Para conmemorar las seis décadas de la muestra “Otra Figuración” la Secretaría de Patrimonio Cultural organizó las jornadas “Figuras Indómitas” en las que, desde hoy, se destacan las siguientes actividades. Mañana a las 18 el historiador Roberto Amigo entrevistará a Noé a través del Facebook Live de Fundación Noé y el jueves se inaugura la muestra Tinta sobre papel, derivas gráficas de la Nueva Figuración en el Museo Nacional del Grabado (Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985). Como parte del evento se rendirá un homenaje especial a Jorge de la Vega (a 50 años de su fallecimiento), destacando su figura como trovador con un show en vivo de su hijo Ramón de la Vega y Marikena Monti en el que se repasarán las canciones que formaron parte de su único LP: El Gusanito en Persona.
Los Beatles del arte argentino: se cumplen 60 años de la primera muestra del grupo Nueva Figuración
La reunión inaugural del grupo fue en Galería Peuser; la historia detrás de la foto inolvidable de los “fab four”: Deira, Macció, “Yuyo” Noé y Jorge de la Vega
F. G.
Los nombres de la Nueva Figuración: Rómulo Macció, Ernesto Deira, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega
Frente a la imagen impresa sobre una madera rectangular, Luis Felipe Noé (1933) se queda, en un espacio intermedio de su casa de 150 años, sin palabras después de haber estado repasando en detalle todo lo que había llevado a esa foto. Dice, al fin, que no sabría que decir de una imagen con la que ha convivido tanto tiempo y que está rodeada de otras que le son igual de caras a sus sentimientos. Está ahí la foto de Sameer Makarius que congeló en lo que parece un fotograma de la Nouvelle Vague o un anticipo de la serie Los Simuladores a Ernesto Deira, Rómulo Macció, Jorge de la Vega y el mismo Noé a quienes, con esta foto, se identifica rápidamente como el grupo de la Nueva Figuración o una de las puertas de entrada a la pintura argentina en su tránsito de lo moderno a lo contemporáneo. Es una de las imágenes más icónicas del arte argentino de la segunda mitad del siglo XX y está ahí en la pared contigua a un escritorio que parece un pequeño altar. Noé, Yuyo, es el único sobreviviente del grupo y de esa foto frente a la que hora dice que no sabría qué decir pero que identifica al grupo tanto o más que las obras gestuales con las que irrumpieron y que les valieron el rótulo de “iracundos”: Los Beatles de la pintura argentina. No es casual que en ese sector donde Noé eligió colgar la foto de Makarius también haya enmarcado una ilustración de Miguel Rep que los muestra haciendo el cruce característico de Abbey Road.
La foto de Los Beatles pintores fue sacada en 1963 poco antes de que Romero Brest convocase al grupo para exhibir en el Museo Nacional de Bellas Artes entre el 15 de junio y el 7 de julio. Pero no fue utilizada en ese catálogo ni tampoco el nombre Nueva Figuración (exhibieron como Deira, Macció, Noé y De la Vega) que Yuyo atribuye al crítico francés Michel Ragon y que los medios empezaron a usar en Buenos Aires luego de que los cuatro volvieron de un viaje a Europa en 1962. La foto icónica de Makarius y el nombre del grupo recién hicieron símbolo en una muestra retrospectiva que organizó el Centro Cultural Recoleta en 1991 cuando se cumplieron treinta años de la muestra con la que habían despegado el 23 de agosto de 1961 en la Galería Peuser, 60 años exactos ahora mismo, hoy. Parece increíble pero no: hasta esa muestra que Noé organizó (De la Vega había muerto en 1971; Deira en 1986 y Macció prestó los cuadros pero no se involucró) nunca antes los cuatro habían expuesto con el nombre de Nueva Figuración. Entonces el Recoleta hizo un gran afiche con la foto de Makarius y ese nombre grupal que se volvieron ya inescindibles. Noé dice que se dejó llevar y aceptó que la muestra se llamase así “Nueva Figuración” pero que hoy un poco se arrepiente.
Tapa del catálogo "Otra Figuración" (1961)
La foto se sacó en la terraza del taller de Ernesto Deira donde los cuatro estaban trabajando entonces, sobre una parte de la calle Carlos Pellegrini que pronto sería derribada para ensanchar la Avenida 9 de Julio. Lo que Noé si ha estado haciendo antes de quedarse mudo frente a la imagen-ícono fue contar todo lo que la precede: cómo se llegó a esa foto. Para él hay que remontarse al 5 de octubre de 1959 cuando realiza su primera exposición en la sala más pequeña de la galería Witcomb; conoce a Rómulo Macció a través de Alberto Greco y se reencuentra con Jorge de la Vega quien estudiaba arquitectura con su hermana (“Yo tenía quince años y él me mandaba a comprar cigarrillos, lo que lo terminó matando”). Al poco tiempo, Macció y De la Vega mudaron sus cosas al taller que Noé había establecido en lo que había sido la fábrica de sombreros de su abuelo sobre la Avenida Independencia. A los tres les daba vueltas la misma idea: suturar la distancia entre lo abstracto y lo figurativo y, en palabras del temible Rómulo, terminar con “la pintura rosa-bombón”. Fue también Macció quien acercó a Deira y así quedó integrado el grupo que quería expandirse a movimiento. Así quisieron sumar a Greco y Antonio Seguí que se mantuvieron firmes en la abstracción y, luego, a Jorge Demirjián y Miguel Dávila que permanecieron fieles a la figura. Tampoco pudieron convencer a Juan Carlos Distéfano.
Para la muestra en Peuser, el cuarteto sumó al fin a dos artistas más con los que nunca volverían a exhibir: Sameer Makarius y Carolina Muchnik. “Makarius ya nos había hecho fotos y era alguien que andaba por todas partes, todos lo conocíamos”, dice Noé. Karim, uno de los hijos del fotógrafo de origen egipcio, agrega que se conocieron por intermedio de Hugo Parpagnoli, director del Museo de Arte Moderno, quien le encargó a su padre una serie de retratos de artistas. Makarius también pintaba (en una línea constructivista) pero lo que llamó la atención del grupo fueron sus “Fotogramas”, una experimentación pictórica sobre el material fotosensible. Carolina Muchnik llegó vía De la Vega quien la presentó como alguien que cumplía con las expectativas estéticas del movimiento. Es el eslabón perdido del breve sexteto: había nacido en 1912 y murió en 2003. “Vino a visitarme después de muchísimos años y al poco tiempo me enteré de su muerte”, dice Noé.
La muestra, el brevísimo movimiento de una muestra, se llamó “Otra Figuración” y así fue como se presentaron después de descartar el paradojal “Figuración Abstracta” propuesto por Noé. La muestra duró apenas una semana y fue suficiente para quedar en la historia en ese 61 que fue un año bisagra con otras exposiciones legendarias como “Arte Destructivo” (Lirolay), “Antonio Berni en el tema de Juanito Laguna” (Witcomb) y “Las Monjas” (Alberto Greco en galería Pizarro). Todas las fotos del catálogo, un desplegable de colección, fueron hechas por Makarius excepto la suya que no tiene atribución.
Otra escena de la misma sesión
Desde entonces fueron los cuatro hasta 1965. Hacia fines de 1962, se mudaron al taller de Ernesto Deira que es donde Makarius los captó con una cámara Leica. Según el archivo de Karim Makarius, el fotógrafo hizo cinco disparos para terminar eligiendo la foto ícono. Es la única en la que los cuatro miran a cámara como si en las anteriores los hubiera captado distraídos o en una conversación. Pero hay más: en esa misma sesión se hicieron treinta disparos que los muestran en distintos lugares de esa terraza, en algunas se advierte la cercanía de la medianera. Una de estas se eligió para la tapa del catálogo de la muestra que el cuarteto hizo en la sucursal de la galería Bonino en Río de Janeiro mientras que una caricatura de Menchi Sabat en El País de Montevideo (donde también exhibieron en el 63) revela que la fotografía-ícono circuló acaso como material de prensa: la disposición de los artistas es idéntica.
Karim Makarius recuerda que la foto fue usada antes de la retrospetiva del Recoleta en una muestra de la Fundación San Telmo organizada por Jorge Helft. Dice que su padre había hecho solo una copia vintage que se vendió en 2500 dólares a un coleccionista que atesora 600 originales de su padre (murió en 2009) cuyas fotos forman parte del acervo de museos como la Tate, el Pompidou y el Museo de Arte Moderno de Chicago. Con la excepción de la fugaz Muchnik, podría decirse que la imagen es una obra de los cinco al fin. Nadie como Makarius (que era parte) habría conseguido ese gesto único del grupo.
Noé, frente a la foto, consigue ahora romper el silencio: “Soy el único que no tiene corbata y no entiendo porqué…No me sacaba la corbata ni para pintar. Pero no era una cuestión de formalidad ni mucho menos: en ese momento la corbata era lo único con lo podías decir algo personal, propio, en la ropa”. Con la corbata puesta, entonces, había pintado “Invitación al Infierno”, una obra enorme de tres metros cuadrados que guarda en el subsuelo de su casa-taller. La única que sobrevive de las que presentó en Peuser hace hoy, ahora mismo, 60 años
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Para conmemorar las seis décadas de la muestra “Otra Figuración” la Secretaría de Patrimonio Cultural organizó las jornadas “Figuras Indómitas” en las que, desde hoy, se destacan las siguientes actividades. Mañana a las 18 el historiador Roberto Amigo entrevistará a Noé a través del Facebook Live de Fundación Noé y el jueves se inaugura la muestra Tinta sobre papel, derivas gráficas de la Nueva Figuración en el Museo Nacional del Grabado (Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985). Como parte del evento se rendirá un homenaje especial a Jorge de la Vega (a 50 años de su fallecimiento), destacando su figura como trovador con un show en vivo de su hijo Ramón de la Vega y Marikena Monti en el que se repasarán las canciones que formaron parte de su único LP: El Gusanito en Persona.
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