miércoles, 3 de agosto de 2016

EN EL "ESPACIO MENTE ABIERTA"; INFLACIÓN.....HUESO DURO DE ROER


Si bien la inflación tiende a desacelerarse, la suba de varios precios agrega incógnitas a las que ya provocan los parches en las tarifas




Todo indica que la inflación de julio sería inferior al 3,1% registrado en junio por el índice de precios al consumidor en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Pero el ritmo de la desaceleración volvió a ser una incógnita para este mes y los siguientes. Tanto por los aumentos de varios precios (lácteos, verduras y hortalizas) como por el "resorte apretado" que significa para los consumidores la inédita decisión judicial de suspender las subas del gas y retrotraer los cuadros tarifarios al 31 de marzo en todo el país, más la cautelar de la justicia porteña que frenó el alza del subte.



En el caso del gas natural, el parche judicial que dejó transitoriamente sin efecto el "tarifazo" de abril crea además una situación sin precedente. Si bien el Indec no había reflejado plenamente su impacto -ya que reanudó la difusión del IPC con los datos de mayo-, el interrogante es cómo se computará el bache de julio. En este mes se suspendió el envío de facturas y el jefe de Gabinete pidió a los usuarios que no paguen, aunque después se rectificó. Lo mismo ocurre con los topes de 400% y 500% dispuestos por el Ministerio de Energía, junto con la refacturación de los importes independientemente del volumen consumido. La aplicación de este parche oficial también quedó en manos de la Corte Suprema de Justicia. Y aun cuando el tribunal los convalide tras la feria judicial, nadie aventura cómo podrían incidir en el IPC de agosto la disparidad de tarifas y el pago retroactivo de julio. En cuanto al subte, la cuestión no es tan compleja porque el ajuste no llegó a aplicarse y el desenlace judicial determinará si el efecto se reflejará en los índices de agosto y/o septiembre, o quedará postergado.



Estos precios regulados, al igual que los combustibles, no integran la denominada inflación "núcleo", que el Banco Central toma en cuenta para definir la tasa de interés de las Lebac. Tampoco el ajuste remanente en medicina prepaga (5%). Ni los productos estacionales como frutas y verduras, que en las últimas semanas no dejaron de subir. Por caso, en la medición que realiza esta columna en la sucursal porteña de una cadena líder de supermercados, los cinco productos de este rubro mostraron en julio una suba de 13% con respecto a junio; de 74% en siete meses y de casi 110% en comparación con un año atrás. Comprar un kilo de pimientos rojos, otro de berenjenas y un tercero de zapallitos redondos insume un gasto de $ 250; algo más que dos kilos de asado.



Sin embargo, esta desagregación no deja de ser una herramienta de análisis técnico. En la práctica, todos los aumentos de precios impactan sobre el poder adquisitivo de los consumidores. De ahí que el BCRA haya advertido una tendencia más difusa en el comportamiento de la inflación núcleo (que representa casi el 70% de la canasta total relevada por el Indec), para mantener sin cambios la tasa de Lebac en 30,25% anual a 35 días por tercera semana, tras 10 bajas consecutivas desde el pico de 38% de mayo. Su último comunicado explica que en julio todos los indicadores y las estimaciones estatales y privadas muestran un descenso de la inflación con respecto a junio, "aunque a distintas velocidades".
Como una muestra microscópica, el precio total de la canasta de 30 productos masivos que mide esta columna ascendió en julio a $ 2265,60. Este valor significa una suba de 8,3% en comparación con los $ 2092 del mes previo (que se reduce a 7,6% si se excluyen las frutas, verduras y hortalizas); de 21,5% con diciembre ($ 1865) y de 45% con julio de 2015 ($ 1562).




Al margen de los productos estacionales, los mayores incrementos de este mes se verificaron en queso rallado (32%), postres lácteos dietéticos (9,9%), queso en barra (6,3%) y jamón cocido (14,3%). También hubo alzas mensuales de dos dígitos en agua mineral (10,9%) y limpiador con amoníaco (10%), y -si bien no integran la canasta- en leche en sachet y vinos de gama media y alta.
En cuanto al aceite comestible, los precios se mantuvieron, pero con un cupo de dos botellas por cliente, después de que el secretario general de la Federación de Aceiteros, Daniel Yofra, anunciara irresponsablemente que se triplicarían por la eliminación del fideicomiso privado que desde 2008 subsidia el precio interno del producto. Esta medida, que hubiera tenido un impacto adicional de 30%, ahora quedó en suspenso hasta fin de año tras el acuerdo del Gobierno con la industria aceitera para ajustar los precios entre 4% (mezclas) y 6% (girasol) a partir de agosto.


La preocupación oficial por el comportamiento de los precios tuvo otra manifestación en la última reunión entre medio gabinete económico y representantes de las principales cadenas de supermercados. En ese encuentro, que fuentes oficiales calificaron como "áspero", no sólo se pidió normalizar el abastecimiento de aceite y acortar los plazos de pago a la industria láctea (que van de 90 a 120 días) para mayores perjuicios a los tamberos. También los tres ministros presentes (Cabrera, Prat-Gay y Buryaile) plantearon a los supermercadistas que compitan sobre la base de márgenes de precios en las góndolas, y no a través de ofertas y promociones por cantidad como viene ocurriendo hace años. Incluso se habría hablado de desempolvar la ley de defensa del consumidor para penalizar la práctica de aplicar rebajas (de 25 a 50%) sobre precios con aumentos previos, a cambio de la compra de más de una unidad. Esta modalidad impacta indirectamente en el IPC oficial, cuya medición se basa en los precios de las góndolas con pago al contado.


En el Ministerio de Producción aseguran además que los "Precios Cuidados" se mantendrán por lo menos hasta fin de año, mientras avanzan en el acuerdo con los laboratorios para mantener sin cambios hasta entonces los precios de los medicamentos de mayor demanda, sobre la base de un listado de 140 drogas básicas sugeridas por la Superintendencia de Salud. Otro tanto ocurrirá con el plan "Ahora 12" aun cuando admiten que, con una inflación del orden del 40% interanual, el pago en cuotas sin interés eleva el precio final.


Todo esto apunta a lograr que la inflación baje en el último trimestre a los niveles que prevé el BCRA (1,5% mensual), aunque el relevamiento de expectativas de mercado (REM) que rehabilitó la institución arroja para fin de año una suba de 38% interanual. Una vara demasiado alta para la intención oficial de reducirla a la mitad en 2017, con una economía indexada de hecho.

N. O. S.

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