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“No quiero morir”: los rusos colapsan las fronteras para evitar ser enviados al frente
El número de viajeros al extranjero creció a nuevos niveles tras el anuncio de la movilización de reservistas
TIFLIS, Georgia.– Un flujo inusual de viajeros rusos se precipitó ayer hacia las fronteras, después del decreto de movilización parcial que emitió anteayer el presidente Vladimir Putin, con un marcado aumento del tráfico en los cruces limítrofes con Finlandia y Georgia y una abrupta suba de los precios de los pasajes de avión desde Moscú.
Putin ordenó el miércoles la primera movilización de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial y respaldó un plan para anexionarse zonas de Ucrania. Desde entonces, los precios de los pasajes de avión para salir de Moscú se dispararon por encima de los 5000 dólares para los vuelos de ida al extranjero más cercanos y la mayoría se agotó por completo para los próximos días. La aerolínea nacional rusa, Aeroflot, anunció que reembolsará a las personas que no puedan volar como estaba previsto por haber recibido un llamado a filas.
“Es una demanda de pánico por parte de gente que teme no poder salir del país más adelante; están comprando pasajes sin importar a dónde vuelan”, dijo una fuente de la industria turística.
Surgieron también grupos en las redes sociales con consejos sobre cómo salir de Rusia, mientras que un sitio de noticias ofrecía una lista de “dónde huir ahora mismo de Rusia”, ya que muchos lugares impusieron restricciones de viaje a los ciudadanos rusos como parte de las sanciones debido a la guerra.
Un hombre ruso que solo dio su nombre como Alex contó en Estambul que había dejado el país debido a la movilización. “Parece una medida muy pobre y puede acarrear muchos problemas a muchos rusos”, dijo Alex, y añadió que su impresión es que no muchos quieren ser enviados al frente. “La guerra es horrible”, dijo Sergei, otro ruso que tampoco quiso dar su apellido, al llegar a Belgrado, la capital serbia. “Está bien tener miedo a la guerra, a la muerte y a esas cosas”.
En la zona de llegadas del aeropuerto de Ereván, en Armenia, otro hombre llamado Sergei aparecía demacrado y agotado tras huir de Rusia con su hijo por miedo a ser enviado al frente en Ucrania. “No quiere morir”, explicó.
Su hijo Nikolai, de 17 años, está de acuerdo: “Decidimos no esperar a que nos llamaran al Ejército. Nos fuimos”.
Aunque asegura no sentir pánico, insiste en la “incertidumbre” que reina y habla de su “tristeza” por los acontecimientos. Un sentimiento compartido por otros rusos que llegaron en el mismo vuelo a Armenia, un país del Cáucaso donde pueden permanecer hasta 180 días sin necesidad de visado.
Dimitri, de 45 años, huyó a Armenia con solo una valija, dejando atrás a su mujer y sus dos hijos, sin “ninguna idea” de lo que haría allí. ”No quiero ir a la guerra. No quiero morir en esta guerra sin sentido. Es una guerra fratricida”, aseguró.
Según Google Trends, una herramienta que rastrea las tendencias de búsqueda en Google, la frecuencia de consultas como “salir de Rusia” se multiplicó casi por 100 tras el anuncio de la movilización.
Pasos concurridos
Un camionero que cruzó la frontera de Rusia con Kazajistán cerca de la ciudad kazaja e Oral dijo a condición de anonimato que vio un tráfico inusualmente intenso del lado ruso en dirección a esa exrepública soviética. El hombre pidió no ser identificado por temor a que con eso se le compliquen sus viajes.
El tráfico que llega a la frontera de Finlandia con Rusia “se intensificó” durante la noche, indicó la Guardia Fronteriza finlandesa. “El número aumentó claramente”, dijo el jefe de Relaciones Internacionales de la Guardia Fronteriza, y añadió que la situación estaba bajo control.
El tráfico procedente de Rusia era más intenso de lo normal en el paso fronterizo de Vaalimaa, con tres carriles de autos que se extendían cada uno de ellos a lo largo de 300400 metros, indicó previamente un responsable de la frontera.
Estonia, Letonia, Lituania y Polonia comenzaron a rechazar a los rusos en los pasos en la medianoche del lunes, alegando que no deberían viajar mientras su país esté en guerra con Ucrania. En tanto, Alemania declaró que está dispuesta a acoger a desertores del Ejército ruso “amenazados de grave represión”.
“Quien se opone con valentía a Putin y se pone en verdadero peligro puede pedir asilo político en Alemania”, dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser, en una entrevista para la edición dominical del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
La Unión Europea tendrá que establecer una posición conjunta sobre las solicitudes de entrada de los rusos que huyen de su país debido a la guerra en Ucrania, dijo el Ejecutivo del bloque. Sin embargo, la Comisión Europea dijo que los Estados miembros tendrán que evaluar las solicitudes caso por caso, teniendo en cuenta los derechos fundamentales y la legislación sobre el procedimiento de asilo.
El vocero de la Comisión, Peter Stano, se refirió a las informaciones sobre los rusos que se lanzaron fuera de Rusia esta semana, y dijo que desde la invasión de Ucrania en febrero salió medio millón.

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