miércoles, 14 de julio de 2021

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Oda onírica para el ocaso de un rey
G. I. 


DRAMATURGIA: William Shakespeare. ADAPTACIÓN: Claudio Peña. intérpretes :juan manuel correa, Lucía Grosso. DIRECCIÓN: Juan Manuel Correa, Claudio Peña. FUNCIONES: sábados 18 hs. SALA: Nün Teatro Bar. Juan Ramírez de Velazco 419. DURACIÓN: 50 minutos.
Dentro del ciclo de obras históricas sobre la monarquía inglesa de William Shakespeare, se encuentra Ricardo II. Quizá menos popular que los Enriques que le sucedieron o que el muy característico Ricardo III, el protagonista de esta pieza es un rey que ha estado al frente del reino desde sus diez años y que se enfrenta al violento final de su mandato. Estos últimos momentos coinciden con el ascenso de Enrique IV, quien, en definitiva, lo derrocará. La rueda del poder, que Shakespeare expresó con infinitos matices, vuelve a correr aquí para que el público pueda ver cómo se impone, de vuelta, una ley más grande que cualquier voluntad individual.
Una cellista toma la escena. El sonido fantasmagórico que surge de su instrumento hace aparecer a Ricardo, vestido de blanco. Con esos elementos, la obra crea un clima onírico, donde todo lo que sucede parece estar tomado por la fuerte subjetividad ricardiana. Un actor y la música serán, entonces, los que organizan el material. Lo que se muestra es una sucesión de los soliloquios de Ricardo donde podemos seguir el derrotero de un rey que ve la tragedia que se le avecina, en la que su castillo se convertirá pronto en una tumba al tiempo que sueña con cualquier otro destino distinto a medida que se desprende de su corona.
Si bien el tono de Juan Manuel Correa tiene largas zonas en las que las cesuras que impone a su dicción llevan a lo monocorde, hay un trabajo físico cuidado que consigue pasajes intensos. Lucía Grosso, como Reina y como Ofelia, ofrece cuadros más ilustrativos en los que el texto parece siempre llevar las de ganar. La música genera los climas a partir del virtuosismo de Milena Eibuszyc, su presencia e interpretación tienen la capacidad de llenar un espacio que se encuentra siempre vacío, dotándolo de una consistencia de extrañada potencia. El contrapunto de la música con la puesta lumínica de David Seldes se destacan en esta propuesta.


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Sublime trance teatral por un gran actor
M.M.


AUTOR: William Shakespeare. DIRECTOR, ADAPTADOR Y ACTOR: Pompeyo Audivert. MÚSICA EN VIVO : Claudio Peña. ESCENOGRAFÍA: Lucia Rabey. VESTUARIO: Marta Davico, Mónica Goizueta. TEATRO: Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543. FUNCIONES: Sábados y domingos, a las 20. DURACIÓN: 70 minutos.

Macbeth debe ser uno de los textos de Shakespeare que mejor cumplen aquella definición del director Peter Brook acerca de un teatro que puede contener, en una misma pieza, los grandes dramas de la humanidad y la complejidad del mundo interior. Todo lo social y todo lo íntimo que se pueda abarcar sobre el ser humano en un único relato. Si pensamos en la adaptación de este clásico que hizo el actor Pompeyo Audivert, la condensación es absoluta: él solo representa al menos a ocho personajes centrales de la obra.Habitación Macbeth es un espectáculo preciosista para ingresar al universo del autor de teatro más importante de todos los tiempos. En la obra aparece la guerra, las fuerzas sobrenaturales, la ambición, la pérdida de control y el vacío existencial. Este caso en particular tiene, además, pensamientos memorables acerca del tiempo, del destino y el sentido de la vida. “Mi existencia se ha convertido en un cuento, contado por un idiota, lleno de sonido y de furia, pero que nada significa”, dice Macbeth cuando está cerca de ser derrotado por el general Macduff, representante de una nueva vida. Absoluto precursor de las ideas del nihilismo y el teatro del absurdo, Shakespeare escribe esto en 1606.
Pompeyo Audivert representa este relato en su propio cuerpo. Convoca a los fantasmas de la obra y todo el espectáculo parece estar atravesado por la pincelada de lo esotérico: los colores, los movimientos, el devenir de fuerzas que ya no se pueden controlar y arrastran al propio actor, pero que deja a los espectadores como testigos de aquel trance teatral.

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Tierna y cálida historia que emociona
J. C. F.


AUTORES: Andrés Vicente, Gaby Almirón y Pablo Peppino. INTÉRPRETES: Gaby Almirón, Andrés Vicente, Daniela Nirenberg. DIRECCIÓN: Marcelo Serre. SALA: El Tinglado (Mario Bravo 948). FUNCIONES: jueves, a las 20.30. DURACIÓN: 60 minutos.

Como en la novela de Laura Esquivel, Como agua para chocolate, en la cocina-bodegón de Oscar, las tristezas y alegrías se cocinan a fuego lento. Así como le enseñó su abuela, a la que él llama Uela. Ese hombre que todavía conserva el candor de un niño, parece feliz con sus verduras, sus tomates y sus tallarines, o sus bifecitos de cerdo a la pomarola. Los que le sirve a un cliente desconocido que un día cualquiera ingresó al local, se conocieron y cómo él dice: “ese día se abrió un portal”. Y Toni y Oscar formaron una vida juntos.
El título de la obra refiere a sus 30 años de estar en pareja. Pero la vida de Oscar, este histriónico y verborrágico personaje, además de cocinero esconde otra virtud: es cantante y admirador nada menos que de Raphael. De modo que cuando lo escucha cantar al español “Yo soy aquel que por quererte ya no vive”, baila como un niño con juguete nuevo. Claro que para Toni y Oscar, no todo es fácil. Juntos criaron desde pequeña a la hija de Oscar, Cindy, hasta que se descubre un secreto y la joven mujer huye y los deja con el sabor amargo de una pérdida.
La pieza funciona como una cajita de música,va de sorpresa en sorpresa, tiene tics tristes y otros muy divertidos. Su texto no es nada pretencioso, apela a la lógica y el sentido común y los personajes le agregan sal y pimienta al lenguaje cotidiano. El espacio escénico está distribuido con imaginación.  
En el medio de este original ensamble de sabores, música y conflictos familiares, Gaby Almirón, que con su perfil recuerda al admirado Horacio Guarany, se mete al público en el bolsillo con su arrolladora simpatía. Mientras que con su ternura y seducción Andrés Vicente, es el perfecto contrapunto de una excelente dupla, que se complementa y muy bien con Daniela Nirenberg, a los que el público aplaude con entusiasmo en el final de esta cálida historia, que propone una brisa de entretenido aire fresco, a estos tristes días de pandemia.

 http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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