viernes, 15 de marzo de 2019

MEMORIA...MEMORIA ¡¡¡BASTA DE COMPRAR BUZONES!!!!!!!!

Lavagna. Su historia y el regreso de los sospechosos de siempreImagen relacionada
Más allá que desde los medios, junto con un sector importante de la política pinta a este hombre cómo la tabla de salvación para nuestro país...., es algo en lo que no puedo creer.... y Ud., se preguntará ¿Por qué...? Respuesta es que tengo muy buena memoria para la política y para la historia económica de nuestro país....
Más allá que Lavagna lucio con orgullo sus soquetes puestos al revés con sus sandalias en su coqueta casa de Cariló y que se reúne o no se reúne con menganito y zutanito para acordar o desacordar, al tiempo que se encarga de plantearnos que existe un nuevo justicialismo..., algo en lo cual no puedo creer y menos aún cuando los zopencos de Ricardito y Margarita que no ganaron nunca nada, nos dice que es magnífico y para redondear la frutilla de la torta el mediático Marcelo Tinelli, el verdadero heraldo de la berretización de la cultura que supimos conseguir, el claro exponente de la decadencia nacional, que le busca transferir popularidad a una persona que no la tiene.
Los promotores de Lavagna son los mismos que se entusiasmaron con otra esperanza blanca peronista; de apellido suizo y fueron aquellos que nos presentaron a una simpática pareja de abogados patagónicos llegados a Balcarce 50, que venían a salvar a la Patria del abismo neoliberal y buscaron imponer en la sociedad que gracias a ellos Teníamos Patria. La parejita antes se habían bañado enteritos en la Plata Dulce del Proceso militar y la tablita, hicieron plata confiscando propiedades en el sur, que después adquirían a precio de saldo.
Mientras tanto pasamos por la desastrosa gestión de Cafiero en la provincia de Buenos Aires desde 1987, una gestión que le puso un broche de oro a otra paupérrima gestión de otro gobernador Armendáriz, un inepto que cedió una parte importante de la coparticipación de la provincia para que Alfonsín se la asignara a las provincias pobres y ahora Vidal tiene que hacer malabares para gobernar una provincia que hace agua por todos los costados, fueron los mismos que apoyaron a Menem que se afeitó las patillas a inicios de los noventa para abrazar el nuevo orden mundial.
Argentina lleva décadas de funcionamiento corporativo anti republicano; en donde la cartelización de la obra pública, que la bendita causa de los cuadernos ha develado; junto con un importante número de las alianzas cartelizadas de las empresas, cómo las farmacológicas, que fueron las mismas que tiempo atrás ayudaron a derrocar a un presidente ejemplar como Illia; de empresarios salvados de la hecatombe por la acción de pesificaciones mágicas y licuaciones salvadoras; que junto a sindicatos y centrales industriales se conjugaron para dar la batalla en una heroica lucha contra el poder hegemónico de las instituciones democráticas; de promotores de mesas de concertación capitaneadas por la Iglesia que han buscado en reiteradas oportunidades establecer mecanismos de seudo democracia que pretendieron apropiarse de las funciones del Congreso Nacional.
Un ej., de ello fue el famoso Diálogo Argentino 2002, que cerró su trabajo entregándole un documento al entonces presidente Eduardo Duhalde un día antes de su primer discurso en el Congreso. En el documento había un balance de lo actuado, con propuestas en el terreno socio-laboral-productivo, educación, salud, justicia, en donde se incluía una reforma política. Acciones que buscaban implementar a través de los diferentes poderes del Estado. En el largo documento, se hacia hincapié en la gravedad del momento argentino que sintetiza en “una profunda crisis de legitimidad de las instituciones, especialmente de las políticas, cuatro años de recesión, creciente desempleo y aumento de la pobreza, la indigencia y la exclusión social”. La respuesta “más urgente y necesaria frente a esta situación es la lucha contra la pobreza” para lo cual se necesitan “actos concretos, aportes y renunciamientos”, a ellos los unía “la inclaudicable tarea de abolir privilegios y prebendas”, señala el texto.
El documento de “la Mesa del Diálogo Argentino espera que (...) "sean instrumentados con urgencia a través de las medidas correspondientes en los ámbitos de los Poderes Ejecutivos, Legislativos, Judiciales, y los poderes descentralizados que correspondan”,para terminar bajo el significativo título de “Construir la transición” se demanda “una toma de conciencia de parte de la ciudadanía y, en primer lugar, de los poderes del Estado y de los gobiernos provinciales, que vivimos una etapa de transición cuyo objetivo central es preservar la institucionalidad, reconstruir la paz social y dar respuestas concretas a los problemas que plantea la sociedad argentina”. En el mismo sentido se afirma que “construir entre todos la transición y darle una base lo más amplia posible contribuirá a alejar el riesgo de la anarquía y a allanar el camino de fortalecimiento pleno de la vida democrática”.
Del encuentro con Duhalde participaron los obispos Artemio Staffolani, Jorge Casaretto y Juan Carlos Maccarone y el representante del PNUD, embajador Carmelo Angulo. El texto entregado al Presidente ratificaba la “potencialidad” del Diálogo Argentino “como un instrumento inédito y eficaz para este tiempo de transición” y se presenta, de manera concreta, como “una contribución a la formulación de políticas públicas, como verdaderas políticas de Estado, con amplio apoyo ciudadano, para éste y otros gobiernos”. Los principales artífices de la iniciativa de Diálogo se muestran en general satisfechos con los resultados alcanzados hasta el momento, en particular porque se había podido arribar a propuestas concretas cuya implementación corresponderá a los diferentes poderes del Estado. Sin comentarios....[1]
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Todos recordamos aquella epopeya civilizadora, producto del pacto de la Moncloa argento, que fue una demostración de la Argentina corporativa de la CGT, la UIA y la Iglesia. Que produjo maravillosos resultados, traducidos en 75% de devaluación en un día, 41% de inflación anual con salarios y jubilaciones congelados (aumentarían menos del 3% en todo 2002), pesificación asimétrica (los dólares, para los bancos; para los que pusieron dólares, papel picado) y corralón (apropiación definitiva de los ahorros bloqueados provisoriamente por el corralito) y por supuesto el récord inflacionario desde la híper (41%) cuando Pignanelli estaba a cargo del Banco Central; junto con el récord histórico de desocupación (21,5%) con Camaño cómo Ministra de Trabajo; récord histórico de caída del PBI (-10,9%) y la industria (-11,4%) con el locuaz y muy argento De Mendiguren cómo Ministro de Industria y un aumento de la pobreza del 50% en un año (del 38,3% de la Alianza al 57,5% de Duhalde). Una verdadera masacre social que se llevó a cabo en nombre de los buenos sentimientos, la equidad y la justicia social.
Fue este un recorte brutal y salvaje, uno de los más dramáticos y profundos de la Historia económica argentina, que se cumplió cantando la marcha peronista y sin que se produjeran saqueos debido al hambre que pasaban las clases siempre postergadas, pero tampoco hubieron reclamos, ni marchas de la CGT que pidieran la cabeza de los compañeros ministros. Entonces de donde salió el veranito que capitaneo el genio económico de Lavagna, fue ese monstruoso ajuste económico cumplido por el Ministro de Economía del estadista Duhalde, don Remes Lenicov, el que le permitió a Lavagna asumir en condiciones económicas ideales.
Para entonces, en abril de 2002, el ajustazo estaba cumplido y el consumo privado había caído 14,9 % en un año; las inversiones, el 36,1 %; las importaciones, el 49,7 % y el PBI era el mismo de 1993, es decir había retrocedido una década casi completa.
El país comenzaba a lograr los famosos superávit gemelos y tenía amplios excedentes energéticos, junto con una capacidad industrial ociosa de más del 50% que hacia posible crecer sin que los empresarios tuvieran que invertir, ni desarrollarse, pero además el país no tenía que hacer pagos al exterior porque por obra del inútil de Rodríguez Saá estaba en default.
Mientras lo anterior se producía el precio de la soja, comienza su meteórica carrera ascendente, cotizaba a u$s 360 la tonelada, el triple que el año anterior y sin que fuera necesario tomar una sola medida diferencial, el PBI creció el 13 % en el primer y segundo trimestre de aquel 2003 donde Néstor Kirchner prolongó el mandato de Lavagna, que fue el heredero de Remes Lenicov.
Pero los argentinos detestamos las consecuencias y amamos las causas.
En 2003, con la asunción de Lavagna, dieron inicio gran parte de las políticas populistas que desembocaron en la situación actual.
El aumento de los salarios en pesos y en dólares sin relación ninguna con el aumento de la productividad.
Retraso tarifario que nos dejó sin energía y el atraso cambiario que desembocó en las inflaciones con recesión de 2014 y 2018.
Retorno de la inflación, que había logrado ser reducida al 4,4 % en 2004 pero que para el año de salida de Lavagna se había más que duplicado 9,8 %)y volvía a rondar los dos dígitos.
En el medio había quedado, el mayor pagadiós de la historia del mundo; cuando bajo el nombre de "reestructuración voluntaria de la deuda" el trío Kirchner/Lavagna/Nielsen defauldeó bonos de la deuda con un ahorro (según Lavagna) de u$s 41.300 millones, pero que terminó con pagos de más de u$s 20.000 millones por el famoso cupón PBI y (gracias a la excelente idea de emitir deuda con legislación en Nueva York que terminó en el juicio de los holdouts en los tribunales del juez Griesa) con un costo adicional de u$s 10.500 millones para salir del default pese al 44 % de quita obtenida por Cambiemos en 2016.
Nada nuevo.
Todas y cada una de las gestiones económicas de las que participó Lavagna, la actual esperanza blanca peronista, terminaron en grandes crisis y los pobres y asalariados fueron siempre más pobres, mientras que los segmentos más favorecidos se apropiaron de la participación en la riqueza nacional que ellos tenían.
La historia de empleado público de Lavagna habla por si misma:
En 1973 fue Director Nacional de Política de Precios de la Secretaría de Comercio, bajo las órdenes de José Ber Gelbard; en un proceso que acabó llevando al Rodrigazo de 1975.
En 1985, fue Secretario de Industria y Comercio Exterior con rango de ministro del gobierno de Alfonsín, que terminó en la hiperinflación.
En abril de 2000, dato poco conocido, fue el embajador plenipotenciario designado por la Alianza ante los organismos económicos internacionales y la Unión Europea, cargo que abandonó para ser ministro de Economía del kirchnerismo. Rodrigazo, hiperinflación y 2001. Cómo es que Lavagna (junto a Lousteau y Solá, uno de los mejores exponentes del poliamor aplicado a la política) ha logrado esa fama de tecnócrata eficiente, lo cual es uno de los grandes misterios de estos tiempos, porque con los antecedentes expresado nadie lo consideraría de esa forma...
La esperanza blanca del peronismo ha ya anunciado las bases del acuerdo por su candidatura. "No voy a hacer campaña con la corrupción en un país donde está por discutirse todo",afirmó. Y agregó: "Yo creo poco en los denunciantes profesionales". Debe ser por eso, que Lavagna fue el primero en 2003 en darle la bienvenida a Julio De Vido. "La semana previa a la asunción, Lavagna le cedió a De Vido una oficina muy cercana a la suya en el quinto piso para que pudiera reunirse con sus colaboradores, ya que el ministro de Planificación aún no tenía dónde instalarse", reporta el Clarín de 02/06/2003. Debe ser por esta hostilidad de Lavagna a los denunciantes profesionales, también, que se fue del gobierno de Néstor Kirchner decepcionado por el inesperado descubrimiento (ocurrido después de tres años de gestión) de carteles de la obra pública pero sin hacer una sola denuncia, como era su obligación de funcionario. Como Alberto Fernández y Sergio Massa, vaya casualidad.
La frase "No voy a hacer campaña con la corrupción" es elocuente; ya que si algún candidato peronista llega a hacer campaña contra la corrupción se quedará sin alianza electoral con los K, el peronismo, con los sindicalistas corruptos y con el empresariado coimero de siempre.
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[1] Entre las propuestas para combatir la pobreza y la desocupación se planteó a la necesidad de universalizar las prestaciones por desempleo y la ampliación del seguro de desempleo, la extensión de la cobertura de seguridad social a los grupos no protegidos (como trabajadores rurales) y a los mayores de 75 años que carezcan de ingresos, preservar el empleo, abolir las jubilaciones de privilegio, la generación de mecanismos para crear empleo “mediante proyectos de altoimpacto ocupacional”, promover la reactivación de la micro empresas y de las Pymes, preservar el empleo en situaciones de crisis empresaria y la exigencia de que todas las empresas que reciban beneficios del Estado, como contraparte deberán conservar el nivel de empleo y “blanquear” integralmente a los trabajadores. En materia de educación se pidió, entre otros puntos, proponer la jerarquización de la formación docente y la articulación con las universidades, programas que aseguren “la terminalidad de la educación de adultos” y la articulación entre educación y trabajo. Otros pedidos apuntan a que se creen tarifas especiales de servicios (energía, gas y agua) para las escuelas, que el sector alimentario aporte a “valor costo” productos esenciales de la dieta básica para comedores escolares y que las empresas telefónicas y de comunicaciones aseguren “amplia conectividad y servicios telefónicos más accesibles para las escuelas”.
D. M.

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