domingo, 12 de junio de 2016

HOMENAJE A MARY TAPIA; UNA SINGULAR CREADORA



Figura de culto entre los devotos del folk con epicentro en el NOA, Mary Tapia (1934-2011) fue la artífice de un estilo que sublimó los barracanes, las fibras de chaguar, los entramados de picotes, el ao po'i y los flecos de mantas santiagueñas y los aplicó a vestidos mini y maxi, túnicas, chaquetas de inspiración Chanel y levitas con festones de puntillas y cintas de raso. Con semejante ecuación estética propuso la construcción de una moda argentina. "En Buenos Aires, la última moda no llega nunca porque recién seis meses después hay que ponerse lo mismo que usan las europeas; en cambio, que bárbaro lo que hacen nuestras kollas o las mujeres del Paraguay o las indias de Zuleta en barracanes, ponchos, tapices y guardas. Por todo eso crear una moda argentina se convirtió en mi obsesión". Así se manifestó la Tapia desde el flyer que en 1969 invitó al Instituto Di Tella a la presentación de la colección Pachamama Prêt-à-porter.


Una bitácora de sus acciones de moda rebobina a 1966 y a los baños del spa Colmegna cuando, junto a la piscina, las modelos desfilaron sus vestidos mini en telas folk acompañadas de señores fisiculturistas; se desplaza a los 70 y a un viaje a Nueva York e invitada por la asociación Center for American Relations reflejó rescates de textiles de Bolivia, Panamá, Colombia y el Noroeste argentino y los sonidos de El Arriero ejecutados por el músico de jazz Gato Barbieri. Cuando una experta de modas francesa la invitó a París y Mary llevó en la maleta 32 atuendos criollos más un corto referido a su método textil realizado por Jorge Zanada, ante desacuerdos de logística los barracanes se desfilaron en el cine arte L'Épée de Bois y desde una primera fila, la aplaudió Atahualpa Yupanqui.



Este mes, a cinco años de la muerte de la diseñadora apodada en 1973 la "antropóloga de la moda" desde la columna de Felisa Pinto en el diario La Opinión, en las redes sociales circula Mary Tapia, Estampas, un homenaje a la obra de Tapia ideado por la escritora Sofía González Bonorino. Con formato de editorial y de postales de moda, allí la cantante Charo Bogarín oficia de modelo y musa fotografiada por el artista Seedy González Paz. Junto a telas de barracán en blanco y negro, sedas, terciopelos, aguayos y bordados con hilos de seda del acervo González Bonorino, irrumpen los collares de Celedonio Lohidoy y los zapatos arty de Sylvie Geronimi.

Mi recuerdo de Mary Tapia remite a algunas entrevistas, ya en ocasión de la apertura de una boutique en la galería Promenade, en 1990, a visitas y entrevistas posteriores en su hogar de la calle Cerviño -allí atesoraba piezas de sus colecciones en placards de roble. En 2006, en ocasión de la retrospectiva de Tapia ideada por Felisa Pinto en el ciclo Malba moda, Identidad Criolla, fui invitada como cómplice y co-curadora. En los seis meses de labor intensa se rastrearon y se tomaron prestados los trajes conservados por usuarias y fans de Tapia: de Sofía González Bonorino, Malena Goglio, Lidia Laplacete, Victoria García Olano Cristina Urioste, Laura Yussem, Mecha Fernández y Lidia Papaleo.



Como correlato de la celebración, la muestra en el Museo de Arte Latinoamericano propuso un rescate de sus prendas emblemáticas y el trazado de una hipotética ruta textil de los seguidores de su obra y nuevos devotos del folk. Tales ropajes asomaron desde una instalación de cine y danza teatro. En ocasión del montaje y a modo de directora de orquesta con humor desenfadado, Mary logró que quienes trabajábamos allí y especialmente el joven cancerbero -seguridad del museo y de los tesoros de la colección atesorados en el subsuelo- nos hincáramos de rodillas para buscar alfileres, observar la caída de ciertas prendas y vistiéramos los maniquíes entre sus bromas y carcajadas.

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