viernes, 31 de mayo de 2019
VIDA DIGITAL
La fatiga de la suscripción no llega a la Argentina, a pesar de la crisis
En Estados Unidos el 47% de los consumidores se siente abrumado por la suma de los abonos a servicios como Netflix y Spotify; aquí se da el fenómeno inverso, por ahora
Lo que al principio comenzó como una opción para acceder a contenido de forma fácil, rápida y económica a través de streaming mediante servicios como Netflix para películas y series, o Spotify para escuchar música, hoy pasó a ser un fenómeno conocido como "la fatiga de suscripción". En este sentido, el relevamiento que hizo la consultora Deloitte entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 en Estados Unidos reveló que el 47% de los consumidores se siente abrumado por el aumento en la cantidad de suscripciones que han incorporado para acceder a contenidos audiovisuales, ya que, en muchos casos, los pocos billetes que se acostumbran a destinar mensualmente en estos servicios se han convertido en una suma de dinero considerable. Con respecto a los de música la fatiga pasó del 26% registrada el año último al 41% en el actual.
Y es que con el paso del tiempo fueron apareciendo en el mercado otras propuestas como Amazon Prime Video, HBO Go, YouTube Premium, YouTube Music y Apple Music, entre otras.
Aquí ocurre lo contrario
Se suman, en el mercado local, otras alternativas, como Claro Video y Claro Música, vigentes desde 2016 y 2014, respectivamente. Mientras que el primero, está disponible para todos los clientes con abono sin costo adicional en sus planes, el segundo tiene un costo de $120 finales.
Más opciones: Cablevisión Flow, que tiene dos años de vida y está registrado en 2,3 millones de dispositivos en el país, y Movistar Play, que fue lanzado en marzo con el objetivo de tener para fin de año un millón de usuarios, e incluye contenidos exclusivos producidas por la propia marca, películas, series, documentales, contenido infantil y canales en vivo.
Evidentemente, esto ocurre porque hay un mercado dispuesto a consumir. El país está atravesando una época en la que, según los últimos datos del Indec, el 32% de los argentinos es pobre. "Yo estoy suscripto a Netflix, Spotify, Amazon Prime Video, HBO Go, entre otros abonos, por ejemplo los que sirven para tener más capacidad de almacenamiento en la Nube y mejorar mi productividad. Respecto a estos servicios, creo que nos mejoran la calidad de vida, porque nos dan más opciones de entretenimiento bajo demanda, por eso los pago con gusto -explica Sergio , un médico de 41 de la ciudad de Posadas, Misiones, y agrega:- Yo no siento ninguna fatiga cuando recibo la factura mensual de la tarjeta de crédito porque uso todas las plataformas que pago ya que, aunque parecen similares, ofrecen títulos diferentes".
De forma semejante piensa Patricia , una productora de radio de 40 años, que es usuaria de Netflix y Flow. "No me daría de baja de estos servicios, porque me parece que el precio está muy bien para lo que ofrecen, y realmente valoro el hecho de poder ver los contenidos desde cualquier dispositivo, en el momento que quiero", afirma.
Tomás Gennari, vicepresidente ejecutivo de la consultora BB, que se dedica a medir cómo evolucionan los mercados en cualquiera de sus formatos y pantallas en 22 países, comenta: "Si bien en muchas partes del mundo se habla de la fatiga de la suscripción, en la Argentino no notamos tal cosa".
Esta firma realiza estudio basados en los hogares que tienen Internet con banda ancha fija, que son alrededor del 50% del total del país. "Nuestras investigaciones indican que todavía las plataformas de contenido audiovisual están en pleno crecimiento. En 2014, cuando empezamos con estos estudios, uno de cada cinco hogares contaba con al menos una suscripción, mientras que los datos de 2019 nos dicen que seis de cada diez ha contratado por los menos una plataforma de suscripción, y que el promedio es de 2,5 plataformas".
Sin embargo, hay ciertos bemoles. Varias firmas de telecomunicaciones bonifican sus servicios de plataforma por suscripción, por lo que quizás en el hogar esta propuesta está disponible, pero no es utilizada.
Otra particularidad es que muchos acceden a plataformas de suscripción pero no están pagando por el servicio. "Por ejemplo, en cinco de cada diez hogares se comparten el usuario y la contraseña de Netflix, por lo que un hogar paga el abono, pero dos acceden a sus contenidos -comenta Gennari-. En la Argentina, las suscripciones siguen creciendo, y es muy pequeña la tasa de gente que las abandona estas, por lo que la fatiga de las suscripciones todavía no es una realidad entre nosotros". El tiempo dirá si tal fenómeno llegará en algún momento del futuro.
D. S
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