La biblioteca sonora de las mujeres: monólogos por teléfono en homenaje a grandes autoras
Un ciclo con perspectiva de género integrado por piezas de cinco minutos escritas por dramaturgas contemporáneas e interpretadas en vivo por actrices argentinas
N. B.
Hay equipo: Simone de Beauvoir, Alejandra Pizarnik, Salvadora Medina Onrubia y Sylvia Plath; Selva Aleman, Pilar Gamboa, Laura Azcurra y Graciela Dufau
Suena el teléfono. Se escucha una voz femenina. No es una publicidad ni una encuesta. Tampoco, una llamada a un número equivocado. Es una acción performática del ciclo La biblioteca sonora de las mujeres, que presenta una serie de monólogos sobre autoras célebres, escritos por dramaturgas contemporáneas e interpretados en vivo (y por teléfono) por actrices argentinas. Sylvia Plath, Simone de Beauvoir, Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Hebe Uhart son algunas de las escritoras homenajeadas. Selva Aleman, Cristina Banegas, Graciela Dufau, Pilar Gamboa y Mirta Busnelli, entre otras, integran el elenco de narradoras. A la hora de la cita y durante cinco minutos, solo hay que relajarse y escuchar.
“Hola”, saluda Gamboa cuando se atiende la llamada. “¿Estás ahí?”. Sin esperar respuesta, la actriz (una de las fundadoras del talentoso grupo teatral Piel de lava) empieza a hablar en primera persona en la voz de Pizarnik. El monólogo, escrito por la dramaturga argentina Cynthia Edul, hace un repaso breve por la infancia de la poeta y se detiene en cuestiones profundas e inquietantes: los miedos nocturnos que la acompañaron toda la vida, el dolor, los deseos, los amores. Menciona, como al pasar, a Olga (“Orozco”, aclara) y las cartas que se escribían con Julio Cortázar. “¿Lo conocés?”, pregunta Pizarnik / Gamboa al público / interlocutor, pero no tanto con el objetivo de disparar un diálogo sino, más bien, como si quisiera saber si todavía hay alguien del otro lado. El final llega con la inevitable mención de la locura, la depresión, las pastillas y la muerte. Pero, aunque el oyente no conozca la biografía de la autora al detalle, de todos modos disfrutará de la obra sonora y de la experiencia de ser, durante unos pocos minutos, el único testigo de esa representación conmovedora.
Pizarnik se suicidó en septiembre de 1972, a los 36 años
Creada por la dramaturga suiza Julie Gilbert como una instalación performática, la propuesta original era presencial e incluía teléfonos antiguos. El público circulaba por el espacio, elegía un aparato y levantaba el tubo para escuchar un monólogo escrito por una mujer. En tiempos de pandemia, Malena Solda y Valeria Kovadloff (creadoras de Proyecto Prisma, una plataforma que propone una reflexión a partir del cruce de la problemática de género, el teatro y la literatura) adaptaron la performance a la modalidad remota y con textos en castellano. Para eso seleccionaron cuatro piezas del programa original y sumaron otras cuatro de dramaturgas argentinas. Las artistas definen el ciclo como “una biblioteca de audio en movimiento, una instalación literaria y subjetiva, compuesta por monólogos inventados, escritos por autoras contemporáneas sobre escritoras que ya no están vivas y narrados por teléfono, como una llamada desde el más allá”.
“Es una propuesta virtual con perspectiva de género –aclara Solda-. En nuestra página web Proyectoprisma.net alojamos diferentes producciones. La primera fue Ficciones sonoras, un radioteatro con una técnica novedosa en formato de podcast. También organizamos charlas y debates entre especialistas de distintos contextos. Ya está disponible una conversación entre una artista argentina y una suiza sobre cómo es ser mujer con determinadas características en dos contextos distintos como el europeo y el sudamericano. La biblioteca sonora de las mujeres se basa en el rescate de escritoras que por algún motivo no tienen el mismo reconocimiento que sus pares masculinos. Es una invitación a que el oyente escuche un monólogo escrito por una dramaturga actual”.
Con un “estreno” programado para el jueves 8, las “funciones” son gratuitas y se desarrollarán entre julio y octubre, viernes, sábados y domingos, entre las 18.30 y las 20.30. En ese lapso, cada actriz realizará sus intervenciones telefónicas. Durante los cuatro meses harán, en total, unos mil llamados.
Este mes, Gamboa narrará a Pizarnik y Selva Aleman a Simone de Beauvoir, con un texto de Gilbert traducido por Ariel Dilon. Los interesados en escucharlas ya pueden agendar su cita telefónica en el sitio web. Todos los meses habrá un dúo de autoras y actrices para descubrir. El programa de agosto estará dedicado a Salvadora Medina Onrubia, en la voz de Banegas, con dramaturgia de Maruja Bustamante, y a la autora afroamericana Audre Lord, con un monólogo de Dorothée Thébert narrado por Mónica Raiola. En septiembre, Laura Azcurra interpretará a la griega Safo a partir de un texto escrito por Sarah Jane Moloney; y Graciela Dufau hablará en nombre de Olga Orozco, a partir de la dramaturgia de Patricia Zangaro. En octubre, finalmente, las protagonistas serán Sylvia Plath (por Alexia Moyano, con texto de Solenn Denis) y Hebe Uhart (por Mirta Busnelli; monólogo de María Marull).
“Las actrices, desde su casa, llaman a las personas que se hayan anotado. En el día y la hora convenida, el ‘espectador’ atiende el teléfono para escuchar a su escritora favorita. Durante cinco, seis o siete minutos, esa escritora histórica y el público van a mantener una conversación ficticia, uno a uno”, explica Kovadloff.
Tanto Gamboa como Aleman se dirigen al oyente de manera coloquial, como si realmente quisieran mantener un diálogo. Para Gamboa, la experiencia de representar a Pizarnik es “muy emocionante”. La actriz cuenta que “el texto que escribió Cynthia Edul es hermoso y está basado en sus diarios, que yo leí de pequeña. Pizarnik es una poeta que uno lee en la adolescencia y que, en realidad, debería leer una vez por año porque sus diarios están llenos de humor, ironía, oscuridad, simpleza y vericuetos de ‘las perras palabras’, como dice el monólogo en un momento. De este proyecto me gusta la posibilidad de volver a lo simple de la voz y volver a la palabra como conductora absoluta de las sensaciones. Que haya palabras para ser oídas y nada más que eso. Es como un haiku de emoción”.
Aleman, en el rol de Simone de Beauvoir, habla sobre el célebre ensayo El segundo sexo y sobre su relación con el filósofo Jean-Paul Sartre, “con quien tuve una unión libre”. “Sartre fue mi amor necesario y tuve, también, muchos amores contingentes”. La “autora” reflexiona sobre la igualdad entre los sexos (“para mí, era algo dado”), define el matrimonio “como un martirio familiar multiplicado por dos” y remata su monólogo con su famosa frase: “Mujer no se nace. Mujer se hace”.
Hay equipo: Simone de Beauvoir, Alejandra Pizarnik, Salvadora Medina Onrubia y Sylvia Plath; Selva Aleman, Pilar Gamboa, Laura Azcurra y Graciela Dufau
Suena el teléfono. Se escucha una voz femenina. No es una publicidad ni una encuesta. Tampoco, una llamada a un número equivocado. Es una acción performática del ciclo La biblioteca sonora de las mujeres, que presenta una serie de monólogos sobre autoras célebres, escritos por dramaturgas contemporáneas e interpretados en vivo (y por teléfono) por actrices argentinas. Sylvia Plath, Simone de Beauvoir, Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Hebe Uhart son algunas de las escritoras homenajeadas. Selva Aleman, Cristina Banegas, Graciela Dufau, Pilar Gamboa y Mirta Busnelli, entre otras, integran el elenco de narradoras. A la hora de la cita y durante cinco minutos, solo hay que relajarse y escuchar.
“Hola”, saluda Gamboa cuando se atiende la llamada. “¿Estás ahí?”. Sin esperar respuesta, la actriz (una de las fundadoras del talentoso grupo teatral Piel de lava) empieza a hablar en primera persona en la voz de Pizarnik. El monólogo, escrito por la dramaturga argentina Cynthia Edul, hace un repaso breve por la infancia de la poeta y se detiene en cuestiones profundas e inquietantes: los miedos nocturnos que la acompañaron toda la vida, el dolor, los deseos, los amores. Menciona, como al pasar, a Olga (“Orozco”, aclara) y las cartas que se escribían con Julio Cortázar. “¿Lo conocés?”, pregunta Pizarnik / Gamboa al público / interlocutor, pero no tanto con el objetivo de disparar un diálogo sino, más bien, como si quisiera saber si todavía hay alguien del otro lado. El final llega con la inevitable mención de la locura, la depresión, las pastillas y la muerte. Pero, aunque el oyente no conozca la biografía de la autora al detalle, de todos modos disfrutará de la obra sonora y de la experiencia de ser, durante unos pocos minutos, el único testigo de esa representación conmovedora.
Pizarnik se suicidó en septiembre de 1972, a los 36 años
Creada por la dramaturga suiza Julie Gilbert como una instalación performática, la propuesta original era presencial e incluía teléfonos antiguos. El público circulaba por el espacio, elegía un aparato y levantaba el tubo para escuchar un monólogo escrito por una mujer. En tiempos de pandemia, Malena Solda y Valeria Kovadloff (creadoras de Proyecto Prisma, una plataforma que propone una reflexión a partir del cruce de la problemática de género, el teatro y la literatura) adaptaron la performance a la modalidad remota y con textos en castellano. Para eso seleccionaron cuatro piezas del programa original y sumaron otras cuatro de dramaturgas argentinas. Las artistas definen el ciclo como “una biblioteca de audio en movimiento, una instalación literaria y subjetiva, compuesta por monólogos inventados, escritos por autoras contemporáneas sobre escritoras que ya no están vivas y narrados por teléfono, como una llamada desde el más allá”.
“Es una propuesta virtual con perspectiva de género –aclara Solda-. En nuestra página web Proyectoprisma.net alojamos diferentes producciones. La primera fue Ficciones sonoras, un radioteatro con una técnica novedosa en formato de podcast. También organizamos charlas y debates entre especialistas de distintos contextos. Ya está disponible una conversación entre una artista argentina y una suiza sobre cómo es ser mujer con determinadas características en dos contextos distintos como el europeo y el sudamericano. La biblioteca sonora de las mujeres se basa en el rescate de escritoras que por algún motivo no tienen el mismo reconocimiento que sus pares masculinos. Es una invitación a que el oyente escuche un monólogo escrito por una dramaturga actual”.
Con un “estreno” programado para el jueves 8, las “funciones” son gratuitas y se desarrollarán entre julio y octubre, viernes, sábados y domingos, entre las 18.30 y las 20.30. En ese lapso, cada actriz realizará sus intervenciones telefónicas. Durante los cuatro meses harán, en total, unos mil llamados.
Este mes, Gamboa narrará a Pizarnik y Selva Aleman a Simone de Beauvoir, con un texto de Gilbert traducido por Ariel Dilon. Los interesados en escucharlas ya pueden agendar su cita telefónica en el sitio web. Todos los meses habrá un dúo de autoras y actrices para descubrir. El programa de agosto estará dedicado a Salvadora Medina Onrubia, en la voz de Banegas, con dramaturgia de Maruja Bustamante, y a la autora afroamericana Audre Lord, con un monólogo de Dorothée Thébert narrado por Mónica Raiola. En septiembre, Laura Azcurra interpretará a la griega Safo a partir de un texto escrito por Sarah Jane Moloney; y Graciela Dufau hablará en nombre de Olga Orozco, a partir de la dramaturgia de Patricia Zangaro. En octubre, finalmente, las protagonistas serán Sylvia Plath (por Alexia Moyano, con texto de Solenn Denis) y Hebe Uhart (por Mirta Busnelli; monólogo de María Marull).
“Las actrices, desde su casa, llaman a las personas que se hayan anotado. En el día y la hora convenida, el ‘espectador’ atiende el teléfono para escuchar a su escritora favorita. Durante cinco, seis o siete minutos, esa escritora histórica y el público van a mantener una conversación ficticia, uno a uno”, explica Kovadloff.
Tanto Gamboa como Aleman se dirigen al oyente de manera coloquial, como si realmente quisieran mantener un diálogo. Para Gamboa, la experiencia de representar a Pizarnik es “muy emocionante”. La actriz cuenta que “el texto que escribió Cynthia Edul es hermoso y está basado en sus diarios, que yo leí de pequeña. Pizarnik es una poeta que uno lee en la adolescencia y que, en realidad, debería leer una vez por año porque sus diarios están llenos de humor, ironía, oscuridad, simpleza y vericuetos de ‘las perras palabras’, como dice el monólogo en un momento. De este proyecto me gusta la posibilidad de volver a lo simple de la voz y volver a la palabra como conductora absoluta de las sensaciones. Que haya palabras para ser oídas y nada más que eso. Es como un haiku de emoción”.
Aleman, en el rol de Simone de Beauvoir, habla sobre el célebre ensayo El segundo sexo y sobre su relación con el filósofo Jean-Paul Sartre, “con quien tuve una unión libre”. “Sartre fue mi amor necesario y tuve, también, muchos amores contingentes”. La “autora” reflexiona sobre la igualdad entre los sexos (“para mí, era algo dado”), define el matrimonio “como un martirio familiar multiplicado por dos” y remata su monólogo con su famosa frase: “Mujer no se nace. Mujer se hace”.
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