Balance favorable. “Tres mil testeos negativos y 90% de vacunación”: optimismo y protocolos en la vuelta de los viajes de egresados a Bariloche
Los grupos de egresados van copando Bariloche; a muchos la ciudad los recibió con nieve en el cerro Bariloche / emprotur
Las primeras dos semanas desde la vuelta de los estudiantes al sur arrojan un balance positivo; los jóvenes deben hacerse tres testeos y respetar el aforo en hoteles y discotecas. “Queremos ser cautos”, dicen desde el municipio
L. R.
“Barilooo, nos vamos a Barilooo”, cantan, eufóricos, los chicos del último año del colegio Santa Cruz, mientras esperan despegar rumbo a la meca del turismo estudiantil. En el cantito, no solo se percibe la alegría típica de este tipo de viajes, sino una especie de desahogo después de meses marcados por la incertidumbre, las dudas, y las constantes idas y vueltas en torno a este cierre que hacen los adolescentes argentinos desde hace 60 años en forma ininterrumpida (solo la pandemia puso en pausa este ritual). Antes de despegar, los chicos tuvieron que presentar un hisopado negativo realizado 48 horas antes, someterse a otro testeo en el aeropuerto y 72 horas antes, volverán a hisoparse para tomar el vuelo de regreso, tal como marca el protocolo de los viajes estudiantiles, que volvieron a habilitarse desde el 1 de octubre.
Este nuevo regreso está atravesado por una situación epidemiológica bastante más favorable respecto de lo que había sido la vuelta anterior, durante el verano pasado, con contagios masivos que obligaron a otra suspensión en el último mes de abril. Pero hoy, con la vacunación avanzando entre la población de 12 a 18 años y niveles de contagio que alcanzan los mínimos históricos desde que comenzó la pandemia, el optimismo es indisimulable. El primer fin de semana de la reapertura Bariloche recibió unos 1500 jóvenes (el cupo actual es de 3600 visitantes semanales). Estos números irán subiendo a medida que pasen las semanas hasta –estiman– alcanzar los 10.000 pasajeros semanales (cifras previas al comienzo de la pandemia). “Hicimos unos 3000 testeos y hasta ahora dieron todos negativos. Aunque los datos son muy buenos, preferimos ser cautos”, sostiene Néstor Denoya, director de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche. Según el funcionario, la diferencia con la reapertura anterior es notable y la clave es la vacunación: “Los chicos vienen en un 90% con la primera dosis y hay cerca de un 20% con las dos. Los adultos (padres, coordinadores) están todos vacunados, por eso la diferencia con la reapertura anterior es enorme”.
Entre los operadores turísticos también se respira tranquilidad. La reactivación de uno de los sectores más castigados por la pandemia, con la posibilidad de incluir el viaje de egresados en el Previaje (con devolución del 50% de lo gastado) más la opción de pagar en cuotas fijas a través del Ahora 12 y Ahora 18, fue muy bien recibida entre los empresarios del sector (a esto se suma el anuncio del gobernador Axel Kicillof, sobre los viajes gratis para los chicos de 5to año de la provincia de Buenos Aires).
En Travel Rock, una de las principales agencias de turismo estudiantil, sostienen que hay entre 30 y 40 mil pasajeros que viajarán con destino a Bariloche hasta el 15 de enero. “Arrancamos el 10 de octubre y tenemos contingentes hasta mediados de enero. Son muchos menos que antes de la pandemia, porque en un año normal llevamos a 50 mil chicos y acá tenemos también parte del 2020. El 40% que contrató el viaje el año pasado lo mantuvo, no pidió la devolución del dinero”, dice Michael Casavilla, vocero de la compañía, que detalla que cada uno de los servicios tiene su propio protocolo: transporte, boliches, hoteles y excursiones.
Las excursiones al aire libre, un aliado en tiempos de pandemia
“Los protocolos son iguales a los del año pasado. Son muy claros, pero lo que cambia es la situación epidemiológica y el porcentaje de vacunación. No es requisito estar vacunado, solo los acompañantes mayores de 18 años deben tener la vacuna. En el caso de los estudiantes, al no ser obligatoria no podemos exigirla, pero sí es una sugerencia –plantea Casavilla–. En nuestro caso, el hisopado previo al regreso se hace en el hotel para evitar trasladarlos al centro sanitario. Es un servicio que nos provee el Sanatorio San Carlos. También con esa clínica tenemos un fast pass para que quienes viajan con la agencia tengan una atención rápida, prioritaria, en un área exclusiva para nosotros. Estas cosas son especialmente valoradas en este contexto por los padres porque los hace sentir seguros”. En caso de que haya contagios, hay hoteles especialmente acondicionados para alojar a los chicos con algún coordinador.
Padre acompañante
Para Raúl este es el tercer viaje como padre acompañante, pero sin dudas también es el más especial: “Este es un viaje distinto, particular, marcado por la pandemia. Principalmente fue diferente en lo previo porque había mucha incertidumbre. Hasta que no confirmaron que se iba a poder viajar y se abrió el tema, los chicos estaban contenidos. Había mucha ansiedad, vivieron un año complicado. Recién cuando les confirmaron la fecha –viajaron el martes pasado–, se desató la fiesta”, cuenta Raúl, productor de seguros, que viajó con el curso de su hijo Francisco, de 18 años, que asiste al colegio Santa Cruz, del barrio de San Cristóbal. A pesar de su experiencia acompañando a sus dos hijos mayores, el que está haciendo ahora con Travel Rock es distinto.
Raúl , padre acompañante, y Francisco, su hijo, arman el bolso para irse a Bariloche; viajaron el martes pasado
“Hay mucha insistencia con respetar los protocolos, el uso del barbijo en lugares cerrados, durante los traslados y en los lugares comunes del hotel. También hay aforo en hoteles y boliches. En las excursiones al aire libre el uso del barbijo es más flexible pero recomendable. Como justo abrieron la vacunación para ese rango etario, la mayoría de los chicos, incluido mi hijo, están vacunados con una dosis y eso es una tranquilidad”, dice Raúl, con la serenidad que le da el haber sumado “horas de vuelo” como padre acompañante: “El viaje es muy vertiginoso, los días duran un montón: te levantás temprano y te acostás muy tarde. Hacia el tercer o cuarto día tenés que tratar de convencer a los chicos de que bajen un cambio, que se vayan esa noche antes del boliche así pueden dormir más o menos bien y recuperar energía. Pero la realidad es que estás a mil”, resume
Mauro Simón, director de la agencia Surland, que ahora tiene varios estudiantes de Bahía Blanca en Bariloche, asegura que el 80% de los jóvenes que viajaron con su empresa se vacunó. “Obviamente no es requisito pero sí es recomendable. Por suerte, la situación epidemiológica es totalmente distinta a cuando se habían reactivado los viajes por primera vez –describe–. Estamos con 280 estudiantes allá que se hicieron un hisopado 48 horas previas al inicio del viaje, otro en la terminal, y otro 72 horas antes del regreso. Es decir, se hacen 3 hisopados en 10 días, creemos que son medidas que van a ayudar a evitar los contagios masivos. Además, hay otras como el aforo del 70% en hoteles y el 20% en discotecas que forman parte del protocolo y también son importantes.”
Sin embargo, los egresados de secundaria no son los únicos que disfrutan del regreso de los viajes estudiantiles. También es una costumbre cada vez más arraigada entre los niños que terminan la escuela primaria. “Estamos viendo que se está creando cierta confianza entre los padres, hay una sinergia social bastante positiva. Todo ha ido evolucionando para bien y notamos que los papás y las mamás fueron aflojando y los que antes no querían saber nada con que sus hijos viajen en este contexto hoy nos llaman para hacer viajes aunque sea cerquita”, cuenta Gustavo Piñeiro, socio gerente de Grupal, agencia especializada en viajes educativos y de egresados exclusivamente de nivel primario.
Interés por destinos cercanos
Históricamente, los destinos elegidos para los que terminan la primaria son Córdoba y Tandil, aunque por la pandemia empezaron a picar en punta algunos más cercanos. “Además de que son más económicos, y eso muchas veces termina siendo determinante, a muchos padres les da más tranquilidad porque ante un problema como puede ser un contagio pueden agarrar el auto y buscarlos –sostiene Piñeiro–. Los que cerraron el viaje hace dos meses, con un panorama todavía no muy claro, pidieron que el viaje sea cerca. En cambio, los que decidieron más a último momento, con un contexto ya más despejado, optaron por los destinos tradicionales y más lejanos. La Falda, en Córdoba, ha sido desde siempre nuestro destino más elegido. Estás en contacto con la naturaleza, las sierras, los arroyos, además de tener un clima benévolo y unos hoteles que como son complejos con parque y pileta, te permiten organizar actividades recreativas adentro”, dice el director de Grupal, que confirma que además de tener que presentar un test de antígenos negativo a la vuelta, si el niño no está vacunado, tiene que hacer aislamiento.
Los primeros viajes de 7mo están pautados para fines de octubre y principios de noviembre, y se extienden hasta diciembre. Se hacen hacia fines de año porque en muchos casos, esperan que pasen los exámenes de ingreso al secundario. “Creemos que al menos la mitad de los chicos de séptimo de Capital harán el viaje, aunque sea cerca. No estamos en la normalidad previa al Covid, pero estamos andando ese camino. Vamos a necesitar el año que viene y el otro para recuperarnos después de 20 meses sin trabajar –plantea–. Por ahora las expectativas son buenas, el ahora 12 y 18 ayudó porque el nivel inflacionario licúa las cuotas y también ha sido importante lo del Previaje. El factor económico siempre ha sido relevante para el turismo. Con estas facilidades y una mejor situación epidemiológica se percibe en las familias las ganas de que sus hijos hagan el viaje”, asegura Piñeiro.
El director de Surland (la agencia también organiza viajes de egresados de nivel primario) destaca a Carlos Paz y Monte Hermoso como los destinos para los pequeños: “Desde siempre, este sector arranca más tarde porque se eligen destinos de calor. Las reservas vienen muy bien, los viajes en el nivel primario crecieron mucho –asegura–. Para un chico la vivencia del viaje con sus compañeros es un recuerdo que se guarda para toda la vida. En muchos casos son chicos que no van a volver a compartir división porque varios cambian de colegio y eso lo vuelve más especial”, asegura Mauro, que estima que de aquí a fin de año unos 3500 chicos de ambos niveles harán su viaje de fin de curso.
Con protocolos. Con vacunas. La normalidad está llegando lentamente a los viajes de egresados. La promoción 2021 no solo podrá decir que estuvo en Bariloche, sino que fue la primera en completar esta tradición en pandemia. Una rareza que podrán contarle a sus hijos y nietos.
Cuánto cuesta un viaje promedio
Bariloche: $110.000
Es lo que sale, en promedio, un viaje en avión, saliendo desde Buenos Aires con todo incluido (pasajes, traslados, alojamiento, comidas, hotelería, excursiones, entradas a boliches y seguro médico)
Córdoba: $60.000
Es el costo promedio de un viaje típico de 7mo grado que dura 5 días (4 noches). Incluye avión, traslados, alojamiento, comidas, excursiones y recreación y seguro médico
Este nuevo regreso está atravesado por una situación epidemiológica bastante más favorable respecto de lo que había sido la vuelta anterior, durante el verano pasado, con contagios masivos que obligaron a otra suspensión en el último mes de abril. Pero hoy, con la vacunación avanzando entre la población de 12 a 18 años y niveles de contagio que alcanzan los mínimos históricos desde que comenzó la pandemia, el optimismo es indisimulable. El primer fin de semana de la reapertura Bariloche recibió unos 1500 jóvenes (el cupo actual es de 3600 visitantes semanales). Estos números irán subiendo a medida que pasen las semanas hasta –estiman– alcanzar los 10.000 pasajeros semanales (cifras previas al comienzo de la pandemia). “Hicimos unos 3000 testeos y hasta ahora dieron todos negativos. Aunque los datos son muy buenos, preferimos ser cautos”, sostiene Néstor Denoya, director de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche. Según el funcionario, la diferencia con la reapertura anterior es notable y la clave es la vacunación: “Los chicos vienen en un 90% con la primera dosis y hay cerca de un 20% con las dos. Los adultos (padres, coordinadores) están todos vacunados, por eso la diferencia con la reapertura anterior es enorme”.
Entre los operadores turísticos también se respira tranquilidad. La reactivación de uno de los sectores más castigados por la pandemia, con la posibilidad de incluir el viaje de egresados en el Previaje (con devolución del 50% de lo gastado) más la opción de pagar en cuotas fijas a través del Ahora 12 y Ahora 18, fue muy bien recibida entre los empresarios del sector (a esto se suma el anuncio del gobernador Axel Kicillof, sobre los viajes gratis para los chicos de 5to año de la provincia de Buenos Aires).
En Travel Rock, una de las principales agencias de turismo estudiantil, sostienen que hay entre 30 y 40 mil pasajeros que viajarán con destino a Bariloche hasta el 15 de enero. “Arrancamos el 10 de octubre y tenemos contingentes hasta mediados de enero. Son muchos menos que antes de la pandemia, porque en un año normal llevamos a 50 mil chicos y acá tenemos también parte del 2020. El 40% que contrató el viaje el año pasado lo mantuvo, no pidió la devolución del dinero”, dice Michael Casavilla, vocero de la compañía, que detalla que cada uno de los servicios tiene su propio protocolo: transporte, boliches, hoteles y excursiones.
Las excursiones al aire libre, un aliado en tiempos de pandemia
“Los protocolos son iguales a los del año pasado. Son muy claros, pero lo que cambia es la situación epidemiológica y el porcentaje de vacunación. No es requisito estar vacunado, solo los acompañantes mayores de 18 años deben tener la vacuna. En el caso de los estudiantes, al no ser obligatoria no podemos exigirla, pero sí es una sugerencia –plantea Casavilla–. En nuestro caso, el hisopado previo al regreso se hace en el hotel para evitar trasladarlos al centro sanitario. Es un servicio que nos provee el Sanatorio San Carlos. También con esa clínica tenemos un fast pass para que quienes viajan con la agencia tengan una atención rápida, prioritaria, en un área exclusiva para nosotros. Estas cosas son especialmente valoradas en este contexto por los padres porque los hace sentir seguros”. En caso de que haya contagios, hay hoteles especialmente acondicionados para alojar a los chicos con algún coordinador.
Padre acompañante
Para Raúl este es el tercer viaje como padre acompañante, pero sin dudas también es el más especial: “Este es un viaje distinto, particular, marcado por la pandemia. Principalmente fue diferente en lo previo porque había mucha incertidumbre. Hasta que no confirmaron que se iba a poder viajar y se abrió el tema, los chicos estaban contenidos. Había mucha ansiedad, vivieron un año complicado. Recién cuando les confirmaron la fecha –viajaron el martes pasado–, se desató la fiesta”, cuenta Raúl, productor de seguros, que viajó con el curso de su hijo Francisco, de 18 años, que asiste al colegio Santa Cruz, del barrio de San Cristóbal. A pesar de su experiencia acompañando a sus dos hijos mayores, el que está haciendo ahora con Travel Rock es distinto.
Raúl , padre acompañante, y Francisco, su hijo, arman el bolso para irse a Bariloche; viajaron el martes pasado
“Hay mucha insistencia con respetar los protocolos, el uso del barbijo en lugares cerrados, durante los traslados y en los lugares comunes del hotel. También hay aforo en hoteles y boliches. En las excursiones al aire libre el uso del barbijo es más flexible pero recomendable. Como justo abrieron la vacunación para ese rango etario, la mayoría de los chicos, incluido mi hijo, están vacunados con una dosis y eso es una tranquilidad”, dice Raúl, con la serenidad que le da el haber sumado “horas de vuelo” como padre acompañante: “El viaje es muy vertiginoso, los días duran un montón: te levantás temprano y te acostás muy tarde. Hacia el tercer o cuarto día tenés que tratar de convencer a los chicos de que bajen un cambio, que se vayan esa noche antes del boliche así pueden dormir más o menos bien y recuperar energía. Pero la realidad es que estás a mil”, resume
Mauro Simón, director de la agencia Surland, que ahora tiene varios estudiantes de Bahía Blanca en Bariloche, asegura que el 80% de los jóvenes que viajaron con su empresa se vacunó. “Obviamente no es requisito pero sí es recomendable. Por suerte, la situación epidemiológica es totalmente distinta a cuando se habían reactivado los viajes por primera vez –describe–. Estamos con 280 estudiantes allá que se hicieron un hisopado 48 horas previas al inicio del viaje, otro en la terminal, y otro 72 horas antes del regreso. Es decir, se hacen 3 hisopados en 10 días, creemos que son medidas que van a ayudar a evitar los contagios masivos. Además, hay otras como el aforo del 70% en hoteles y el 20% en discotecas que forman parte del protocolo y también son importantes.”
Sin embargo, los egresados de secundaria no son los únicos que disfrutan del regreso de los viajes estudiantiles. También es una costumbre cada vez más arraigada entre los niños que terminan la escuela primaria. “Estamos viendo que se está creando cierta confianza entre los padres, hay una sinergia social bastante positiva. Todo ha ido evolucionando para bien y notamos que los papás y las mamás fueron aflojando y los que antes no querían saber nada con que sus hijos viajen en este contexto hoy nos llaman para hacer viajes aunque sea cerquita”, cuenta Gustavo Piñeiro, socio gerente de Grupal, agencia especializada en viajes educativos y de egresados exclusivamente de nivel primario.
Interés por destinos cercanos
Históricamente, los destinos elegidos para los que terminan la primaria son Córdoba y Tandil, aunque por la pandemia empezaron a picar en punta algunos más cercanos. “Además de que son más económicos, y eso muchas veces termina siendo determinante, a muchos padres les da más tranquilidad porque ante un problema como puede ser un contagio pueden agarrar el auto y buscarlos –sostiene Piñeiro–. Los que cerraron el viaje hace dos meses, con un panorama todavía no muy claro, pidieron que el viaje sea cerca. En cambio, los que decidieron más a último momento, con un contexto ya más despejado, optaron por los destinos tradicionales y más lejanos. La Falda, en Córdoba, ha sido desde siempre nuestro destino más elegido. Estás en contacto con la naturaleza, las sierras, los arroyos, además de tener un clima benévolo y unos hoteles que como son complejos con parque y pileta, te permiten organizar actividades recreativas adentro”, dice el director de Grupal, que confirma que además de tener que presentar un test de antígenos negativo a la vuelta, si el niño no está vacunado, tiene que hacer aislamiento.
Los primeros viajes de 7mo están pautados para fines de octubre y principios de noviembre, y se extienden hasta diciembre. Se hacen hacia fines de año porque en muchos casos, esperan que pasen los exámenes de ingreso al secundario. “Creemos que al menos la mitad de los chicos de séptimo de Capital harán el viaje, aunque sea cerca. No estamos en la normalidad previa al Covid, pero estamos andando ese camino. Vamos a necesitar el año que viene y el otro para recuperarnos después de 20 meses sin trabajar –plantea–. Por ahora las expectativas son buenas, el ahora 12 y 18 ayudó porque el nivel inflacionario licúa las cuotas y también ha sido importante lo del Previaje. El factor económico siempre ha sido relevante para el turismo. Con estas facilidades y una mejor situación epidemiológica se percibe en las familias las ganas de que sus hijos hagan el viaje”, asegura Piñeiro.
El director de Surland (la agencia también organiza viajes de egresados de nivel primario) destaca a Carlos Paz y Monte Hermoso como los destinos para los pequeños: “Desde siempre, este sector arranca más tarde porque se eligen destinos de calor. Las reservas vienen muy bien, los viajes en el nivel primario crecieron mucho –asegura–. Para un chico la vivencia del viaje con sus compañeros es un recuerdo que se guarda para toda la vida. En muchos casos son chicos que no van a volver a compartir división porque varios cambian de colegio y eso lo vuelve más especial”, asegura Mauro, que estima que de aquí a fin de año unos 3500 chicos de ambos niveles harán su viaje de fin de curso.
Con protocolos. Con vacunas. La normalidad está llegando lentamente a los viajes de egresados. La promoción 2021 no solo podrá decir que estuvo en Bariloche, sino que fue la primera en completar esta tradición en pandemia. Una rareza que podrán contarle a sus hijos y nietos.
Cuánto cuesta un viaje promedio
Bariloche: $110.000
Es lo que sale, en promedio, un viaje en avión, saliendo desde Buenos Aires con todo incluido (pasajes, traslados, alojamiento, comidas, hotelería, excursiones, entradas a boliches y seguro médico)
Córdoba: $60.000
Es el costo promedio de un viaje típico de 7mo grado que dura 5 días (4 noches). Incluye avión, traslados, alojamiento, comidas, excursiones y recreación y seguro médico
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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