miércoles, 3 de marzo de 2021

LECTURAS RECOMENDADAS




Libros para desarrollar la inteligencia y la creatividad
Cómo detectar los marcos con que se interpreta la realidad
Por D. G.

Premio Nobel de Economía en 2002, junto con Vernon Smith, el psicólogo e investigador estadounidense de origen israelí Daniel Kahneman publicó su primer libro, Pensar rápido, pensar despacio (Debate), en 2011. En esta obra, que se convirtió en best seller internacional, resume sus hallazgos sobre los sesgos cognitivos (hoy tan comprobables gracias a la dinámica cuasi irracional en redes sociales), la teoría prospectiva (aquella que describe el modo en que las personas tomamos decisiones) y sus estudios sobre la felicidad. Especializado en la psicología del juicio y la economía del comportamiento, Kahneman describe dos sistemas de pensamiento: uno rápido, automático, emocional y estereotipado (el más frecuente) y otro lento, lógico, deductivo y consciente. Una de las tareas del segundo sistema es controlar los desbordes y equívocos del primero. “Las operaciones automáticas del Sistema 1 generan patrones de ideas sorprendentemente complejos, pero solo el lento Sistema 2 puede construir pensamientos en una serie ordenada de pasos”, anuncia. Más inclinado a la creencia, el primer sistema tiende a eliminar la ambigüedad.

Además de postular que se deben “domesticar” las predicciones intuitivas y considerar el optimismo como motor del capitalismo, el autor distingue entre dos yo a la hora de arriesgarse a actuar: el yo que recuerda y el yo que experimenta. “El yo que recuerda a veces se equivoca, pero es el único que registra y ordena lo que aprendemos de la vida, y el único también que toma decisiones”. Al final del libro, presenta una serie de creencias que afectan el buen juicio, compuesta con su amigo Amos Tversky (a quien está dedicado el libro). Entre otras, registran la ilusión cognitiva, la concepción errónea del azar, el insoportable sesgo retrospectivo (que hace ver los hechos pasados como fácilmente predecibles), la ilusión de validez y las correlaciones ilusorias, muy resistentes a los datos contradictorios, advierten los autores. Es una lectura entretenida y útil, entre otras cosas, para detectar los marcos con que se mira la realidad.



Meditación, conciencia y creatividad: la fórmula de David Lynch
Por F. S.
“La primera vez que oí hablar de meditación, no me interesó nada. Ni siquiera sentí curiosidad. Me pareció una pérdida de tiempo. Aunque lo que llamó mi atención fue la frase «La verdadera felicidad está en el interior». Al principio me pareció algo mezquina, porque no te dice dónde está ese «interior» ni cómo alcanzarlo. Pero no obstante, parecía esconder cierta verdad. Y empecé a pensar que tal vez la meditación fuera un modo de llegar al interior”, escribe David Lynch en Atrapa el pez dorado (Reservoir Books), esta especie libro ensayo que lleva por subtítulo Meditación, conciencia y creatividad.
El director de films como Terciopelo azul, Twin Peaks, El hombre elefante y Mulholland Drive describe, en breves capítulos, su forma de “bucear” en busca de los “peces” que le aportan “ideas”, “creatividad” y “sabiduría”: “Si quieres pescar pececitos, puedes permanecer en aguas poco profundas. Pero si quieres pescar un gran pez dorado, tienes que adentrarte en aguas más profundas”.
Publicado originalmente en 2006, Atrapa el Pez Dorado se dio a conocer como una “ventana a la mente” del director estadounidense. Cada capítulo se inicia con una reflexión, una especie de bienvenida para adentrarnos en sus pensamientos, ser testigos de cómo la meditación cambió su vida y recorrer sus disímiles facetas como artistas. Escrito en un tono reflexivo, entre confesiones y anécdotas, Lynch busca contagiar la energía y el esfuerzo que requiere dar luz a los deseos. “Sé fiel a ti mismo. Que resuene tu voz, no permitas que nadie la manipule. Nunca rechaces una buena idea, pero nunca admitas una mala. Y medita. Es muy importante experimentar ese Yo, esa conciencia pura. A mí me ha ayudado, de verdad (…) Así que empieza a sumergirte, a estimular esa conciencia dichosa. Crece en felicidad e intuición. Experimenta la alegría de hacer (…) Los treinta y tres años que llevo practicando la meditación trascendental han sido clave para mi trabajo en el cine y la pintura y en todos los aspectos de la vida. Han sido un modo de zambullirme más a fondo en busca del gran pez”.



Un tratado sobre la improvisación aplicada a la vida cotidiana
Por D.G.
“Una vida creativa es una cuestión riesgosa”, se advierte en las primeras páginas de este tratado sobre la improvisación aplicada a la vida cotidiana y la práctica artística. Escrito por el músico, docente y compositor estadounidense Stephen Nachmanovitch hace treinta años, Free Play (Paidós) inspiró a creadores de todas las disciplinas. Como indica el título, el juego es central a la hora de encender la llama de la creación espontánea. Para el autor, igual que para integrantes de diversas comunidades en todo el mundo, la distinción entre vida y arte es cuestionable. “He visto a un mecánico de automóviles abrir el motor del mío y trabajar con esa sensibilidad especial de la mano y el ojo, esa habilidad y rapidez para absorber sorpresas, esa calidad de coherencia e integridad que también reconocemos en un buen pianista, pintor o poeta”, escribe. Free Play está destinado a todos aquellos que quieran ponerse en contacto con sus poderes creativos y fortalecerlos. En sus páginas, el autor ofrece varias hipótesis sorprendentes acerca de la fuerza de la improvisación; entre ellas, una muy oportuna para los tiempos que corren: el pleno uso de la imaginación humana contribuye a la comprensión, el placer, la responsabilidad y la paz.
“El trabajo del improvisador consiste en extender esos flashes momentáneos, extenderlos hasta que se fusionen con la vida cotidiana –se esperanza el músico y teórico del buen vivir-. Entonces empezamos a experimentar la creatividad y el libre juego de la improvisación como parte de nuestra mente común y de nuestra actividad habitual. El ideal, al que podemos acercarnos pero nunca alcanzar plenamente, porque todos nos atascamos de vez en cuando, es un flujo constante momento a momento”. Heredero de tradiciones antropológicas, movimientos artísticos e intuiciones de músicos, escritores y pintores, Nachmanovitch postula que todo lo que hacemos podría alcanzar el estatuto del arte.



La “biblia de la creatividad”, traducida a más de cuarenta idiomas
Por F. Sch.
Aclamada por The New York Times como The Queen of Change (La Reina del Cambio), Julia Cameron es la autora de la “biblia de la creatividad”. “Cuando alguien me pregunta a qué me dedico respondo: Soy escritora, cineasta e imparto talleres de creatividad. Esto último es lo que genera más interés. —¿Cómo se puede enseñar a crear?—me preguntan después, con una mezcla de desafío y de curiosidad. —No puedo enseñar a crear, sino que trato de que cada uno se permita a sí mismo ser creativo —contesto. — ¿Quieres decir que todos somos creativos?—en ese momento la expresión de mi interlocutor refleja una lucha entre incredulidad y esperanza. —Sí. —¿Tú lo crees de verdad? —Sí”, cuenta la autora compositora, cineasta y dramaturga estadounidense en la introducción de El camino del artista (Aguilar), libro que se publicó por primera vez en 1992 y se tradujo a más de cuarenta idiomas.
“He trabajado con artistas y no artistas, con pintores, directores de cine, amas de casa, abogados: con cualquier individuo interesado en tener una vida más creativa a través de una práctica artística; más aún, cualquier persona que aspire a practicar el arte de vivir creativamente. Usando, enseñando y compartiendo unas herramientas, ya sean intuidas, imaginadas, encontradas o recibidas, he visto cómo se disuelven bloqueos y cómo se transforman vidas”, señala la Suma Sacerdotisa, como llaman comúnmente a Cameron.
Con más de cuarenta títulos publicados de ficción y no ficción, Julia cuenta el camino que ella comenzó a transitar en enero de 1978, fecha en la que dejó de beber. “Dudé si podría seguir escribiendo sin la bebida (…) Con 30 años y con una sobriedad abrupta había conseguido una oficina en la Paramount y una carrera profesional construida a partir de esa clase de creatividad. (…). Si esa creatividad tenía algo de espiritual, lo era únicamente en su semejanza a una crucifixión (…) Fue la necesidad, no la virtud, la que despertó mi espiritualidad. Me vi obligada a encontrar una nueva vía creativa”.



El best seller que le abrió la puerta a la inteligencia emocional
Por A.V.
Con millones de ejemplares vendidos desde su publicación, en 1995, y traducido a más de 40 idiomas, La inteligencia emocional (B de Bolsillo), del psicólogo y periodista norteamericano Daniel Goleman, fue un gran éxito editorial. Puso sobre la mesa otro tipo de inteligencia, en ese entonces una novedad, que permite tomar conciencia de las emociones, un tema clave para el éxito personal y profesional que sigue tan vigente como hace 25 años.
Para Goleman, que luego de su primer best seller escribió más de 10 libros que profundizan y amplían el tema, la inteligencia emocional es “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.
Esta inteligencia, según palabras del autor, implica tener “habilidades tales como ser capaz de motivarse y persistir frente a las decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar; mostrar empatía y abrigar esperanzas”. El libro reúne de manera didáctica gran cantidad de ejemplos en los que diversas personas pasan por diferentes estados emocionales, reaccionan de determinada manera (en apariencia irracional) ante un contratiempo y con los que cualquier lector podría sentirse identificado por haber protagonizado una situación similar.
Para sobrellevar estas situaciones, que involucran sentimientos como ira, miedo, etcétera, Goleman plantea que las habilidades emocionales se pueden aprender y perfeccionar a lo largo de la vida. El fortalecimiento de la inteligencia emocional supone el desarrollo de cinco competencias: la autoconciencia, el autocontrol, la automotivación, la empatía y las habilidades sociales. El libro es el puntapié inicial con claves, ideas y ejercicios prácticos útiles, para todas las edades, para desarrollar esta inteligencia fundamental ligada a las emociones.


Te Acompaña
Una forma creativa de ordenar el proceso de pensamiento
Por C. Ch.
Publicado por primera vez hace más de 35 años, Seis sombreros para pensar (Paidós) se convirtió en un éxito mundial y marcó un hito al describir cómo el pensamiento lateral puede contribuir a ver la realidad desde diversas perspectivas. “La principal dificultad de pensar es la confusión –explica su autor, Edward De Bono–. Pretendemos hacer demasiadas cosas a la vez. Las emociones, la información, la lógica, la esperanza y la creatividad se nos agolpan. Es como intentar hacer malabares con demasiadas pelotas”.
Para que fuera posible “hacer las cosas de una en una” y de una forma fácil de recordar, De Bono asoció con “sombreros” de colores las direcciones del pensamiento, que pueden “usarse” de forma alternada para evaluar una situación desde distintos puntos de vista. “La clave del pensamiento paralelo consiste en utilizar la experiencia y la inteligencia de todos en todas las direcciones”, explica el autor, que propone a los integrantes de una reunión cambiar de sombreros con disposición a jugar, enfocados en lo que “puede ser” y no solo en lo que “es”, y dejando a un lado el ego que siempre busca sobresalir sobre el resto.
Así, el sombrero blanco se relaciona con hechos objetivos y cifras; el rojo aporta el punto de vista emocional; el negro, precavido y cuidadoso, señala las dificultades, los peligros y los problemas potenciales; el amarillo, optimista, incluye la esperanza y el pensamiento positivo; el verde, asociado con el crecimiento abundante y fértil, indica creatividad y nuevas ideas, y el azul, el color del cielo que está por encima de todo, tiene que ver con el control, la organización del proceso de pensamiento y el uso de los otros sombreros.
Se trata, según De Bono, de “una alternativa al sistema de discusión, que nunca ha sido constructivo o creativo […] La inteligencia, la experiencia y los conocimientos de todos los miembros del grupo se emplean al máximo. Todos miran y trabajan en la misma dirección”.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.