sábado, 16 de septiembre de 2017

IDENTIDAD CULTURAL


"La época de Rosas", título que indica el largo período histórico dominado por el accionar político de Juan Manuel de Rosas, ha producido, al igual que todo intervalo institucional y militar de importancia, un sinfín de obras que pretendieron retratar aquellos años dramáticos y decisivos.
Desde José Mármol con su novela Amalia , por citar un ejemplo y hasta nuestros días, las letras argentinas buscaron ensayar, poetizar, novelar e historiar la era del Restaurador de las Leyes. Fue Héctor Pedro Blomberg (1889-1955), por quien corría vieja sangre noruega, uno de los tantos escritores que dedicaron gran parte de su obra a la época punzó de Buenos Aires.

El lector debe ya asomar a su memoria "La Pulpera de Santa Lucía", magnífica poesía de aquella bella mujer rubia y de ojos celestes, conquistada por un payador del unitario Juan Lavalle: "Era flor de la vieja parroquia. /¿Quién fue el gaucho que no la quería? / Los soldados de cuatro cuarteles / Suspiraban en la pulpería". Sobre la existencia de esa hermosa tendera del barrio de Barracas, homenajeada por las vidalas y los cielos de los trompas de Rosas, se dijo que se trataba de la señorita Dionisia Miranda, hija de Juan de Dios Miranda, muerto en las guerras civiles. Para otros se trataba de Dionisia Valderrama o Flora Valderrama. Y hay quienes la suponen llamada Ramona Bustos
.
Conmovedora es, también, la "Plegaria del mazorquero a la Virgen de Luján", ruego del que próximo caerá frente al pelotón de fusilamiento. "Virgen gaucha, Virgen mía, / Virgencita de Luján, / Mañana, al clarear el alba, / Rosas me va a fusilar. // Llevaré mis nazarenas / De plata para tu altar, / Y mis cinco parejeros / Para tu iglesia serán". En la "Canción de la tirana unitaria", es el "buen federal" quien se muestra cautivo por el amor de la "unitaria", identificada con la "cinta celeste", enemigo emblema de los salvajes que combatían a don Juan Manuel.

Recopilador del Cancionero Federal, periodista, novelista (La pulpera de Santa Lucía y otras novelas históricas, data de 1930), traductor de Hemingway, Blomberg ha florecido en el jazmín de una poética inspirada en los años de 1840. Indiquemos una página más: Se está muriendo de amor / La hija del mazorquero; / ¡Cómo lloraba por ella / La guitarra de Juan Cuello! // Iba a misa en Monserrat / Y a novenas en San Telmo. / Vibraba de serenatas / El rancho del mazorquero". Dentro de su haber poético deben mencionarse A la deriva y Gaviotas perdidas; Las puertas de Babel recoge variadas narraciones.
Muchas de las canciones de Blomberg fueron musicalizadas por el genial guitarrista negro Eduardo Maciel y encontraron la cabal interpretación en la voz de Ignacio Corsini. "La guitarrera de San Nicolás", "La china de la Mazorca", "La bordadora de San Telmo", "La canción de Amalia", por recordar algunas. En todas ellas, el poeta porteño supo trazar personajes de puro cuño romántico y describir situaciones histórico-literarias bajo el cielo de la Santa Federación.
P. E. P. 

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