La historia de una amistad en la TV y sobre el escenario
Guillermo Marcos y Héctor Calori compartieron muchos programas televisivos exitosos, y ahora representan a dos entrañables amigos mayores en Aeroplanos, de Carlos Gorostiza
C. P. Guillermo Marcos y Héctor Calori, ahora juntos en Aeroplanos
Uno de los textos más emblemáticos del autor y director Carlos Gorostiza es, sin dudas, Aeroplanos. Estrenado en 1990 e interpretado por Carlos Carella y Pepe Novoa en breve tiempo se transformó en un material dramático cuyas puestas fueron multiplicándose a lo largo y ancho del país.
La historia es extremadamente sensible. Dos amigos mayores que mantienen una profunda relación de compañerismo van describiendo la realidad que les toca vivir en el presente de la acción. Ellos se conocen profundamente pero el paso del tiempo los obliga a reconocerse en circunstancias muy diferentes. La vejez parecería complejizar ciertos objetivos de sus vidas, aunque Gorostiza encuentra una salida posible para ambos. Los conduce hacia un universo fantástico en el que posiblemente encuentren una cuota de felicidad que ansían.
Dos actores muy afectos a la producción dramática nacional Guillermo Marcos y Héctor Calori decidieron recuperar el texto y ponerse en la piel de Paco (Francisco) y Cristo (Cristóbal). Marcos había comenzado a hacer la obra con Rodolfo
Ranni hace un par de años pero éste debió abandonar el proyecto ya que había sido convocado para participar de Los martes orquídeas, en el C.C. 25 de Mayo. Héctor Calori decidió formar parte del nuevo elenco –además de dirigir– y lo novedoso es que los ensayos se realizaron en la cocina de su casa. Ese ámbito les ofreció a ambos actores ir dando forma a sus personajes dentro de un lugar muy singular, cotidiano y mucho más amable que una fría sala de ensayo.
Esa es la otra historia de esta historia. Porque la amistad entre estos dos actores está signada por esta profesión. Pero, lógicamente, los rostros de estos talentosos artistas son también muy habituales para el público televisivo. La vida profesional unió siempre a Calori y Marcos ya que compartieron muchos sets de éxitos televisivos como Poliladron, Un cortado, El signo, Se dice amor, Como vos y yo, Amor en custodia, El precio del poder y Flavia corazón de tiza, entre muchas otras. Héctor Calori saltó a la fama en los años 80, como uno de los protagonistas del inolvidable Aprender a vivir. Pero también desempeñó importantes papeles en Flavia corazón de tiza, María de nadie, Buenos Aires, háblame de amor, El precio del poder,
Un cortado, Gasoleros y muchos otros títulos. En tanto Marcos brilló en Amigovios, Poliladron, La bonita página, Máximo corazón, Culpable
de este amor y muchos otros. Esta pieza, que se presentó en gira en varias localidades de la provincia de Buenos Aires, acaba de reponerse en el teatro Multiescena (excine Los Ángeles), aunque hace unos meses también tuvo una versión por streaming. “No vi ninguna versión de la obra –explica Calori–. Cuando leí Aeroplanos la verdad es que exploté por el aire y me pareció una pieza maravillosa. Hacerla con Guillermo es un gran placer. Es un material que a medida que lo vas transitando se torna cada vez más inquietante y, por una cuestión de edad, también uno siente absoluta empatía con él. Con qué sensibilidad, con qué inteligencia Gorostiza aborda estos personajes, esta temática. Nosotros intentamos darle un giro hacia el final para que no caiga en el pozo de la melancolía. El tránsito de los años te lleva a una sensación que tiene que ver con que se va la vida y eso te deja una cosa nostálgica. Sobre el final le buscamos un rulo para que no sea tan melancólico y más esperanzador.”
Respecto de las características de los personajes Guillermo Marcos reconoce: “En ambos prevalece el nervio de la amistad que se cultiva con valores de toda una vida que son heredados y a la vez de alguna forma aprendidos, incorporados y trasmitidos. En esos valores también están las debilidades, las envidias, los celos, las broncas. Pero prevalecen los valores fundamentales de la amistad, de la lealtad que son un poquito los que desembocan en el final de la pieza.”
“Ellos están hablando de una relación de 60 años de conocimiento –aclara Héctor Calori–. Han vivo momentos muy graciosos y otros no tanto, hablan de las relaciones con sus parejas, de algunos pesares. Y con todo eso el espectador se siente muy identificado. La obra produce mucha conmoción en la platea. Hay una comunión inevitable porque todos hemos transitado por amistades más largas o no y todos sabemos que en el derrotero de la vida vamos a llegar también a vivir estas cosas que en algún momento se irán quebrando, como nuestros vínculos familiares. Y ahí asoma algo patético, muy ligado con la soledad”. Muy interesados en recrear textos de la dramaturgia nacional estos ex compañeros de la serie Poliladron están convencidos que esta pieza de Carlos Gorostiza es el “nervio” que necesitaban para volver al teatro después de tanto tiempo de aislamiento. Cuando filmaron la obra para estrenarla por streaming reconocieron que ese proyecto los movilizaba mucho. Ahora, el reencuentro con el público les posibilita una conexión directa, efectiva. Les llama la atención que muchos jóvenes disfrutan el espectáculo.
“Aeroplanos rescata la amistad. Lo que pasa cuando uno tiene la suerte, a pesar de los años, de encontrarse con su amigo y decirle, ‘che salgamos de acá, vámonos juntos a vivir la vida, lo que nos queda y ya’”, remata Guillermo Marcos.
Uno de los textos más emblemáticos del autor y director Carlos Gorostiza es, sin dudas, Aeroplanos. Estrenado en 1990 e interpretado por Carlos Carella y Pepe Novoa en breve tiempo se transformó en un material dramático cuyas puestas fueron multiplicándose a lo largo y ancho del país.
La historia es extremadamente sensible. Dos amigos mayores que mantienen una profunda relación de compañerismo van describiendo la realidad que les toca vivir en el presente de la acción. Ellos se conocen profundamente pero el paso del tiempo los obliga a reconocerse en circunstancias muy diferentes. La vejez parecería complejizar ciertos objetivos de sus vidas, aunque Gorostiza encuentra una salida posible para ambos. Los conduce hacia un universo fantástico en el que posiblemente encuentren una cuota de felicidad que ansían.
Dos actores muy afectos a la producción dramática nacional Guillermo Marcos y Héctor Calori decidieron recuperar el texto y ponerse en la piel de Paco (Francisco) y Cristo (Cristóbal). Marcos había comenzado a hacer la obra con Rodolfo
Ranni hace un par de años pero éste debió abandonar el proyecto ya que había sido convocado para participar de Los martes orquídeas, en el C.C. 25 de Mayo. Héctor Calori decidió formar parte del nuevo elenco –además de dirigir– y lo novedoso es que los ensayos se realizaron en la cocina de su casa. Ese ámbito les ofreció a ambos actores ir dando forma a sus personajes dentro de un lugar muy singular, cotidiano y mucho más amable que una fría sala de ensayo.
Esa es la otra historia de esta historia. Porque la amistad entre estos dos actores está signada por esta profesión. Pero, lógicamente, los rostros de estos talentosos artistas son también muy habituales para el público televisivo. La vida profesional unió siempre a Calori y Marcos ya que compartieron muchos sets de éxitos televisivos como Poliladron, Un cortado, El signo, Se dice amor, Como vos y yo, Amor en custodia, El precio del poder y Flavia corazón de tiza, entre muchas otras. Héctor Calori saltó a la fama en los años 80, como uno de los protagonistas del inolvidable Aprender a vivir. Pero también desempeñó importantes papeles en Flavia corazón de tiza, María de nadie, Buenos Aires, háblame de amor, El precio del poder,
Un cortado, Gasoleros y muchos otros títulos. En tanto Marcos brilló en Amigovios, Poliladron, La bonita página, Máximo corazón, Culpable
de este amor y muchos otros. Esta pieza, que se presentó en gira en varias localidades de la provincia de Buenos Aires, acaba de reponerse en el teatro Multiescena (excine Los Ángeles), aunque hace unos meses también tuvo una versión por streaming. “No vi ninguna versión de la obra –explica Calori–. Cuando leí Aeroplanos la verdad es que exploté por el aire y me pareció una pieza maravillosa. Hacerla con Guillermo es un gran placer. Es un material que a medida que lo vas transitando se torna cada vez más inquietante y, por una cuestión de edad, también uno siente absoluta empatía con él. Con qué sensibilidad, con qué inteligencia Gorostiza aborda estos personajes, esta temática. Nosotros intentamos darle un giro hacia el final para que no caiga en el pozo de la melancolía. El tránsito de los años te lleva a una sensación que tiene que ver con que se va la vida y eso te deja una cosa nostálgica. Sobre el final le buscamos un rulo para que no sea tan melancólico y más esperanzador.”
Respecto de las características de los personajes Guillermo Marcos reconoce: “En ambos prevalece el nervio de la amistad que se cultiva con valores de toda una vida que son heredados y a la vez de alguna forma aprendidos, incorporados y trasmitidos. En esos valores también están las debilidades, las envidias, los celos, las broncas. Pero prevalecen los valores fundamentales de la amistad, de la lealtad que son un poquito los que desembocan en el final de la pieza.”
“Ellos están hablando de una relación de 60 años de conocimiento –aclara Héctor Calori–. Han vivo momentos muy graciosos y otros no tanto, hablan de las relaciones con sus parejas, de algunos pesares. Y con todo eso el espectador se siente muy identificado. La obra produce mucha conmoción en la platea. Hay una comunión inevitable porque todos hemos transitado por amistades más largas o no y todos sabemos que en el derrotero de la vida vamos a llegar también a vivir estas cosas que en algún momento se irán quebrando, como nuestros vínculos familiares. Y ahí asoma algo patético, muy ligado con la soledad”. Muy interesados en recrear textos de la dramaturgia nacional estos ex compañeros de la serie Poliladron están convencidos que esta pieza de Carlos Gorostiza es el “nervio” que necesitaban para volver al teatro después de tanto tiempo de aislamiento. Cuando filmaron la obra para estrenarla por streaming reconocieron que ese proyecto los movilizaba mucho. Ahora, el reencuentro con el público les posibilita una conexión directa, efectiva. Les llama la atención que muchos jóvenes disfrutan el espectáculo.
“Aeroplanos rescata la amistad. Lo que pasa cuando uno tiene la suerte, a pesar de los años, de encontrarse con su amigo y decirle, ‘che salgamos de acá, vámonos juntos a vivir la vida, lo que nos queda y ya’”, remata Guillermo Marcos.
Aeroplanos Multiescena, Corrientes 1764 Viernes, a las 20.30.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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