Cómo viajar con un salmón, de Umberto Eco
Un imperdible sentido del humor
Cómo viajar con un salmón reúne casi medio centenar de las columnas que Umberto Eco (1932-2016) escribió semanalmente (y luego quincenalmente) en la revista L’Espresso a partir de 1986. Forma parte, por lo tanto, de un modelo ambiguo: el volumen de afán recopilatorio. La cifra de notas, sin embargo, es modesta y antológica si se considera que la última de esas entradas es del año 2004. En efecto: el mismo Eco hizo poco antes de su muerte la selección estricta de estos textos de “La bustina di Minerva”. Así se llamaba su sección periodística, que en italiano ya tiene edición completa, de casi 400 páginas.
Se puede decir sin demoras. No hay la inercia habitual y mecánica en el traspaso al formato libro porque esta versión quintaesencial de columnas lo muestra a Eco en su veta más inesperada: no solo con un imperdible sentido del humor, sino también deliberadamente cómico.
Un poco al modo del Julio Cortázar de “Instrucciones para subir una escalera”, los títulos de Eco prometen toda clase de consejos: “Cómo presentar un catálogo de arte”, “Cómo evitar las enfermedades contagiosas”, “Cómo emplear el tiempo”, entre otros. Hay absurdo –como en el argentino–, pero además la mirada del experto en signos que era el italiano, que como semiólogo entrenado sabe sacarle punta a las detalles más triviales. Un poco tomándole el pelo a su famoso tratado sobre la elaboración de tesis universitarias, sugiere en “Cómo escribir una introducción” que siempre deben ponerse agradecimientos: “Puede suceder que algún estudioso, al término de su propia fatiga, descubra que no debe darle gracias a nadie. No importa, que se invente algunas deudas. Una investigación sin deudas es sospechosa”.
Dado el amplio arco temporal que cubren, las columnas tienen por momentos un aire retro (las novedosas bondades del fax, el antiguo status que daban los primeros teléfonos móviles), pero todos los consejos siguen siendo válidos y vívidos, hable de la odisea de comer en un avión o de cómo evitar charlas de fútbol.
Un aviso para incautos: Eco también se entrega con felicidad a más de un relato imaginario. En “Cómo pasar la aduana” trafica un cadáver descuartizado por la frontera y en el que le da título a la colección, que acaso tenga una base real (el autor compra un salmón a precio de ganga en Suecia y se lo lleva con él a Londres), exagera como todo un fabulador.
Cómo viajar con un salmón
Por Umberto Eco
Lumen. Trad.: H. Lozano
206 páginas. $999
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