Inflación sin freno: se aceleró otra vez en marzo y cerró en torno del 7%
Economistas ya pronostican un año por encima de los tres dígitos en medio de un creciente deterioro del contexto social
Francisco JueguenEl capítulo de educación, con una fuerte alza en el mes
En un contexto social degradado, con ingresos que se derriten frente a los precios y en el arranque de una campaña, la inflación volvió a acelerarse en marzo y la suba de precios habría cerrado en torno al 7%. En ese sentido, si se confirmara ese número, la medición interanual ya se arrimaría al 110% mientras se hace inevitable un fin de año a tres dígitos.
El tercer mes del año, se sabe, es estacionalmente alto, principalmente por el inicio de las clases, que empujan los precios del rubro educación. Los alimentos y bebidas habrían moderado su suba, pero en niveles muy altos todavía. Pero también hubo impulso de los valores regulados, con aumentos del agua, el gas y las prepagas, entre otros.
Para abril, los analistas esperan una leve desaceleración, a un piso en torno al 6%, que sigue siendo extremadamente elevado y lejano al 4% mensual que estaba trabajando el Ministerio de Economía como “sendero”. De hecho, para cumplir con el 60%, entre marzo y diciembre, la inflación tendría que haber promediado un 3,5% mensual. Conocido el dato de febrero, en Hacienda ya ponían en duda la posibilidad de que la proyección oficial (60%) fuera cumplible.
Economistas consultados por la nacion mostraron un amplio consenso con relación a que la aceleración de la inflación en marzo fue definitivamente un hecho. Por razones metodológicas y vinculadas al relevamiento, el cuánto es un rango que va del 6,8% al 7,6%. En 2022, la suba de precios de marzo había sido de 6,7%. Entonces, los precios habían sufrido un impacto por el comienzo de la guerra en Europa del Este, argumento que se convirtió en excusa oficial todo el año.
Para la consultora C&T, la suba de precios fue de 7%. “La tasa de inflación fue la más alta de los últimos 7 meses y superó también el pico de marzo de 2022. De esta forma, la variación de doce meses siguió subiendo, y alcanzó un 107,7% para el IPC C&T”, dijeron en la firma que dirige Camilo Tiscornia, donde esperan un alza anual en diciembre de 102,9%.
Educación lideró el aumento del mes. Para C&T subió 14,9%, reflejando el avance de las cuotas, así como los costos de útiles, libros y materiales de educación. Alimentos y bebidas se incrementaron 7,7%, por debajo del durísimo 10% de febrero. “La carne moderó la suba en las últimas semanas, aunque promedió una suba de 9% en el mes. Aceites, panificados y bebidas mostraron una desaceleración mensual, mientras que lácteos, frutas y especialmente verduras aceleraron”.
También subieron alrededor de un 7% salud (prepagas y medicamentos) y vivienda (alza del gas y la luz), que trepó 7,4%. En el mes tuvieron alzas además las naftas, los cigarrillos y los pasajes de colectivos y trenes (indexados), según C&T.
“Con regulados y otros estacionales, llegamos a 6,8%”, dijeron en la consultora LCG, que observó una desaceleración también de los alimentos. En la consultora de Orlando Ferreres & Asociados no cerraron aún, pero calculan un 7%.
“El dato de inflación de marzo se ubicaría en 7%”, indicaron en Ecogo. La firma estimó que los productos regulados impulsaron el indicador del mes al alza, por aumentos en combustibles (3,8%), subte (38%), colegios privados (16,38%), prepagas (7,66% para aquellos que cuenten con ingresos superiores a seis salarios mínimos o no hayan completado el formulario, y 5,04% en caso contrario), tarifas de tren y colectivo (6%, equivalente a la inflación de enero), gas (13% en promedio), agua (15,7% promedio), telefonía, cable e internet y taxis (30%), entre otros.
Analítica también estimó un avance del 7% para marzo. “La [inflación] núcleo sigue alta, en parte, por inercia y, en parte, porque las expectativas cambiarias no ayudan”, afirmó Ricardo Delgado, director de la consultora.
“En marzo, el IPC GBA Ecolatina trepó 7,4% (+107,5% anual), mostrando el mayor incremento mensual desde julio 2022 (7,5%) y consolidando la aceleración verificada en el primer bimestre”, estimaron en Ecolatina. “Los alimentos y bebidas desaceleraron su ritmo de aumento a un 6,7%, desde un 10,6% en febrero, donde jugó a favor una moderación en la carne vacuna (+15%), verduras (-4,5%) y frutas (+6,1%). En sentido contrario, la carne aviar (+10,5%), los huevos (+24,2%) y los lácteos jugaron en contra. Con todo, en los últimos 12 meses el rubro muestra un alza del 111%”, afirmaron.
En FIEL, los más pesimistas entre los consultados, ven un alza para el mes no por debajo del 7,6%. Aunque no sea esa la variación, cualquier resultado volverá a martillar sobre los frágiles ingresos de los argentinos.
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Los salarios cayeron frente a la suba de los precios en enero
Avanzaron 4,7%, más de un punto debajo del IPC; los informales, los más rezagados en el año
Joaquín Lanfranchi
Las estadísticas oficiales ratificaron, una vez más, que el nivel de los ingresos de los trabajadores argentinos sigue corriendo detrás de la inflación. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante enero los salarios aumentaron en promedio un 4,7% con respecto a diciembre de 2022, mientras que en la medición interanual lo hicieron en un 92,1%.
Ambos índices se encuentran por debajo de la inflación general de ese mismo mes, que había arrojado un alza mensual del 6% e interanual del 98,8%.
Así, se desprende que los trabajadores registrados y no registrados, en promedio, vieron mermados sus ingresos en el primer mes del año en 1,3 puntos porcentuales respecto de fines de 2022 y en 6,6 puntos porcentuales en la medición interanual, confirmando la tendencia a la pérdida del poder adquisitivo, que no varía desde 2017.
En el desglose del valor promedio, el organismo estadístico oficial informó que en enero los salarios del sector registrado tuvieron un incremento del 4,6%, en el caso de los trabajadores privados (93,7% interanual) y del 3,9%, en el caso de los empleados públicos (101,3%).
En tanto, los ingresos del sector privado no registrado tuvieron un alza del 6,7% (72,2%), es decir, apenas 0,7 puntos porcentuales por encima de la inflación, una cifra magra para el segmento más precarizado del mercado de trabajo y que está en su nivel más alto desde 2008.
En diálogo con la nacion, los analistas consultados coincidieron en que las mediciones oficiales no resultaron sorpresivas, al inscribirse en un contexto de elevadísima inflación, que a su vez marida con falta de reservas, déficit fiscal y profundización de la brecha cambiaria.
Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), expresó: “En términos interanuales, la inflación fue del 98,8%. Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una suba en el caso del sector público (1,2%), caída del sector privado registrado (-2,6%) y caída del sector privado no registrado (-13,4%). Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años”.
Malas perspectivas
“Es un gran desafío que el salario se mantenga en términos reales durante este año 2023, dado que la inflación tuvo un inicio muy negativo”, aventuró el economista, en alusión a un primer trimestre, que ya se encamina a rondar el 21% acumulado, según las proyecciones de economistas privados.
Por su parte, Matías De Luca, de la consultora LCG, coincidió en que los salarios cayeron tanto año a año como a nivel mensual. “La caída fue del 3,4% anual en términos reales, mientras que la desaceleración mensual fue del 1,2% real”, aseguró.
En ese sentido, explicó que, “con niveles de inflación tan elevados, los salarios se atrasan muy rápidamente. El aumento de un mes al mes siguiente se diluye”. Y agregó: “En comparación con los niveles de febrero 2020, el conjunto de los salarios se ubica 9% por debajo actualmente”.
Asimismo, según el economista, “[el nivel de los salarios] se encuentra 24,3% menos que en noviembre 2017 (último pico), mientras que los trabajadores registrados muestran una caída del 20% y los trabajadores informales resultan los más afectados con una pérdida que se duplica, llegando al 41,1%”.
Los trabajadores informales son los más afectados por la caída real del salario
Especialistas afirman que la recuperación del salario será muy compleja en 2023
Las estadísticas oficiales ratificaron, una vez más, que el nivel de los ingresos de los trabajadores argentinos sigue corriendo detrás de la inflación. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante enero los salarios aumentaron en promedio un 4,7% con respecto a diciembre de 2022, mientras que en la medición interanual lo hicieron en un 92,1%.
Ambos índices se encuentran por debajo de la inflación general de ese mismo mes, que había arrojado un alza mensual del 6% e interanual del 98,8%.
Así, se desprende que los trabajadores registrados y no registrados, en promedio, vieron mermados sus ingresos en el primer mes del año en 1,3 puntos porcentuales respecto de fines de 2022 y en 6,6 puntos porcentuales en la medición interanual, confirmando la tendencia a la pérdida del poder adquisitivo, que no varía desde 2017.
En el desglose del valor promedio, el organismo estadístico oficial informó que en enero los salarios del sector registrado tuvieron un incremento del 4,6%, en el caso de los trabajadores privados (93,7% interanual) y del 3,9%, en el caso de los empleados públicos (101,3%).
En tanto, los ingresos del sector privado no registrado tuvieron un alza del 6,7% (72,2%), es decir, apenas 0,7 puntos porcentuales por encima de la inflación, una cifra magra para el segmento más precarizado del mercado de trabajo y que está en su nivel más alto desde 2008.
En diálogo con la nacion, los analistas consultados coincidieron en que las mediciones oficiales no resultaron sorpresivas, al inscribirse en un contexto de elevadísima inflación, que a su vez marida con falta de reservas, déficit fiscal y profundización de la brecha cambiaria.
Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), expresó: “En términos interanuales, la inflación fue del 98,8%. Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una suba en el caso del sector público (1,2%), caída del sector privado registrado (-2,6%) y caída del sector privado no registrado (-13,4%). Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años”.
Malas perspectivas
“Es un gran desafío que el salario se mantenga en términos reales durante este año 2023, dado que la inflación tuvo un inicio muy negativo”, aventuró el economista, en alusión a un primer trimestre, que ya se encamina a rondar el 21% acumulado, según las proyecciones de economistas privados.
Por su parte, Matías De Luca, de la consultora LCG, coincidió en que los salarios cayeron tanto año a año como a nivel mensual. “La caída fue del 3,4% anual en términos reales, mientras que la desaceleración mensual fue del 1,2% real”, aseguró.
En ese sentido, explicó que, “con niveles de inflación tan elevados, los salarios se atrasan muy rápidamente. El aumento de un mes al mes siguiente se diluye”. Y agregó: “En comparación con los niveles de febrero 2020, el conjunto de los salarios se ubica 9% por debajo actualmente”.
Asimismo, según el economista, “[el nivel de los salarios] se encuentra 24,3% menos que en noviembre 2017 (último pico), mientras que los trabajadores registrados muestran una caída del 20% y los trabajadores informales resultan los más afectados con una pérdida que se duplica, llegando al 41,1%”.
Los trabajadores informales son los más afectados por la caída real del salario
Especialistas afirman que la recuperación del salario será muy compleja en 2023
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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