El otro lado de la Red. Cómo hacen para mantenernos atrapados
Cada vez es mayor la bibliografía que alerta sobre los peligros derivados de la economía de plataformas: aquí, un panorama de las últimas novedades en español y otros idiomas
Acomienzos de milenio, long away and far ago, había tremendas expectativas sobre el potencial económico de Internet: eso de que todos quisieran conectarse era promisorio. Pero la anécdota cuenta que, cuando Jeff Bezos fue elegido hombre del año de la revista Time en 1999, Amazon no hacía más que perder plata. De hecho, 2000 fue el año en que estallaron las puntocom: fin de una burbuja prematura.
Es que nadie sabía cómo traducir el interés en ganancias. ¿Publicidad? ¿Pagar por los contenidos? Viejo e inadecuado. Todo cambió cuando alguien redescubrió la observación de Marshall McLuhan, hecha cuarenta años antes: lo propio de las computadoras es mover datos.
Fue el ábrete Sésamo para unos pocos y la caja de Pandora para todos los demás. Entre las ruinas del Nasdaq, emergieron ganadoras unas pocas plataformas: las cuatro GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) más Microsoft. Son las empresas más capitalizadas del mundo, con cotizaciones que arañan el billón de dólares, porque son capaces de leernos la mente: un poder hasta ahora ilimitado para vendernos desde un detergente a un candidato. And everything in between.
Desplazaron del top ten a petroleras, bancos y farmacéuticas. Con la ventaja de conservar una imagen amigable, gozando de nuestra confianza mientras nos transforman en adictos a mayor velocidad que un opiáceo. Vale preguntarse cuántas dosis de smartphone nos damos al día: en promedio, unas 150.
Suspender el vértigo y ponerse a leer para entenderlo es lo que propone una nueva serie de libros. Por casa, el recién publicado La jaula del confort. Big data, negocios, sociedad y neurociencias. ¿Quién toma tus decisiones?, del periodista científico Esteban Magnani, es quizás la mejor introducción a la problemática escrita en español.
Magnani se apoya en una perspectiva de economía política para explicar los modelos de negocios de estas empresas (a las que se suman Netflix, Airbnb, Uber y Cabify, Rappi y Glovo), los riesgos en cuestiones eleccionarias y el impacto en nuestra subjetividad. Logra una extraordinaria síntesis entre marcos académicos y noticiosos, con aterrizaje local.
Otro libro argentino relevante es Los dueños de Internet (2018), de la periodista en tecnología Natalia Zuazo, quien caracteriza la situación como "tecno-imperialismo", habida cuenta de que "el Club de los Cinco" y toda la parentela están radicados en Silicon Valley, con lo cual hasta es difícil hacerles pagar impuestos donde operan.
Ahora bien, entre los autores más citados acá y en el mundo, Nick Srnicek, responsable de Capitalismo de plataformas (2018), politólogo y profesor del King's College de Londres, apunta también a la economía globalizada, mejor caracterizada como globalización neoliberal.
A Srnicek le preocupa la concentración de poder que deriva de la convergencia entre y los mercados financieros. Dado que las plataformas tienden a convertirse en monopolios, discute cómo "colectivizarlas", es decir, nacionalizarlas.
El capitalismo admite que algunas actividades no pueden generar mercados competitivos: la distribución eléctrica, los ferrocarriles o el correo son ejemplos típicos. La dificultad radica en que, como Internet, estas empresas atraviesan las fronteras (son casi "post-territoriales", en palabras de Srnicek), de modo que se requieren acuerdos internacionales.
Otro libro importante es Armas de destrucción matemática. Cómo el Big Data aumenta la desigualdad y amenaza la democracia, de Cathy O'Neill (2017). En sus años de diseñadora de algoritmos, O'Neill vio de cerca cómo la matemática avanzada usada en los mercados financieros se redireccionaba para extraer información de la catarata de datos aportados ingenuamente por los usuarios.
O'Neill ve en los algoritmos buena parte de la responsabilidad de la crisis de 2008, que devastó los mercados de países centrales, respondida con movimientos como Occupy Wall Street. En esa vena combativa y para evitar resultados similares en otros ámbitos, denuncia la opacidad de los algoritmos con que nos estudian y controlan. Y propone modos de discutirlos, para poder construirlos de manera que incorporen otros valores, más allá de la búsqueda de rentabilidad.
Desde el punto de vista teórico, el mayor aporte es, sin duda, The Age of Survaillance Capitalism. The Fight for a Human Future at The New Frontier of Power ("Capitalismo de vigilancia. La lucha por un futuro humano en la nueva frontera del poder", 2019), de Shoshana Zuboff, todavía no traducido al español.
Zuboff, profesora emérita de Harvard, habla de la "desposesión de la experiencia humana", en la medida en que nuestra conducta es "dataficada" y convertida en ganancias. Nos sacan algo nuestro, de lo que nosotros mismos no podemos extraer renta, por lo cual tendemos a pensar que no vale. Pero quienes concentran los datos y manejan los algoritmos sí encontraron cómo "monetizarlos".
Como Srnicek, Zuboff también sugiere que estamos en una nueva fase del capitalismo. McLuhan hablaría de una transición tecnológica, de impacto en la sociedad como sus antecesoras: el paso de la oralidad a la escritura, a la imprenta, a los medios eléctricos, a los digitales.
Si tenemos en cuenta la escala temporal de los cambios previos, la nueva era está apenas comenzando. La extraordinaria concentración económica facilitada por estas tecnologías, en que un puñado de personas tienen la misma riqueza que la mitad más pobre del mundo, tensiona tanto el sistema político como el económico. De modo que su regulación es tema incipiente pero de creciente urgencia para que podamos seguir hablando de capitalismo y de democracia, los dos pilares de las sociedades occidentales y occidentalizadas.
Mientras tanto, algunos libros nos dan pistas para defendernos como usuarios. Irresistible. The Rise of Addictive Technologies and The Business of Keeping Us Hooked ("Irresistible. El ascenso de las tecnologías adictivas y el negocio de tenernos enganchados", 2017), del profesor de la Universidad de Nueva York Adam Alter, deconstruye las técnicas con que nos vigilan y nos mantienen conectados, apoyándose en las neurociencias y la psicología de la evolución.
Alter abre su texto recordando cómo el propio Steve Jobs les tenía prohibido a sus hijos usar uno de sus mayores éxitos, el iPad, y trae a colación una máxima atribuida a los narcos: "Nunca te drogues con tu propio producto".
Específicamente en relación con las redes sociales, quizá lo más adictivo de la Red, se destacan Anti-social media. How Facebook Disconnects Us and Undermines Democracy ("Medios antisociales.
Específicamente en relación con las redes sociales, quizá lo más adictivo de la Red, se destacan Anti-social media. How Facebook Disconnects Us and Undermines Democracy ("Medios antisociales.
Cómo Facebook nos desconecta y socava la democracia", 2018), de Siva Vaidhyanathan, profesor de la Universidad de Virginia y conocido autor de esa excelente disección del buscador que devino meta-medio, La googlización de todo (2011).
Vaidhyanathan explica los mecanismos desarrollados por Facebook para atraer nuestra atención de manera constante, apoyándose en nuestra tendencia a formar grupos por afinidad y rechazo, nuestra necesidad de gustar, nuestra ansiedad por mantenernos informados. Y apela a nuestra autoobservación para desarrollar modos de limitar el modo como somos manipulados.
Hay quienes se atreven a más. Jaron Lanier, gurú de la tecnología elegido por la revista Wired como una de las 25 personalidades destacadas de los últimos 25 años, nos invita a desconectarnos. En Ten Arguments for Deleting Your Social Media Accounts ("Diez razones para borrar sus cuentas en las redes sociales", 2018) detalla cómo el uso de las redes sociales nos vuelve irritables, nos hace blanco fácil de fake news, vuelve irrelevantes los debates y afecta la política. Sí, claro Lanier tiene en mente cómo Cambridge Analytica metió la cola en el Brexit y en la elección de Trump.
Por cuestiones de trabajo, no todos pueden desconectarse. Pero, dice Lanier, "si usted tiene la posibilidad de dejar las redes y no lo hace, no está apoyando a los menos afortunados; solo está reforzando el sistema en que muchos están atrapados".
Algunos dirán que es una propuesta radical y muchos coincidirán en que es insuficiente. En todo caso y por venir de un antiguo insider, resulta un mensaje de alarma difícil de ignorar.
LA JAULA DEL CONFORT
por Esteban Magnani Autoría. 204 páginas $ 680
CAPITALISMO DE PLATAFORMAS
Por Nick Srnicek. Caja Negra.. Trad.: Aldo Giacometti. 128 páginas. $ 450
A. M. V.
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