Dueños fantasmas: la estafa al alquilar en Pinamar y Cariló en temporada
PINAMAR.- La primera alarma fue el precio muy accesible. ¿Podía realmente reunir esa propiedad las condiciones de calidad suficientes como para tener, en pico de demanda, un valor tan por debajo del promedio? Eso hizo dudar a Laura B., de Capital Federal, que se había entusiasmado con un chalet en Cariló de comodidades y valores difíciles de encontrar en el mercado.
Decidida a dar el sí, antes de depositar el 50% en concepto de reserva, recurrió a familiares que viven en la zona para que certificasen si había coincidencias entre el domicilio y las fotografías que el supuesto propietario había publicado a modo de aviso en una página de Facebook.
Y estaba ahí, era cierto. Una vivienda hermosa, con una amplia pileta y un parque enorme. Pero una serie de coincidencias los llevó a una oportuna consulta adicional que terminó de desentrañar lo que escondía tan tentadora oferta: un intento de estafa mediante ardides que asoman por la costa atlántica en vísperas de cada inicio de temporada. Y cuyas víctimas, en su mayoría y a excepción de Laura B, recién se enteran cuando llegan a destino.
Esta modalidad delictiva es un clásico en cercanías de las fiestas de Fin de Año y primeros días de enero, cuando arriba la primera gran ola de turistas que, como es tendencia durante la última década, recurre a las redes sociales en busca propuestas que eluden el costo adicional que suelen incluir las viviendas ofrecidas a través de las inmobiliarias.
"Al momento no tenemos denuncias presentadas, lo que no quita que aparezcan cuando lleguen los viajeros para iniciar sus vacaciones", reconoce el responsable de la oficina de Defensa del Consumidor en Pinamar, Pablo Bertozzi.
Estos hechos los considera una constante y recuerda que apenas iniciado el último verano recibieron a los primeros damnificados. Con sus valijas a cuestas aparecen en la dependencia pública para dejar constancia del engaño que fueron víctimas y encontrar un plan B para que su veraneo no sea un fiasco absoluto.
La estafa
Los estafadores dan el primer paso con la publicación de un aviso en redes sociales. Mezclados entre otros que son serios, utilizan como anzuelo un precio más acomodado que el resto. O puede ser alguna condición adicional que mejora la relación costo/beneficio: días adicionales de estadía como bonus o servicio de ropa de cama sin costo.
El caso que tuvo como casi víctima a Laura B. arrancó en la página Alquileres Pinamar, Ostende, Valeria y Cariló, en Facebook. Se dejó tentar por un chalet de cuatro habitaciones en Cariló con un precio por semana de 42.000 pesos para 12 personas y 30.800 para un máximo de siete. Se contactó con el supuesto propietario, que se presentó como Mauro y por WhatsApp le dijo que podía viajar y visitar la casa cuando guste.
No fue ella pero sí su prima, María Laura, acompañada de su esposo. Fotos y chalet coincidían. Pero algo llevó al hombre a un doble chequeo. Encontró a un parquero vecino, le preguntó el nombre del dueño de esa casa y como no lo sabía, el hombre le recomendó que consulte en la agencia de alarmas que cubría esa propiedad. En esas oficinas quedó al desnudo la estafa en marcha: el propietario no era quien publicó en Facebook.
"Es la segunda vez que nos pasa", reconoció la propietaria real de esa casa que, en esta última semana y en la misma web, vio con sorpresa como hace pocos días se publicaba otra vez el mismo aviso, siempre con la foto real del frente y otras de dependencias interiores que no corresponden a su casa.
Bertozzi advirtió que a partir de un mismo aviso puede aparecer más de un damnificado. "Hacen su negocio cobrando la seña exigida, que casi siempre es la mitad del total del alquiler", dijo sobre otros casos presentados durante años anteriores en la dependencia a su cargo.
Por eso advirtió que resulta imprescindible tener en cuenta que destinos como Pinamar y Cariló tienen valores promedios internacionales, que rondan los 150 dólares diarios para un muy buen chalet. "Lo que esté muy por debajo es para tener cuidado", dijo, y recomendó a los potenciales inquilinos que consulten en la oficina de Defensa del Consumidor y a inmobiliarias.
Reclamos y solicitudes
En el caso de Pinamar destacó que en la web del municipio hay una solapa de Reclamos y Solicitudes para plantear situaciones de duda con este tipo de operaciones. Bajo el mismo nombre también funciona una aplicación para celulares que se descarga desde Google Play o App Store. Busca ser una ayuda para evitar estos engaños.
También extendió el alcance a la hotelería, ya que tienen en el municipio un relevamiento de la oferta local y se pueden aclarar dudas a quienes estén a punto de contratar vía web, que es la modalidad cada vez más utilizada para las distintas variantes de alojamiento.
Bertozzi invita a que los casos consumados o no sean planteados ante la dependencia a su cargo. Si bien no les compete investigar, la información la reúnen y elevan a la justicia.
Se tomó contacto con fuentes de Fiscalía de Pinamar. Reconocen que cada temporada llegan denuncias por estos casos pero poco pueden. "No es de competencia local ya que aquí solo está la casa, pero el desapoderamiento y los depósitos ocurren en otro destino, que se donde se debe instruir la causa", explicaron.
D. P.
Ya sea que se trate de Airbnb, Mercado Libre, Booking u otro portal que conecte a los propietarios con los interesados, lo cierto es que en todos los casos existen posibles estafas, las cuales aumentan en esta época del año porque muchos viajeros están reservando los hospedajes para las vacaciones.
Para evitar ser víctima de un fraude se deben tomar algunas medidas, entre ellas, comprobar que se está navegando realmente en el website oficial de la compañía en vez de hacerlo en uno falso. Esto se debe a que una de las estafas más comunes es el phishing, que consiste en suplantar la identidad de un tercero, haciendo creer a la víctima que se está tratando con el proveedor real. A partir de un correo electrónico, el ciberdelincuente conduce a la víctima a un sitio web falso.
Francisco , de 28 años, reservó a través de Airbnb una casa por tres noches en Villa Allende, Córdoba. Dos semanas antes de la fecha, la propietaria les canceló la reserva, lo que le generó a él el inconveniente de tener que salir a buscar otro lugar. Antes de este episodio le había sucedió algo similar en Bariloche: "Reservamos una casa, y la dueña canceló la reserva y volvió a publicarla a un precio mucho más elevado especulando con que podía sacarle más dinero. En ambos casos nos quejamos con la plataforma y nos devolvieron el monto rápidamente", explica
Para evitar lo que le sucedió a este joven, desde esta compañía que cuenta con más de 7 millones de espacios únicos en más de 100.000 ciudades y 191 países, indican que "al momento de elegir un hospedaje los potenciales huéspedes pueden chequear la reputación del anfitrión". Adicionalmente, hay que leer su perfil, ver su foto y leer las críticas que recibió de parte de huéspedes previos. También, controlar que tenga número de teléfono verificado y redes sociales asociadas a su perfil.
Y agregan: "Al momento del pago es importante remarcar que todas las transacciones deben gestionarse mediante la plataforma de pago seguro de Airbnb, de tal forma que anfitriones y huéspedes nunca deben intercambiar dinero en efectivo ni realizar depósitos en cuentas bancarias".
Publicaciones seguras
Este website también insiste en que una vez encontrado el alojamiento buscado los huéspedes pueden contactarse con el anfitrión para presentarse, solicitar alquilar su espacio, hacer preguntas y resolver dudas. Para este fin hay un sistema de mensajería interna. "Todos los detalles de la reserva como hora de llegada o preguntas sobre la propiedad deben realizarse a través de este sistema. Nunca hay que trasladar la conversación fuera de la plataforma", sostienen.
Tampoco hay que pagarle directamente al anfitrión, ya que esta marca no se hará responsable si hay problema con la transacción. Este consejo es vital ya que muchos intentan concretar la operación por otras vías para evitar el pago de la comisión que cobra la plataforma por ser servicio ofrecido.
Por su parte, desde Mercado Libre explican que el porcentaje de avisos con probabilidades de ser inseguros es mínimo, sin embargo recomiendan a los usuarios "optar por publicaciones de inmobiliarias; leer en detalle la publicación, hablar por teléfono con el vendedor; no utilizar servicios de pago anónimos para abonar el alquiler, dar señas o adelantos; y sospechar de inmuebles con valores muy inferiores a los normales del mercado".
Evidentemente, el secreto está en aprovechar las ventajas que ofrecen estas soluciones digitales, pero teniendo en cuenta una serie de recaudos para no caer en la trampa de los malintencionados.
D. S.
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