El dólar blue rozó los $500 y Massa busca intervenir en el mercado
El paralelo saltó ayer otros $33 y cerró a $495; el BCRA salió a vender bonos para frenar la escalada de los dólares financieros; Economía habló de “operaciones sospechosas” y dijo que recurrirá a la Justicia; pedido al FMI
Melisa ReinholdMassa firmó ayer con autoridades del BID un contrato por un crédito de US$75 millones para la mejora de los servicios de agua potable
El dólar blue anotó ayer su séptima rueda consecutiva al alza, se acercó a los $500 y la brecha cambia ria superó el 120%. Sin embargo,los tipos de cambio financieros redujeron su avanzada tras fuertes intervenciones del Gobierno a través de operaciones con bonos y de la venta de dólares.
Fue otro día de incertidumbre, rumores y nervios en la City, donde el precio del dólar informal cerró a $495. Fueron $33 más que en la rueda anterior, el salto porcentual más fuerte desde el 4 de julio, tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía.
La crisis forzó a Sergio Massa a hacer declaraciones, vía Twitter, luego de una semana sin referirse al tema. Allí anunció que se utilizarán “todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación”, afirmó que el FMI fue notificado sobre “las restricciones que pesan sobre la Argentina” y que se avanzará en una “rediscusión del programa”. El Fondo dijo que la negociación “avanza de manera constructiva”.
Massa anticipó que acudirá a la UIF y la CNV para el análisis de “operaciones vinculadas con el lavado de dinero”.
El dólar blue anotó ayer su séptima rueda consecutiva al alza y la brecha cambiaria superó el 120% en un clima de creciente nerviosismo en el mercado. No sucedió lo mismo con los tipos de cambio financieros, que redujeron su avanzada tras la fuertes intervenciones que hizo el Gobierno a través de operaciones con bonos y de la venta de dólares.
Fue otro día de incertidumbre en la City porteña. Mientras que algunos arbolitos decidieron detener las ventas y ponerse en una posición compradora, el precio de referencia se ubicó en los $495 al cabo de la jornada. Fueron $33 más frente a la rueda anterior (+7,1%), el salto porcentual más fuerte desde el 4 de julio pasado, primer día hábil luego de la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. En la semana acumula un avance de $53 (+12%) y en las últimas siete ruedas, de $95 (+23,7%).
La situación forzó al ministro Sergio Massa a hacer declaraciones luego de una semana sin referirse al tema. “Hace varios días que vivimos una situación atípica de rumores, versiones, falsos informes y su consecuente impacto en los instrumentos financieros vinculados al dólar”, señaló a través de un hilo de Twitter.
Pero el escenario continuó empantanándose. Circularon versiones de que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se había caído. También que habían allanado sociedades de Bolsa. Rumores que fueron desmentidos, pero que siguieron sumando incertidumbre en días ya de por sí turbulentos. El Fondo incluso emitió un comunicado en el que dijo que “los intercambios entre las autoridades [argentinas] y el equipo del FMI avanzan de manera constructiva”.
Massa anunció que se utilizarán “todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación”. También explicó en sus mensajes que el FMI fue notificado sobre “las restricciones que pesaban sobre la Argentina y que se cambiará la rediscusión del programa”, al tiempo que acudirá a la justicia penal económica para el “esclarecimiento de algunos comportamientos y a la UIF y la CNV para el análisis de operaciones vinculadas con el lavado de dinero”.
En ese contexto, pasado el mediodía se observó una fuerte intervención del Banco Central en el mercado de bonos que se mantuvo hasta el final del día. “Fue casi récord, te diría”, agregaron los operadores del mercado. Se trata de la estrategia que está empleando el oficialismo para bajar el precio de los tipos de cambio financieros, cotizaciones que surgen de la compra-venta de bonos.
Así, si bien los dólares paralelos abrieron la rueda con alzas cercanas a los $20, al final del día redujeron la intensidad del avance e incluso terminaron en caída. El dólar MEP cerró a $447,50, un retroceso de $1,50 frente a la rueda anterior (-0,3%). El dólar contado con liquidación (CCL) se negoció a $466,08, casi $4 más que el lunes (+0,8%).
“No nos sorprende en absoluto lo que ha sucedido durante las últimas jornadas en materia cambiaria. En realidad, lo sorprendente era que el nivel de brecha se ubicara en la zona del 85% en un marco de elevada inconsistencia macroeconómica. La mala situación del campo, tantas veces alertada, desnudó una evidente debilidad coyuntural y estructural que finalmente se reflejó en las principales variables financieras, monetarias y cambiarias”, consideraron desde la sociedad de bolsa Delphos Investment.
Al contrastar con el dólar mayorista, que cotizó a $220,87, la brecha frente al blue se ensanchó a un 124%. Para Portfolio Personal de Inversiones, los niveles actuales incrementan los temores de un salto discreto del tipo de cambio oficial y, en consecuencia, comienza a trabarse la economía real por incertidumbre sobre el costo de reposición.
“La brecha es siempre la variable real, para mí más relevante que el valor nominal. Los niveles actuales marcan un nuevo salto de incertidumbre y un nuevo proceso de búsqueda de cobertura. La economía seguirá funcionando mal, como lo está haciendo hasta ahora, con una nominalidad que se sigue retroalimentando y una brecha que es el indicador de que nada cierra”, señaló Gabriel Caamaño, socio de la consultora Ledesma.
Con todo, la brecha continúa en niveles inferiores a otros momentos recientes de extrema volatilidad. En perspectiva, en octubre de 2020 fue del 149,7%, mientras que en julio de 2022 alcanzó un 160%. Sin embargo, en términos históricos, los valores actuales son cercanos a los de diciembre de 2002, cuando todavía no se había solucionado la incertidumbre política posterior a la crisis de 2001, según un relevamiento de AdCap Grupo Financiero.
“El mensaje, Massa trajo más incertidumbre al mercado. Se generaron conjeturas en torno al acuerdo con el FMI porque pareciera ser un manotazo de ahogado. Y dijo que iba a poner a disposición todas las herramientas del Estado, como si ya se hubiese quedado sin instrumentos. Todo eso dejó lugar a diferentes criterios e hipótesis. Lo que sí, el MEP y el CCL estuvieron relativamente más calmos que el blue por las intervenciones que viene realizando el Gobierno. Desde ayer [por el lunes] se colocaron órdenes de compra casi fijas; compraban todo lo que les dé”, sumó el analista financiero Salvador Vitelli.
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Internas y culpas ante una crisis que se adelanta
Francisco Jueguen
Primero fue Aracre. Después, Max Capital. Ayer, “la derecha”. Sin mirarse nunca al espejo, el Gobierno revolea culpables, pero no encuentra respuestas a la corrida cambiaria que llevó al dólar blue al borde de los $500, a la economía a un estado paralización y que dejó en los últimos días una creciente sensación de vacío de poder.
En el mercado sí existe letra para la canción. La sequía adelantó las consecuencias de las distorsiones que propuso el kirchnerismo. “La macro no resiste mucho más. El timing y el gatillo de la cobertura es la combinación de la altísima nominalidad, la imposibilidad de recomponer reservas e incluso los rumores de dolarización”, analizó un trader. Traducción: la inflación se acelera, el dólar soja no arranca con fuerza y el crecimiento de Javier Milei asusta.
El ministro de Economía, Sergio Massa, vio cómo ayer volvía a dispararse la brecha cambiaria hasta un 124% haciendo imposible el funcionamiento de la economía y tomó una decisión: intervenir en el mercado cambiario, algo que había acordado no hacer con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Massa fue quien hizo el llamado a Washington. No consiguió un aval. Avisó “de las restricciones que pesaban sobre la Argentina” –como mencionó por Twitter– y actuó. Estaba al mediodía acompañado por parte del equipo que viajará el viernes a EE.UU. para intentar “rebalancear” el programa con el FMI. Surgieron entonces rumores de que el acuerdo con el Fondo estaba caído. Su equipo logró del organismo un escueto comunicado. “El staff técnico [del Fondo] continúa trabajando con las autoridades argentinas”. Massa confía ahora en que el freno que le impuso a los dólares financieros arrastren al blue a la baja.
La mesa del Banco Central (BCRA) operó fuerte con bonos –y dólares– para contener los precios de las cotizaciones financieras (el contado con liquidación y el MEP). En Economía afirmaron que su hombre en el Central, Lisandro Cleri, se había “cargado al hombro” ese trabajo porque a Miguel Pesce, presidente de la entidad monetaria, “le habían tomado el pulso”. En el BCRA negaron esas versiones, dijeron que la mesa responde siempre al presidente del BCRA y ratificaron la intervención. Hasta citaron el artículo 10 de la carta orgánica que habla de las atribuciones del titular de la entidad. Hace tiempo que MassabuscaavanzarsobreelCentral y Pesce, el último hombre de Alberto Fernández. Pesce fue ratificado por el Presidente el lunes. La interna del Frente de Todos no descansa ni siquiera en medio del incendio.
“Hay poder de fuego”, resistían el embate en el BCRA tras una jornada caliente. La entidad compró US$41 millones. Así, el resultado de abril pasó a ser positivo por US$230 millones, aunque en el año pierde más de US$2800 millones y las reservas netas rondan los US$2000 millones. La entidad compró ya levantado el bloqueo que había generado la ampliación del cepo el jueves pasado y pese a las advertencias de las cerealeras sobre el freno de las liquidaciones del dólar soja 3.0. “China hizo el cuarto desembolso de US$1000 millones y en una semana ingresa el quinto”, aclararon sobre la activación del swap. En el Gobierno circulan versiones de otra ampliación.
En Economía se multiplicaron los lamentos sobre el pasado y el “despilfarro” de reservas de Pesce, Martín Guzmán y Matías Kulfas. “Se fumaron todas las reservas y ahora no tenemos granos”, se quejaron allí. La brecha a este nivel desincentiva la liquidación del poco stock de granos en manos de los productores, que ya dudaban de vender al precio que pagaban los exportadores. Además, empuja a los importadores a hacerse de dólares oficiales inflando los pedidos de SIRA. Esas expectativas sobre la dinámica serán difíciles de desactivar incluso con nueva deuda en dólares, como el préstamo del BID de US$75 millones anunciado anoche por Massa. “Si hay ruido político no liquidan nada”, dijeron además en Economía luego de que el propio Gobierno hubiera sugerido que la oposición opera contra las negociaciones con el Fondo para que los desembolsos de todo el año se adelanten a junio.
En la desesperación, además de la intervención, apareció el garrote o –en homenaje a Aníbal Fernández– “la sensación” de mano dura. En su hilo de tuits, Massa amenazó con mandar a la UIF y a la CNV contra los operadores. La CNV confirmó a
“procedimientos en el marco de investigaciones”. Este medio consultó a cinco operadores: ninguno sabía de esos procedimientos.
“Va a intentar ordenar”, dijeron en Economía sobre Massa y el dólar. Allí consideraron que es el único con el apoyo de EE.UU. para solucionar el tema con el Fondo. No nombraron al Presidente. “Está tomando cada vez más poder político”, se envalentonaron. Traducido: es Massa o el caos.
El FMI adaptará su programa a un sólo fin: que Gobierno termine su mandato. ¿frontloading [adelanto de fondos]? ¿Dólares frescos? “Todo está sobre la mesa”, dicen. ¿Pedirán devaluar? Massa lo tiene vedado por Cristina Kirchner. Pero además, sin un plan integral, sólo llevaría a un fogonazo inflacionario. El Gobierno ya no tiene tiempo. Massa pudo haber esbozado un plan integral a su llegada. Cristina no avaló la propuesta de Gabriel Rubinstein. El Gobierno ya no tiene la confianza del mercado para tomar ese camino. Con el apoyo de la Casa Blanca, Massa ahora tironea al Fondo, cuyo único objetivo es que el país no entre en default. “El actual programa ya no es un ancla”,admiten en Economía y van por cambios.
Sin dólares y con muchos pesos, el desorden se acelera. Una vez terminada la jornada cambiaria, Massa trabajó en la licitación de deuda de hoy. Vencerán casi un billón de pesos. Más específicamente, $566.000 millones de Ledes y $401.900 millones de títulos dollar linked. A esos posibles pesos sueltos, se suman los del dólar agro ($281.335 millones) y que las subas de tasas del BCRA multiplican el crecimiento de la “bola de Leliq” en mano de los bancos. Las dudas ya arrecian sobre los mortales. Un plazo fijo pagó 26,4% en el año; el dólar blue ofreció, en cambio, 44,5%.
El dólar paralelo es la temperatura delademandadepesos.La economía está paralizada en medio de una corrida cambiaria. Hay ya productos sin precios. La inflación de abril, un mes estacionalmente tranquilo, podría orillar las dos cifras. El presidente puede colgar fotos de la oposición, pero el blue subió 619% en su gestión y la inflación, un 406%. El informal sigue, sin embargo, abajo de picos críticos del pasado reciente del kirchnerismo, pese a que los economistas hablan ya de “un dólar de crisis”.
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