lunes, 15 de febrero de 2021

Martin Tetaz - Newsletter Nro 095

 


El único responsable de
la inflación es el Estado
 
Argentina es de los pocos países del mundo que tiene en un mes la misma inflación que el 90% del resto del mundo tiene en todo el año y es, para mi conocimiento, junto con Venezuela, el único en el que mientras los precios galopan el estado busca chivos expiatorios en los productores, en los supermercados o en cualquier otro eslabón de la cadena. En tierra de la vinotinto incluso llegaron a sancionar un Decreto -Ley de “control de costos, ganancias y determinación de precios justos” cuyo artículo primero expresamente se proponía analizar las estructuras de costos, la fijación del porcentaje máximo de ganancia y la fiscalización efectiva de la actividad económica y comercial, en sintonía con el estudio que el Ministerio de Producción le encargó al Subsecretario de políticas para el mercado interno, Matias Ginsberg, para analizar “desequilibrios que generan problemas de precios y competitividad” y con el compromiso que el propio Presidente tomó con los integrantes de la Mesa de Enlace, con quienes acordó “analizar la estructura de costos de las distintas cadenas del sector, para asegurar a los argentinos el acceso a los alimentos, sin tener que recurrir a suba de retenciones o cupos para las exportaciones. Todo esto en la misma semana que el gobierno negoció con los movimientos sociales para que 20.000 voluntarios ayuden a controlar los precios en los supermercados.
 
 
Esta semana, luego que el presidente le echara la culpa de la inflación a “los especuladores” en una entrevista televisiva, que fue luego reproducida por Pagina12 y comentada en este espacio, el INDEC confirmó que los precios corrieron en enero otra vez al 4% mensual (60% anualizado), con Alimentos y bebidas volando al 4,8%, a una velocidad anualizada del 75%.
La verdad es que el Banco Central es la institución responsable de “promover la estabilidad monetaria” según el artículo 3 de la Ley 24144 (Carta Orgánica) y es el principal financiador del tesoro, a punto tal que durante 2020 le transfirió 2.014.000 millones de pesos recién fabricados, mientras que el principal impuesto recaudado por el fisco, el IVA, aportó 1.905.000 millones. La brutal emisión, que es equivalente a toda la recaudación de la seguridad social, por todo concepto, contó con tres diques de contención que evitaron una hiperinflación; la absorción con Leliqs y pases, los precios regulados (tarifas de servicios y máximos + cuidados en alimentos) y la regulación de la tasa de devaluación oficial, cepo mediante.


 
 
 
Así, el stock de Leliqs y pases creció 111%, al tiempo que los precios regulados solo movieron 14,7% en todo el 2020. El dólar oficial, por su parte, se mantuvo con aumentos mensuales del orden del 2,5% hasta septiembre, pero se aceleró en octubre, mientras se endurecía el cepo, crecía la brecha y aparecían los cupos a las importaciones, cuyo efecto es el de aumentar los precios internos de los bienes restringidos, primero por la limitación en la oferta doméstica, pero después por el motivo precautorio de los importadores que no saben si podrán reponer esa mercadería. Con el dique del tipo de cambio oficial moviéndose al 4% mensual, sumado a las restricciones para importar que hacen que esa cuota del mercado empiece a operar al valor del paralelo, no sorprende que los precios acompañen ese ritmo.
 
 
Por eso decíamos hace algunas semanas que mas allá de la retórica del presidente y de las apelaciones a la “inflación importada” de algunos de los funcionarios que buscaron formar esa opinión, la única bala de plata que le quedaba al gobierno era frenar la tasa de devaluación oficial en la medida que empezaran a entrar las divisas de la próxima cosecha.
Sin embargo, la preocupación electoral del gobierno, junto con la fuerte caída del salario real en los últimos cuatro meses y su impacto en el consumo, aceleraron los tiempos y desde principios de febrero vimos un freno en la tasa de cambio del billete oficial, que bajó su velocidad al 48,8% en la primera semana y desaceleró al 37,5% en la segunda. Pero como los dólares del campo todavía no llegan, el freno vino acompañado de una vuelta de rosca al torniquete de divisas para importadores que esta semana recibieron el llamado desde el Ministerio de Producción informándoles que se les autorizarían menos dólares.


Al ancla cambiaria se le suma la búsqueda de una paritaria en torno del 29% que sorpresivamente pareció encaminarse la semana pasada con el acuerdo de los bancarios; uno de los sectores que mejores aumentos negocia todos los años. La aparente austeridad de los conducidos por Sergio Palazo quedó explicada esta semana cuando el oficialismo presentó el proyecto para llevar el mínimo no imponible de Ganancias, para los asalariados, a los 150.000 pesos mensuales. La reforma, que calza justo en el rango de salarios de bancarios y camioneros, significa entre un 8 y un 10% de aumento adicional.
 
 
 
¿Qué pasa en el mundo?
 
 
La principal economía del planeta se dirime entre el entusiasmo por el paquete de ayuda de 1,9 billones que pondrá un cheque de 1.400 dólares en cada hogar, con la excepción de aquellos que ganan mas de 200.000 anuales, por un lado y el deterioro en las expectativas de los consumidores que cayeron en febrero al nivel más bajo desde agosto pasado. El estímulo apuntala las apuestas de reserva de valor alternativas como el Bitcoin que amaneció el domingo haciendo un nuevo record de 49.593 dólares, al tiempo que sostiene las acciones de Wall Street en máximos (SP500 + 1,2% en la semana), pero en el mercado de trabajo se mantienen altos los pedidos de seguro de desempleo (793k vs 757k esperados) y el 30% de los consultados por la Universidad de Michighan, con ingresos menores a los 75.000 anuales son muy pesimistas respecto del futuro de la economía..
 
 
Es que el paquete covid no resuelve la persistente caída en los ingresos, por la suba del desempleo que golpea a los hogares mas desfavorecidos, cuya única solución pasa por la masificación de la vacuna que permita dejar atrás la incertidumbre. Y en los hogares que tienen ingresos entre 75.000 y 200.000 dólares ese dinero sobra y como ya ocurrió en abril, es poco probable que se vuelque al consumo mientras no esté noqueada la pandemia. Por eso hace records Wall Street a pesar de que la economía tiene casi 10 millones de desempleados más que hace un año.

Los indicadores de alta frecuencia de Bloomberg muestran que la actividad, que permanece estancada en Estados Unidos, Canada y Japón, empieza a recuperarse en Europa, más sostenidamente en Alemania, Italia y España. En Reino Unido hay una ligera mejora en febrero, pero los datos de diciembre cayeron como un balde de agua helada porque confirmaron la caída del 9,9% de la economía en 2020, la mayor desde que se tienen registros.
 
 
 
Brasil
 
 
En diciembre nuestro principal socio comercial completó la V y registró un crecimiento desestacionalizado del 1,34% respecto del mismo mes del año anterior, con la economía creciendo 0,64% en relación con noviembre, por encima del 0,4% esperado. En todo el 2020 la contracción fue una de las más bajas del mundo, retrocediendo solo 4,05% gracias al enorme paquete fiscal del gobierno.

El mercado digirió el dato con prudencia porque todavía no está clara cual será la magnitud del paquete fiscal que Bolsonaro ya prometió para 2021 y que Guedes dijo que se acotaría a los hogares de menores ingresos por un plazo de cuatro meses empezando a pagarse desde marzo. Brasil tuvo en 2020 el paquete de estimulo mas grande de los países emergentes, pero la condición fiscal se deterioró y el financiamiento monetario del Banco Central hizo saltar un 28% la cantidad de dinero de alta potencia. Por eso, aunque la bolsa de San Pablo está en niveles pre pandémicos, el Real se estabilizó en 5,36 por dólar, pero todavía está un 25% devaluado respecto de enero del 2020; un valor que es probable que recupere cuando alcance niveles significativos de vacunación y se despeje el frente fiscal.
 
 
 
Commodites
 
 
El petróleo de referencia para Argentina ganó 5,5% en la semana, alcanzando los niveles pre pandémicos de enero, por la combinación del avance en la vacuna y los recortes en la producción que como reaccionan con retardo a las expectativas sobre la actividad generan sobrerreacciones en el precio, hundiéndolo mas cuando empieza la recesión, pero amplificando el rebote cuando se vislumbra la recuperación.

La soja, que estaba estancada en 502 dólares por tonelada, amagó una recuperación hasta los 515 a mediados de semana, gracias al informe de la USDA que situó los stocks de la oleaginosa en los niveles mas bajos de los últimos 7 años, pero el dólar pegó la vuelta el jueves y el viernes, abortando la mejora y dejándola en 503 por tonelada.
 
 
 
Flujos de capitales y riesgo país de emergentes
 
 
Las monedas emergentes continuaron fortaleciéndose en febrero, con la excepción obvia de Argentina, pero también de China y Hungría. Los mejores rendimientos, indicativos de quienes están recibiendo capitales, se registraron en Turquía, Sudáfrica, México, Rusia y Brasil.

En sintonía, la prima de riesgo país de los emergentes globales cayó 3,2% en febrero, con los latinos mejorando 2,6% a excepción de Perú (+4,8%) y Argentina, cuya sobre tasa de riesgo subió 1,2%.
Los latinos con mejor desempeño fueron México (-7,2%), Brasil (-5,8%) y Colombia (-4,7%).
 
 

¿Que pasa en nuestro país?
 
 
Para los que somos futboleros el cantito de la popular en los 80s era “fulano va a salir campeón, fulano va a salir campeón, el día que la vaca vuele y en la argentina baje la inflación”
El recuerdo que viene a mi mente ilustra de manera caricaturesca el status de la inflación en el imaginario popular, que equiparaba las chances de ganarle al flagelo, a un milagro absolutamente improbable.

Pero un día bajó la inflación en Argentina y según aprendimos a partir de historia en que se basa la película “Un cuento chino”, también voló una vaca, un tiempo después.

Carlos Menem fue el artífice político de ese milagro, pero no por convicción, sino por pragmatismo. Es que de tanto repetir el relato exculpatorio, el riojano se había creído el cuento de que eran los empresarios de la industria alimenticia los responsables de la inflación y entonces puso a un hombre de Bunge & Born, la principal multi del rubro, en el timón de la economía. La historia terminó mal; más allá del accidentado inicio de Miguel Angel Roig, que falleció a la semana de haber asumido y su reemplazo por Nestor Rapanelli, el modelo no hizo pie y acabó con una hiperinflación en el arranque de la década, que ni siquiera pudo ser frenada con la expropiación de los depósitos.
El primer volantazo giró a la ortodoxia del peronismo y fue recién después de sortear una reunión de gobernadores dispuesto a destituirlo, que Menem escucho el consejo de Di Tella, buscó una alianza con Estados Unidos y nombró a Domingo Cavallo al frente de economía.

La Convertibilidad fue la evidencia que terminó de probar que la inflación argentina, como la del resto del mundo, era un fenómeno monetario. En pocos meses quedaron sepultadas la puja distributiva, la inflación importada y tantas otras teorías que habían condimentado el debate público y que volverían 30 años después.
 
 
Con el tiempo aprendimos otras cosas sobre el mecanismo de caja de conversión, que oportunamente habían sido advertidas por Rodolfo Terragno, en un memorable debate con el padre de la criatura. La primera de ellas es que el sistema resigna el principal amortiguador de los shocks externos, porque sin chance de ajustes del tipo de cambio nominal, cuando se corta el ingreso de capitales solo es posible equilibrar la cuenta corriente del sector externo con una brutal contracción de la absorción doméstica que no puede lograrse por efecto de los precios, sino que lo hace por el lado de las cantidades. Políticamente, sin embargo, el record de 18,6% de desempleo de 1995 no evitó la reelección del peronismo, porque a diferencia de lo que le ocurrió a Macri en 2018, cuando el ajuste fue por la vía de una devaluación que democratizó los costos, aquí el daño quedaba encapsulado y después de todo tampoco se necesita del 100% de los votos para ganar. Hacia delante, cualquier modelo basado en un tipo de cambio fijo requiere de un seguro de desempleo que funcione de manera automática, disparando una compensación hacia los trabajadores que son desplazados por el shock

Lo segundo que aprendimos es que las exportaciones dependen mas de la estabilidad, la política exterior y la eliminación del sesgo antiexportador de la política comercial e impositiva, que del tipo de cambio real, porque a pesar del nivel relativamente bajo en el que quedó la paridad luego del 40% de inflación inercial de los dos primeros años, las cantidades exportadas tuvieron el mejor desempeño de los últimos 40 años y para un país que hace 80 años que intenta modelos de desarrollo que atentan contra las exportaciones y acaban quedándose sin divisas, fue una señal de sostenibilidad de la cual tomar nota
 
 
La década del 90 fue también virtuosa en términos de inversión, permitiendo un crecimiento del 35% en el stock de capital, que contrasta con la caída del 20% en el capital por trabajador que observan Ferreres y Asociados en la ultima década.
 
 
Sin embargo, como señala Leopoldo Tornarolli, del CEDLAS, la década del 90 combinó el crecimiento de la economía con la mayor desigualdad porque el boom tecnológico favoreció más a los trabajadores calificados, mientras que la apertura desplazó mano de obra no calificada. Además la falta del amortiguador cambiario hizo que todo el ajuste del efecto tequila de 1994 fuera por el canal de las cantidades y ese shock de desempleo afectó particularmente a los hogares de ingresos más bajos, produciendo un salto en la pobreza, que no fue posible recuperar cuando la crisis pasó y la economía volvió a crecer
 
 
La tercera lección es que el sistema financiero no puede prestar, creando dinero, en una moneda que no tiene un prestamista de ultima instancia, si la banca no está dispuesta a garantizar los depósitos. Por esa razón hoy el sistema bancario solo presta dólares a negocios que facturan en moneda dura, pero el problema podría haberse resuelto combinando la convertibilidad con un programa de asistencia de la Reserva Federal, o con una banca off shore, que garantizara los depósitos con fondos de sus casas matrices.

La cuarta y a mi juicio más importante lección de la convertibilidad es que la independencia monetaria no compra la disciplina presupuestaria y que en un país con ilusión fiscal, acostumbrado a gastar por encima de sus ingresos, no es compatible la convergencia a un área monetaria si no hay un conjunto de reglas fiscales prudenciales, como también nos enseñó la experiencia griega, española y portuguesa.
 
 
La ultima cosa que podemos aprender de la experiencia de la convertibilidad es que en Argentina las devaluaciones hacen lo que la política fracasa en resolver y que los sistemas monetarios no son independientes del resto de las instituciones, empezando por las laborales y siguiendo por las presupuestarias, coparticipación incluida.

Alguien dijo alguna vez que la muerte es un jabón con extrañas propiedades, pero una de las ventajas del paso del tiempo (y de las personas) es que permite juzgar mejor a la distancia las cosas que se hicieron bien y las que deberían haberse hecho de otro modo
 
 
Dólar y Tasas
 
 
El billete mayorista corrió solo 54 centavos en la semana, desacelerando a una velocidad del 37,5% anualizada, después de venir corriendo al 60% durante diciembre y enero, con el paralelo calentando $4,47 y la brecha consecuentemente subiendo al 71,2%. Las tasas sin embargo permanecieron casi sin cambios, aunque el 40% que paga la Badlar a grandes depósitos, pasa por primera vez en mucho tiempo a cubrir el ritmo de devaluación oficial.
 
 
En el mercado monetario se detuvo la absorción de circulante que volvió a escalar en la semana y está solo 2,5% debajo del pico estacional de principios de enero y 9,6% por encima de principios de noviembre. A favor del BCRA, la inflación de los últimos 3 meses acumula 11,6% de modo que los saldos reales se licuaron. En contra de la laxitud, las tasas de call entre bancos cayeron 142 puntos básicos y se negociaron a 29,74% TNA, lo que sugiere que la liquidez no escasea justamente. Las líneas a empresas y familias prácticamente no tuvieron cambios.

Por último, entre la fuerte suba del tipo de cambio en diciembre y enero, combinado con el endurecimiento del cepo, el central se las ingenió para comprar 288 millones de dólares para las reservas. Por último, los depósitos a plazo fijo crecieron al 6,2% en los últimos 30 días, lo que indica, en conjunto con la posición compradora del BCRA, que la demanda de dinero está estabilizada y no debemos esperar sorpresas con el dólar paralelo.
 
 
Precios
 
 
La inflación se mantiene en el 4% mensual en enero, con alimentos y bebidas en 4,8% pero la inflación núcleo cediendo desde el 4,8% del mes pasado al 3,9% en el primer mes del 2021.

En los últimos 12 meses los textiles lideran las subas, por la combinación de cierre de importaciones hormiga provenientes del turismo y la caída en la producción doméstica. Los servicios del hogar son los que menos aumentaron con solo 18% en el marco del congelamiento de tarifas, que si bien se va a corregir este año, aparentemente desde marzo, de ningún modo va a superar el 29% buscado por el gobierno.
 
 
Actividad
 
 
La demanda energética de grandes usuarios que reporta Cammesa mostró en enero un 0,4% de crecimiento en relación con el mismo mes del año pasado, pero el comportamiento es muy

heterogéneo, con la industria un 11,2% por arriba del 2020 (sobre todo por metálicos, automotriz y materiales de construcción), pero alimentación y comercios (proxi del consumo) cae 7,4% lo que demuestra que el covid todavía golpea a shoppings, cines, teatros, hoteles y en menor medida a la gastronomía.
 
 
Comercio
 
 
El 2020 cortó la racha de recuperación de las exportaciones y cerró con 13,2% menos de cantidades vendidas al exterior, mientras que las cantidades importadas cayeron 10,7%, aunque en el cuarto trimestre, por efecto de la brecha aumentaron 14,2%. En particular, las exportaciones más golpeadas han sido las de MOI, por la contracción del consumo en Brasil. Los datos del cuarto trimestre sugieren un shock mas grande en PP pero eso se debe al boom de liquidaciones del ultimo cuatrimestre del año pasado, por el cambio de gobierno.

Por el lado de las importaciones la novedad es el boom de compra de autos del ultimo trimestre (+44%) que se explica casi enteramente por la brecha.
 
 
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