SALUD....EL ESPERMA

Un estudio alerta sobre la pérdida de cantidad y calidad del esperma
Los autores afirman que, de seguir esta tendencia mundial, en una década se vería afectada la fertilidad masculina
Miguel Ángel CriadoDatos de 53 países alertan de una tendencia a la subfertilidad masculina
 Los hombres podrían tener problemas de fertilidad en apenas una década. La cantidad de espermatozoides por eyaculación no deja de bajar desde hace casi un siglo. Su concentración también se redujo a menos de la mitad respecto de hace 50 años y cerca del umbral de la infertilidad. Y el ritmo de descenso se aceleró este siglo al duplicarse, de acuerdo con datos de 53 países. Los autores no indagaron las causas, pero apuntan a ciertos hábitos y la exposición fetal a sustancias químicas contaminantes.
El estudio difundido la semana pasada incluye registros de países de los cinco continentes y demuestra que el declive es mundial. “Ahora, podemos decir que la cantidad del esperma ha caído a la mitad en los últimos 50 años globalmente, no solo en los hombres occidentales”, dijo el autor principal, Hagai Levine, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El trabajo, publicado en Human Reproduction Update, demuestra que el número de espermatozoides (concentración espermática) pasó de 101 a 49 millones por mililitro (mill/ ml) desde 1973, año de los primeros estudios en el mundo. La cantidad total también descendió de 335,7 a 126,6 millones por eyaculación en 2018, último año con datos.
Otro resultado tan inquietante como intrigante es que el ritmo del descenso se está acelerando. Mientras que, desde 1973, la concentración espermática bajó un 1,16% anual, a partir de 2000 lo hizo un 2,64%. De seguir esta tendencia, para el equipo, en una década la cantidad de espermatozoides podría bajar del umbral mínimo a partir del que cuesta más tener hijos. “Los hombres son considerados subfértiles con concentraciones espermáticas inferiores a 40 mill/ml e infértiles por debajo de 15 mill/ml”, ya había definido Levine.
El coautor Jaime Mendiola, profesor de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Murcia, sostuvo que la aceleración es lo más preocupante. “No sabemos si va a ser mayor”, indicó. Por el momento, las causas son hipótesis. Aun cuando no fue el objetivo del estudio, el investigador recordó que “la exposición a sustancias químicas y contaminantes ambientales provocaría una disrupción hormonal del eje hipotálamo-hipófisis-gónadas que interferiría en la producción espermática”. Mendiola agregó los malos hábitos y “la exposición prenatal, en la etapa crítica para el desarrollo testicular” al referirse a una crisis gestada desde hace décadas.
Shanna Swan, coautora del estudio y epidemióloga de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, Estados Unidos, comentó que los recuentos espermáticos bajos no solo afectan la fertilidad de los varones, sino también su salud general, además de estar relacionados con otros problemas. “El declive inquietante en el recuento y la concentración espermática de más del 1% anual que describimos en nuestro estudio es consistente con tendencias adversas en otras patologías del varón, como el cáncer testicular, las alteraciones hormonales y los defectos congénitos genitales”.
Mendiola añadió que existe relación entre la mala calidad espermática y “un aumento de la mortalidad y la morbilidad, además de un descenso de la esperanza de vida”.
Nicolás Garrido, director de innovación del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), con presencia en varios países, valoró la relevancia del estudio “hecho por expertos de talla mundial”. En 2019, el instituto publicó un estudio sobre la calidad del esperma de casi 120.000 hombres. “Nos hicimos una pregunta: ¿los hombres son cada vez más infértiles? –repasó Garrido–. Con datos de nuestras clínicas de Estados Unidos y España desde hace 20 años, vimos que el porcentaje con ausencia de espermatozoides fue en aumento.” Entonces, se plantearon si eso tenía elevancia clínica. “Comprobamos que los tratamientos de reproducción asistida son cada vez más complejos por la menor calidad del esperma”, explicó.
Nicolás Olea, de la Universidad de Granada y uno de los que más investigaron sobre la calidad del esperma en España, coincidió en la complejidad de las causas del problema. “Sospechamos que la exposición temprana del embrión/ feto y el niño a sustancias contaminantes con actividad hormonal, los disruptores endócrinos, tiene mucho que ver”. Su equipo acaba de publicar sobre su presencia en la leche materna.

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