Ciudades de 15 minutos: un movimiento que seduce a Buenos Aires
La tendencia global busca desarrollar urbes policéntricas, para reducir los traslados y las emisiones de carbono
E. H.
Bicisendas. Tienen más espacio en el nuevo modelo urbano
Ciudades de 15 minutos es un movimiento que está cobrando fuerza después de la pandemia para incentivar a que las grandes metrópolis vean la salida de la cuarentena como una oportunidad de reorganizar el estilo de vida de sus habitantes, de modo que no necesitemos trasladarnos más de 15 minutos para resolver cualquier cosa: desde ir a trabajar, hacer compras, salir a tomar algo o ir al médico y hasta visitar a la familia y amigos.
Se trata de una propuesta de reordenamiento espacial y de uso de los recursos a la que están adhiriendo distintos municipios con la visión de convertir los barrios en ciudades policéntricas. Antes de la pandemia, París adoptó este modelo y tras la pandemia cada vez más gobiernos locales están evaluando medidas en ese sentido, a contramano de los modelos urbanísticos que reinaron en los últimos 100 años.
En diciembre pasado, el Gobierno de la Ciudad estaba terminando su plan de acción climática para presentar ante el C40, una coalición internacional de 97 ciudades que toman acciones concretas para lograr alcanzar a nivel local los objetivos del Acuerdo de París. Buenos Aires se propone acelerar su acción climática para alcanzar en diez años una reducción del más del 50% de sus emisiones. Esta meta intermedia la posiciona entre las ciudades más ambiciosas en la reducción de emisiones. ¿Qué significa esto para los porteños?
“Nos propusimos trazar una ruta clara que nos permita alcanzar una reducción de más del 50% de nuestras emisiones para el 2030 y lograr la carbono neutralidad en 2050, aumentar nuestra capacidad de adaptación y garantizar una distribución justa y equitativa de los beneficios” explicó Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente porteño.
El plan de acción climática está formado por una serie de 24 acciones que permitirán llegar al objetivo de reducir las emisiones. Algunas son medidas a mediano plazo y otras demandarán más tiempo. Una cuarta parte de las acciones propuestas se alinean dentro del concepto de ciudades cercanas o “ciudades de 15 minutos”, que promueve C40, como la creación de nuevas áreas peatonales, de calles verdes o calles de encuentro, o la profundización de la política urbana en la que el peatón realmente sea la prioridad. Con más espacios exclusivos para bicicletas, con zonas más seguras e iluminadas y con estacionamientos para ciclistas, con el reordenamiento de los recorridos de los colectivos para lograr un transporte público más rápido y eficiente.
¿Por qué? Porque son acciones que en corto tiempo significan un cambio en la calidad de vida de los vecinos e impactan en la emisión de gases efecto invernadero al disminuir los desplazamientos, sobre todo en auto.
Según apuntan los expertos internacionales, la pandemia propició el entorno adecuado para repensar y modificar el estilo de vida de las ciudades, y convertirlas en ámbitos sustentables. La ciudad de los 15 minutos es una respuesta original al problema del cambio climático, porque más allá de soluciones como el cambio en la matriz energética, en el manejo de los residuos y en el uso de combustibles, permite producir cambios a corto plazo y bajar las emisiones a través de una disminución de los desplazamientos.
“Antes del aislamiento social obligatorio, teníamos una vida frenética sin suficiente tiempo para estar en contacto con nuestros afectos y familia. El tráfico contaminaba el aire y hacía negro el cielo. ¿Y si pudiéramos volver a empezar? ¿Y si pudiéramos crear una nueva normalidad en la que otra vez pudiéramos ser dueños de nuestro tiempo, de nuestra salud y del bienestar de nuestra comunidad? Esta es la idea detrás de las ciudades de 15 minutos. Un movimiento global que busca hacer nuestras vidas en las ciudades más placenteras, menos estresantes y sostenibles. Es una ciudad donde todo lo que necesitamos está cerca de casa. Es una ciudad en la que con un pequeño viaje podemos conseguir alimentos fresco y cuidados de salud. Y en la que podemos trabajar cerca de casa o en forma remota con más frecuencia”, explica un video de C40, en el que se recomienda a las ciudades aprovechar la coyuntura de la pandemia para impulsar este cambio.
En Buenos Aires, la cuarentena no solo generó una nueva normalidad sino que instaló el concepto de nueva espacialidad, muy cercano al de las ciudades de 15 minutos, explicó Renzo Morosi,presidente de la Agencia de Protección Ambiental .“El vecino empezó a ver que podía resolver la mayor parte de su agenda diaria en su barrio -señaló-. Algunos de los beneficios de la pandemia fueron demostrar que esto es posible. Que podemos resolver la mayoría de nuestras necesidades en la cercanía”.
Bicisendas. Tienen más espacio en el nuevo modelo urbano
Ciudades de 15 minutos es un movimiento que está cobrando fuerza después de la pandemia para incentivar a que las grandes metrópolis vean la salida de la cuarentena como una oportunidad de reorganizar el estilo de vida de sus habitantes, de modo que no necesitemos trasladarnos más de 15 minutos para resolver cualquier cosa: desde ir a trabajar, hacer compras, salir a tomar algo o ir al médico y hasta visitar a la familia y amigos.
Se trata de una propuesta de reordenamiento espacial y de uso de los recursos a la que están adhiriendo distintos municipios con la visión de convertir los barrios en ciudades policéntricas. Antes de la pandemia, París adoptó este modelo y tras la pandemia cada vez más gobiernos locales están evaluando medidas en ese sentido, a contramano de los modelos urbanísticos que reinaron en los últimos 100 años.
En diciembre pasado, el Gobierno de la Ciudad estaba terminando su plan de acción climática para presentar ante el C40, una coalición internacional de 97 ciudades que toman acciones concretas para lograr alcanzar a nivel local los objetivos del Acuerdo de París. Buenos Aires se propone acelerar su acción climática para alcanzar en diez años una reducción del más del 50% de sus emisiones. Esta meta intermedia la posiciona entre las ciudades más ambiciosas en la reducción de emisiones. ¿Qué significa esto para los porteños?
“Nos propusimos trazar una ruta clara que nos permita alcanzar una reducción de más del 50% de nuestras emisiones para el 2030 y lograr la carbono neutralidad en 2050, aumentar nuestra capacidad de adaptación y garantizar una distribución justa y equitativa de los beneficios” explicó Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente porteño.
El plan de acción climática está formado por una serie de 24 acciones que permitirán llegar al objetivo de reducir las emisiones. Algunas son medidas a mediano plazo y otras demandarán más tiempo. Una cuarta parte de las acciones propuestas se alinean dentro del concepto de ciudades cercanas o “ciudades de 15 minutos”, que promueve C40, como la creación de nuevas áreas peatonales, de calles verdes o calles de encuentro, o la profundización de la política urbana en la que el peatón realmente sea la prioridad. Con más espacios exclusivos para bicicletas, con zonas más seguras e iluminadas y con estacionamientos para ciclistas, con el reordenamiento de los recorridos de los colectivos para lograr un transporte público más rápido y eficiente.
¿Por qué? Porque son acciones que en corto tiempo significan un cambio en la calidad de vida de los vecinos e impactan en la emisión de gases efecto invernadero al disminuir los desplazamientos, sobre todo en auto.
Según apuntan los expertos internacionales, la pandemia propició el entorno adecuado para repensar y modificar el estilo de vida de las ciudades, y convertirlas en ámbitos sustentables. La ciudad de los 15 minutos es una respuesta original al problema del cambio climático, porque más allá de soluciones como el cambio en la matriz energética, en el manejo de los residuos y en el uso de combustibles, permite producir cambios a corto plazo y bajar las emisiones a través de una disminución de los desplazamientos.
“Antes del aislamiento social obligatorio, teníamos una vida frenética sin suficiente tiempo para estar en contacto con nuestros afectos y familia. El tráfico contaminaba el aire y hacía negro el cielo. ¿Y si pudiéramos volver a empezar? ¿Y si pudiéramos crear una nueva normalidad en la que otra vez pudiéramos ser dueños de nuestro tiempo, de nuestra salud y del bienestar de nuestra comunidad? Esta es la idea detrás de las ciudades de 15 minutos. Un movimiento global que busca hacer nuestras vidas en las ciudades más placenteras, menos estresantes y sostenibles. Es una ciudad donde todo lo que necesitamos está cerca de casa. Es una ciudad en la que con un pequeño viaje podemos conseguir alimentos fresco y cuidados de salud. Y en la que podemos trabajar cerca de casa o en forma remota con más frecuencia”, explica un video de C40, en el que se recomienda a las ciudades aprovechar la coyuntura de la pandemia para impulsar este cambio.
En Buenos Aires, la cuarentena no solo generó una nueva normalidad sino que instaló el concepto de nueva espacialidad, muy cercano al de las ciudades de 15 minutos, explicó Renzo Morosi,presidente de la Agencia de Protección Ambiental .“El vecino empezó a ver que podía resolver la mayor parte de su agenda diaria en su barrio -señaló-. Algunos de los beneficios de la pandemia fueron demostrar que esto es posible. Que podemos resolver la mayoría de nuestras necesidades en la cercanía”.
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