lunes, 4 de septiembre de 2017

ECONOMÍA; SEBASTIÁN GALIANI


Sebastian Galiani
Ajuste Fiscal Post Crisis






La crisis financiera que comenzó en el verano de 2007, y se transformó en una aguda crisis económica mundial en el otoño de 2008, provocó una respuesta política masiva. Los gobiernos y los bancos centrales se embarcaron en estímulos monetarios y fiscales discrecionales. Tradicionalmente, el debate sobre política fiscal versus política monetaria se centró en la efectividad relativa de estos instrumentos. Sin embargo, otra cuestión importante, aunque menos debatida, es la capacidad que tienen los gobiernos de retrotraer el incremento del gasto público una vez finalizada la crisis. Esto es, una vez que las economías se recuperan, ¿se observan bajas importantes en el gasto real, o más bien este ajusta gradualmente su peso en la economía al nivel de pre-crisis como resultado de la recuperación económica?
En esta entrada voy a analizar la evolución del gasto real, su peso sobre el producto, la presión tributaria, el déficit fiscal y la deuda pública en relación al producto para un conjunto de países de la OECD durante la crisis de 2008 y los años posteriores.
Consideremos primero el caso de Estados Unidos. En cada caso estudiado presentamos las siguientes series: El panel izquierdo superior muestra el PBI real; el panel izquierdo inferior muestra el gasto público real; el panel derecho superior muestra el gasto en relación al producto, la presión tributaria (eje izquierdo) y el déficit fiscal en relación al producto (eje derecho). Finalmente, el panel derecho inferior muestra la deuda del gobierno en relación al producto bruto interno.
Figura 1: Estados Unidos 


Para Estados Unidos, se ve claramente que la economía se desacelera en 2008 y se contrae en 2009, para retomar luego su trayectoria de crecimiento. Entre 2007 y 2009, el gasto real crece fuertemente, y desde 2010 baja muy suavemente. En el panel derecho superior, vemos que el gasto sobre el producto crece fuerte en los años de recesión y crisis, para volver a bajar, gradual, pero significativamente desde entonces. Esto es, el peso del gasto en la economía baja post-crisis principalmente como resultado del crecimiento y no de retrotraer fuertemente el gasto real total. Durante la crisis, también cae fuertemente la presión tributaria. La combinación de estos dos fenómenos da como resultado un incremento muy fuerte del déficit fiscal, y de la deuda del gobierno en relación al producto (panel derecho inferior). Vemos, también, que gradualmente se recupera la presión tributaria y el déficit fiscal vuelve a bajar, aunque en 2014 aún era mayor al nivel que tenía pre-crisis. La deuda, sin embargo, todavía no ha comenzado a bajar como resultado de la recuperación económica.
La Figura 2 muestra exactamente el mismo patrón de comportamiento para todas estas series en los Países Bajos. Lo mismo se observa en las Figuras 3 a 6 para el Reino Unido, Austria, Alemania y Dinamarca.
Figura 2: Países Bajos


Figura 3: Reino Unido 

Figura 4: Austria 


Figura 5: Alemania 


Figura 6: Dinamarca 


El caso de Francia es un tanto diferente pues la suba del gasto real durante la crisis no es tan fuerte, aunque luego continúa creciendo hasta 2014 inclusive. La suba del gasto en relación al producto durante la crisis sí es significativa; observamos también que luego de la crisis el gasto se mantiene elevado y aún no muestra una tendencia decreciente. El déficit fiscal en relación al producto se recupera parcialmente gracias a una suba pronunciada de la presión tributaria a partir de 2010.
Figura 7: Francia 


España, a su vez, también muestra una diferencia: Hasta 2014, su economía no se había recuperado de la crisis, y por lo tanto, el gasto sobre el producto, incluso en 2014, se mantenía en los niveles alcanzados en 2009.
Figura 8: España 



En conclusión, entonces, vemos que, en términos generales, las economías respondieron a la crisis de 2008 aumentando el gasto público real significativamente, y siempre incrementaron el gasto en relación al producto, y el déficit fiscal. Luego, gradualmente, mantuvieron o bajaron solo muy levemente el nivel de gasto real, pero cuando crecieron, bajaron significativamente el gasto sobre el producto y el déficit fiscal. El gasto público parece entonces bastante persistente, y esto debe ser tenido en cuenta cuando se evalúa la conveniencia de utilizar el nivel de gasto público como política de estabilización.

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