Críticas al impacto de la brecha cambiaria y al dólar soja
Economistas vinculados con la oposición cuestionaron la reacción del Gobierno a la crisis
Carlos Melconian, ayer, en la Bolsa de Cereales
El economista y presidente del Ieral, Carlos Melconian, sostuvo que la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo (la famosa brecha) es lo primero que tendría que eliminar el próximo gobierno porque es “el principal impuesto a la exportación”. Por otro lado, apuntó contra la tercera versión del dólar soja que, dijo, aunque se elevó el tipo de cambio, eso “no hace llover ni hace aparecer la soja”.
Para el economista, “si a un Gobierno hecho y derecho y a una macro que viene bien, el impacto de esta sequía lo mata, imagínense a uno que viene mal, que tiene el fantasma devaluatorio e inflacionario y con una política y economía formateada, pero frágil”, sostuvo, en un seminario organizado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“Estamos en un problema severo”, indicó, y agregó que “se sobreestima el impacto de la sequía en el mercado cambiario, en la recaudación, en los precios, en la actividad y el derrame del campo en las ciudades”. Detalló que habrá una caída de las exportaciones por US$20.000 millones, $1,5 billones menos de recaudación, un “empujón” de un punto a la tasa de inflación y la caída de tres puntos del PBI.
“Todo esto ha acortado los tiempos cambiarios y acelerado los tiempos inflacionarios. De manera que la pregunta de cómo llegar a diciembre se transforma en cómo llegar a agosto por el desplome exportador que en cualquier país del mundo es un poco de endeudamiento, de uso de reservas y parate importador, pero en la Argentina no”, dijo.
En otra charla, Martín Redrado, secretario de Asuntos Estratégicos de la ciudad de Buenos Aires e integrante de los equipos de campaña de Horacio Rodríguez Larreta, dijo que las retenciones “son un pésimo impuesto” y propuso “cambiarlas”.
Hay “un trabajo que propone eliminarlas de todas las economías regionales desde el día uno”, dijo, y sostuvo que en este momento “hay una posición muy frágil, crítica en el mercado monetario, con pocos instrumentos y poca capacidad de reacción de parte del Gobierno”. Opinó, además, que “no debería haber atajos” en el Gobierno para generar divisas, por lo que sostuvo que “no hay soluciones fáciles”.
A su vez, la economista Diana Mondino, cercana al diputado liberal Javier Milei, se refirió a los efectos que va a generar la sequía en el sector agropecuario y afirmó que, aunque se tomaran ideas que pudieran dejar satisfechos a los productores, quedarán algunos interrogantes que plantear. La economista dijo que hay una “sequía de ideas”.
Entre otros inconvenientes del sector agropecuario, dijo que “el dólar agro genera un problema de asimetría” y agregó: “Hay que tener bastante más cuidado sobre qué cosas se pueden hacer”.
En este contexto, habló de que hay que tener claridad en cuanto hacia dónde se quiera ir. “Lo que tenemos es un serio problema macroeconómico, un gasto elevado, pero todas las soluciones son de dar subsidio a los problemas. Las pocas veces que el sector agropecuario tuvo créditos no fue para poder trabajar en la próxima cosecha”, afirmó.
Por último, dijo que la sequía que hay no es solo de lluvia, sino de ideas. “Tenemos que involucrarnos, participar y demostrar que no tenemos sequía de ideas”, expresó.
Fábrica de divisas
En otro tramo de la jornada, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), se lamentó porque “pareciera que la agroindustria es únicamente una fábrica de dólares en el país”. Y añadió: “los gobiernos se acuerdan de nosotros cuando tienen una crisis y, lamentablemente, vivimos de crisis en crisis todos los años, con lo cual se acuerdan habitualmente de nosotros. Pero la verdad es que somos una fábrica de empleo, de producción, de protección ambiental y proyección de futuro, más allá de ser una fábrica de dólares”.
Informe de Pilar Vazquez y Belkis Martínez
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El Central pudo seguir comprando reservas, pero caras y en menor cantidad
Tras dos ruedas muy positivas, por el bloqueo de hecho impuesto a parte de la demanda, sumó US$41 millones, pero operó a pérdida
Javier BlancoPesce, del BCRA, al retirarse de la Casa Rosada el lunes
El mercado cambiario oficial regresó a su “normalidad” en tiempos de “dólar soja”: sin el bloqueo de hecho a la demanda importadora que había generado el cambio de normativa dispuesto en la tarde-noche del jueves pasado, el Banco Central (BCrA) pudo volver a comprar dólares, pero a pérdida y en menor cantidad.
Concretamente, se alzó con unos US$41 millones (61% menos que anteayer y 85,5% menos que el viernes) por sus intervenciones sobre el mercado oficial (hoy desdoblado en dos canales: Siospel y “Cam 9” del MAE), ingreso que sin dudas le sirve para elevar a unos US$230 millones su saldo a favor en lo que va del mes y bajar a unos US$2870 millones la pérdida de reservas por esta razón en el año.
Pero que a la vez deja a la vista que tanto la recompra por US$289 millones del viernes como la de US$106 millones de anteayer resultaron –como se había advertido– “facilitadas” por las restricciones generalizadas de acceso al mercado con que se encontraron las empresas.
Con la “normalidad” reinstalada, el ente monetario se quedó con el 67,1% de los dólares ingresados en la jornada por el canal sojero, un porcentaje superior a la media del 52% adquirida en lo que va de este programa.
“Compró US$61 millones a $300 y vendió US$20 millones en el MULC. Eso da como resultado una compra neta de US$41 millones a $338,96 por dólar (prorrateando la absorción sobre la venta neta) y eleva los acumulados de pérdida patrimonial (por comprar más caro parte de lo que vende barato) a $56.935 millones, y por emisión extra a $ 281.335 millones”, detalló, como lo hace en cada jornada, el economista Salvador Vitelli, de romano Group.
Claro que, a la vez, ese porcentaje de retención en relación al volumen decae al 14,5% cuando se observa que el total operado en el segmento de contado en la jornada llegó hasta los US$282,592 millones.
En definitiva, se trata del menor saldo neto recomprado por el BCrA en las últimas cinco ruedas, el que se registra pese a la poda en unos US$2000 millones extra aplicada a la demanda con la última normativa que afecta el pago de fletes y servicios profesionales.
Y es el tercer menor monto desde que estas liquidaciones se normalizaron, a la tercera rueda de ser relanzado el incentivo, luego de la liquidación casi testimonial de US$35,9 millones del martes anterior y de la nula de la rueda posterior (que lo obligara a vender US$197 millones ese día).
Buscando más divisas
Eso explica la resolución que adoptó ayer a la mañana el Ministerio de Economía para ampliar los alcances del dólar agro a las exportaciones que se registren de sorgo, girasol y cebada, aunque bajo un sistema de cupos para tratar de no afectar el abastecimiento local.
“Estimamos que la resolución 156/2023 publicada hoy [por ayer] podría sumar liquidaciones por unos US$2000 millones, considerando valores FOB oficiales, volúmenes de equilibrio de la resolución y dato de embarques hasta febrero”, consideraron en la corredora de granos Grassi.
A eso se agregan los esfuerzos oficiales por volver a rediscutir las metas planteadas hace apenas un mes (tras otra revisión) en el acuerdo con el FMI para intentar que se adelanten desembolsos, cuando, entre el viernes y el martes próximos, el Gobierno deberá pagarle unos US$1300 millones a ese organismo en concepto de capital e intereses por el acuerdo por la deuda.
Apurando el paso
Los esfuerzos oficiales por recuperar reservas incluyen una aceleración marcada en la tasa de actualización del rezagado tipo de cambio oficial que ayer dejaron subir en $0,66 (+0,3%) al cerrar el mayorista a $ 220,47/220,87 por unidad para compra y venta, respectivamente.
De este modo, el beneficio “extra” concedido a los exportadores agrarios y sojeros, que era mayor al 41% al relanzarse la edición III de este programa, ya ha caído al 36,1%, es decir, en unos 5 puntos.
“Creo que el sinceramiento cambiario es necesario, pero hacerlo de este modo cuando dejaste fijado por entre 45 días y tres meses el tipo de cambio diferencial para alentar exportaciones es volver a pegarse un tiro en el pié”, comentó a un experimentado corredor cambiario en relación con el efecto que ese recorte puede tener en la oferta que debería canalizarse a $300 por la “Cam 9” del MAE.
Por lo pronto, la aceleración en el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial (que ya llega al 5,8% en el mes) no calma las expectativas devaluatorias ni la demanda de coberturas, como muestra la persistente dinamización en los negocios con futuros de dólar y las tasas cada vez más elevadas (llegaron ayer al 285% nominal anual para la posición a vencer a fin de agosto, es decir, el mes de las PASO) que los inversores validan.
A demás, en medio del nerviosismo que ganó al mercado se mantiene el retiro de depósitos de los bancos, con una riesgosa novedad en los últimos días: ahora también hay desarme de plazos fijos en pesos, lo que puede terminar dando más combustible a la actual corrida cambiaria.
Los datos oficiales al pasado jueves muestran que en los últimos 30 días salieron de los bancos US$613 millones (3,5% del stock total que tenían bajo administración en esa moneda) y todo indica que ese drenaje se sostiene dado que las entidades le solicitaron ayer al BCrA el envío de unos US$48 millones para atender esa demanda y mantenerse líquidos.
En paralelo, desde el viernes 14 de este mes se comienzan a hacer notar desarmes de plazos fijos en pesos, al punto que el stock total de esas colocaciones privadas cayó de $9,67 billones a $9,36 billones en cuatro jornadas hábiles.
El día más caliente al respecto fue el miércoles pasado, la jornada previa a que el BCrA anunciara la suba de tasas del 78 al 81% nominal anual, cuando hubo cancelaciones por unos $250.000 millones.
“Con las reservas netas en niveles críticos y ante la baja oferta de divisas que se espera para lo que resta del año, se vuelve inevitable monitorear la evolución de los depósitos privados”, venía advirtiendo desde hace unos días la consultora 1816.
Vale recordar que esas colocaciones rinden 6,66% mensual desde el viernes, pero siguen perdiendo ante una inflación que se mantiene cómoda sobre el 7%, y quedaron muy lejos de las ganancias del 26% que pudieron haber logrado en lo que va del mes quienes hubiesen apostado al dólar paralelo, o las del 14% que se pudieron haber obtenido operando dólar Bolsa o MEP.
El mercado cambiario oficial regresó a su “normalidad” en tiempos de “dólar soja”: sin el bloqueo de hecho a la demanda importadora que había generado el cambio de normativa dispuesto en la tarde-noche del jueves pasado, el Banco Central (BCrA) pudo volver a comprar dólares, pero a pérdida y en menor cantidad.
Concretamente, se alzó con unos US$41 millones (61% menos que anteayer y 85,5% menos que el viernes) por sus intervenciones sobre el mercado oficial (hoy desdoblado en dos canales: Siospel y “Cam 9” del MAE), ingreso que sin dudas le sirve para elevar a unos US$230 millones su saldo a favor en lo que va del mes y bajar a unos US$2870 millones la pérdida de reservas por esta razón en el año.
Pero que a la vez deja a la vista que tanto la recompra por US$289 millones del viernes como la de US$106 millones de anteayer resultaron –como se había advertido– “facilitadas” por las restricciones generalizadas de acceso al mercado con que se encontraron las empresas.
Con la “normalidad” reinstalada, el ente monetario se quedó con el 67,1% de los dólares ingresados en la jornada por el canal sojero, un porcentaje superior a la media del 52% adquirida en lo que va de este programa.
“Compró US$61 millones a $300 y vendió US$20 millones en el MULC. Eso da como resultado una compra neta de US$41 millones a $338,96 por dólar (prorrateando la absorción sobre la venta neta) y eleva los acumulados de pérdida patrimonial (por comprar más caro parte de lo que vende barato) a $56.935 millones, y por emisión extra a $ 281.335 millones”, detalló, como lo hace en cada jornada, el economista Salvador Vitelli, de romano Group.
Claro que, a la vez, ese porcentaje de retención en relación al volumen decae al 14,5% cuando se observa que el total operado en el segmento de contado en la jornada llegó hasta los US$282,592 millones.
En definitiva, se trata del menor saldo neto recomprado por el BCrA en las últimas cinco ruedas, el que se registra pese a la poda en unos US$2000 millones extra aplicada a la demanda con la última normativa que afecta el pago de fletes y servicios profesionales.
Y es el tercer menor monto desde que estas liquidaciones se normalizaron, a la tercera rueda de ser relanzado el incentivo, luego de la liquidación casi testimonial de US$35,9 millones del martes anterior y de la nula de la rueda posterior (que lo obligara a vender US$197 millones ese día).
Buscando más divisas
Eso explica la resolución que adoptó ayer a la mañana el Ministerio de Economía para ampliar los alcances del dólar agro a las exportaciones que se registren de sorgo, girasol y cebada, aunque bajo un sistema de cupos para tratar de no afectar el abastecimiento local.
“Estimamos que la resolución 156/2023 publicada hoy [por ayer] podría sumar liquidaciones por unos US$2000 millones, considerando valores FOB oficiales, volúmenes de equilibrio de la resolución y dato de embarques hasta febrero”, consideraron en la corredora de granos Grassi.
A eso se agregan los esfuerzos oficiales por volver a rediscutir las metas planteadas hace apenas un mes (tras otra revisión) en el acuerdo con el FMI para intentar que se adelanten desembolsos, cuando, entre el viernes y el martes próximos, el Gobierno deberá pagarle unos US$1300 millones a ese organismo en concepto de capital e intereses por el acuerdo por la deuda.
Apurando el paso
Los esfuerzos oficiales por recuperar reservas incluyen una aceleración marcada en la tasa de actualización del rezagado tipo de cambio oficial que ayer dejaron subir en $0,66 (+0,3%) al cerrar el mayorista a $ 220,47/220,87 por unidad para compra y venta, respectivamente.
De este modo, el beneficio “extra” concedido a los exportadores agrarios y sojeros, que era mayor al 41% al relanzarse la edición III de este programa, ya ha caído al 36,1%, es decir, en unos 5 puntos.
“Creo que el sinceramiento cambiario es necesario, pero hacerlo de este modo cuando dejaste fijado por entre 45 días y tres meses el tipo de cambio diferencial para alentar exportaciones es volver a pegarse un tiro en el pié”, comentó a un experimentado corredor cambiario en relación con el efecto que ese recorte puede tener en la oferta que debería canalizarse a $300 por la “Cam 9” del MAE.
Por lo pronto, la aceleración en el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial (que ya llega al 5,8% en el mes) no calma las expectativas devaluatorias ni la demanda de coberturas, como muestra la persistente dinamización en los negocios con futuros de dólar y las tasas cada vez más elevadas (llegaron ayer al 285% nominal anual para la posición a vencer a fin de agosto, es decir, el mes de las PASO) que los inversores validan.
A demás, en medio del nerviosismo que ganó al mercado se mantiene el retiro de depósitos de los bancos, con una riesgosa novedad en los últimos días: ahora también hay desarme de plazos fijos en pesos, lo que puede terminar dando más combustible a la actual corrida cambiaria.
Los datos oficiales al pasado jueves muestran que en los últimos 30 días salieron de los bancos US$613 millones (3,5% del stock total que tenían bajo administración en esa moneda) y todo indica que ese drenaje se sostiene dado que las entidades le solicitaron ayer al BCrA el envío de unos US$48 millones para atender esa demanda y mantenerse líquidos.
En paralelo, desde el viernes 14 de este mes se comienzan a hacer notar desarmes de plazos fijos en pesos, al punto que el stock total de esas colocaciones privadas cayó de $9,67 billones a $9,36 billones en cuatro jornadas hábiles.
El día más caliente al respecto fue el miércoles pasado, la jornada previa a que el BCrA anunciara la suba de tasas del 78 al 81% nominal anual, cuando hubo cancelaciones por unos $250.000 millones.
“Con las reservas netas en niveles críticos y ante la baja oferta de divisas que se espera para lo que resta del año, se vuelve inevitable monitorear la evolución de los depósitos privados”, venía advirtiendo desde hace unos días la consultora 1816.
Vale recordar que esas colocaciones rinden 6,66% mensual desde el viernes, pero siguen perdiendo ante una inflación que se mantiene cómoda sobre el 7%, y quedaron muy lejos de las ganancias del 26% que pudieron haber logrado en lo que va del mes quienes hubiesen apostado al dólar paralelo, o las del 14% que se pudieron haber obtenido operando dólar Bolsa o MEP.
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