miércoles, 17 de febrero de 2021

TODO LO QUE UD. QUISO SABER SOBRE EL IDIOMA ESPAÑOL


Diccionarios, dudas y secretos del español, en la palma de tu mano



Aunque los lenguajes son dinámicos y evolucionan sin pedirles permiso a las academias, cuando imprimimos un texto no estamos empleando solamente la lengua, sino un idioma al que se le ha extirpado toda la comunicación no verbal (expresiones faciales, gestos) y al que se suma un muy complejo sistema de símbolos. Eso lo cambia todo, porque estamos preparados para cooperar en el intercambio verbal presencial; allí, la gramática cuenta solo lo justo, las comas no se pronuncian y en lugar de morfología tenemos pronunciación.
Cosa bien diferente es el texto impreso, que funciona como una partitura y debe poder decodificarse sin el más mínimo error en ausencia del autor. Un puntillo de menos en una negra, y la orquesta empezará perder sincronía a razón de medio tiempo por compás, hasta que todo suene como una cacofonía insufrible. Un puntito en una partitura, como un tilde en una oración, no son opcionales.
Al escribir se impone, pues, la precisión más meticulosa. los verbos, por ejemplo, rigen ciertas preposiciones. En inglés se dice
dream of, mientras que en español usamos soñar con. arbitrario y destinado a cambiar con los siglos, sí; pero hoy es ley.
Ocurre lo mismo en casi todas las áreas de la gramática. Una estructura de preposición más término es correcta con ciertos verbos en ciertos casos, pero no en otros. por eso está mal poner Pienso de que, pero está bien usar
Estoy persuadido de que. los objetos directos que refieren a personas o mascotas con nombre llevan la preposición a. los demás, no.
Son reglas, como en la música. Si ponés un silencio de negra e iba un silencio de corchea, rompiste todo. otro tanto ocurre con las comas y demás. En muchos casos, se entiende igual. pero, para no someter esto al azar, escribir debe ser una disciplina, si no acaso una forma de rezar; frase acertadísima que se le atribuye a Franz Kafka.
Por desgracia, en nuestro medio, hoy, estamos expuestos a un español muy degradado. He oído y leído cosas como hacer sentido o esperar por. ambas están mal. En español decimos que algo tiene sentido; hacer sentido es un anglicismo que viene de make sense.
El verbo esperar no lleva ninguna preposición; pero, de nuevo, wait
for inclina la balanza y despedaza una relojería idiomática delicada y, al mismo tiempo, en permanente equilibrio inestable. como cualquier otro ser vivo, digamos.


Cierto, con el paso de los siglos, todo cambia en los lenguajes. pero los anglicismos y los galicismos 
(mismo por incluso, típicamente) son defectos.
Herramientas
Pero si se debe escribir para que se entienda (aunque esté mal) o de acuerdo con las reglas de la partitura (aunque sea algo oscuro) es cuestión de escuelas, y ya se sabe cómo es: tras debatir durante veinte horas, cada cual se encuentra más aferrado a su postura.
Así que, en lugar de eso, vamos a lo práctico. Una de las circunstancias que cambiaron de forma más radical desde que estudiaba la gramática y la lingüística en la universidad es el número, la calidad y la inteligencia de las herramientas de consulta.
Cuarenta años atrás, tus únicos aliados eran un diccionario más o menos completo del español, una gramática y un diccionario de sinónimos. En 1987 compré mi corripio, nombre coloquial que le damos al Diccionario de ideas afines de Fernando Corripio, que sigue siendo una de las más formidables obras de consulta para encontrar la palabra perfecta; mi copia es la número 2748.


Saldar una simple duda idiomática podía demandar entre diez minutos (si tenías suerte) y varias semanas. con las lenguas clásicas, la cosa se complicaba mucho, porque cada autor (pongamos, Esquilo versus Aristóteles) podía haber usado cierta palabra con un significado diferente. o con las obras de Shakespeare, por ejemplo, donde la variación entre las versiones te obligaban a leer, de ser posible, las ediciones anotadas. Tengo dos. la más completa pesa como cuatro kilos.C
asi todos los expertos coinciden en que el lenguaje está sufriendo una decadencia ostensible. culpan, por supuesto, a las nuevas tecnologías. coincido con la primera postura, pero no con la segunda, como sostuve en mi ponencia en el Viii congreso de la lengua de la real academia Española, en 2019.
Primero, porque cuando chateamos estamos usando un mecanismo muy semejante a la conversación cara a cara. la gramática pulida y la ortografía impecable dan lugar a emisiones mucho más sucintas, rápidas y eficientes. Segundo, porque las nuevas tecnologías son el sueño del que se dedica al lenguaje. Aparte de apps como Duolingo, que de por sí son una ayuda extraordinaria para el que quiere aprender otros idiomas (aunque no suplantan a la educación formal), o el inefable y cada vez más perspicaz Translate de Google, le ofrecen al que escribe o quiere dedicarse a escribir herramientas de una velocidad con las que antes ni siquiera nos atrevíamos a soñar. Aquí van algunas. El Drae y Wordreference tienen sus propias apps.
El DRAE. El Diccionario de la Real Academia Española es la obra de consulta clave de nuestro idioma. antes de usar una palabra de la que no estamos seguros, hay que buscarla ahí. 



Si no está, no existe. Fin de la discusión. Seguramente, no investigamos lo suficiente, y es probable que tengamos que explorar el diccionario de sinónimos (ya llego a eso). Gratis y con interfaz renovada, el sitio de la academia sigue ofreciendo, además, el Diccionario Panhispánico de Dudas, que es su complemento ideal. Es un lenguaje muy complejo el español, y tiene tantos recovecos que es imposible recordarlos todos (www.rae.es).
Fundéu. la Fundación del Español Urgente también tiene un sitio fantástico para salir de dudas (www. fundeu.es). Fue creada en 2005 por la agencia EFE y el BBVA, cuenta con el asesoramiento de la real academia, y además publica artículos, recomendaciones y consejos. Sé por experiencia que Fundéu obra con un espíritu particularmente abierto. En su colección hay dos de mis artículos más polémicos respecto de las nuevas tecnologías y el lenguaje.
Wordreference. De suyo se emplea este sitio como diccionario inglés-español. pero hay muchos más idiomas y, lo que es más importante, ofrece diccionarios de sinónimos (entre otros, del español) muy dignos (www.wordreference.com).
Diccionario etimológico castellano en línea. la etimología no solo ayuda a la escritura –por eso el aprendizaje de lenguas clásicas y de idiomas extranjeros es básico–, sino que origina extensos e interesantes debates. Un sitio visualmente modesto, pero que abunda en buena información y en tales debates es http://etimologias.dechile.net.
Perseus Digital Library. Y para los que estudian las leguas clásicas o quieren bucear en los orígenes de las palabras que empleamos hoy, la incomparable Biblioteca Digital Perseo de la Universidad de Tufts es de un valor incalculable (www.perseus. tufts.edu/hopper/).
Escribir es como confeccionar una partitura; falta un puntillo, y adiós

A. T.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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