miércoles, 3 de febrero de 2016

MUCHAS IDEAS PARA QUE AHORRES


La llegada del 4G y el uso de Internet móvil aceleraron el consumo de datos en los smartphones. La autopista por donde viajan, en reemplazo de la ruta bacheada del 3G, hace que el límite de los planes mensuales a menudo resulte insuficiente. O bien en el caso de recargas prepagas de Internet por día, que se alcance más rápido el umbral de megabytes, tras lo cual baja la velocidad del servicio.
Para estirar al máximo los paquetes de datos contratados, sea en prepagos o pospagos, existen formas de disminuir su uso o, al menos, de estar prevenidos respecto de qué actividad le demanda más a la red.
El consumo promedio de un usuario 4G, según estiman en una operadora, se ubica entre 1 y 2 GB (gigabytes). Es decir, tres o cuatro veces más de lo que se consumía en la red anterior. Para tener un parámetro, con un giga se pueden subir por ejemplo unas 500 fotos a las redes sociales. Pero si se tiene en cuenta que los argentinos pasan alrededor de cuatro horas por día conectados desde el móvil (según la consultora TNS) puede que no siempre eso sea suficiente. Si los datos incluidos en el plan se evaporan en los primeros días del mes hay algunos pasos sencillos que pueden ayudar a extender la duración.


Primero, en los aparatos con Android, el ítem "uso de datos", al que se ingresa desde el ícono ilustrado con una tuerca (configuración), especifica el consumo de cada app dentro de un ciclo. Es la forma más precisa de conocer el consumo y advertir dónde se invierte la mayoría de los datos.
Probablemente se encuentre allí que el consumo de video es, sobre todo en HD (capacidad que tiene una gran cantidad de smartphones), una esponja para los datos. Quien pretenda cuidar su cuota debe tenerlo en cuenta. "Siempre que sea posible es conveniente conectar el teléfono a Wi-Fi. Eso evita gastar datos innecesariamente, por ejemplo, cuando uno está en el trabajo", recomienda Pablo M. Fernández, profesor de Tecnología de la Universidad de Buenos Aires.
"Hay quienes escuchan música por YouTube sin pensar que están reproduciendo un video y eso consume muchísimo", agrega. Y aconseja: "Si vas a ver un video, no cambia demasiado si se baja la calidad en una pantalla chica como la del celular [hay que pinchar en los puntitos que aparecen en el ángulo superior derecho, por ejemplo, de 360p a 144p]". 


Redes sociales como Twitter o Facebook son favoritas en los dispositivos móviles. Ambas reproducen videos y pueden configurarse para evitar que se muestren automáticamente. En Facebook, desde "configuración" se elige la opción de reproducción automática. Allí se advierte: "Los videos usan más datos que otras historias en Facebook; elige cuándo quieres que se reproduzcan automáticamente". Puede marcarse con un tilde la opción para "no reproducir nunca videos automáticamente" o "sólo con conexiones Wi-Fi". En Twitter existe una opción similar. Fernández alerta que "en cada scroll se consume una cantidad de datos, porque se cargan todas las fotos".
Lo mismo se da en Instagram, cuya configuración ofrece dos tipos de uso de datos: "predeterminada" o "con menos datos". La advertencia en el segundo caso es que las fotos y videos pueden tardar más en cargarse.
Spotify es otra aplicación en la que el usuario puede cuidar su consumo, si así lo dispone desde la pestaña de ajustes. Lo que se degrada aquí es la calidad de la música, en cuyo apartado se sugieren distintas posibilidades para el streaming: calidad "automática" o "superior" (esta última, se aclara, "consume más datos").


Los usuarios de la aplicación de música en el celular que no hayan contratado el servicio Premium (y por tanto no puedan descargar las listas para que puedan reproducirse offline) deben estar alertas, ya que el uso del streaming sin cargo impacta directamente sobre los datos. Un giga, según informan en una empresa de conectividad móvil, equivale a 15 horas de Spotify. Pero claro hay que sumar eso a otros usos del dispositivo.
En cuanto a la mensajería, WhatsApp se lleva una cuota considerable de datos, al ser la más usada por los argentinos. Aunque el texto es lo preponderante, los envíos entre usuarios incluyen -cada vez más- mensajes de audio, fotos y videos. Los grupos de actividad intensa sumados a las descargas automáticas pueden colapsar las memorias de los celulares. "Hay que tener en cuenta que, aquí también, los videos son lo más pesado, con lo cual lo mejor es descargarlos cuando se disponga de Wi-Fi y no en la calle; en cambio, las fotos no son tan pesadas. En cuanto a los audios, aunque son livianos en comparación, sí pesan más que el texto [y se descargan sin importar el tipo de conexión]", describe Fernández.
En su versión mobile (también se puede acceder desde la PC), WhatsApp cuenta con un registro detallado de "uso de red", en el que se precisa la cantidad de bytes multimedia y mensajes enviados, entre otros; eso puede ayudar a medirse. Al igual que en los otros casos, el ajuste de descargas automáticas puede regularse según el tipo de conexión. Por ejemplo, "conectado a datos móviles: imágenes"; "conectado a Wi-Fi: imágenes, audio, videos". Además es posible disminuir el uso de datos en llamadas. 



Hay más apps que permiten atenuar la absorción de datos, como Skype o el buscador de Google. La opción en Chrome es exclusiva para Android y, tras activar la función, los efectos pueden ser imágenes borrosas o deficiencias en la geolocalización. Las apps tienen constantes actualizaciones con lo cual, dice Fernández, es conveniente establecer, desde el ícono de "configuración de Google" en el administrador de datos, la actualización "sólo por Wi-Fi".
Leandro Zanoni, especialista en tecnología, recomienda a los heavy users los planes más completos (en el mercado hay de 10 GB por $ 650). "Aunque parezca más caro, resulta lo más conveniente al final del mes", evalúa. Los de 3 GB rondan los $ 300.
L. S.

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