La Política chiquita de un país sin ideas, con una oposición que da pena.
Una parte importante de la política nueva es jugar limpio, porque los logros obtenidos rompiendo reglas, son complicados y en el corto o largo plazo se vuelve en contra.
Hacer política implica tener prestigio, si te haces fama de tramposo no vas a llegar muy lejos.
El gobierno cada día tiene una conducta que se asemeja a un jugador que juega al límite de la legalidad, tal vez sea el momento que comiencen a internalizar que NO TODO VALE, porque en esa ruta son más los problemas que se causan y las cosas que se resuelven y así podrían entender de una vez y para siempre, que el uso del Poder no puede ser relacionado con accciones de manipulación, coerción o abuso, más allá del hecho que en política no debe haber miedo a la ambición, pero sin autoridad y sin poder no se puede hacer nada, por eso ambición y manipulación deben tener sentido y dirección, sino todo se torna anómico y juega en contra.
Nunca un funcionario político puede dar a entender que “lo hizo porque no tenía más remedio”, esa es una explicación atroz. La obediencia debida no puede ser la justificación para la falta de poder.
En toda organización cualquiera sea, se hace política, la política es una forma de subsistir para los seres humanos, está en el ADN y negarla es negarse a sí mismo. Una estupidez en toda regla, pero hacer política no implica hacer adulación barata.
La peor forma de la política es la lucha despiadada donde todos están preocupados por llevar adelante sus intereses particulares. Hay que tener estomago para trabajar en una organización tan neurótica. En esos ambientes nadie gana, pero si tenes que trabajar en un lugar de ese tipo las únicas opciones son, resignarse y bajar la cabeza o buscar una salida hacia otro lugar mejor. La segunda para mi es la mejor; pero jugar en política implica poder acceder a algo que se asemeja a una mujer muy sensual, esta va a cumplir tus deseos, pero también dará satisfacción a tus perversiones, pero, mi amigo, esa sensual mujer es extraordinariamente reclamante y suele terminar enloqueciendo a aquellos que gozan de sus favores, es en ese momento cuando los políticos comienzan a hacer tonterías. El poder es así, el problema es que nadie sabe cuándo debe parar y ver realmente lo que sucede en el contexto que lo rodea.
Argentina esta complicada con todo el tema de la vacunación, que es un desastre, hay más promesas que realidades, sería bueno que algún político de la oposición de un pasó adelante y realice acuerdos para traer vacunas por fuera de las que trae la Nación, sería un golazo que dejaría al gobierno de científicos en un posición muy incómoda, pero no lo hacen, porque la política es mezquina y siempre es más simple culpar a la inoperancia del gobierno, que hacer cosas en serio por las personas es difícil y presenta complicaciones que son demasiado elevadas para la política de cabotaje que debemos soportar. El hecho es que cada día este pueblo se parecen más a una parva de borregos que no le reclaman nada a la política. El problema es que los borregos son los que van primero al matadero, mi querido amigo.
La vacunación en Argentina es espasmódica y de baja intensidad y como si fuera poco los favoritismos trastocaron el orden de las prioridades y el Vacunatorio Vip un insulto a los muertos por el virus y un destrato de magnitud para los adultos mayores
El Tío Alberto hablo por cadena nacional, su conducta comunicacional se parecía a la del Sr. Gardiner, en la película Desde el Jardín, sino la recuerda puede verla en la red. Cada día el abismo es más grande entre unos y otros, hizo un discurso torpe, porque la idea lo era también, sólo hablo para restarle algo de protagonismo a la presentación del libro de Macri, cuando un fin es tan pequeño, el resultado es caer en el ridículo. No queda otra.
Al día de la fecha hay 54.500 muertos, mi amigo, se podría llenar el estadio de futbol completo de River con los retratos de las víctimas de la pandemia. Son los muertos de la decidía, de la inoperancia, de los negociados oscuros con explicaciones poco claras, mientras que otros países hacen las cosas mejor, ¿Por qué?. La respuesta es simple, un presidente que dice profesor y no lo es, porque nunca concurso para serlo, pero que ademas sostiene que no cree en el valor de la meritocracia, en un gobierno lleno de procesados en distintas instancias, con un sindicalismo tan impresentable como la Campora que siempre sale en los medios de comunicación por hacer las cosas mal. No pegan una los muchachos para la liberación. Que tipo de gobierno pretende que sea, mi amigo, es lo que hay,…, si no le gusta téngalo presente esto cuando vuelva a votar, aunque eso no le garantiza nada, toda alternancia es buena y el canto de las urnas es la única música que parece comprender la política
Los que se vacunaron por izquierda son el mejor ejemplo de lo que Argentina no debe ser, el país de las ventajitas, el país de yo me salve, el país de sálvese quien pueda, pero cada uno ello, que había salido sonriente haciendo la V en la redes, borraron las fotos, pero el daño estaba hecho, claro que a ninguno se le pidió la renuncia, porque lo iban a hacer, si son todos luchadores contra el Covid, pero los muertos, son los boludos de la película, los que no llegaron a vacunarse y los cementerios están llenos de boludos y los valientes vacunados son los que declaman estar dando la batalla…
Nunca un funcionario político puede dar a entender que “lo hizo porque no tenía más remedio”, esa es una explicación atroz. La obediencia debida no puede ser la justificación para la falta de poder.
En toda organización cualquiera sea, se hace política, la política es una forma de subsistir para los seres humanos, está en el ADN y negarla es negarse a sí mismo. Una estupidez en toda regla, pero hacer política no implica hacer adulación barata.
La peor forma de la política es la lucha despiadada donde todos están preocupados por llevar adelante sus intereses particulares. Hay que tener estomago para trabajar en una organización tan neurótica. En esos ambientes nadie gana, pero si tenes que trabajar en un lugar de ese tipo las únicas opciones son, resignarse y bajar la cabeza o buscar una salida hacia otro lugar mejor. La segunda para mi es la mejor; pero jugar en política implica poder acceder a algo que se asemeja a una mujer muy sensual, esta va a cumplir tus deseos, pero también dará satisfacción a tus perversiones, pero, mi amigo, esa sensual mujer es extraordinariamente reclamante y suele terminar enloqueciendo a aquellos que gozan de sus favores, es en ese momento cuando los políticos comienzan a hacer tonterías. El poder es así, el problema es que nadie sabe cuándo debe parar y ver realmente lo que sucede en el contexto que lo rodea.
Argentina esta complicada con todo el tema de la vacunación, que es un desastre, hay más promesas que realidades, sería bueno que algún político de la oposición de un pasó adelante y realice acuerdos para traer vacunas por fuera de las que trae la Nación, sería un golazo que dejaría al gobierno de científicos en un posición muy incómoda, pero no lo hacen, porque la política es mezquina y siempre es más simple culpar a la inoperancia del gobierno, que hacer cosas en serio por las personas es difícil y presenta complicaciones que son demasiado elevadas para la política de cabotaje que debemos soportar. El hecho es que cada día este pueblo se parecen más a una parva de borregos que no le reclaman nada a la política. El problema es que los borregos son los que van primero al matadero, mi querido amigo.
La vacunación en Argentina es espasmódica y de baja intensidad y como si fuera poco los favoritismos trastocaron el orden de las prioridades y el Vacunatorio Vip un insulto a los muertos por el virus y un destrato de magnitud para los adultos mayores
El Tío Alberto hablo por cadena nacional, su conducta comunicacional se parecía a la del Sr. Gardiner, en la película Desde el Jardín, sino la recuerda puede verla en la red. Cada día el abismo es más grande entre unos y otros, hizo un discurso torpe, porque la idea lo era también, sólo hablo para restarle algo de protagonismo a la presentación del libro de Macri, cuando un fin es tan pequeño, el resultado es caer en el ridículo. No queda otra.
Al día de la fecha hay 54.500 muertos, mi amigo, se podría llenar el estadio de futbol completo de River con los retratos de las víctimas de la pandemia. Son los muertos de la decidía, de la inoperancia, de los negociados oscuros con explicaciones poco claras, mientras que otros países hacen las cosas mejor, ¿Por qué?. La respuesta es simple, un presidente que dice profesor y no lo es, porque nunca concurso para serlo, pero que ademas sostiene que no cree en el valor de la meritocracia, en un gobierno lleno de procesados en distintas instancias, con un sindicalismo tan impresentable como la Campora que siempre sale en los medios de comunicación por hacer las cosas mal. No pegan una los muchachos para la liberación. Que tipo de gobierno pretende que sea, mi amigo, es lo que hay,…, si no le gusta téngalo presente esto cuando vuelva a votar, aunque eso no le garantiza nada, toda alternancia es buena y el canto de las urnas es la única música que parece comprender la política
Los que se vacunaron por izquierda son el mejor ejemplo de lo que Argentina no debe ser, el país de las ventajitas, el país de yo me salve, el país de sálvese quien pueda, pero cada uno ello, que había salido sonriente haciendo la V en la redes, borraron las fotos, pero el daño estaba hecho, claro que a ninguno se le pidió la renuncia, porque lo iban a hacer, si son todos luchadores contra el Covid, pero los muertos, son los boludos de la película, los que no llegaron a vacunarse y los cementerios están llenos de boludos y los valientes vacunados son los que declaman estar dando la batalla…
D. M.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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