, y lo rehicieron en 2009. No dejan nada librado al azar. Involucra todo el trabajo de imagen: qué se puede hacer con las gráficas en la cancha y fuera de la cancha, cómo hacer las promociones, las barridas de TV o en qué momento hacer sonar el himno", explica Guillermo Ricaldoni, managing director de la agencia de marketing deportivo We Are Sports. "Trabajan como una marca comercial. Todo está estandarizado. De esa forma generan todo la garantía de la calidad de lo que se va a ver y crean valor. Eso hace que se puedan conseguir mejores contratos de patrocinio y TV", agrega.
En efecto, hoy la Champions League está entre los 10 certámenes deportivos más valiosos según la revista Forbes, en un listado que encabeza el Super Bowl, la final anual del torneo de fútbol americano de los Estados Unidos que maneja como ningún otro espectáculo la combinación de deporte y entretenimiento. Hacia allí se orienta también la Champions. La final, que tendrá 74.500 espectadores en el estadio y entradas que iban de los 67 dólares (60 euros) a los 435 dólares (390 euros), proyecta alcanzar una audiencia superior a los 200 millones de personas en todo el mundo.
En el aspecto deportivo, los protagonistas de la final también muestran números que los ubican entre los más poderosos del mundo. El Real Madrid, actual campeón del certamen, es el tercer club con mayores ingresos anuales, detrás del Manchester United y el Barcelona. Según Deloitte, el club español facturó alrededor de US$ 692 millones (620 millones de euros) en la última temporada, con un crecimiento anual del 7%. Juventus, en tanto, aparece 10° en el listado, con ingresos que crecieron un 5% en la temporada anterior para llegar a los US$ 380 millones.


Los números de la Copa Libertadores, el equivalente de la Champions en América del Sur, muestran la brecha que separa ambos mercados. El año pasado, la Conmebol, la entidad que rige el fútbol en este continente, duplicó sus ingresos originados en el mayor torneo de equipos del continente, pero apenas llegó a los US$ 121,9 millones. Lo mismo se observa en los premios: el campeón de la Libertadores este año recibirá un total de US$ 9,5 millones. "A esta Copa lo que le falta es mercado y no puede competir de igual a igual. La Champions League tiene como destino el mundo, pero para la Libertadores, el mercado es América latina, que ahora se redujo porque no juegan los equipos de México", explica Juan Anlló, gerente del departamento de Industria Deportiva en Deloitte Argentina. "Si los equipos tuvieran mejores planteles, habría mejor juego. Pero más allá de eso, la Libertadores es un producto que tiene mucho de mítica, pero que no necesariamente se explota de manera comercial. Hay que trabajar con el espectáculo", explica el analista.
E. L.