Film histórico con grandes actuaciones
(The Dig, Reino Unido / 2021). dirección: Simon Stone. guion: Moira Buffini. fotografía: Mike Eley. elenco: Carey Mulligan, Ralph Fiennes, Johnny Flynn, Lily James. duración: 112 minutos. disponible en: Netflix.
M. F. M.
La excavación tiene vocación de película seria, de esas que aspiran a ganar premios. Esto no tiene que ver con que sea un drama, ni con que se trate de un tema de interés histórico; cada decisión estética del director Simon Stone está pensada para darle un aire de trascendencia a la película, que termina jugando en contra de la misma. En esa búsqueda parece haber una falta de confianza en que el trabajo de su brillante elenco y una puesta en escena clásica pudieran transmitir la grandeza de la historia que cuenta.
Basada en hechos reales, narra la historia del descubrimiento de tesoros medievales en la zona de Sutton Hoo, en el Reino Unido, en 1939. Carey Mulligan interpreta a Edith Pretty, una viuda que está interesada en investigar qué hay debajo de unos montículos ubicados en su terreno. Para eso contrata a Basil Brown, encarnado por Ralph Fiennes, un excavador experto en desenterrar tesoros arqueológicos, sin educación formal en la materia pero con toda una vida de experiencia y estudio autodidacta. Luchando contra el desdén de los especialistas del museo local y con el apoyo incondicional de Edith, quien también tenía un gran interés por la arqueología, Brown logra hacer su trabajo y demostrar que su veredicto inicial sobre la antigüedad de los objetos enterrados allí era correcto.
La trama del descubrimiento arqueológico está entrelazada con las cuestiones personales de los protagonistas y de aquellos que los ayudan en su misión. La inminencia de la guerra, la frágil salud de Edith, el entusiasmo de su pequeño hijo, que establece una relación cariñosa con Brown, y la camaradería del grupo que lleva adelante la excavación le agregan una dimensión humana a la anécdota histórica. Mulligan y Fiennes hacen un trabajo sobresaliente al interpretar a personajes que se sienten muy humanos, desarrollados en todas sus facetas; son protagonistas con ideas firmes y voluntad, pero que también lidian con distintas fragilidades y limitaciones. El trabajo de ambos actores es extraordinario, como también lo es el del resto del elenco, que incluye a Johnny Flynn, Lily James y Ben Chaplin.
Resulta curioso que el director haya elegido fragmentar estas interpretaciones mediante cortes en medio de las escenas y separaciones del audio de un diálogo de los planos de los personajes que están manteniendo esa conversación (por ejemplo, se escucha una frase mientras se ve al personaje en un momento en el que no está hablando). La intención artística de este recurso no queda clara y parece un tanto caprichosa, como una búsqueda de elevar un material que no necesita de esos trucos.
Una serie que trasciende su género
(Reino Unido/2017). creadores: Tom Edge, Ben Richards. elenco: Tom Burke, Holliday Grainger, Kerr Logan, Killian Scott. disponible en: HBO Go (on demand en los servicios Cablevisión Flow, Directv Go)
P. V. P.
Final mente HBO estrenó la serie basada en la saga del detective C. B. Strike escrita por J.K.Rowling bajo el seudónimo de Robert Galbraith. Siete episodios en total, que abordan tres casos policiales y fueron estrenados en Reino Unido entre 2017 y 2018; la nueva temporada, titulada “Lethal White”, se estrenó por allí en 2020 y aquí se espera para el 15 de febrero, a las 21, por HBO.
La estructura narrativa de Rowling es más un consciente homenaje que una relectura de la novela negra que convirtió en estrellas literarias a Dashiell Hammett y Raymond Chandler, pero ambientada en una Londres contemporánea y con un héroe a su medida. Si los detectives del siglo XX lidiaban con los efectos de la Depresión y el gangsterismo en los Estados Unidos, con esas vidas en la frontera entre la ley y el crimen signadas por una moral plagada de contra luces, cor moran strike debe afrontar una era de pérdidas y renunciamientos, un escenario gris en el que los actos heroicos oscilan entre la ironía y la nostalgia. ¿Pero quién es él? Es un veterano de la guerra de Afganistán, que lleva una pierna ortopédica, hijo de un cantante de rock al que desprecia y una modelo que murió por una sobredosis. Vive en su pequeña oficina de detective luego de una separación tumultuosa, acumula deudas y pasa sus días en los bares fumando y tomando cerveza. Más allá de los casos que estructuran a la serie, el principal interés está en la interacción entre Cormoran y Robin Ellacott, una secretaria temporal que llega para un reemplazo y redescubre la vocación perdida.
Sin despegarse de las coordenadas del noir, C. B Strike no solo se nutre de la notable química entre Tom Burke y Holliday Granger, sino que a medida que avanza el relato las historias de ambos se despliegan y entrelazan, más allá de los obstáculos que puedan ofrecer el peligro de la profesión, el pasado de Cormoran o el inminente casamiento de Robin. Sus charlas en los pubs, sus silencios incómodos, esa conexión que parece tejerse de manera imperceptible son los momentos que trascienden la narrativa convencional de investigación y ciertas resoluciones cómodas de las intrigas.
El tono que elige la serie, y un poco allí se cifra el homenaje de Rowling, es el del desencanto por el estado del mundo, un ánimo que había definido al film noir en la posguerra. Sin el cinismo radical que a veces trae la parodia en ciertos exponentes contemporáneos, C. B. Strike retrata la figura del investigador sin ningún glamour ni distinción, un hombre herido que ha perdido mucho y que descubre, allí donde nada esperaba, un encuentro posible, una vocación compartida, una aventura de a dos.
Polémica, radical y muy inquietante
(Georgia/2020). dirección: Déa Kulumbegashvili. guion: Kulumbegashvili, Rati Oneli. elenco: Ia Sukhitashvili, Rati Oneli, Kakha Kintsurashvili. duración: 108’. disponible en: MUB I.
A. L.
Es extraordinaria. Dicho esto en el sentido más literal del término: algo poco común, que sale fuera del orden o de la regla general, que sucede rara vez. Seguramente por eso levantó tantas polémicas cuando el año pasado ganó en el Festival de San Sebastián los premios más importantes en cuatro categorías.
La ópera prima de Dea Kulumbegashvili –elegida por Georgia como representante para competencia de los Oscar– provocó indignación en más de un crítico. La consideraron un exponente indiscutible del llamado “cine de la crueldad ”. pero lo cierto es que más allá de la crudeza con la que trata los asuntos claves de su línea argumental –la disputas provocadas por las diferencias en las creencias religiosas, el abuso psicológico y sexual que sufre una mujer indefensa, y la ausencia completa de empatía de quien debería ayudarla–, hay en esta película rigurosa e inquietante una serie de decisiones puramente cinematográficas que son las que suelen irritar a las miradas más reaccionarias del mundo del cine.
El film recurre al plano fijo y los largos planos secuencia como herramienta privilegiada para reflejar la dramática historia de una protagonista que soporta con pasividad y estupor una espiral de agresiones que crece a partir de un brutal atentado contra la comunidad religiosa a la que pertenece (los Testigos de Jehová, una minoría en un país con mayoría de católicos ortodoxos). Esa elección, que potencia notoriamente el significado y el impacto de las escenas más escabrosas pero también de las más serenas y poéticas, motivó la aparición inmediata e irreflexiva de la etiqueta “película lenta pensada para festivales”.
Beginning no sólo contradice abiertamente ese mandato, sino que redobla la apuesta trabajando cada plano con un rigor evidente, explotando con sensibilidad sus posibilidades pictóricas, otorgándole un valor específico al tiempo, los silencios y las propiedades cromáticas. Acusada también de sensacionalista, la directora georgiana en realidad sabe cómo abordar, a través de una dramaturgia expresiva y singular, los meandros de las miserias humanas con una decisión asombrosa. Perturba porque logra transmitir el dolor y la impotencia sin alegorías indulgentes ni discursos terapéuticos. Su solución ante la violencia más radical es un cine igual de radical, cargado de angustia y alejado de las convenciones más comunes en términos de ritmo, registros de actuación y “mensaje”.
Muy contemporánea, expone sin autocensura la insensatez de los fanatismos y la revictimización que azota a una mujer violada y obligada a vivir sus frustraciones sólo como fracasos individuales.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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