Hacia la belleza, de David Foenkinos
Un consuelo para oponer al horror
"Camille conservaba un regusto amargo de aquella historia que, en cuestión de días, había pasado de la belleza a la fealdad", señala de manera sorprendente el narrador de Hacia la belleza, la nueva novela de David Foenkinos (París, 1974). El escritor francés, conocido por libros como Lennon y La biblioteca de los libros rechazados, se propone explorar en su nueva ficción si la búsqueda de la belleza puede ser un medio para salvarse del horror. Con ese método en apariencia contradictorio, logra narrar las situaciones más oscuras con una delicadeza inesperada.
Hacia la belleza se divide en cuatro partes y un epílogo. Las distintas secciones permiten vaivenes en el tiempo para dar a conocer la totalidad de la historia. La primera presenta al protagonista, Antoine Duris, un hombre que ha abandonado su trabajo como profesor de arte para convertirse en guardia de seguridad en una galería donde se exhibe un cuadro de Modigliani, que al personaje le resulta cautivador. Nadie sabe por qué se decidió a ese cambio, que se vuelve más enigmático todavía por su mutismo y sus intentos de alejarse de cualquier contacto humano. El apartado siguiente lleva al lector al pasado de Antoine para entender las causas de ese hermetismo.
En la tercera parte, la novela cobra velocidad y emoción con una nueva línea narrativa. La historia esta centrada en Camille, una estudiante de arte atribulada por la depresión. El relato irá develando su vida y los motivos de su abatimiento. La cuarta sección devuelve al presente de Antoine, con un panorama mucho más claro sobre los hechos centrales del relato.
La pregunta sobre si el arte puede convertirse en salvación es el singular eje que elige Foenkinos para su historia. No hay disquisiciones sobre el arte por el arte o el arte comprometido.
La belleza del arte es en sí misma un compromiso por el hecho de su recepción. El arte y la belleza como consuelo también son el tema de Charlotte (2014), otra premiada novela del escritor francés, que rescató del olvido a la pintora Charlotte Salomon. Allí obra y vida son también, como en el caso de Camille, uno y lo mismo.
A pesar de que los hechos que cuenta Hacia la belleza son terribles, el epílogo se permite un tono esperanzador. Recuerda a La delicadeza (2009), otro libro en que Foenkinos lograba transformar el dolor y la vulgaridad en poesía.
HACIA LA BELLEZA
Por David Foenkinos
Alfaguara. Trad.: Regina López Muñoz.
200 págs./ $ 699
N. J.
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